Artículos - Ramesh Balsekar
La enseñanza básica
Diálogos advaita con Ramesh S. Balsekar
A menudo Ramesh exhorta a sus visitantes a relatar el proceso de su búsqueda. Y una pregunta que hace frecuentemente: "¿Cuál es tu comprensión básica en este momento, como resultado de tus estudios con diversos maestros y de los libros que has leído?". Que yo sepa nadie ha sabido indicar ni una sola vez con precisión cuál es su nivel básico de entendimiento espiritual. El que uno esté de acuerdo o no con Ramesh no es el punto, pero el visitante no tiene dudas acerca de la descripción que Ramesh brinda de su enseñanza fundamental.
La enseñanza comienza con el bhakti
RAMESH: La gente me pregunta si hay algo especial en lo que yo digo. Yo diría que sí. Lo especial en mi discurso es que comienzo con bhakti y termino con la comprensión (jñana). ¿Qué es bhakti? Hágase Tu voluntad. El "yo" dice: "Tú eres todo lo que hay. Hágase Tu voluntad".
WARRIK: Cuando usted dice: "Hágase Tu voluntad", yo comprendo que quiere decir que, de hecho, la voluntad de Dios siempre se está haciendo.
RAMESH: Eso es correcto. ¡Se estuvo haciendo, se está haciendo, y se hará!
WARRIK: Y es imposible que se haga nada que no sea la voluntad de Dios.
RAMESH: Eso es correcto. Sin embargo, en verdad ése no es el punto relevante. El punto relevante es que "yo" no soy nada. Ése es el punto relevante. Tú (Dios) eres todo lo que hay. Tu voluntad prevalece siempre. Por eso, pensar que "yo puedo hacer cualquier cosa; yo puedo hacer algo; yo puedo lograr algo", es ridículo. Ése es el punto relevante. Aceptación, aceptación total del hecho de que un objeto creado es impotente, es el punto relevante.
La cuestión de quién es la voluntad que prevalece ―y tú le llamas Dios― es un concepto necesario, ya que el individuo se encuentra indefenso. Así que la mente-intelecto crea un objeto que es todopoderoso y luego dice que todo sucede de acuerdo con Su voluntad, lo que significa que no es "mi" voluntad. Así, aceptar que "yo" no soy nada, que "yo" soy simplemente un objeto a merced de la voluntad de Dios, es básicamente la más pura devoción, o bhakti. Por ende, lo que digo comienza estrictamente con bhakti: Hágase Tu voluntad.
La enseñanza básica
RAMESH: ¿Tengo una enseñanza básica? Sí. Lo básico es que todo lo que hay es la Consciencia; no hay "nadie" que haga ninguna acción. Nada sucede, a menos que sea la voluntad de Dios. Y cuando digo "Dios" no me refiero a una entidad todopoderosa, ya sea dentro o fuera de la manifestación. Al decir "Dios" me refiero a la Fuente, a la Consciencia ―el Uno-sin-segundo― dentro de cuyo reflejo ocurre el funcionamiento de la manifestación.
El Buda dijo: "Los eventos ocurren, las acciones se llevan a cabo, pero no hay ningún hacedor individual". Ésa es la enseñanza básica. Nadie hubiera podido ponerlo en términos más breves o simples. Los eventos ocurren. Las acciones son llevadas a cabo. No hay un hacedor individual de éstas. Si no hay un hacedor individual, entonces es irrelevante "quién" sea el que haga las acciones. Pero si el intelecto formula la pregunta y necesita una respuesta, entonces al intelecto se le dice: "¿De quién es la acción? Es la acción de Dios".
Silencio y símil
RAMESH: Cuando hablas y utilizas un símil, ese símil se basa sólo en objetos. Por lo tanto, como decía Ramana Maharshi a menudo: "La única enseñanza es el silencio". Cuando utilizas cualquier concepto, cuando utilizas cualquier símil, cuando utilizas cualquier metáfora, todos están basados en objetos.
TIM: ¿Existe una transmisión de conocimiento por medio del silencio?
RAMESH: ¿Existe la transmisión de la Verdad por medio del silencio? Sí. Pero muy, muy pocos organismos están programados para poder aceptar la Verdad por medio del silencio. Por consiguiente, debido a la compasión que sentía por los muchos que no están programados para poder aceptar la Verdad a través del silencio, Ramana Maharshi comenzó a hablar. Utilizó un símil como ejemplo para explicar esto: algunos pocos son como la pólvora, una chispa y se enciende. Quizá los buscadores que son como la pólvora no puedan aceptar el silencio, pero una chispa, una palabra ―Todo lo que hay es la Consciencia, "nadie" hace nada, nada sucede a menos que sea la voluntad de Dios― y la pólvora se prende. Así que quien está programado para ser la pólvora, quien está programado para ser el carbón seco y quien está programado para ser el carbón mojado, es la voluntad de Dios. Pero Ramana Maharshi también brindó consuelo a aquellos que son como el carbón mojado y que necesitan mucho trabajo: tu cabeza ya se encuentra dentro de las fauces del tigre, no hay escapatoria. Por eso, deja que el proceso se tome todas las reencarnaciones que la Fuente quiera.
La divina broma: el ego que desea la aniquilación
RAMESH: La resistencia es el ego, y el ego, que no está bromeando, no se dará por vencido fácilmente.
ROBERT: Pero el deseo de aniquilar el ego es justamente lo que lo mantiene vivo.
RAMESH: Para que veas, ésa es la broma. Ésa es la Divina broma. El ego es la hipnosis Divina. ¿De dónde vino el ego? Ésa es la pregunta, ¿no es así? Todo el mundo dice que el problema es el ego. Todo lo que tienes que hacer es renunciar a "tu" ego. Pero nadie te dice cómo renunciar a "tu" ego. ¡"Tú eres el ego! El "yo" es el ego y el ego no va a cometer suicidio. El ego puede provenir únicamente de la misma Fuente de la que ha provenido todo. La manifestación física ha provenido de la Fuente. El "yo" ficticio ha provenido de la Fuente.
¿Por qué la Fuente creó el "yo" ficticio? Porque sin el "yo" no ocurrirían las interrelaciones humanas. Y sin las interrelaciones humanas la vida, tal como la conocemos, no podría ocurrir. Así que, para que ocurra la vida tal como la conocemos ―para que el lila , o juego de Dios, pueda suceder―, las interrelaciones humanas deben suceder. Y para que sucedan las interrelaciones humanas el ego tiene que estar presente. "Ego" significa sencillamente la creación de un sentimiento a través de la hipnosis Divina de que "yo" soy un hacedor, un ser separado que controla su propio cuerpo. Pero todo lo que existe realmente es un organismo cuerpo-mente y la energía que fluye a través de él.
Ésa es la base [conceptual], exactamente igual a un aparato eléctrico y la electricidad que funciona a través de ese aparato. Pero si el aparato eléctrico fuese hipnotizado, entonces pensaría en función de un "yo" que tuesta el pan, un "yo" que licua, un "yo" que produce luz. Básicamente se trata sólo de la electricidad y el aparato. En nuestro caso es sólo la misma cosa: Fuente, Dios, Energía, y el organismo cuerpo-mente a través del cual está funcionando la Energía, o Dios. Así que Dios ha creado el ego, y es Dios el que en algunos casos comienza el proceso gradual de la aniquilación del ego.