Artículos - John Wheeler
El estado natural
De un diálogo con John Wheeler
Segunda Parte
Así como comprendes la verdad de lo que eres, también puedes comprender el sufrimiento. Tú puedes comprender lo que es, de dónde viene y cómo puede ser resuelto. Conozco muy, muy poca gente por ahí que esté clara sobre este asunto. Te encuentras con cantidad de gente que te dirá: "Sé quién soy. Estoy despierto. Sé que soy conciencia". Y luego añadirán: "Pero el condicionamiento y el sufrimiento continúan apareciendo". Si les preguntas qué harán al respecto, no tienen una verdadera respuesta. No saben de dónde viene el sufrimiento. No saben por qué surge. Pensamos: "Espero que algún día se resolverá por sí mismo y entonces seré libre". Pero ésa no es una respuesta en absoluto. Yo comencé a ver esto en la escena espiritual contemporánea. Las personas que había conocido y que habían estado en ello por años y años, aún permanecían sujetas a dudas y sufrimiento, aun después de haber asistido a incontables satsangs, retiros, y haber estado con los así llamados maestros "despiertos".
La verdadera respuesta viene a través de la clara comprensión. Esperar pasivamente a que el sufrimiento desaparezca no es suficiente desde mi punto de vista. Cuando hablo sobre el sufrimiento, me refiero a la turbulencia emocional, a las dudas, temores, preocupaciones sobre mí mismo, sobre lo que la gente piensa de mí, al sentimiento de ser un individuo separado, o cualquier cosa que puedas pensar que sea contraria a este innato sentido de paz. No me estoy refiriendo al dolor físico. Éste forma parte de la inteligencia orgánica natural del cuerpo. Así que aquello de lo que estamos tratando aquí es: "Cómo comprender y resolver el sufrimiento psicológico generado por falsos conceptos sobre quienes somos". Entonces dejarás de ser víctima de dudas, sufrimiento y preocupaciones, no te sentirás como un buscador separado, no sentirás que otra gente sabe cosas que tú no sabes, no sentirás que estás "perdiéndote" algo, nunca más te sentirás sumergido en negros u oscuros estados de ánimo. Todas estas cosas provienen de causas que pueden ser ubicadas. Provienen de una falsa visión de nosotros mismos, y pueden ser resueltas.
Esto se hace en conjunción con el reconocimiento de la verdad de quien tú eres. A medida que ese reconocimiento pase a primer plano, irá "contradiciendo" o eliminando la causa-raíz, esa errónea identidad básica. Eso es perfectamente "trabajable" y llega, absoluta y enfáticamente, a la raíz de todo, de una vez y para siempre. Los que dicen que el sufrimiento es inevitable o parte inherente de la naturaleza de las cosas, están enteramente equivocados.
Pregunta: Yo he estado enfrentándome con algunos dolores físicos.
John: Yo también.
P: Al parecer, para ti ya no hay más dudas en cuanto a que no existe ningún "yo" separado. ¿Es eso cierto?
John: Sí.
P: Entonces, cuando el dolor físico surge con algún nivel de intensidad, ¿la conciencia permanece contigo?
John: Definitivamente sí. Y la razón es muy sencilla. El dolor está surgiendo y se está registrando en la conciencia, así que la conciencia "no se va" a ninguna parte. Nosotros ya establecimos que percepciones, sentimientos y pensamientos que se atraviesan no perturban, contradicen o eliminan la presencia básica de la conciencia. Puede que no reconozcamos o notemos esto en cierta etapa, debido a que el foco y la energía emocional fluyen mucho hacia la experiencia. Pero ello no significa que el ser o la conciencia "se vayan" literalmente a alguna parte. El hecho es que tú no puedes tener esas experiencias sin conciencia. Todas ellas están ocurriendo como experiencias en la conciencia, ¿correcto?
P: Pero toma el caso de alguien como Ramana Maharshi. Él tenía un cáncer en el codo que básicamente se lo "comió", hasta que murió. Él reconocía que había mucho dolor, pero también reconocía que no había ninguna duda, que la conciencia no era afectada en absoluto. ¿Correcto?
John: Y lo mismo con Nisargadatta, el maestro de "Sailor" Bob. Murió de un cáncer en la garganta que acabó con su vida en tres años. Se mantuvo enseñando y hablando hasta el último día. Él apenas podía hablar, y aun así continuaba comunicando este mensaje hasta los últimos instantes de su vida. Así que, de alguna manera, se las arregló para atravesar estas experiencias.
P: Parece que era capaz de sentarse por ahí como conciencia, y simplemente dejaba las cosas surgir a pesar de las experiencias físicas, ¿cierto?
John: Parece que sí.
P: Y lo mismo con Ramana, ¿verdad?
John: ¡Y será lo mismo contigo también! Porque la verdad es que cuando las cosas aparecen, cualesquiera que sean, tú todavía estarás allí como esa conciencia. Esto ya lo hemos visto.
P: Para mí, ahora mismo, el dolor parece llevarme a tal aturdimiento, que puedo dejar de conocer mi naturaleza como conciencia.
John: ¡Aparentemente! Pero no vuelvas atrás a la noción de que tu naturaleza es algo a ser percibido como un "objeto" que puedas ganar o perder. Tú no eres una entidad separada aparte de esa conciencia y nunca lo serás. Así que toda la noción de que "no puedes volver atrás a la conciencia", o que "no puedes verla", está basada en una falsa suposición. No importa lo que tú pienses: tú eres esa conciencia. Siempre lo serás. No hay nada que puedas hacer para escapar de ella. No es cuestión de relajarse o enfocarse en ella, u obtenerla. Todo eso es conceptual. Es mucho más básico que eso. Es lo que innatamente eres y siempre serás.
Así que cuando empiezas a captar ese punto, te das cuenta que la idea de que "tienes que acceder" a tu verdadera naturaleza es falaz. La noción de que debes "enfocarte", mantener tu mente "de cierta manera" o "prestar atención", nada tiene que ver con esto. Es mucho más básico. Todos los pensamientos, confusiones, esfuerzos o cualesquiera otras experiencias, siempre aparecen en esta conciencia siempre-presente, que está naturalmente presente sin ningún esfuerzo.
P: La conciencia, si es libre, es libre incluso de mirar ese dolor. ¿Es así?
John: Bien. No hay ninguna necesidad de eso. Lo que somos no está realmente sujeto a esas experiencias ni es víctima de ellas. No hay ninguna necesidad de manipular nada para escapar del dolor, abrazarlo, empujarlo o cualquier cosa así. Típicamente, cuando estamos experimentando dolor, pensamos: "Esto no debería estar ocurriéndome a mí. Me gustaría escapar de esto. Esto no está bien". Ese tipo de relación con lo que está surgiendo empieza a desaparecer. Si estás teniendo dolor en el cuerpo, probablemente harás algo para remediarlo. Eso está bien en un nivel relativo. Pero cuando miras un poco más profundamente, ves que hay simplemente conciencia, en la cual las cosas están ocurriendo, incluyendo un dolor en la pierna o cualquier otra cosa. La conciencia es una cosa, el dolor otra. Es una experiencia.
Otro nivel presente allí y que confunde las cosas, es el del proceso conceptual, las interpretaciones de la mente de aquello que está teniendo lugar. Ello agrega una innecesaria conceptualización sobre la experiencia. Por ejemplo, piensas: "Yo estoy aquí sintiendo dolor. Me está ocurriendo a mí. Esto no está bien. No debería estar ocurriéndome. Desearía que pare". Todo eso simplemente está "dando vueltas" en el proceso del pensamiento. La conciencia no tiene esas opiniones. Simplemente está registrando "lo que es". Y el dolor está simplemente ocurriendo. Es una ocurrencia impersonal. Así que, es en este nivel de conceptualización donde el problema se desliza, con sigilo. ¿Por qué? Porque tu conciencia es ya libre y no tiene problema alguno. Pensamientos, sentimientos y percepciones que surgen son tan sólo cosas transitorias que atraviesan esta conciencia. No tienen ninguna opinión sobre si deberían, o no, estar allí. Están simplemente ocurriendo, haciendo su "asunto".
Así que ¿dónde está el problema? ¿Y por qué introducir una tercera entidad en la ecuación? ¿Por qué no estar con "lo que es" y no identificarlo como alguna experiencia de un "yo" que ni siquiera está ahí? Si no interpretas algo a través de ese punto de referencia, entonces no hay ninguna posición conceptual. Todo puede seguir apareciendo, tal y como siempre lo ha hecho desde un punto de vista exterior. Pero con una comprensión de la naturaleza conceptual del sufrimiento, éste ya no es tomado como real. No hay necesidad de introducir ese tercer componente.
P: Entiendo que tú mismo has tenido algunos problemas físicos de salud.
John: Sí.
P: Entonces, en esa situación, ¿la preocupación no aparece ni te mantiene girando en torno a ella? ¿No cargas con ella cuando aparece?
John: Mayormente no aparece, porque ha sido trascendida. Tú puedes ver eso también. Una vez que comprendes que todo este sufrimiento, preocupación y turbulencia está siendo generado a un nivel conceptual, en la mente (en base a una incomprensión), y que aquello en lo que está basado no es real, has acabado con ello. Todo está basado en el pensamiento: depende de dar realidad a esos conceptos y creencias. Vamos a poner como ejemplo un caso extremo, de manera que puedas tener un vislumbre de ello: si supiera repentinamente que este cuerpo está mortalmente enfermo y próximo a su fin, y los médicos me dijeran: "No sabemos si lo lograrás o no", hay dos formas de responder a esto. El hecho objetivo es que el cuerpo es tan sólo una criatura mortal, nació y eventualmente morirá. Este es un hecho objetivo. Y la conciencia simplemente registra lo que aparece. Podría ser un cuerpo lleno de salud o uno enfermo, un cuerpo joven o uno agonizante. La conciencia no tiene juicios de valor. No dice: "¡Oh, yo debería ser una persona joven (o saludable)!". Simplemente registra lo que hay ahí. Y no hay ningún sufrimiento hasta que aparece la conceptualización. Ahora imagínate si yo dijera: "¡Me estoy muriendo! ¡Estoy enfermo! ¡Me está ocurriendo a mí!". Todo ello comenzaría entonces a convocar este sentido de "yo", la noción de que mi ser o identidad está siendo arrastrada por los eventos.
Eso sería confundir la conciencia verdadera que yo soy con el proceso de conceptualización, el cual ya hemos visto que no es lo que yo soy. La mente está creando confusión al mezclar el sentido de nuestra verdadera naturaleza con la identidad conceptual. Así que tú saltas con la afirmación: "¡Aquí estoy yo, muriéndome!". Y el sufrimiento surge con esa creencia. La mente entra en pánico. Existe la noción de que mi ser o identidad está terminando, o que algo traumático me está ocurriendo. La verdad es que todo eso es completamente erróneo.
Aquí es donde empiezas a ver de dónde viene el sufrimiento. El sufrimiento no es algo dado, y no es natural. No es parte de lo que realmente está presente, en lo factual. Es una estructura mental específicamente construida, basada en una errónea visión de las cosas. De manera que si la mente construye la noción "me estoy muriendo", y cree en ella, entonces una cierta cantidad de energía fluye hacia esa creencia.
Ahí es cuando empiezo a tener sufrimiento psicológico. Y la mente entonces saltará con conceptos adicionales, como "¿Qué voy a hacer ahora? Esto no me debería estar ocurriendo. Tengo que cambiarlo. ¡Oh Dios mío! ¡No quiero morir! ¡Hay tantas cosas que quisiera hacer!"... En ese punto ya estás atrapado en una nube de conceptos, tomándolos como algo totalmente real. Pero todo está basado en el pensamiento. Todo está surgiendo de esta errónea identificación. Ello entonces comienza a mostrarte de dónde proviene el sufrimiento.
Empiezas a darte cuenta de que el sufrimiento, tal como lo estoy definiendo, es una creación del proceso del pensamiento. "Sailor" Bob hace al respecto el siguiente comentario: "¿Qué hay de malo contigo si no estás pensando en ello?". Es una forma de resumir todo el asunto. A partir de aquí, tú empiezas a ver algunas cosas muy interesantes, por ejemplo, que una pregunta es un pensamiento, que una preocupación es un pensamiento, que la sensación de "tener un problema" es un pensamiento, que la preocupación sobre lo que "otros" pudieran pensar sobre mí es un pensamiento, que la preocupación sobre lo que yo debería hacer es un pensamiento, que tus creencias y el sentido de quien eres es una colección de pensamientos. De pronto te das cuenta de que todas estas cosas son creadas por la mente conceptual. Si alguien viniera y borrara esos pensamientos, ¿qué es lo que quedaría? Únicamente presencia-conciencia y, posiblemente, algunos sentimientos y percepciones pasajeras, pero ningún sufrimiento personal o conceptualización basados en la idea de un "yo" separado. Así que... ¡AJÁ! La resolución se presenta por sí misma.
P: En ese caso, sólo hay conciencia y dolor físico. ¿No podrías definirlo como dolor físico?
John: Sí. Puede que ni siquiera hagas eso. Incluso etiquetarlo como "dolor físico" es realmente una construcción del pensamiento. Puede que encuentres que el dolor físico no es tan intenso como la mente lo hace parecer. Puedes ver esto, por ejemplo, en el caso de una herida o accidente. Usualmente, el cuerpo puede enfrentarse a ello sin mayor inconveniente. Si "salta" la mente y comienza a amplificarlo, o a construir sobre ello y a expandirlo, entonces el conflicto psicológico es, a menudo, más traumático que la situación física misma.
Estamos entonces llegando a comprender de dónde es que proviene el sufrimiento. Ver que el sufrimiento es una creación del pensamiento es muy importante, porque si tú quieres llegar a la causa, tienes que comprender cómo funciona. Cantidad de gente piensa que el sufrimiento está basado en eventos "externos". Pero, ¿cómo podrían llegar realmente a la raíz del sufrimiento si no comprenden de dónde proviene?
De manera que el sufrimiento es, en su mayor parte, un producto del pensamiento. Cuando miras detenidamente esos pensamientos, notas que aquellos que realmente nos perturban son los que nos dicen algo sobre nuestro sentido de "yo" o de identidad "personal". Si estoy sentado aquí y "pienso" cualquier pensamiento al azar, como por ejemplo: "La luna está brillando esta noche"... Bien, para la mayoría de nosotros ese pensamiento no nos afecta. No hay mayor reacción. Es tan sólo un pensamiento pasajero. Pero si aparece uno que dice: "No soy bueno", o "Fulano no me gusta", o "Voy a morir", o cualquier otra cosa por el estilo, entonces las cosas se ponen problemáticas. Lo que sucede realmente cuando tales pensamientos aparecen es que me están empezando a definir. Me "dicen" algo sobre mí y sobre quién soy. Mirando de esta manera empezamos a tener una visión más precisa sobre lo que realmente es el sufrimiento. "Sailor" Bob me lo señaló cierta vez. Él definía el sufrimiento como "pensamiento ego-céntrico". En otras palabras, lo que realmente nos hace sufrir son los pensamientos concernientes a mi identidad, al sentido de "mí".
Si tú me dices que algo anda mal contigo, aquí no hay mayor reacción. Pero si piensas que algo anda mal conmigo, entonces... "¡Hey!... Espera, espera, espera un minuto..." (Risas) ¡Eso a mí no me gusta en absoluto! ¿Por qué no me gusta? Porque es una afirmación incorrecta sobre lo que soy verdaderamente. Así que cuando rastreas el sufrimiento hasta el siguiente nivel, ves que esos pensamientos giran en torno al "yo". Si eres observador, empiezas a distinguir un patrón en todo ello. No es que haya tan sólo "un dolor" en el cuerpo. Más bien es que "yo" estoy dolorido, o que a "mí" no me gusta ese dolor. Esta noción-raíz "yo" es descrita de diferentes maneras, como sentido del ego o yo separado, o pensamiento-yo, o persona separada. Como fuera que lo describas, es el meollo de todo este mecanismo. Es aquello a lo que todos los conceptos ego-céntricos parecen referirse. La totalidad de las identificaciones están relacionadas con esta creencia central. La razón de que sean problemáticas es que la creencia-meollo es tomada como válida, cuando en realidad es completamente errónea.
Si me dijeras: "John, eres un elefante azul", yo no creería eso ni por un segundo. No lo tomaría en serio. No asocio ese concepto con quien yo soy. Esa noción es patentemente falsa. No creo en ella ni me identifico con ella, en absoluto. Y, como consecuencia, no me perturba en lo más mínimo. Un concepto sólo te perturba cuando "cargas" con él y crees en él. Si no creemos en él, carece de poder. Así que, para creer en un concepto, para sufrir bajo un concepto tal como "yo no estoy iluminado", tienes que dar el paso intermedio de tomar al pensamiento-yo como válido. Tienes que tener al "yo" no-iluminado, o cualquier otra identificación así... Esta comprensión nos permite llegar a la raíz del asunto muy directamente. En vez de tomar todos los posibles pensamientos y creencias recogidos a lo largo de los años, tomamos únicamente éste hasta llegar a la raíz. Así nos damos cuenta de que hay un mecanismo que mantiene todo esto junto. Si acabas con la causa-raíz ―la creencia en el "yo"― entonces no hay lugar en que pueda arraigar cualquier otra identificación. Nada se adhiere nunca más... Esto nos muestra que es posible exponer el meollo de esa creencia y resolver la red completa del sufrimiento de modo concluyente.
Es importante ver de dónde vienen todos los conceptos y creencias. Todo eso es material recogido a lo largo de los años, porque no conocíamos nada mejor. La noción de ser un "yo" limitado o separado es recogida en la mente a una edad temprana. Se asume como real. De ahí en adelante comenzamos a creer en montones de cosas relacionadas con el sentido del "yo". La gente nos dice cantidad de cosas... "Tú eres un cuerpo"; "tú eres un buen chico"; "tú eres un estudiante"; "tú eres esto, aquello y lo de más allá". Todas estas cosas son básicamente definiciones conceptuales, ¿correcto? Cuando nos convertimos en "buscadores" espirituales empezamos a identificarnos con diversas creencias tales como: "Soy una persona espiritual"; "soy budista"; "estoy en camino de la Iluminación"... Pero la verdad es que tú no estás en ningún camino, en absoluto. Eso es una construcción. Son aún definiciones de una entidad aparentemente separada, sólo que ahora tienes un nuevo conjunto de definiciones: "tú eres un buscador de la Iluminación". Estas nociones generan tanto sufrimiento como el que experimenta cualquier persona así llamada "no-espiritual". En el centro de ello está la noción de que "yo" no soy completo, de que estoy separado, de que hay algo aparte de mí, de que no estoy aún allí, de que no soy lo suficientemente bueno, de que si tengo suerte hay algo que podría mejorarme... Tú aún estás atrapado en esta estructura conceptual. Puede que los buscadores estén listos para cuestionar algunos de estos conceptos, puede que no. Pero todos ellos forman parte aún del mismo mecanismo. ¡Tu naturaleza como conciencia innata no es la de ser un "practicante" budista o Dzogchen!
Entonces, ¿cómo es que quedas involucrado en este show? La proposición central es que la razón por la que sufrimos es una creencia residual en la realidad de este concepto central. Esta creencia es el combustible de todo el resto de pensamientos habituales que nos mantienen enfocados en la mente. Asumimos que el "yo" central es válido... Yo ya había escuchado eso, como un concepto, muchos años antes de conocer a "Sailor" Bob. Recuerdo haber leído algunos textos budistas que decían que la raíz de todo sufrimiento era la creencia en un "yo" separado. ¡Supongo que todo buen budista sabe eso! Pero lo que no advertía era cómo aplicarlo y qué era lo que realmente significaba. Aun cuando había estado expuesto a ese indicador desde años atrás, yo todavía funcionaba claramente desde el sentido de que era un "yo separado".
Por ejemplo, cuando fui a Australia para ver a "Sailor" Bob, pensaba: "Me voy a Australia. Necesito respuestas. Necesito encontrar la 'Iluminación'. Quizás él pueda ayudarme. Voy a conseguir algo que me falta". Aún no estaba claro para mí que todo este modo de pensar era un complejo sistema de creencias centrado en un "yo" aparentemente separado. Como la presencia intrínseca de conciencia que verdaderamente somos, ¡yo no tenía ninguna necesidad de ir a Australia! No necesitaba conseguir nada. No había nada que él pudiera darme, en un sentido absoluto. Incluso recuerdo un e-mail donde le manifestaba mi deseo de verlo, al cual "Sailor" Bob me respondió que "no había necesidad de ir". Me señaló que yo ya tenía todo lo que necesitaba. Pero yo aún operaba bajo la falsa creencia en el "yo separado". Y resultó que había "algo" en que él sí me ayudó: simplemente, me mostró lo que estaba sucediendo y expuso la falsa creencia de quien yo pensaba que era, de modo tal que esa creencia pudiera "desprenderse" en ese ver. Aun cuando "nada" conseguí de "Sailor" Bob, le estaré eternamente agradecido por esa "nada".
Así que el pensamiento "yo" es una total ilusión. No está ni siquiera ahí. Es una completa suposición. No hay ninguna evidencia de que exista siquiera: es un concepto y no tiene ninguna existencia real en absoluto, salvo como suposición. Cuando echas una mirada, descubres que la persona separada ―que habíamos tomado como nuestro yo― es una ilusión. Para ser aún más enfático: ni siquiera existe. No está presente. No hay ninguna evidencia de un yo limitado, separado... Cuando eso se ve, cuando tú realmente reconoces ese punto, sucede que arrojamos la creencia fuera de toda la estructura. Así que echas una mirada y adviertes que no hay ningún "yo" separado. Yo no soy un deficiente "yo" separado. Yo no soy una entidad así, en absoluto. Si alguien viniera y me dijera: "¡Pobre John! Él no está iluminado", ¿a quién se estaría refiriendo? Una vez que se cuestiona ese mecanismo central, todo posible pensamiento ego-céntrico queda invalidado. El punto que "Sailor" Bob enfatizó para mí fue que, cuando ves que el "yo" no está presente, entonces todo tu sufrimiento, tu búsqueda, tus dudas y problemas quedan resueltos. Hay en ello una causa y un efecto. El "yo" central es la causa, y las otras creencias y conceptos dependen de eso. Así que, sin una causa, ¿puede haber algún efecto? Este es el punto que él resaltó.
Y esto nos remite al comienzo. Asumiendo que entendemos lo que se está señalando, entonces la pregunta es: ¿Hemos visto por nosotros mismos que el yo separado no está presente?... Yo, ciertamente, no lo veía al comienzo. Si la mente construye estas identificaciones, tales como "yo soy esto, yo soy aquello", y les da realidad, o cree en ellas y las toma por reales, entonces, a pesar de cualquier conocimiento teórico que tengamos, aún no hemos visto que el "yo" es un punto de referencia inválido, nulo. Lo que me resultaba extraño era que yo ya estaba bastante familiarizado con las enseñanzas de Ramana Maharshi. Estaba muy al tanto de su enseñanza de "auto-indagación", que era un análisis de la mente para ver si el pensamiento-yo raíz, como él lo llamaba, estaba ahí o no. Él hablaba de esto muchísimo, y parecía ser la piedra angular de gran parte de su enseñanza. Entonces, cuando la gente se le aproximaba y le decía que aún no eran libres, él respondía cosas como: "Muy bien. ¿De quién estás hablando? Echa una mirada. ¿Qué es ese "yo" que está en esclavitud?". Así que yo ya había escuchado algo que iba por estas mismas líneas, pero aún no estaba claro para mí lo que realmente se estaba señalando. Yo había conocido a varios maestros occidentales que intentaban presentar las enseñanzas de Ramana Maharshi, pese a que nunca lo habían conocido. Eso, en sí mismo, era una "bandera roja". Volviendo atrás, veo que su comprensión de esto era muy confusa, muy poco clara. Como resultado, ellos realmente nunca habían ayudado a nadie, hasta donde podía ver. "Sailor" Bob fue capaz de dejar esto muy claro para mí.
Ahora intentemos poner todo esto junto. Tú ya eres totalmente libre. No hay nada equivocado en ti. Tú ya eres esa realidad intrínseca y siempre lo serás. No hay la más mínima cosa equivocada contigo. No hay nada que necesites hacer. Tú puedes salir por esa puerta en cualquier momento, y no eres nunca nada excepto esa libertad pura. Tu naturaleza es "simple e innegable presencia-conciencia", no es una "persona" separada. La persona separada nace en el pensamiento como un concepto. Así que podemos ver que todo ese sufrimiento es... conceptos en torno a un yo ficticio. Sobrevive a través de la creencia. Depende de la idea de que hay un "yo" distinto, separado, en nuestra experiencia. Eso es todo lo que está ocurriendo. Entonces das un paso atrás y adviertes que todo eso es una construcción conceptual basada en una visión errónea, en una idea errónea. Lo que se señala es que no existe ninguna evidencia de que tú estás ahí como un ser separado, aparte de la conciencia presente. Tú no puedes encontrar ningún "yo" en el cuadro, en absoluto.
No importa qué tanto mires, no importa dónde mires, no importa cuánto explores y examines, si tratas de rastrear y localizar a este "yo" aparentemente separado, no encontrarás ninguna evidencia de su existencia. Nunca la encontrarás ni puedes encontrarla. No hay nada allí. Ver esto descarta la creencia en toda la estructura conceptual. No hay nada teorético en ello. No es ni siquiera una práctica. No es algo así como "puede que sí, puede que no". Es una cosa experimentada muy claramente, tan claramente como si hubieras pensado que había una serpiente sobre la mesa, entonces miraste y advertiste que no había ninguna serpiente allí... Tú ya no sufrirás más por esa creencia.
Así que necesitamos echar una mirada para examinar y ver dónde está este "yo" que está en la raíz de todos nuestros problemas. Me gusta decir que el sufrimiento tiene una causa, pero que cuando buscas esa causa, ¡encuentras que no existe! En el reconocimiento de que la causa es inexistente, el problema del sufrimiento queda resuelto. Una vez escuchado todo esto, podemos abarcarlo y reconocer por nosotros mismos su verdad. No hay nada difícil en ello una vez que los puntos esenciales quedan aclarados. No hay necesidad de esperar años practicando, alimentando esperanzas, haciendo esto o haciendo aquello. Todas eso puede hacer que pases por alto la raíz del asunto. Y los resultados de esta comprensión son evidentes de una manera inmediata. Cuando el sufrimiento surge en nuestra experiencia, ahora se le reconoce como nada más que pensamientos. Se ve con claridad que giran sobre un yo separado... Una vez que abandones la habitación serás capaz de reconocer y apreciar que la raíz misma del mecanismo es inválida, nula. ¿Hay alguna evidencia de un "yo separado"? Si es así, ¿dónde? ¿La encontraste alguna vez?... Todas estas cosas están ahí para ti, para que las veas por ti mismo.
En algún punto caí en la cuenta. Yo pensaba: "Estoy aquí presente y consciente. No hay ninguna duda al respecto. No hay modo de que yo esté separado de la conciencia". Podía ver eso tan claramente como la luz del día. Veía pasar algunos pensamientos, sensaciones y percepciones. Eso era todo lo que podía ver. Miraba todo ello y pensaba para mí: "Entonces, ¿dónde está el "yo separado"? ¿Dónde está John Wheeler, la entidad, ese que tiene todos estos problemas y dudas? Veo pensamientos ir y venir, pero ninguna evidencia de que esos pensamientos sean lo que yo soy. Y lo mismo con los sentimientos y las sensaciones". Al mirar en tu experiencia directa, todo lo que ves son algunos pensamientos, sentimientos y sensaciones, pasando. Así que la persona por la que nos habíamos tomado no está realmente presente en la experiencia directa. Es tan sólo una suposición. La mente ha creado esta noción, pero no hay nada sustancial en ella. No podemos descubrir ninguna "cosa" en particular que sea este yo separado. Podrías decir que el pensamiento "yo" está presente como pensamiento. Pero eso es un pensamiento. No es lo que tú eres. Tú eres la conciencia que conoce ese pensamiento. El pensamiento viene y va. Inclusive si no estás pensando ese pensamiento, tú estás perfectamente bien.
Estas son las cosas que quedaron aclaradas. Nisargadatta dijo alguna vez: "Todo sufrimiento está basado en la creencia en una persona. ¡Y no hay ninguna persona!". ¡Y esa es la esencia del asunto! Eso es lo que se me estaba señalando, y encontré que era suficiente. Tú no necesitas nada más. Ver la verdad de quien tú eres y disipar la ilusión de lo que no eres es más que suficiente. Mis largos años de búsqueda, de sufrimiento, de sentirme limitado, asumiendo que yo era una persona defectuosa... todo eso terminó. Y aquí sentados, ahora mismo, todo lo que hay es esta presencia de conciencia. Puede haber unas pocas cosas apareciendo en ella, pero ninguna está separada de la conciencia. La raíz de todo sufrimiento es la noción de que yo soy algo aparte de esa conciencia intrínseca. Esa creencia en la separación se "siente" como limitación. Crea un sentido de ser incompleto. Es el combustible de la búsqueda para determinar qué es lo que esa (asumida) persona podría ser. Pero vuelve a la experiencia presente y verás que nunca has sido un ser separado. Tú eres el Ser mismo. Tú nunca estuviste apartado. Por consiguiente, la base de todo el sufrimiento conceptual es simplemente inválida, nula.
Básicamente, ver las cosas desde esta perspectiva se hace cargo de la raíz del problema. ¿Qué puede ocurrir entonces? Todo lo que puede ocurrirte es que la mente siga generando hábitos residuales del pasado. Acostumbraban a aparecer, así que podrían reaparecer en la mente. Pero no tocan la conciencia. No te "sacan" de lo que tú eres. No se refieren a ninguna persona real, porque no hay nadie allí. Son como cáscaras o cosas sin vida que se muestran sobre la pantalla, pero en las que ya no se cree. Flotan por ahí y te dejan tal como tú eres. No significan nada en relación a ti. Son sólo efectos residuales, mecánicos. Son como una rueda de alfarero girando aún, una vez desenchufada. Es tan sólo una ocurrencia impersonal. Y hay la posibilidad de que, debido a que se cree menos y menos en ellas, se resolverán por sí mismas. Estarán menos y menos presentes como para preocuparse por ellas.
La gente algunas veces siente que serán libres únicamente cuando la actividad del pensamiento se detenga y ya no aparezca ningún concepto ego-céntrico. Bien, ¡eso es volver a caer en otra historia ego-céntrica! Los pensamientos son impersonales. No pertenecen siquiera a la conciencia. Pertenecen a una imagen de una entidad que "murió" en el camino, porque no es real. Lo que pensábamos que éramos es como un sueño muerto y sin ninguna sustancia.
Después de conocer a "Sailor" Bob, pensaba: "¿Cuándo volveré a quedar atrapado en la búsqueda y las dudas? ¿Cuándo aparecerán los problemas nuevamente? ¡No puede ser tan simple!". sin embargo, encontré que, de hecho, todo había quedado resuelto perfectamente. No necesitaba "trabajar" más en el asunto, "perfeccionarlo", regresar donde "Sailor" Bob para "afinar" las cosas ni nada por el estilo. Él simplemente desplegó todo sobre la mesa. Nunca lo había escuchado tan claro de la boca de nadie. Cantidad de enseñanzas aludían al auto-conocimiento e insinuaban la verdad de quienes somos, pero luego te empujaban de vuelta a las prácticas, a las técnicas, a los gurús, a logros "futuros", y así sucesivamente. Te devolvían nuevamente a la mente, pensando que todavía no eras entero y completo. "Sailor" Bob es de los pocos que te dicen: "Esto es lo que es. ¡No hay ninguna cosa más!". Solía decir: "No hay nada [ninguna-cosa] más allá de "nada" [ninguna- cosa]". Si ves esto por ti mismo, esencialmente, ¡has terminado con ello! Tú ya no vas a emprender alguna práctica o creer en alguna promesa de iluminación en el futuro. ¿Quién necesita eso cuando tú ya eres lo que estás buscando? Puedo decir con absoluta convicción que este modo de mirar las cosas fue absolutamente capaz de resolver todas las dudas que aún me quedaban. ¡No hay ninguna duda ya sobre eso!
Cosas como el karma o la reencarnación ―todos esos conceptos tradicionales, doctrinarios― están referidos todavía a la entidad imaginada. Una clara visión de las cosas elimina el interés en cantidad de ese material. Si piensas: "Aún tengo que hacer esto, o aquello"... Bien, eso es aplicable sólo si eres un "yo" separado. Por el contrario, si eres pura conciencia, la cual es intrínsecamente libre por naturaleza, entonces no tienes ninguna necesidad de hacer nada en absoluto. ¿Quién está allí para hacer nada, si no hay ninguna persona presente? Entonces se vienen abajo todos los conceptos espirituales, pues están basados en la entidad asumida. En el budismo tibetano se dice que la enseñanza más alta y profunda del Buda era un "señalar directo" a nuestra naturaleza innata de conciencia intrínseca. Pero si la gente no entendía esta visión, entonces el Buda proporcionaba distintas enseñanzas "relativas". ¿Por qué? Pues para dirigirse a la posición conceptual en que la gente "imaginaba" estar. Pero la enseñanza más alta nos dice muy claramente que esas enseñanzas "relativas" son incapaces de proporcionar una libertad duradera. La razón es que todas ellas están basadas en una falsa premisa. Se dan únicamente como un paso intermedio a todos aquellos que están comprometidos con la idea de que son alguna clase de entidad. Pero esas enseñanzas relativas no son la enseñanza más alta. No son la enseñanza central. No son capaces de revelar nuestra libertad innata y siempre-presente. Por ello debes renunciar a todos los conceptos, caminos y aproximaciones, y ver que, aquí y ahora, tú ya eres libre, porque nunca fuiste, ni por un instante, otra cosa que esa pura presencia-conciencia misma.