Artículos - Ráphael
El Asparsha Yoga
Por RáphaelA - Quisiera conocer la Realidad como la entiende el Advaita vedanta y el Asparsha-yoga de los que he oído hablar y de los cuales es usted un conocedor. Por otra parte, ésta es la razón por la que yo estoy aquí.
R - Bien, te haré algunas aclaraciones según mi comprensión y mi propia experiencia.
Según el Advaita, la Realidad debe ser constante, idéntica a sí misma, auto-demostrable, indivisible, infinita, sin tiempo-espacio ni causalidad.
Si la Realidad absoluta se modificara, o dependiera de otras realidades, o se encontrara condicionada por el tiempo-espacio-causalidad o, también, si fuese de orden inconstante y contradictoria, no sería Real absoluta. Una realidad que hoy es percibida y mañana deja de serlo no puede ser considerada como Realidad, porque se introduciría una contradicción en el plano del Principio-realidad que, precisamente, invalidaría y anularía el Principio mismo.
Es menester recordar que cuando en el Advaita se habla de constante hay que entender este término en su acepción más pura: lo constante es lo que permanece, es lo que es, porque si sufriese aunque fuera una mínima interrupción, un cambio o un devenir, no sería, pues, constante.
Lo constante ―sólo como inciso―, además de ser un axioma o una evidencia de por sí, es lógicamente deducible de ciertos efectos que podemos observar. Hemos visto que Plank, y tú mismo lo has reconocido, afirma que la frase de siempre "todo es relativo" es ambigua y desprovista de significado porque lo que es relativo presupone necesariamente un absoluto, y añade ―y esto es muy importante― que lo relativo puede tener sentido únicamente si es cotejado con algo absoluto.
Otra característica de lo real, para el Advaita, es que ha de ser evidente "de por sí", universal y no-contradictorio.
La evidencia "de por sí" es fundamental, porque la realidad que no se apoya en sí misma no puede llamarse realidad; la realidad que necesita apoyarse en otras verdades ―del mismo orden o de otro distinto― no puede llamarse realidad.
Si de lo Real emergiera una contradicción, ésta anularía lo Real mismo. Una realidad que se contradice consigo misma no es una Realidad.
La universalidad es otro dato consustancial a lo Constante-realidad. Recordemos que universal no significa general. Lo general no es otra cosa que lo individual generalizado, mientras que lo universal implica unidad y totalidad, por ende prescinde de todo aspecto individual y particular. Veremos que el Vedanta Advaita aplica el examen de lo real a todos los sistemas de coordenadas.
En efecto, al ser de orden universal, una Realidad tiene que ser válida para todos los posibles sistemas de coordenadas: en el tiempo y fuera del tiempo, tanto en el nuestro, como en los indefinidos planos de la manifestación. Si una Realidad es tal para nosotros, y no para un hipotético habitante del planeta Sirio, significa que tal realidad no es universal, sino particular de un determinado plano existencial.
Si una Realidad es tal para nosotros, y no para un Deva (Ángel) o para la propia Divinidad, no puede llamarse Realidad universal. Por tanto, para el Advaita la Realidad ha de ser constante, universal, evidente de por sí y no-contradictoria.
Como puedes notar, con el Advaita nos encontramos ante un análisis riguroso del concepto de realidad, análisis que intenta eliminar toda indeterminación y todo equívoco.
Dado que el realismo empírico no llega a la auténtica naturaleza del concepto de constante y de universal, tendremos que recordar que lo Infinito y la Unidad del Advaita no es el infinito ni la unidad matemática del realismo empírico: el uno matemático es ya una relación con los muchos, porque es, precisamente, cantidad.
Sobre el tipo de conocimiento que el Advaita utiliza para comprender lo constante, nos detendremos en otro momento.
A - ¿Según el Vedanta Advaita, el yoga no es entonces necesario?
R - El yoga que se apoya en aspectos psicofísicos es superado por el Advaita; no existe yoga más elevado que la comprensión.
Quien tiene la mente y el corazón fundidos y propensos a la comprensión, se dirige directamente al centro del Ser. En todo caso, si se nos permite expresarnos de este modo, el Advaita tiene su propio yoga denominado Asparsha-yoga.
Asparsha significa sin contacto, sin relación, sin soportes. Es un yoga que se experimenta a través de ese conocimiento triple del cual ya hemos hablado. Por lo tanto, es un yoga particular.
Brahman o Absoluto es sin soportes y sin apoyos, pues lo Absoluto se apoya únicamente en sí mismo; siendo lo Uno-sin-segundo, no puede, pues, tener relación con nada. Así, el Asparsha-yoga es el yoga relativo a Brahman nirguna, el yoga de la No-dualidad; es el yoga de los auténticos samnyasin.
A - ¿Quién inventó este yoga?
R - Este yoga no fue inventado por nadie; se encuentra en las Upanishad, pero quien lo dio a conocer fue Gaudapada.
Gaudapada ―bajo el influjo del propio Narayana, al principio Dios― desveló este yoga a los hombres sedientos de Conocimiento-realización. Lo inmortalizó en los versos-karika que añadió a la Mandukya Upanishad y que, a su vez, fueron comentados por el gran Maestro Sankara. Por lo tanto, para el Vedanta no-dualista, esta Upanishad es extremadamente importante porque lo dos máximos exponentes del no-dualismo han coincidido en esto para codificar y coordinar lo que podremos definir como Advaita-asparsha del mismo modo que Patanjali coordinó el Raja-yoga clásico. Hoy en día este yoga sigue enseñándose a discípulos que están diseminados por el mundo y que están unidos con la cadena o con el ashram de Gaudapada y Sankara, pero son realmente pocos.
A - Me parece que este tipo de yoga en la India es poco conocido. ¿Por qué?
R - Este yoga es de orden metafísico puro, lo que implica que no sea para la mayoría; su estructura especial indudablemente requiere ―a raíz de su dinámica operativa― algunas cualidades. Por otra parte, para todo tipo de actividad se requiere estar cualificado. Tú, por ejemplo, eres pintor, y es sabido que no todos son capaces de pintar, es cuestión de aptitud.
A - ¿Qué obstáculos pueden presentarse en este tipo de yoga?
R - El mayor obstáculo para el neófito es su cristalización en el plano de la mente empírica (el primer grado de la percepción cognoscitiva). Dado que este tipo de yoga, con esa particular parte de la mente, no encuentra la solución cognoscitiva, se corre el riesgo de que ―dentro de la esfera del pensamiento analítico y crítico― al perseguirse infructuosamente uno a sí mismo en círculo, se llegue incluso a la demencia. Intentando buscar la realidad-verdad en el simple plano del sujeto-objeto, algunos filósofos acaban encontrándose en un círculo vicioso horizontal de ideas y de conceptos tal, que acaban frustrados y atolondrados por la insolubilidad del problema. En el plano de la línea horizontal y de la cantidad, la mente empírica selectiva encuentra su justo lugar y su razón de ser, pero si se quiere proceder a lo largo de la línea vertical, se hace necesario abandonarla. Es el primer sostén que se derrumba y el individuo aprende a permanecer sin apoyos, sin mente objetivante. Se requiere, pues, la inteligencia de comprender y el valor de aseverar que el pensamiento de relación ―ese que hasta hoy nos ha servido― ha cumplido ya con su cometido y que es urgente superarlo como algo que ha perdido su utilidad.
A - ¿Existen, si me puedo expresar así, Maestros asparshin?
R - Desde luego que sí, y son todos aquellos que con la realización conciencial, y no sencillamente con su mención verbal, siguen la Tradición pura de Sankara y de Gaudapada
A - ¿Cómo podemos reconocer a dichos Maestros?
R - Por la vida que desvelan. Más que proclamar una Tradición, verbal o sentimentalmente, hay que vivirla. Sólo aquel que vive la realidad-verdad Asparsha puede proclamarse hijo del Asparsha. Pero es más fácil encontrar Maestros a nivel sivaita y visnuita. Mejor dicho, la mayoría son visnuitas; el yoga clásico apunta a la realización de la unión con el Divino (Dios-persona saguna). Esto implica que gran parte de los yogi son monistas y dualistas. Pero el Asparsha, hemos visto, va más allá del Dualismo y del propio Monismo, por lo tanto, bajo tal perspectiva no es un yoga; en efecto, en nuestro contexto, el término yoga significa simplemente sendero, sadhana, método, mientras que, como es sabido, comúnmente se le considera en su acepción de "unión". El término unión presupone la idea de dos entes que han de unirse, mientras que en el Asparsha no existe idea alguna de dualidad. Si se le quiere dar al Asparsha el nombre de yoga, hay que considerarlo como un yoga de tipo especial.
A - ¿Qué diferencia hay, entonces, entre un asparshin, un bhakta y un discípulo del Raja-yoga?
R - El bhakta actúa en el plano del sentimiento y, mediante la devoción, el culto-rito y la adoración, intenta conseguir la ruptura del nivel del yo y unirse al Dios-persona, dador de gracias.
El discípulo raja actúa en el plano de la voluntad y, mediante la concentración (dharana), la meditación (dhyana) y el samadhi, penetra en las esferas más elevadas hasta unirse con el Purusa. Es un método de disciplina mental y de dominio psíquico; es un tipo de yoga que requiere ciertas cualificaciones.
El asparshin, en cambio, actúa en el plano de la mente en su total extensión. Es un buscador de la liberación última, de lo constante universal, del Polo sin causa-efecto, sin tiempo ni espacio. Mediante el discernimiento entre lo Real y lo no-real, llega al fulgurante conocimiento de la Identidad, hasta realizar "Eso eres Tú".
Como podemos notar, uno versa sobre el sentimiento, el otro, sobre la voluntad dinámica, y el último, sobre el conocimiento en sus distintos grados.
Con respecto al resultado final de la sadhana, se puede decir que los dos primeros tipos de yoga (junto con los otros tipos de yoga que se relacionan con ellos) alcanzan la esfera de saguna, mientras que el tercero se dirige al nirguna.
A - ¿He de deducir que el Yoga Asparsha es el superior?
R - No se trata de superioridad o de inferioridad, sino de saber qué buscas. En el universo todo ente está en su justo lugar y tiene su razón de ser. Como mucho se puede hablar de grados de Realización. El grado más alto, sin duda alguna, es el nirguna, el de lo constante, de lo absoluto, de la causalidad, de lo atemporal; es el único exclusivamente metafísico y que trasciende la "naturaleza".