Leonardo D. Álvarez

No sabemos qué es lo que nos va a liberar, una práctica espiritual como la meditación puede ser usada como una nueva cárcel condicionada para escaparnos de la libertad o puede ser una llave que nos abra el camino hacia ella; la vida cotidiana, nuestro trabajo, nuestras relaciones y familia puede ser una cárcel de escape o la llave para asumir nuestras responsabilidades y liberarnos. La totalidad de nuestras vidas la podemos usar como un escape o una llave para liberarnos.

Pero ¿cómo podemos saber cuándo estamos usando la vida para escaparnos o para liberarnos?

En un principio si desde lo profundo de tu ser decidiste que no quieres vivir mas escapándote hay una intención que se asienta que es la que te va ir guiando para que cada momento sea un desafío para tu liberación. Entonces las prácticas (psico-espirituales, por ejemplo) que realices o cómo enfrentes cada momento de tu vida cotidiana va a estar influido por esta intención y esta intención va a marcar la diferencia entre tu parte condicionada que quiere escaparse y tu Ser que desea liberarse.

El rezo desde el corazón es una gran herramienta para conectarnos con esta intención, y acrecentarla y fortalecerla. Un pedido sincero, una apertura sin imposiciones ni defensas, entregados al amor por nosotros mismos y los demás, a veces en contacto compasivo con el dolor por el sufrimiento que vemos en nosotros y en los otros, un pedido a ese misterio que somos para que nos de valor para seguir creciendo y para dejar de interferir en la expresión de la totalidad que somos, y para darle menos crédito a la falsa importancia personal que tanto nos daña, es una buena dirección.

El corazón como un dulce, tierno, ante nuestra propia humildad, gran significado e insignificancia abre el canal en nuestro pecho para que la energía fluya incondicionadamente. Esta energía de Amor y Consciencia es la que derrite las falsas ideas y creencias, y origina y ayuda a nuestra Nueva Vida.

Ten valor, hay una salida a la oscuridad, está a tu disposición siguiendo El Camino, hace millones de años que estamos esperándote y nunca vamos a dejar de esperarte, siempre estaremos aquí, siempre, pero depende de ti que tomes la decisión y fortalezcas la intención para que nos encontremos y seamos Uno.

Recuerda que nunca fuiste separado, es una ilusión lo que te lleva a creer eso.

Mas allá de los embates de la angustia y el miedo tu Ser se divierte de este juego que es la vida. Sí, lo sé, es tremendo y terrible, también, a veces; pero ¿por qué tendría que ser diferente de lo que es, siendo lo que es como es, por qué no podría también aceptarlo y amarlo? es importante que te hagas esta pregunta, pues estamos condicionados para percibir la vida de una manera muy oscura, y aquí no hay ningún culpable, simple y difícilmente es un darse cuenta ahora y asumir la responsabilidad de que solo depende de cada uno de nosotros el propio cambio.

Entonces Salta.
Salta a ese espacio en tu corazón infinito e indefinible.
Salta al amor por ti mismo.
Salta a aceptar lo que es y amarlo sin enseguida querer condenarlo.
Salta hacia tu propio abrazo.
Salta los millones de años de condicionamiento hacia la libertad.
Salta para mantener el recuerdo de ese espacio, que es lo que Sos, en los momentos difíciles.
Salta por ese sentimiento de ternura.
Salta para ayudar a aminorar el sufrimiento del mundo.
Salta porque eres el salto
Y porque tu Amor, sí, tu Amor es el Amor del Universo y de Dios.