Swami Tadatmananda Saraswati

Entonces, ¿estás ya iluminado?
Por Swami Tadatmananda Saraswati 18 de agosto 2024¿Cómo entender realmente esta pregunta? Porque no puedes responderla a menos que conozcas quién es el/la que se ilumina.
Obviamente, atma, la así llamada divinidad interna, no se ilumina. Esa divinidad interna es no nacida, no creada, siempre divina, eternamente iluminada.
Por otro lado, la iluminación no es para el cuerpo físico. ¿Para quién es la iluminación? Y ésta es una pregunta sorprendentemente compleja. Adi Shankaracharya es tan brillante que es capaz de darnos una respuesta en una única palabra, y luego comentarla en varios párrafos. Es su estilo.
¿Quién se ilumina? Shankara dice pricchuh, el que está haciendo esa pregunta es el que se ilumina.
Y esto resuena a una de las más brillantes enseñanzas encontradas en todas las Upanishads, que aparece en el Amrita Bindu Upanishad:
mana eva manushyanam karanam bandha mokshayoh.
Para todas las personas, la causa de la esclavitud y la liberación es sólo la mente.
En la mente, sólo, está la causa de la esclavitud y de la liberación. Pujya Swami Dayananda solía decir frecuentemente que la causa de nuestro sufrimiento en esta vida es la ignorancia; específicamente la ignorancia de tu verdadera naturaleza, como esa divinidad interna, sat-cit-ananda atma.
Le gustaba utilizar la expresión “auto no reconocimiento”, el fracaso en reconocer tu propia naturaleza esencial. Esta expresión te pone en el camino correcto, en el camino de hacer progresos en el sendero espiritual que, finalmente, te conduzca a la iluminación.
Y entonces, nuestra pregunta inicial puede reescribirse. «Entonces, ¿has descubierto ya tu verdadera naturaleza?»; lo que introduce otra dificultad, porque la palabra “ya” implica que ese auto-descubrimiento es un evento que tiene lugar en el tiempo. Lo que es un error común. Imaginarse que hay un evento, un momento en el que radicalmente todo cambia, no es realista.
Todos hemos leído y oído historias de personas que han tenido esa especie de reconocimiento inmediato y, quizás, para algunas personas especiales, haya un momento tal. Pero para las personas ordinarias, como somos todos nosotros, se trata, más bien, de un proceso. De hecho, se trata de un proceso que tiene dos fases.
En este proceso de convertirte en un jivanmukta, un liberado en vida, hay dos fases principales.
La primera es una fase de preparación. Puesto que el problema está en la mente, mana eva, la mente tiene que estar adecuadamente preparada. Hay un largo proceso de preparación que puede llevar años o incluso décadas.
Después de ese largo proceso de preparación, sí hay un momento, un “click”, pero para la mayoría de la gente ordinaria, no es una experiencia sorprendente o de éxtasis. Para las personas ordinarias, el momento de reconocer tu verdadera naturaleza es más un momento como «¡oh!, ahora lo entiendo. Es tan simple, ¡cómo no he podido verlo antes!».
Y, tras este momento de descubrimiento, de «¡oh!, ¡ya lo tengo!», ¿Qué ocurre? Irónicamente, no mucho.
Aunque se haya constatado la más elevada verdad, manas eva, todavía tenemos esa mente con la que trabajar. Una mente que es, increíblemente, habitual por naturaleza. El término técnico es deha vasana. Vasana significa un condicionamiento profundamente incrustado, como es la naturaleza de tu identificación con tu cuerpo y tu mente.
Desde la niñez te has identificado con tu cuerpo y tu mente y esa habitual identificación va a continuar. Se produce ese momentáneo “click” de «¡ya lo tengo!, yo no soy este cuerpo y esta mente, soy pura consciencia», pero esa deha vasana¸ que se ha estado construyendo durante décadas, esa identificación habitual con tu cuerpo y mente continuará. Y eliminar ese condicionamiento es otro proceso.
Así, hay un proceso de preparación, que culmina en el descubrimiento de tu verdadera naturaleza y, entonces, comienza la segunda parte, ese proceso de asimilación, que es un proceso de eliminar esa deha vasana.
Y en ese proceso de asimilación necesitamos mucha ayuda. Necesitamos la ayuda de un gurú que, mediante las enseñanzas del vedanta advaita, nos conduzca, a través del proceso de la contemplación vedántica, nididhyasana¸ a eliminar esta identificación con el cuerpo y la mente.
Es una cuestión de continuar inmerso en estas enseñanzas del vedanta no dual para que esa progresiva asimilación siga su curso.
Swami Tadatmananda Saraswati, discípulo de Pujya Swami Dayananda, es fundador del Arsha Bodha Center – un ashram tradicional situado en New Jersey (EEUU), donde imparte las enseñanzas de los antiguos rishis de la India, desde la visión del vedanta advaita. Sus clases semanales pueden seguirse a través de YouTube.
Basándose en sus enseñanzas, traducidas al español, hemos iniciado la web: Vedanta no dual