Melikzareth Blanco Mazarelly

El futuro del advaita

Nuevos desafíos para la enseñanza de la no-dualidad

Por Melikzareth Blanco Mazarelly 7 de octubre de 2024

La enseñanza de la no-dualidad, o Advaita*, ha sido transmitida durante milenios a través de textos sagrados, diálogos entre maestro y discípulo, y la tradición oral principalmente. En las raíces del hinduismo clásico, el Vedanta Advaita se erige como una de las filosofías más profundas, apuntando hacia una verdad esencial: la unidad entre el Ser individual (Atman) y la Conciencia suprema (Brahman). Sin embargo, en este tiempo moderno, en el que la tecnología, las redes sociales y los cambios culturales han transformado la manera en que nos conectamos, las enseñanzas ancestrales enfrentan nuevos desafíos y oportunidades.

Los nuevos medios: Redes sociales y digitalización

La enseñanza del Advaita tradicionalmente se basaba en el contacto directo con un maestro (gurú), quien guiaba al discípulo a través de la auto-indagación (vichara) y la reflexión en el contexto del retiro y la meditación. Hoy, esa cercanía ha sido reemplazada en gran medida por interacciones virtuales. Con el auge de plataformas como YouTube, Instagram y los podcasts, la no-dualidad ha encontrado un nuevo canal para llegar a millones. Maestros contemporáneos, aunque con diversos matices, han aprovechado estos medios para difundir la esencia de la no-dualidad a audiencias globales.

Sin embargo, la digitalización trae consigo un desafío central: la profundidad del mensaje. La no-dualidad no es un concepto que pueda ser reducido a citas inspiradoras o videos de corta duración, sino que requiere una inmersión profunda en la naturaleza de la mente y el Ser. ¿Cómo pueden las generaciones jóvenes, acostumbradas a la gratificación instantánea y el consumo rápido de contenido, profundizar en una enseñanza que exige paciencia, silencio y auto-indagación?

Este desafío se convierte en una oportunidad si los maestros y practicantes contemporáneos encuentran formas de adaptar las enseñanzas sin comprometer su profundidad. Por ejemplo, los podcasts largos y en formato de diálogo, o los encuentros en directo con preguntas y respuestas pueden ser herramientas poderosas para fomentar una conexión más auténtica y reflexiva con el público. Estos formatos pueden reproducir, de cierta manera, el diálogo íntimo entre maestro y discípulo, permitiendo que las enseñanzas sean absorbidas de manera más orgánica.

El ego digital: La identificación con el «yo virtual»

Uno de los grandes desafíos contemporáneos es que la identidad personal, que es ya, de por sí, una construcción ilusoria desde la perspectiva Advaita, se ha ampliado a lo que podríamos llamar el «yo digital». Las personas hoy en día no solo se identifican con su cuerpo o sus pensamientos, sino también con las versiones de sí mismas que proyectan en las redes sociales. Esta «identidad virtual» puede reforzar la ilusión de separación, lo que se opone a los principios del Advaita que subrayan la disolución del ego y la trascendencia de la identidad individual.

¿Cómo se puede enseñar la no-dualidad en un entorno donde el «yo» se multiplica en avatares digitales y redes? Aquí es donde la sabiduría tradicional encuentra su relevancia más profunda. El Advaita, con su énfasis en la ilusión de la individualidad (maya) y la auto-indagación, puede ofrecer una respuesta radical: no importa cuántas identidades creemos en el mundo virtual o físico, la Verdad es que no somos ninguna de ellas. El reto, por tanto, no es solo comprender esto intelectualmente, sino vivirlo en un mundo que insiste constantemente en reforzar la ilusión de la separación.

Los retos de la atención en la era del ajetreo

Otra cuestión crucial es el desafío de la atención. Las generaciones más jóvenes están creciendo en una época marcada por la sobreestimulación constante. La atención, que es esencial en la práctica de la no-dualidad, está siendo fragmentada por el consumo de múltiples medios y la multitarea. La indagación que propone el Advaita requiere una atención plena y una disposición al silencio, algo que se ve comprometido cuando la mente está constantemente distraída.

Aquí, la enseñanza debe encontrar nuevas maneras de atraer esa atención dispersa sin diluir su profundidad. Se podría proponer la creación de retiros virtuales, espacios de calma dentro de la misma esfera digital que atrae a las mentes modernas, ofreciendo prácticas guiadas y diálogos que inviten a la reflexión en lugar de ofrecer solo información superficial.

La evolución del maestro: El gurú en el siglo XXI

En la tradición Advaita, el maestro juega un papel fundamental. El gurú es aquel que ha realizado la verdad no-dual y puede guiar al buscador en el proceso de desapego de la mente identificada y el «yo». No obstante, en este siglo XXI, el rol del gurú también está cambiando. Los maestros ahora se encuentran con un nuevo tipo de estudiante: uno que tiene acceso a una vasta cantidad de información, pero que quizás carece de verdadera sabiduría.

El desafío es que las enseñanzas no se conviertan en meras lecciones académicas o informativas. La no-dualidad no se trata de acumular conocimientos, sino de despertar a la realidad de lo que uno Es. Los maestros modernos tienen la tarea de encontrar una manera de guiar a las personas más allá del conocimiento intelectual hacia una experiencia directa del ser. Además, el gurú contemporáneo debe ser más accesible, utilizando las plataformas digitales para interactuar directamente con los estudiantes, aunque sin perder la esencia de la tradición.

La universalidad del advaita en un mundo diverso

Un aspecto hermoso del Advaita es su capacidad de integrar. No importa de dónde vengamos, cuál sea nuestra cultura o religión, la Verdad no-dual trasciende todas las identidades. En un mundo que a menudo está dividido por diferencias políticas, sociales y religiosas, el Advaita ofrece un mensaje de unidad. Las generaciones más jóvenes, que crecen en un entorno más global y diverso, pueden encontrar en esta enseñanza un mensaje resonante.

Aquí, el futuro del Advaita también se presenta como una oportunidad para expandir la enseñanza a una audiencia más global. En lugar de quedarse en los círculos tradicionales, la no-dualidad puede ser transmitida a través de lenguajes y símbolos que resuenen con diversas culturas, permitiendo que el mensaje de unidad alcance a personas de todos los orígenes.

La no-dualidad en la modernidad

El Vedanta Advaita sigue siendo una enseñanza viva y profundamente relevante. En este mundo en constante cambio, las enseñanzas de la no-dualidad pueden ofrecer abrigo a aquellos que buscan algo más allá de la distracción constante y el ajetreo de la vida moderna. Sin embargo, para que estas enseñanzas se mantengan accesibles y profundas, deben adaptarse a las nuevas generaciones sin perder su esencia. La tecnología puede ser tanto un obstáculo como una herramienta, y depende de los maestros y estudiantes encontrar maneras auténticas de hacer que el Advaita resuene en este nuevo mundo.

La enseñanza es eterna, pero los métodos cambian. El desafío de nuestra era es llevar la llama del Advaita a un mundo digitalizado y acelerado, manteniendo viva la Verdad de que, en última instancia, lo que Somos está más allá de todo cambio.

*Advaita es una palabra procedente del sánscrito que literalmente se traduce como «no-dualismo» o «no-dualidad» (a = no; dvaita = dos, dual o dualismo).

Melikzareth Blanco Mazarelly, venezolana residente en Colombia, en el pasado fue una profunda estudiosa de los textos sagrados de la India y de diversas tradiciones religiosas y espirituales. Ha escrito varios libros sobre lo que ha surgido en su corazón y, aunque le cuesta quedarse callada, ama el Silencio con una pasión profunda. En su vida, lo que ha hecho o dejado de hacer es meramente circunstancial; lo que realmente ha prevalecido es su búsqueda constante de la Verdad y la autenticidad. Invita a todos los que se acerquen a sus obras, a explorar el silencio interior y descubrir la libertad más allá de las apariencias y logros externos. / Más info