Luis Granados

Darse cuenta.
Dar cuenta.
Cuento conmigo: Yo Presencia Consciente.
Siempre.

Cuando nos damos cuenta automáticamente volvemos a estar presentes en nuestra verdadera naturaleza: Consciencia, Presencia Consciente.

Darse cuenta es traerse a uno mismo de vuelta a la Fuente, a la Presencia Consciente, abierta y vacía aunque totalmente presente y consciente, nuestra Realidad inmutable e infinita que nada puede dañar ni destruir.

¿Por qué el darse cuenta nos devuelve al instante a lo que realmente somos? Porque damos un paso atrás en nuestros apegos e identificaciones y lo vemos todo más en perspectiva, más neutrales puesto que hemos roto el ciclo de los condicionamientos, de los automatismos para situarnos en un espacio vacío, silencioso, consciente, presente y acogedor al que no se le puede adherir ni pegar nada de lo que aparezca ahí.

Francis Lucille comenta en uno de sus vídeos de un encuentro de No-Dualidad que cuando nos damos cuenta de que estamos juzgando inmediatamente salimos de ese proceso de juicio para volver a nuestra verdadera naturaleza:

Si tan sólo... incluso... no es malo reconocer, ser conscientes de estos momentos en que estamos juzgando, lo que es malo es juzgarse a uno mismo por estar juzgando, lo que sería mucho mejor sería decir: "Vaya, acabo de darme cuenta de que estaba juzgando, ¡me felicito!", ¿sí?, porque en ese momento en que lo vi, estuve fuera de ello, estuve en mi verdadera naturaleza, incluso por medio segundo estuve fuera de ello porque lo vi. Deberías felicitarte a ti mismo por haberte distanciado incluso por un tiempo muy corto, porque la mayoría de la gente no es consciente de ello, están juzgando todo el tiempo, todo el tiempo.

Francis Lucille (1)

Eckhart Tolle, autor del libro El Poder del Ahora también habla del darse cuenta en una entrevista con Oprah ―O Magazine, 2008― cuando nos perdemos aparentemente fuera de nuestra Esencia:

Oprah: ¿De dónde viene nuestra identificación con estos pensamientos y la voz en nuestra cabeza?

Eckhart : El sentido de mí mismo que se deriva de nuestros pensamientos, recuerdos, condicionamientos y del sentido del yo, es un concepto que se deriva del pasado. Es esencial que la gente reconozca que esta voz está pasando dentro de ellos sin cesar, y siempre es un gran avance cuando las personas se dan cuenta de lo siguiente; "Aquí están todos mis pensamientos habituales, repetitivos y negativos, y aquí estoy yo, sabiendo que estos pensamientos están pasando por mi cabeza", entonces la identificación se rompe repentinamente. Eso para muchas personas, es el primer avance espiritual real.

Oprah: ¿De qué manera es eso espiritual?

Eckhart: Lo veo cuando no creo en esto o aquello, sino cuando salgo de la identificación con la corriente de pensamiento. De repente te das cuenta de que hay otra dimensión más profunda que el pensamiento dentro de ti.

Oprah: ¿Y que es eso?

Eckhart: Yo lo llamo quietud. Es una presencia consciente, nada que ver con el pasado o el futuro. También podemos llamarlo "despertar". Es por eso que muchas tradiciones espirituales usan el término despertar. Te despiertas de este sueño del pensamiento. Te vuelves presente.

Eckhart Tolle (2)

Rupert Spira, en respuesta a un interlocutor en un encuentro en Barcelona comenta:

Buscar la consciencia en nuestros pensamientos o sentimientos es como un personaje en una película que recorriera el mundo en busca de la pantalla. Es así de absurda la búsqueda de nosotros mismos en la mente o el cuerpo.

Una vez que hemos visto esto claramente, tan solo una vez, no podemos buscarnos a nosotros mismos ni en la mente ni en el cuerpo con la misma convicción como lo hacíamos antes.

Comprender esto no pondrá fin a esta búsqueda de forma inmediata, porque hay una cierta aceleración, un cierto ímpetu que dura ya varias décadas. Pero, si cada vez que te encuentras a ti mismo buscándote en el cuerpo o la mente, te acuerdas de esto que has comprendido, ese hábito poco a poco cesará y la presencia consciente se hará sentir, gradualmente, en el trasfondo de la experiencia.

Rupert Spira (3)

Cuantas más veces nos demos cuenta antes podremos romper con el condicionamiento adquirido: Nos percataremos de la situación antes de ser arrastrados por ella.

¿Es la persona la que se da cuenta o es la Gracia de la Presencia la que realmente se da cuenta?

La persona no puede darse cuenta de nada porque tal persona es algo que es percibido, se trata de una imagen, de un objeto que surge en la Consciencia, en nuestra verdadera naturaleza, quien es la que en realidad se da cuenta.

Un pensamiento nunca se da cuenta de nada porque se trata de algo percibido por ti. Solo Eso que percibe es lo único que se da cuenta. Un pensamiento surge en la Presencia Consciente y dice que es él el que se da cuenta de todo, pero es un darse cuenta falso, relativo, solo real desde su propio punto de vista limitado. "A veces me doy cuenta de las cosas y otras veces no", dice el pensamiento limitado, la mente condicionada.

La Consciencia siempre se da cuenta de todo lo que surja en ella tal y como una pantalla se da cuenta de todo lo que aparece en ella.

Una de las formas de darse cuenta es realizar una parada, una pausa antes de reaccionar ante un acontecimiento interno, un pensamiento o emoción o un acontecimiento externo y preguntarse: ¿A quién le está pasando esto? A mí. ¿Y quién es ese "mí"? ¿Quién soy yo? Presencia Consciente.

Cuántas más veces realicemos esa pausa y hagamos un hábito en no reaccionar enseguida a estímulos interiores y exteriores, más veces y más a menudo nos daremos cuenta estableciéndonos en nuestra Presencia de forma que más difícilmente nos apartaremos o pasaremos por alto nuestra verdadera naturaleza.