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El "yo soy" y la conciencia son uno
Satsang con Mooji Barcelona, 30 de mayo de 2009Mooji: Om. Namasté. Bienvenidos al Satsang.
(Un interlocutor comenta que lleva ya años en esta búsqueda de la Verdad con el sentimiento de que era un tarea ardua a través de práctica, meditación. Hace un año encontró el Satsang y apareció la pregunta de si esta búsqueda era realmente necesaria. Si todos los conceptos espirituales son únicamente solo pensamientos. La idea de dejar el trabajo y la idea de aceptar que uno ya es perfecto es difícil. También comenta que todo esto es claro en este ambiente pero las dificultades vienen en la vida rutinaria porque todo eso se pierde. Tiene la sensación de que otra vez se ha dormido. Y duda de si la comprensión es correcta).
Mooji: Esta apreciación es muy correcta y muchas personas pueden sentirse identificadas con estas dudas. Vamos a poner un ejemplo.
Cuando este cuerpo apareció no vino con un nombre tatuado encima. El cuerpo no tenía nombre. Cuando nació alguien decidió llamarlo de alguna manera. Por lo tanto el nombre es secundario, fue introducido posteriormente. Alguien empezó a llamarte por un nombre pero la conciencia no sabe de este nombre. Eventualmente la conciencia empieza a recibir la impresión de ese nombre que se le repite. Una vez que ese nombre es aceptado ya no se olvida. Al menos en la vigilia, porque cuando viene el sueño el nombre se olvida. Se olvidan a los padres, la religión, las creencias. Cuando aparece el sueño allí no hay ningún nombre, ninguna forma. O sea que tenemos un nombre por un período de tiempo, de horas cada día. Y durante el día uno no recuerda constantemente el nombre. Pero si alguien te llama por tu nombre te giras. Ni lo recuerdas ni lo olvidas, el nombre está allí, simplemente. Si tú no te puedes olvidar de un nombre que se te ha dado, que no es original, ¿puedes olvidar Eso que sostiene ese nombre?
El punto es, esa conciencia que puede decir "recuerdo o me olvido", está más allá de recordar u olvidar. Pero nuestra mente dice: "preciso recordar". Cuando eres consciente de tu Ser es simplemente la conciencia. No tiene religión, no tiene agenda, no tiene padres, no tiene niños, es completamente pura. Pero se manifiesta y juega a través de cada cuerpo, juntamente con el condicionamiento que ese cuerpo ha recibido, y aparenta ser ese cuerpo.
La mayoría de veces que dices: "Yo he ido, yo fui, yo hice", la mayor parte de veces ese "yo" es en referencia al cuerpo. Pero, en realidad, este "yo" quiere decir conciencia. El "yo" es idéntico y sinónimo de conciencia. Todos los seres sintientes conocen intuitivamente ese "yo". Sienten su existencia. Intuitivamente sienten que existen, sienten "yo Soy". Incluso el mosquito siente "yo Soy". Por lo que "yo" es conciencia.
Pero el condicionamiento se identifica con ese "yo" convirtiéndose en una mezcla. Y el puro y genuino espacio de "yo Soy" se convierte en un objeto. Pero algo es totalmente consciente de todo eso. Y no hace nada para ser Lo Que Es. Incluso está mirando cómo la conciencia está actuando. También se puede decir que el movimiento de esa conciencia en ese cuerpo ocurre en su presencia.
Entonces, el sentimiento más íntimo es ese sentido intuitivo de "yo" como conciencia.
El "yo Soy" y la conciencia son uno. Y eso es percibido por Algo. Puedes empezar ahora mismo a comprobarlo dentro de ti. Puedes cerrar los ojos y poner toda tu atención a lo que es en este instante aquí y ahora. Lo que sea que aparezca en ese espacio de percepción en el que estás. Simplemente mantente consciente de lo que aparezca en ese campo sin crear ninguna relación con ello. No sigas a ningún pensamiento.
Quédate sólo con esa sensación intuitiva, esa presencia que te dice: "Yo existo". No imagines nada. Simplemente date cuenta de lo que está siendo consciente de ello.
Puedes notar la respiración moviéndose por sí sola, ocurriendo por sí sola. Todo pensamiento aparece de ninguna parte. No te agarres a nada. Tú eres como el espacio.
Todo puede aparecer en este espacio. Cualquier pensamiento puede entrar en ese espacio pero no puede permanecer. Date cuenta de eso. No hay ningún tipo de lucha ni esfuerzo en eso. Todo lo que está apareciendo en este espacio llega y se marcha. Y cuando se va, esa sensación de presencia continúa.
Intenta ver si esta sensación de presencia que sientes es personal o impersonal. Si hay alguna historia que emerge, y no creas ninguna relación con ella, emerge y se va. Tú te quedas. ¿Quién eres? ¿Puedes decirlo? ¿Tienes algún límite en este instante? Míralo.
Mientras permaneces consciente hay una especie de vibración. Es como un sutil OM existencial. Aunque estuvieras en el sitio más silencioso esa vibración continuará allá. Y no eres esto. Tú eres la conciencia donde incluso esta vibración es sentida. Esto va y viene, pero tú, ¿estás saliendo de eso?
Así, de esa manera, cualquier sensación puede venir, Incluso la idea de si esto es real o no es real está muy lejos de ti. ¿Puedes definirte de alguna manera en ese lugar? ¿Hay alguna pregunta en ese lugar en ese instante? ¿Hay algún camino a emprender desde aquí? ¿Hay algo en qué creer en ese lugar? ¿Hay algo que sea necesario controlar en este momento? ¿Hay alguna práctica que necesites para estar aquí-ahora? ¿Estás en un estado de hipnosis? Esto es el estado natural. Pero la mente está esperando algún hueco por el que aparecer. Ella también tiene alguna cosa que decir. Y esto también está bien.
Está todo bien porque mientras este cuerpo esté aquí, y la fuerza vital esté aquí, y la conciencia esté aquí, habrá siempre un sutil ruido. La mente siempre dirá: "Sí, pero..." Vete acostumbrando a eso. No vayas buscando los pensamientos con un cazamoscas.
Así algo se relaja dentro y deja de sentir pánico. Y algunas veces esos pensamientos vienen para ayudarte en realidad. Sirven como para chequearte a ti misma. Pero si tienes miedo de la aparición de esos pensamientos, y empiezas a decir: "ese tipo de pensamientos no tendrían que venir", entonces, creas un ambiente que no es natural.
Vas a estar pendiente y perdiendo mucho tiempo invertido en un guardaespaldas. No crees barreras artificiales a los pensamientos. Deja que ocurran pero sin identificarte con ellos. Y, entonces, date cuenta de cuánto tiempo van a poder sobrevivir. No hay ningún pensamiento que pueda continuar si no le prestas atención o interés. Tu interés es el combustible de los pensamientos.
La mayoría de las cosas de este mundo ni te tocan. Las cosas que permanecen un tiempo lo hacen porque atrapan tu atención. Tu atención es el instrumento más potente que tienes. Una experiencia se convierte en tal porque tu atención se ha posado allí.
Hay un espacio en ti que es un espacio de neutralidad en donde todo lo manifestado se puede mover. Pero ese espacio en donde todo se manifiesta permanece intocado.
Tú eres este espacio.