Artículos - Robert Adams
Te reconozco
Por Robert AdamsRobert: Hay algunos de ustedes que vienen aquí a oírme hablar. Esto no es exactamente correcto. El mensaje se encuentra entre las palabras. Las palabras en sí están bien, pero el mensaje real está en medio, en el silencio, en la quietud. Ahí es donde la realidad es. Cuanto menos hables más consigues. Aprende a estar en silencio. Aprende a encontrar tiempo en casa, donde no hables. El mundo continuará sin ti. No tienes que preocuparte. El poder que dirige este mundo no necesita de tus consejos. Cuando te quedas quieto, en silencio, estableces una conexión con un gran poder, y entonces las cosas suceden.
Me gustaría reconocerte, no por tu nombre, sino simplemente reconocerte. Hay quienes creen que en el estado trascendental no te preocupas por nada ni por nadie. Esto no es cierto. Yo soy consciente de cada uno de ustedes. Soy más consciente de ustedes de lo que se imaginan. Puede que no hable con algunos de ustedes o no diga nada, pero sé todo sobre ustedes.
¿Cómo les veo? Es verdad que veo todo como consciencia. Imaginen la consciencia como una pantalla gigantesca y ustedes son imágenes en la pantalla. De esta manera yo soy consciente de que soy la pantalla y ustedes son imágenes de mí mismo. Sólo hay un Ser y yo soy eso. Por lo tanto soy consciente de ambos, de su apariencia existente en la pantalla, y de que son la pantalla, o la consciencia, pero todavía se ven a sí mismos como una imagen, como un cuerpo, mientras que yo les veo como consciencia y también como la apariencia que ustedes ven, como un cuerpo. Pero yo sé la verdad. Por lo tanto, soy consciente de ustedes.
Hay algunos de ustedes que vienen a verme desde muy lejos. Tenemos gente aquí que viene de San José, Santa Cruz, San Diego y otros lugares lejanos. Estoy al tanto de eso.
El jueves fue un día de lluvia, pero tuvimos bastante gente aquí. Es por eso que he explicado, lo primero es lo primero. Si estás realmente interesado en tu vida espiritual, si realmente deseas trascender el cuerpo, tienes que hacer de esto lo primero en tu vida. No puedes comparar el satsang con ver la televisión o ir al cine o jugar a los bolos o cualquier otra cosa. Si pones el satsang en la misma categoría, entonces hay una confusión total dentro de ti, y ni siquiera sabes lo que quieres. Pero, donde pones tu energía, donde pones tu fuerza de vida, lo que persigues con todo tu corazón, con toda tu alma, eso es en lo que en última instancia te conviertes.
Les estoy agradecido. Estoy agradecido con quienes me apoyan financieramente, que ponen dinero en la caja. La mayoría de ustedes se dan cuenta de que esta es mi única fuente de ingresos en este momento. Se lo agradezco. Recuerda siempre que lo que des de ti mismo, te lo estás dando a ti mismo, porque sólo hay un Ser. Cuando das tu amor, tu alegría, tu verdad, tu felicidad, tu dinero, o lo que sea, es como si tu mano derecha se lo diera a tu mano izquierda.
Si apartas todo espacio y todo tiempo sólo habría una sola persona. La razón por la que aparecemos como muchos, es debido al tiempo y al espacio, a maya, a la ilusión. Parece como si hubiera tiempo y espacio. Por lo tanto hay muchos. Pero a medida que vas dentro de ti mismo, a medida que comienzas a identificarte con la consciencia pura, el tiempo y el espacio parecen desaparecer, y dondequiera que mires, te ves a ti mismo, porque no hay sitio para nadie más. Sólo hay un Ser. Es por eso que nunca debes estar enojado con nadie, nunca juzgar a nadie, nunca estar disgustado con nadie ni reaccionar a nadie, porque realmente te lo estás haciendo a ti mismo.
Lo que tiene que suceder sucederá. Tu trabajo es no reaccionar. Tu trabajo consiste en comprender que todo está predestinado. Estás en el lugar correcto en el que se supone que tienes que estar. Si hay algo que aparece en tu vida que no te gusta, es un error tratar de cambiarlo. Lo adecuado es ir dentro de ti mismo y ver la verdad dentro de ti mismo. Y entonces los cambios apropiados vendrán por sí mismos. No cambies a nadie. No cambies nada. No reacciones ante nadie, no reacciones ante nada. No vivas en el pasado y no te preocupes por el futuro. Permanece en el eterno ahora, donde todo está bien.
Así que yo les reconozco. Después de todo ustedes son yo y yo soy ustedes. No hay diferencia. Les amo a todos, porque amo al Ser. El amor y el Ser son sinónimos. Y puesto que el Ser es omnipresente, ¡cómo puedo no amaros! El amor es la consciencia, la realidad absoluta. Todos somos eso.
¿Por qué ven a los demás? ¿Por qué ven situaciones perversas? ¿Por qué ven todas estas cosas viles que parecen ser evidentes?
Tus ojos están hechos para ver, pero para ver la verdad, mientras que con la mayoría de las personas los ojos ven un objeto y envían el mensaje al cerebro, de acuerdo a su programación, y reaccionan en consecuencia. Cuando comienzas a darte cuenta de que todo es un juego, nadie nace, nadie muere, y nadie prevalece. Sólo hay Dios, la conciencia pura.
Se pueden usar muchos métodos para reconocer esta verdad. Es por esto que comparto esto con ustedes. No todo el mundo puede practicar atma-vichara, auto-indagación. Así que comparto estos métodos con ustedes. Hay muchas cosas que ustedes deberían hacer. ¿Cuántos años más crees que vivirás en tu cuerpo? ¿Por qué ir tras las cosas fugaces que cambian y desaparecen. Olvídate de tratar de ganar la lotería. Olvídate de quien te ha herido. Olvídese de tus pecados de omisión y comisión. Suéltalo todo. Sé tú mismo. No reacciones ante el mundo. Ni siquiera reacciones a tu propio cuerpo. Ni siquiera reacciones a tus propios pensamientos. Aprende a ser el testigo. Aprende a estar aquietado.
Sé que a veces te levantas por la mañana y te sientes mal. Puedes sentir depresión, puedes sentir el inconsciente colectivo del mundo, que es una vibración negativa. Debes librarte de inmediato de esto dándote cuenta de que esto no es la verdad de mí. La verdad de mí es que yo soy amor, soy consciencia, soy la realidad absoluta. Identifícate con la verdad de ti mismo. No permitas que tu mente te cuente ni un ápice de pensamiento negativo. Contente. No importa en qué situación estés. No creas y pienses: "Bueno, cuando las cosas se pongan mejor voy a tener tiempo para hacer esto". No hay tal cosa. Tienes que empezar donde estás. Tienes que ser tú mismo ahora y siempre. Las cosas nunca van a cambiar.
Deshazte de tu arrogancia. Desarrolla la humildad. Sé humilde. Con esto no me refiero a convertirte en un felpudo para que las personas te pisen. En la humildad hay fuerza. Comprendes la verdad, por consiguiente no te involucras en pequeñeces, en tonterías. La verdad siempre prevalecerá, a pesar de las apariencias.
La gente se aburre, y luego comienzan una guerra. Esto llega a ser muy emocionante para algunas personas. Algo que hacer, para deshacerse de su aburrimiento. Ahora la guerra ha terminado y se aburren de nuevo, siempre en busca de emociones, buscando algo fuera de sí mismos. Les puedo asegurar amigos míos que no hay nada fuera de ustedes mismos. Recuerden que todo el mundo es una proyección de su mente. Nunca olviden esto. Son ustedes los que hacen que el mundo sea real. La imagen del mundo es muy fuerte en la mente, y cuanto más fuerte es la mente, más real es el mundo. Es por esto que en todas las enseñanzas superiores se nos dice que tenemos que destruir la mente.
¿Qué quieren decir con eso?
La mente es conocida por ser un conglomerado de pensamientos sobre el pasado y preocupación por el futuro. Eso es todo lo que la mente es. Cuando empiezas a comprender tu verdadera naturaleza, la mente se calma y vuelve al corazón, donde se supone que debe reposar. El corazón es el Sí mismo (el Ser). Por lo tanto, la mente se convierte en el Ser. El Ser es lo universal. Lo universal es la realidad absoluta, que se traduce en dicha, felicidad. Por lo tanto tu vida puede ser dichosa mientras estás todavía en el cuerpo.
No tienes que renunciar a nada en realidad. Simplemente tienes que poner todo en la perspectiva correcta. Puedes trabajar, puedes jugar, puede ir de vacaciones, puedes hacer lo que quieras, pero siempre serás consciente de la verdad de tu ser, eso es todo. No pienses que cuando alguien alcanza la liberación tiene que ir a vivir a una cueva y olvidarse del mundo. Por el contrario, estás en el mundo pero no eres del mundo. Ve a través de las apariencias y sé feliz.