Artículos - Luis de Santiago

¿Para qué venir a Satsang?
Todos venís a Satsang para ver si por fin, si por fin me dicen el truco, a ver si por fin me dan el ejercicio que lo va a conseguir, a ver si por fin me dicen las palabras que necesito oír para realizarme, a ver si por fin me dan algo. Y os tengo una mala noticia: yo no os puedo dar nada. Y os tengo otra mala noticia: ninguna cosa que hagáis, ningún ejercicio que hagáis, ninguna respiración que hagáis, ninguna posición que toméis, ningún cursillo a donde vayáis, os va a conseguir la realización.

¿Cuándo os vais a realizar?
Cuando a la Gracia le de la gana. No depende de vosotros. Podéis estar toda la vida leyendo, toda la vida discutiendo, toda la vida en loto, toda la vida gastando dinero en cursillos, y no os vais a realizar. Os vais a realizar cuando a la Gracia le de la gana. Es así de sencillo.

¿Cuándo le va a dar la gana a la Gracia?
A la Gracia le va a dar la gana cuando ella tenga clarísimo, por encima de ninguna duda, que conseguir la felicidad, conseguir la paz, conseguir la libertad, es lo más importante en vuestra vida. Lo más importante. Sin ninguna duda. Esa búsqueda, ese anhelo de libertad, tiene que ser lo más alto, lo que sea mas importante. No puede haber nada más por encima de eso. No puede haber nada más importante. Cuando le hayáis demostrado a la Gracia que es así, la Gracias se os va a mostrar en toda su simplicidad y en toda su belleza.

Mientras tanto, todo lo que hagáis, todo el esfuerzo que hagáis, todos los cursillos que hagáis, todas las horas de meditación que hagáis... vais a sentir cosas, vais a tener unas experiencias, vais a poder tocar, vais a poder paladear un poco lo que va a ser, pero todas esas cosas, todas esas experiencias ¿qué pasa con ellas? que al día siguiente o a los dos días ya no están, ¿no? Todos hemos pasado por eso. Y ya no están por una razón: porque las hemos hecho con el ego. El esfuerzo, el trabajo, todo eso es el ego el que lo está haciendo. Y mientras estemos haciendo las cosas con el ego, vamos a tocar, vamos a apenas tocar las cosas y se van a ir. Siempre va a ser así. Pero eso os va a dar una muestra gratis de lo que es. Como la botellita esa de perfume que os dan en El Corte Inglés para que probéis el perfume. Lo probáis un día, otro día, y al tercer día ya se acabó. Fue una muestra gratis. Cuando dejéis de ser el hacedor, cuando os entreguéis a la Gracia, cuando para vosotros lo más importante sea ser libre, vais a recibir todo, todo, todo lo que queráis, y ya no se va a ir, y ya no va a desaparecer y ya no os vais a despertar un día y decir “ay, se ha ido la sensación que yo tenía”. Nunca más se va a ir. Nunca más.

Y me vais a decir “bueno, pero es que yo llevo 10 años, 20 años, 30 años y yo le he demostrado a la Gracia que es lo más importante para mí, y todavía no pasa nada”. Es porque hay algo, aunque no os deis cuenta hay algo que estáis anteponiendo a la Gracia, sino la Gracias se os hubiera mostrado. Garantizado.

Si lleváis muchos años buscando y todavía no encontráis, tenéis que tener honestidad y ver qué es lo que está pasando “¿qué es lo que tengo que para mi todavía es más importante que la Gracia, que mi libertad?”. Y normalmente, el 99,99 % de las veces es el ego, el personaje, que a través de toda nuestra vida hemos creado. Hemos creado ese personaje, nos gusta ese personaje, lo amamos, nos ha costado trabajo, hemos invertido dinero en crearlo y consciente o inconscientemente no lo queremos soltar.

Es como ir a una partida de poker, y vas con fichas pequeñitas y vas con fichas más grandes, y vas con una ficha que es la ficha más importante para ti. Y te pones a jugar y empiezas a jugar con calderilla, empiezas a jugar con las fichitas pequeñas. Y la ficha grande, las más grande, te la dejas en el bolsillo y no la sueltas y sigues poniendo calderilla, y sigues leyendo libros, intercambiando textos en Facebook y sigues yendo a cursillos. Eso es calderilla. Lo que quiere la Gracia es que sueltes esa ficha, esa ficha que es la más importante para ti. Saca esa ficha y ponla sobre la mesa, arriésgala, y vas a ver como la Gracia inmediatamente te responde. Sed honestos con vosotros mismos. Y daos cuenta cuál es esa ficha y ponedla sobre la mesa y os garantizo que a partir de ese momento todo lo que estábais esperando se os va a dar. Todo.