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Artículos - Nisargadatta Maharaj

El néctar de los pies del Señor

Por Nisargadatta Maharaj De una charla el 25 de enero de 1980
Nisargadatta Maharaj

Si uno obtiene y saborea el néctar de los pies del Señor, el charan-amrita, la mente puede ser conquistada. Esto significa que la mente ya no dominará sobre nosotros; su dominio impuesto sobre nosotros desde la infancia ya no nos oprimirá. A esto se le llama manojaya ―victoria sobre la mente. Pero esto se hace posible sólo con Su Gracia. Sin Gracia, nosotros no podemos saborear el néctar.

Sin embargo, sólo un verdadero devoto, un bhakta, un dios puede obtener el charan-amrita. ¿Pero quién y qué es este devoto? No es nada más que la consciencia, la sensación de ser, el conocimiento de que nosotros somos, que ha aparecido sin saber y espontáneamente en nosotros. La consciencia es el charan-amrita, el néctar de los pies del Señor.

El cosmos entero en su movimiento vibrante, incesante, es representado por la consciencia, los pies del Señor, y la totalidad del universo es el cuerpo de la consciencia. ¿Pero cuál es su relación con todos los seres? Mora en el corazón de todos los seres como el conocimiento yo soy, el amor de ser, el charan-amrita.

El que bebe el néctar de los pies del Señor es un verdadero devoto. Mora en el conocimiento yo soy. Es divino. Así, cuando uno liba continuamente este néctar presenciando la consciencia o la sensación de ser, la mente de uno, que evalúa y diferencia a las personas observadas como machos y hembras, gradualmente se retira del foco de atención, dejando a la consciencia en su gloria innata.

¿Pero cómo puede alcanzarse un tal estado? Sólo si uno acepta totalmente el conocimiento yo soy como uno mismo, con plena convicción y fe, y cree firmemente en el dicho: yo soy eso por lo que sé que "yo soy". Este conocimiento yo soy es el charan-amrita. ¿Por qué se llama amrita ―el néctar? Porque, se dice, bebiendo néctar uno deviene inmortal. Así, un verdadero devoto, morando en el conocimiento yo soy, trasciende la experiencia de la muerte y alcanza la inmortalidad. Pero mientras la mente permanece sin conquistar, la experiencia de la muerte es inevitable.

Aunque mis conversaciones tienen lugar con muchos visitantes, mi punto de vista permanece inalterable. ¿Por qué? Porque mi punto de vista está estabilizado en el charan-amrita. Está fijado en la consciencia, la fuente de los conceptos y el lenguaje. De ella emana el lenguaje, desde su formación más sutil hasta la expresión vocal más grosera, como para, pashyanti, madhyama y vaikhari.

Si usted abandona todo otro esfuerzo y disciplina espiritual, y se absorbe en el saboreo del charan-amrita, morando en la consciencia, la mente le liberará de sus garras. Actualmente, usted acepta pasivamente todo lo que la mente le dicta como suyo propio. Si la mente queda en silencio, ¿dónde y qué es usted?

Una vez que se sumerja en la consciencia, se le revelará el verdadero estado de Realidad, con el conocimiento que emanará de usted intuitivamente, como agua de manantial. Esto le permitirá discernir, no lo que es real e irreal, sino lo que es más importante, darse cuenta de lo que yo soy.

¿Qué soy yo por mí mismo solo? ¿Qué es esta vida? Una vez que estas cuestiones se resuelven intuitivamente, y que la Realidad emerge, la mente ya no puede predominar nunca más. No obstante, el funcionamiento de la mente continuará, pero la cualidad de su funcionamiento será totalmente diferente. El que ha alcanzado un tal estado permanece inafectado por cualesquiera aconteceres, puesto que los parloteos de la mente ya no pueden tener ningún efecto. ¿Y quién podría ser ése? Ciertamente no un individuo que está atrapado en la envoltura de la mente. Ese es el conocimiento yo soy ―la consciencia.

Se dice que debemos romper las cadenas que nos atan al cuerpo y al mundo. ¿Qué significa eso? Todo lo que se ve y se percibe está en el nivel del cuerpo o del mundo. Así pues, se desarrolla un apego con los objetos percibidos, y entonces nos identificamos con un cuerpo como si fuera nosotros mismos y reclamamos los objetos como nuestros propios. El apego es la naturaleza de la mente, y ella persiste obstinadamente en estos apegos. Pero si usted bebe el charan-amrita, estabilizándose en la consciencia, todo se resolverá y usted será iluminado. Usted no necesita ir a nadie para aclarar sus dudas.

Mientras estoy haciendo mis quehaceres normales y cantando bhajans en alabanza a Dios y demás, a usted le parece que estoy profundamente implicado en estas actividades. Pero, en realidad, permanezco aparte de mí mismo, ausente del sentido del cuerpo y de la mente, y presenciando las actividades que me acontecen. ¡Me pregunto si usted ha notado esto! Muchas personas tienen relación conmigo de una manera u otra. Aunque aparentemente alterno con ellos, yo soy aparte de ellos. Por mí mismo, me he dado cuenta plenamente de lo que yo soy, y ahora es absolutamente claro para mí qué y cómo yo soy. Pero lo que estas personas piensan que ellos son, sólo ellos lo saben. Suponen que han adquirido conocimiento, que han alcanzado un estatuto espiritual más alto que otros... y así sucesivamente. Esto no puede ser de otro modo, debido a que todavía son esclavos de su mente. En mi caso, esto no puede acontecer. Yo he embebido totalmente el néctar de los pies del Señor ―la consciencia.

En el presente, todas las comunicaciones y funcionamientos acontecen a través del medio de este néctar ―la consciencia. ¿Y qué es este medio? Él es el conocimiento yo soy. Es representado por el Señor Vishnu, el dios más alto que se reclina bienaventuradamente sobre los anillos de la serpiente, sheshashayi, y de aquí que sea conocido como sheshashayi-Bhagavan.

Bien, es agradable tener estas charlas, pero embeber y darse cuenta de su esencia es ciertamente muy difícil. ¿Por qué? Porque usted cree firmemente que usted es el cuerpo y vive de acuerdo con ello, al tiempo que mantiene grandes deseos de que logrará algo bueno en el mundo, y después algo mejor aún. Estas expectativas se basan principalmente en la noción errónea de que usted es el cuerpo. Sin embargo, esta identificación errónea se disuelve en el néctar de los pies del Señor, cuando usted se sumerge totalmente en la consciencia y pierde su individualidad.

La disolución de la individualidad no es posible sin devoción al Maestro ―gurú-bhakti― que, en otras palabras, es nuevamente la consciencia, el gurú-charan-amrita. Morar en la consciencia elimina todos los problemas pasados y futuros, y le estabiliza a uno en el presente ―Aquí y Ahora.

La consciencia es la sensación de cognitividad yo soy sin palabras, y aparece inadvertidamente y sin ser solicitada. Es la fuerza vital universal manifiesta y, por consiguiente, no puede ser individual. Se extiende dentro y fuera, como el brillo de un diamante. Usted ve un mundo de sueño dentro y un mundo perceptible fuera, con tal que la consciencia esté presente. Desde el nivel del cuerpo, usted puede decir dentro y fuera del cuerpo, pero desde el punto de vista de la consciencia, ¿dónde y qué está dentro y fuera? Sólo en el reino de la cognitividad yo soy ―la consciencia― puede ser un mundo, e igualmente también una experiencia.

Aférrese a esta cognitividad yo soy, y la fuente del conocimiento manará dentro de usted, revelando el misterio del Universo; de su cuerpo y psique; del juego de los cinco elementos, los tres gunas y prakriti-purusha; y de todo lo demás. En el proceso de esta revelación, su personalidad individual confinada al cuerpo se expandirá en el universo manifiesto, y usted se dará cuenta de que penetra y abarca el cosmos entero sólo como su cuerpo. Esto se conoce como el Puro Superconocimientoshudhavijnyana.

Sin embargo, incluso en el sublime estado de shudhavijnyana, la mente se niega a creer que ella es una no entidad. Pero cuando uno se sumerge en la consciencia, uno desarrolla una firme convicción de que el conocimiento usted es ―la sensación de su Ser― es la fuente misma de su mundo. Sólo este conocimiento le hace sentir que usted es y que el mundo es. En realidad, este conocimiento manifiesto, habiendo ocupado y penetrado el cosmos, mora en usted como el conocimiento usted es. Aférrese a este conocimiento. No intente darle un nombre o un título.

Ahora llegamos a una situación extremadamente sutil, ¿qué es en usted eso que comprende este conocimiento usted es ―o,desde su punto de vista, yo soy, sin un nombre, título o palabra? Sumérjase en ese centro interiorísimo y presencie el conocimiento yo soy y simplemente sea. Esto es la felicidad de ser ―la svarupananda.

Usted obtiene placer y felicidad a través de diferentes ayudas y procesos exteriores. A algunos les agrada disfrutar de la buena comida, a otros les agrada ver una película, otros se absorben en la música... y así sucesivamente. Para todos estos disfrutes son esenciales algunos factores exteriores. Pero para morar en la felicidad de ser no se requiere ninguna ayuda externa. Para comprender esto, tome el ejemplo del sueño profundo. Una vez que usted está en sueño profundo, no se requiere ninguna ayuda o tratamiento y usted goza de una felicidad serena. ¿Por qué? Porque en ese estado la identidad con un cuerpo como macho o hembra está totalmente olvidada.

Algunos visitantes me piden, Por favor, muéstrenos un camino que conduzca a la Realidad. ¿Cómo puedo hacerlo? Todos los caminos conducen a la irrealidad. Los caminos son creaciones dentro del ámbito del conocimiento. Por lo tanto, los caminos y los movimientos no pueden conducirle a la Realidad, porque su función es apresarle a usted dentro de la dimensión del conocimiento, mientras que la Realidad prevalece antes de él. Para darse cuenta de esto, usted debe situarse en la fuente de su creación, en el comienzo del conocimiento yo soy. Mientras no logre esto, usted estará atrapado en las cadenas forjadas por su mente y aprisionado en las de los demás.

Por lo tanto, repito, estabilícese en la fuente de su Ser y, entonces, todas las cadenas se quebrarán y usted será liberado. Usted trascenderá el tiempo, con el resultado de que estará más allá del alcance de sus tentáculos y reinará en la Eternidad. Y este sublime estado sólo puede ser alcanzado bebiendo incesantemente el néctar de los sagrados pies del gurú ―el gurú-charan-amrita. Es un estado de beatitud estática ―el sí mismo sumergiéndose dichosamente en el Sí mismo. Este éxtasis está más allá de las palabras; es también presenciación en quietud total.

La quintaesencia de la charla es clara. Su capital más importante es el conocimiento de que usted es antes de la emanación de la mente. Aférrese a este conocimiento y medite. Nada es superior a esto, ni siquiera la devoción a un gurú ―gurú-bhakti― o la devoción a un Dios ―Ishwarabhakti.