Artículos - Ken Wilber
Introducción a la Espiritualidad Integral
(Segunda Parte)
Por Ken WilberA menudo, con una religión de nivel racional, sus anteriores dogmas mítico-literales son cuestionados y reemplazados por creencias más razonables pero profundamente espirituales ― como con los Seminarios de Jesús. A Cristo ya no se le ve literalmente como el único Hijo de Dios, sino como un gran Instructor Mundial que tenía ―y todavía tiene― una gran cantidad de sabiduría muy necesaria en el mundo de hoy.
Este nivel de racionalidad o razón fue generalmente la vanguardia mundial de la evolución para los próximos cien años, hasta alrededor de los años sesenta y el surgimiento, en un número significativo de personas, del siguiente nivel más alto de Desarrollo, llamado por diversos nombres como postmoderno, pluralista, relativista, creativo cultural, diversidad, multicultural, participativo, etc. La cuestión es que donde el nivel racional o moderno podría adoptar una perspectiva de tercera persona, el nivel pluralista o posmoderno puede adoptar una perspectiva de cuarta persona, lo que simplemente significa que puede reflejar las perspectivas de 3ª persona, incluyendo la ciencia, y llegar a conclusiones de un nivel superior de generalidad. Y una de las primeras conclusiones a las que llegó este nivel es que las verdades estrictamente universales ―como las reivindicadas por la ciencia― son demasiado rígidas o demasiado excluyentes de otros tipos de verdad. Cada cultura tiene muchas de sus propias verdades, y tenemos que ser muy cuidadosos en hacer juicios sobre quién tiene y quién no tiene el punto de vista correcto o superior. De hecho, para la mayoría de las versiones de este nivel pluralista postmoderno, no existe tal cosa como "el" punto de vista correcto; más bien, cada punto de vista es relativo o pluralista, dependiendo de toda una serie de factores y contextos de fondo, lo que significa que cada cultura tiene sus propios tipos de verdad, y lo que es verdad para una puede no ser verdad para otra. Del mismo modo, tú tienes lo que es verdad para ti, y yo tengo lo que es verdad para mí, y ambos pueden ser correctos.
Pero tenemos que tener cuidado al acercarnos a este nivel, porque tiende a llevar sus conclusiones un poco demasiado lejos. Esto lo han señalado ahora muchos críticos sociales, y la conclusión común es que el propio pluralismo posmoderno comete actos que él mismo dice que no se pueden o no se deben hacer. Por ejemplo, el posmodernismo afirma que todo conocimiento ―desde la ciencia a la poesía― es construido sólo socialmente y es el resultado de la interpretación, sin ningún tipo de validez universal. Pero el postmodernismo mismo afirma que eso es cierto para todas las culturas, en todos los lugares, en todo momento. En otras palabras, afirma que es universalmente cierto que no hay verdades universales. Afirma que no existe tal cosa como un punto de vista superior, pero cree que sus puntos de vista son superiores a todas las alternativas. Y eso no es una interpretación, es una pura verdad. Es correcto, todos los demás están equivocados. Así que tenemos que tener cuidado con esta auto-contradicción para cualquier punto de vista postmoderno.
Pero aparte de esa contradicción performativa, este nivel pluralista trajo muchos de sus propios verdaderos descubrimientos, aunque parciales. Como creía que no existían valores ni verdades universales, era hipersensible a imponer cualquier sistema de valores a nadie ― y por lo tanto prestaba una atención extrema a cualquier opresión o marginación de cualquier pueblo, especialmente las minorías de cualquier tipo. De hecho, a partir de los años 60, fue este nivel el que particularmente impulsó el profundo movimiento por los derechos civiles; que estaba detrás del feminismo personal y profesional; el que inició el movimiento mundial de protección del medio ambiente; y el que comenzó a impulsar el aumento de los derechos de las minorías en las religiones del mundo, incluidas las mujeres y los homosexuales. La importancia del contexto cultural en todo nuestro conocimiento sigue siendo una contribución duradera de este nivel. Y esto vale la pena tenerlo en cuenta también para la espiritualidad.
Como ejemplo rápido, tenga en cuenta que los textos místicos occidentales a veces hacen mención a seres luminosos en esferas de luz, algunos de los cuales poseen cosas como dos alas ― en otras palabras, ángeles. Pero en ninguna parte de esos escritos religiosos puedes encontrar una mención de un ser con 10.000 brazos. Sin embargo, si vas al Tíbet, un país impregnado por el misticismo budista, esa imagen está en todas partes ― se conoce como Avalokitesvara, el bodhisattva de la compasión. Claramente, la cultura tiene un impacto en lo que se percibe como espiritual y en cómo aparece. Entonces el posmodernismo afirmaría que tales cosas suceden porque todo conocimiento es una construcción social relativa, culturalmente limitada, punto. Para la Metateoría Integral, eso es sólo una parte del cuadro. Estos seres, cuando son directamente percibidos en un estado meditativo, están representando una realidad real ―es decir, el reino sutil― y como tales, las versiones de estos arquetípicos luminosos aparecen en prácticamente todas las grandes Tradiciones del mundo. Pero cómo aparecen en realidad sus estructuras superficiales ―ya sea que tengan 2 alas o 10.000 brazos― están moldeadas por los 4 cuadrantes (o, en realidad, por todo el modelo Kósmico o por el modelo general de AQAL [todos los cuadrantes, todos los niveles], para quienes están familiarizados con la Metateoría Integral). Por lo tanto, las estructuras profundas son verdaderamente reales ―tienen una existencia ontológica real, universal― pero sus características superficiales son relativas y son moldeadas culturalmente (así como también son moldeadas por otros contextos como la raza, el sexo, la lingüística, el género, el credo, etc. ― toda la Matriz AQAL). De esta manera, la Metateoría Integral intenta rescatar tanto una realidad genuina como una construcción cultural, dando a cada una el trato debido. Pero esto también afianza todas nuestras realidades espirituales y nos da razones para creer que no son meramente simbólicas o culturalmente confeccionadas (aunque podría ser de un nivel inferior al que imaginábamos o que nos gustaría).
Un ejemplo de un cristianismo a este nivel ―un cristianismo pluralista posmoderno― puede encontrarse en varios textos con nombres como Una Biblia Postmoderna. También se encuentra, por dar sólo un ejemplo, en los escritos influyentes de Marcus Borg. Este estudioso declara que él no cree prácticamente en ninguno de los elementos míticos del cristianismo ― él no cree en la afirmación literal del único Hijo, ni en el nacimiento virginal, ni en la resurrección literal, ni en el relato del Génesis de la creación, ni en el arca de Noé, y así sucesivamente. Además, afirma que ni un solo teólogo de los que él conoce tampoco cree. Esto será una novedad para la mayoría de las Iglesias, pero simplemente señala la manera en que estas interpretaciones de material tradicional dramáticamente diferentes son interpretadas en el nivel de la inteligencia espiritual. Sin embargo, Borg ―al igual que el Obispo Spong― afirma que aun así él se considera, en todos los sentidos importantes, un cristiano totalmente comprometido. Y ese es un punto clave que realmente me gustaría subrayar, sin importar en qué punto de evolución se encuentra el fundador de un movimiento espiritual (tanto en el Desarrollo como en el Despertar), los individuos posteriores pueden estar en un nivel diferente y aun así afirmar con honestidad y verdaderamente que están en la tradición del linaje del fundador. Puedes estar en cualquier nivel de Desarrollo espiritual en relación con el cristianismo, el judaísmo, el islam, el budismo, el hinduismo, etc., y aun afirmar tu derecho a ser miembro de esa religión. Los linajes tienen una manera de hablar a la gente, y si un linaje te habla, ese es el único requisito fundamental (aunque su versión oficial es probable que tenga varios detalles con los que no estás de acuerdo). Creo que esto está muy bien, sobre todo si la religión en particular ha instituido una "cinta transportadora" de sus propias enseñanzas.
Ahora bien, por CINTA TRANSPORTADORA simplemente quiero decir que ―como hemos visto― ya hay individuos en prácticamente todos los niveles de Desarrollo en prácticamente todas las grandes religiones, entonces cada religión debería instituir oficialmente, como fundamento, la versión de sus enseñanzas primarias a medida que aparecen y son interpretadas en cada nivel importante de Desarrollo existente y ese completo espectro de interpretaciones es lo que cada religión debe presentar como sus creencias oficiales. Ya hemos visto, muy brevemente, cómo se interpreta el cristianismo en cada uno de estos importantes niveles de desarrollo (mágico, mítico, racional, plural, y así sucesivamente). Se pueden obtener muy buenas versiones y muy detalladas de cada uno de estos niveles de la investigación empírica actual como la de James Fowler. Pero la cuestión es que cada nivel de Desarrollo tiene una visión muy, muy diferente de su religión, y que cada religión necesita desesperadamente tener eso en cuenta con una Cinta Transportadora de interpretaciones que cubran todos esos niveles.
Esto tendría inmediatamente varios beneficios profundos, incluso extraordinarios. Uno, la religión se convertiría, en el mundo de hoy, en un verdadero acompañante de transformación ―una cinta transportadora― que recoge a la gente cuando comienzan sus vidas, es decir, en sus propias etapas arcaicas y mágicas (con énfasis en el superhombre y las creencias mágicas dominantes en esa etapa y que son atractivas para individuos que están específicamente en esa etapa). Entonces, en el momento adecuado (normalmente entre los 7 y 12 años de edad), ponerles a su disposición un sistema de creencias mítico (que les ayudaría a pasar de los niveles egocéntricos de desarrollo a los niveles etnocéntricos, de estar preocupados por "yo solamente" a estar preocupados por "nosotros", y cuyas creencias cambian de la magia egocéntrica a la ética grupal y varios mandamientos y leyes). Y luego, a medida que comienzan a alejarse de esas creencias míticas literales (por lo general al comenzar la adolescencia), ofrecerles una espiritualidad racional (de la variedad del Seminario de Jesús, por ejemplo, o del Obispo Spong; gran parte del budismo ya está al menos en la etapa racional ―aunque no todos sus seguidores lo están― ya que desde el principio ha negado a los dioses y diosas y a los Creadores Divinos míticos, y ha hablado sobre todo en términos razonables sencillos, además, por supuesto, de sus profundas enseñanzas sobre el Despertar).
A medida que el individuo entra en la edad adulta y en la etapa pluralista, ponerle a su disposición una enseñanza pluralista posmoderna, con especial énfasis en la importancia multicultural de todas las grandes tradiciones del mundo, en la importancia de la no marginación y las actitudes de participación, en la deconstrucción de las jerarquías. Y del mismo modo, introducirle en el siguiente nivel aún más alto cuando emerge ―un nivel muy importante― el nivel llamado "integral", del que hablaremos en un momento.
La cuestión aquí es que con esta cinta transportadora en funcionamiento, las principales religiones podrían ayudar a las personas a llegar a las etapas más altas de desarrollo, y no mantenerlas detenidas en un desarrollo mágico o mítico. Muchas de las características de las principales religiones permanecen en la etapa mítica-literal, que ha hecho que la "religión" en el mundo moderno y postmoderno sea sinónimo de infantil, regresiva, anti-racional, anti-ciencia, de mitos como Santa-Claus, y también ha hecho que la etapa fundamentalista, etnocéntrica, mítica sea una importante fuerza impulsora de actos terroristas en todas las grandes religiones en todo el mundo, impulsada por una mentalidad de "nosotros contra ellos" que tenemos la Única Verdad, y el resto del mundo, especialmente el mundo moderno, está totalmente desprovisto de Espíritu o sin ningún valor redentor en absoluto, un gran Satán que sólo merece la destrucción. Ese fundamentalismo etnocéntrico ya no sería la última palabra para esa religión; más bien, esa religión continuaría abriéndose a versiones mundicéntricas de sus enseñanzas, que reconocen también la validez de muchas otras religiones. Y cuando corresponda, si este individuo sigue creciendo y evolucionando, la cinta transportadora religiosa estaría allí para ayudarle a moverse a etapas pluralistas posmodernas, las etapas integrales, y más altas (por no mencionar el hacer atractivo el Despertar).
Así que el primer resultado importante de la cinta transportadora sería hacer que la religión no fuera un caso de desarrollo retrasado o atrofiado mítico-literal, sino un proceso de transformación global que ayude a cada individuo a moverse a etapas y niveles cada vez más altos de su propio Desarrollo. En segundo lugar, esto podría socavar los actos terroristas que se basan en un nivel específico, etnocéntrico, fundamentalista de la interpretación de su religión, porque la propia religión señalaría el camino para continuar el despliegue de la inteligencia espiritual (y señalaría el hecho de que esta religión en particular no tiene el ÚNICO camino [hacia la verdad], una falsedad que es hoy en día la principal motivación del terrorismo en general). En tercer lugar, la religión dejaría de ser (sobre todo en sus versiones de las etapas mágico-míticas) esencialmente el hazmerreír del mundo moderno y postmoderno. Los nuevos ateístas ―Hitchins, Dawkins, Harris, Hawking― han tenido el campo abonado atacando virulentamente a toda religión, cuando todos sus argumentos se han dirigido realmente al fundamentalismo mítico, y, nótese bien, la mayor parte de sus críticas son verdaderas y correctas cuando se refieren a las versiones malsanas de esos primeros niveles y etapas del compromiso religioso. Pero, ¿tan difícil es argumentar que el arca de Noé no contenía realmente una pareja de macho y hembra de cada especie en la tierra? ¿Realmente el arca albergaba todas las 180.000 especies de insectos, miles de millones de virus (macho y hembra de cada uno), y así sucesivamente? No hace falta ser un genio para ver los agujeros en este y otros mitos. Y los argumentos de los nuevos ateístas no hacen referencia ―ni siquiera parecen ser conscientes― tanto de los planos más elevados del Desarrollo espiritual como de toda la gama del Despertar; de éstos, no hemos oído ni una sola palabra de estos científicos materialistas. Este tipo de ataque antagónico entre lo que equivale a los niveles postmodernos de la ciencia frente a los niveles pre-modernos de la inteligencia espiritual continuará tanto tiempo como la propia religión permanezca dogmáticamente anclada en la etapa pre-moderna/mítica, aislándose de la razón, de la ciencia, del mundo moderno y postmoderno por completo.
Y, por último, en cuarto lugar, la cinta transportadora, al hacer que la religión en general sea mucho más compatible con el mundo moderno y postmoderno, permitiría que los individuos fueran cada vez más conscientes y estuvieran más dispuestos a probar los aspectos del Despertar de la religión. Muchas personas hoy en día están tan desconcertadas por los aspectos míticos-literales de muchas religiones que ni siquiera piensan en probar los aspectos del Despertar de la religión. Por lo que, para empezar, ni siquiera están expuestos a lo que es el verdadero corazón de la espiritualidad, a saber, el Despertar, la Iluminación, el Satori, la Metamorfosis, la Gran Liberación. Esto es una catástrofe cultural importante. La cinta transportadora, haciendo que la forma narrativa de la espiritualidad sea más adecuadamente plena y completa, y por lo tanto más aceptable para la cultura convencional (señalando sus niveles post-míticos más altos, compatibles con la ciencia), haría que la cultura estuviera también más abierta a los aspectos del Despertar de la espiritualidad.
Por lo tanto, la cinta transportadora ayudaría con los dos mayores problemas de la religión en el mundo moderno y posmoderno. El primer problema es que la mayoría de las formas de religión conocidas hoy en Occidente son versiones de una etapa mítico-literal de desarrollo espiritual, estando en desacuerdo con todos los niveles más altos de desarrollo, haciendo que sea un elemento verdaderamente regresivo y anti-desarrollo en el mundo de hoy y el hazmerreír de todos los niveles superiores. Y si el primer gran problema es un desarrollo atrofiado en el nivel bastante mediocre de la inteligencia espiritual en el Desarrollo, el segundo gran problema es la falta general y casi total de conciencia de las versiones del Despertar de la espiritualidad, el verdadero núcleo de la religión misma. Así que la cinta transportadora ayudaría con estos dos principales problemas de la religión en Occidente: el nivel mediocre de Desarrollo espiritual, y la falta casi completa de Despertar espiritual.
Pero antes de pasar al Despertar, vamos a terminar rápidamente con los aspectos del Desarrollo. Porque, como he insinuado anteriormente, se está produciendo actualmente un nuevo avance en el propio proceso general de Desarrollo. Hemos mencionado que la última etapa de desarrollo importante, en toda la cultura, que se produjo en nuestra historia fue la pluralista posmoderna, a partir de los años 60; pero también insinuamos otra etapa, incluso más evolucionada, generalmente llamada la integral. ¿Qué es esta etapa integral de desarrollo, y por qué es tan diferente?
A medida que los investigadores del desarrollo continuaron su examen de los diversos niveles y etapas de desarrollo, comenzando hace tan sólo unas décadas, estaban perplejos por algunos datos nuevos que eran tan extraños y tan diferentes de todo lo que habían visto en su vida, que supusieron básicamente que eran sólo algunos resultados erróneos. Pero cuanto más investigaban, más seguían apareciendo los mismos datos extraños. Finalmente, se vieron obligados a admitir que los datos eran reales, y que de hecho indicaban que un nivel de desarrollo radicalmente nuevo y diferente estaba empezando a surgir, y no sólo un nuevo nivel, sino un tipo totalmente diferente de nivel.
Para comprender lo que era tan nuevo en esta etapa, tenemos que mirar lo que tenían en común todas las etapas anteriores. Resulta que, todas las etapas anteriores comparten un rasgo común: cada etapa (arcaica, mágica, mítica, racional y pluralista) cree que su verdad y sus valores, y solo los suyos, son verdaderamente reales. Todos los demás están equivocados, son infantiles, torpes, o simplemente malos. Debido a que todas comparten esa creencia, son llamadas de "1er nivel". Pero esta etapa nueva que estaba emergiendo ―que fue llamada de "2º nivel"― creía que todas y cada una de las etapas anteriores eran importantes; que todas eran etapas importantes y necesarias en el ciclo global del desarrollo humano. Ninguna de ellas podía ser dejada fuera, y ninguna de ellas podría ser omitida. Esto hizo que este nuevo nivel fuera un increíble nivel holístico, inclusivo, omnímodo, comprensivo ― de hecho, el primero de este tipo de nivel verdaderamente inclusivo que nunca había existido en toda nuestra historia. Y eso es lo que tenía intrigado a los investigadores cuando empezaron a ver este nivel, nada como esto había aparecido nunca antes. Este 2º nivel era radicalmente nuevo. Debido a su carácter inclusivo, se le dieron nombres como "integrado", "sistémico", "comprensivo", "global", "integral". Un salto que Clare Graves, un brillante desarrollista pionero, ha calificado de "avance trascendental" que permite "llegar a profundidades de significado anteriormente insondables".
Este revolucionario nivel de desarrollo lleva a los individuos que estaban en esta etapa a estar motivados, no por "motivaciones de deficiencia", como lo son todas las etapas de 1er nivel, sino más bien por lo que Maslow llamó "motivaciones de abundancia" ― como si la persona estuviera llena de riquezas y recursos, y simplemente quisiera compartirlos. Pero estos individuos comienzan buscando todas las cosas integrales. Quieren un negocio Integral, una política Integral, una medicina Integral, una ley Integral, una educación Integral, y, sí, una Espiritualidad Integral. Y por Espiritualidad Integral, quieren decir una espiritualidad que incluya prácticamente a todas las teorías y prácticas que tienen que ver con la transformación de su propia consciencia, sobre todo si les ayuda a ponerse en contacto con lo Divino último ― y no un cuento mítico-literal, sino una psicotecnología de transformación de la consciencia. En otras palabras, están definitivamente interesados en los caminos del Despertar.
Y esto nos lleva al segundo tipo importante de espiritualidad generalmente disponible en el mundo de hoy, a saber, una espiritualidad del Despertar. Esta no es una serie de sistemas de creencias, míticas o de otro tipo, sino más bien es en realidad una psicotecnología de transformación de la consciencia ― una serie de verdaderas prácticas que van desde, en un extremo, el pequeño, estrecho y finito ego encapsulado en la piel, a, en el otro, lo que se conoce como una unidad con el Fundamento de Todo Ser, lo que los sufíes llaman la "Identidad Suprema", una unión del individuo con este omnímodo Fundamento infinito ― un estado conocido también como Iluminación, Despertar, Metamorfosis, moksha, satori, emancipación, salvación, la Gran Liberación.
No voy a entrar en este camino global en detalle, excepto para observar que está dentro de la jurisdicción de las grandes tradiciones meditativas o contemplativas del mundo, los caminos de la Gran Liberación, los caminos del Despertar. Y así como hay una gran similitud, en todo el mundo, en las principales etapas del proceso de Desarrollo, lo que la investigación demuestra es que hay un gran acuerdo general en cuanto a las 4-5 etapas principales del Despertar, como las etapas de Evelyn Underhill por las que dice que todos los místicos occidentales tienen que pasar, y que ella llamó purificación burda, iluminación sutil, Abismo infinito o noche oscura, y la consciencia de unidad última no-dual (o lo que llamamos la Identidad Suprema). Etapas similares se pueden encontrar también en casi todas las grandes tradiciones orientales ― desde Mahamudra al Zen, del Theravada al Anuttara Tantra, del Shivaismo de Cachemira al Vedanta, como ha sido demostrado por muchos investigadores, como Daniel P. Brown, Dustin DiPerna, y mi propio trabajo, por nombrar unos cuantos.
Prácticamente la totalidad de las grandes tradiciones del mundo se iniciaron con un fundador (o fundadores) que experimentó estas etapas directamente produciéndole un profundo Despertar o consciencia directa de unidad del individuo con el Espíritu último ― la Identidad Suprema. Sin embargo, muchas religiones, sobre todo en Occidente, comenzaron a identificarse más con una religión que se encontraba no en el camino del Despertar sino en el camino del Desarrollo, con el verdadero problema de que eran especialmente las etapas inferiores o mágicas y míticas del Desarrollo, francamente, las etapas más infantiles del Desarrollo, y estas religiones lentamente abandonaron las experiencias directas en el camino del Despertar (aunque éstas siguieron siendo más comunes en las tradiciones orientales, como el Zen o el Vedanta o el budismo tibetano).
Así que hoy, en Occidente, la religión tiene que ver en gran medida con historias míticas acerca de un señor barbudo de pelo gris que se sienta en un trono en el cielo, que es la razón por la que tantas personas ahora se llaman a sí mismas "espirituales pero no religiosas" (el 25% de la población norteamericana se identifica ahora con la frase "soy espiritual pero no religioso", y una encuesta demostró que un sorprendente 75% de la generación del milenio ―entre los 18 y 25 años― se identifican con esa frase, lo que generalmente significa que están buscando, no las etapas infantiles del Desarrollo, sino las etapas más altas de la inmediata y directa experiencia del Despertar).
Así que lo que queremos, en definitiva, es desarrollarnos tanto hacia la etapa más alta del Desarrollo en la inteligencia espiritual ―es decir, una etapa integral― como hacia la etapa más alta del Despertar en la experiencia espiritual ―es decir, la consciencia de unidad no-dual, o como se llame. Pero por extraño que parezca, ningún camino de desarrollo, de oriente u occidente, ha incluido jamás estos dos caminos de crecimiento (ambos el Desarrollo y el Despertar). Las tradiciones orientales o contemplativas, en particular, son ricas en mapas y modelos del Despertar, y las diversas prácticas, pasos y etapas útiles para esa realización. Pero no hay ningún sistema de meditación en cualquier parte del mundo, de oriente u occidente, que tenga algo como estas 6-a-8 etapas básicas del proceso de Desarrollo. Puedes alcanzar plenamente el Despertar, mientras estás en cualquier etapa del proceso de Desarrollo, lo cual significa que puedes ser muy etnocéntrico y orientado hacia lo mítico-literal, y aun así pasar por todas las etapas del Despertar ― puedes incluso convertirte en un maestro Zen totalmente transmitido (y tenemos abundante evidencia de esto).
Pero del mismo modo, prácticamente ningún moderno modelo occidental de Desarrollo incluye nada como las etapas en el camino del Despertar, de modo que no encuentras la Iluminación o el Despertar o el satori en ningún sistema occidental importante. Esto significa que a lo largo de nuestra historia, y en todo el mundo, los seres humanos nunca se han preparado o entrenado en un grado completo de crecimiento pleno, sino que se han estado preparando ya sea en el Desarrollo o en el Despertar ― es decir, que se han estado preparando para ser personas parciales, quebradas, fragmentadas. Sólo ahora, después de haber juntado estos dos caminos ―el camino del Desarrollo y el camino del Despertar― están empezando a emerger propuestas que incluyen ambos. Se trata de un acontecimiento revolucionario en la historia humana, y significa que por primera vez en la historia, los seres humanos pueden iniciar un camino completo de desarrollo y evolución. Esto es revolucionario, sin precedentes.
Esto realmente es un giro importante en la evolución humana general en sí. Para ver por qué, nos basamos en un simple componente de la Metateoría Integral, es decir, los "4 cuadrantes". Le prometo que esto valdrá la pena.