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Artículos - Robert Adams

¿Cómo voy a actuar en el mundo?

Por Robert Adams
Robert Adams

Robert: Os doy la bienvenida de todo corazón.

Quiero que os preguntéis: "¿Por qué he venido aquí esta tarde? ¿Cuál es el propósito de venir aquí?" Estás buscando algo. Estás buscando una solución, la respuesta a un problema. Estás tratando de cambiar tu vida. Estás buscando algo fuera de ti mismo. Y mientras lo haces nunca lo encontrarás.

La verdad, la realidad, reposa en tu interior. No hay ningún problema en la tierra que suficiente verdad no pueda resolver. Por verdad me refiero a comprender tu realidad. Comprender lo que realmente eres. No importa qué situación pueda aparecer. No importa qué está ocurriendo en el mundo o en tu vida. Si sólo te giraras dentro de ti mismo, todo se resolvería, todo. Comienza primero por resolverte a ti mismo, y entonces el mundo hará lo mismo.

Esta es la única manera, recuerda, el mundo es sólo una extensión de ti mismo. Lo que ves dentro de ti, lo que sientes dentro de ti, lo ves y los sientes en el mundo. Por eso, todos los grandes Maestros y Sabios nos han dicho que, "Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura". En otras palabras, descubre la verdad acerca de ti mismo.

Por supuesto, si no te gustas a ti mismo, si piensas que eres un pecador, si crees que has cometido errores y que no eres bueno, vas a ver esas cosas en el mundo, y el mundo te responderá en consecuencia. Las personas que tienen problemas con la gente, que ven el mundo como un lugar vicioso, que sólo ven las condiciones negativas, lo hacen porque ven estas cosas dentro de sí mismas.

El mundo es muy flexible. No tiene mente propia. No tiene ninguna causa, ni sustancia. El mundo simplemente se convierte en ti. Tú eres el mundo. No hay nada más que tú. Cuando te revelas, cuando descubres la verdad acerca de ti, que eres la realidad absoluta, que eres la consciencia pura, verás esto mires donde mires.

No eres lo que crees que eres. Investígalo, averígualo, descúbrelo por ti mismo. No eres lo que crees que eres. Debes dejar de identificarte con tu humanidad. Debes dejar de creer que eres de carne y hueso, y que tienes 80 años, etc., viviendo en esta tierra. Porque en verdad no existe la tierra tal y como aparece. Tú no existes tal y como apareces. Y lo que tú llamas problemas, situaciones, no son lo que parecen. Debes ir más allá de ello. Averígualo. No me creas. Descúbrelo por ti mismo. Sumérgete en lo profundo de ti mismo. Trata de comprender que no eres el cuerpo. Es posible que parezca que tienes un cuerpo, pero no eres el cuerpo. El mundo no es el mundo que crees que es. Nada es lo que parece.

Hay un sustrato de toda existencia. Es el amor. Es la realidad absoluta, conciencia pura. Y el sustrato es tu existencia. Eso es lo que eres. Tú eres Dios. La persona no es Dios, el cuerpo no es Dios, pero tú eres Dios. Si te identificas como Dios ¿cómo es posible que tengas un problema? ¿Puede Dios tener un problema? ¿Puede Dios sentirse deprimido? ¿Puede Dios creer que algo está mal?

La razón por la que no aceptas el hecho de que tú eres Dios es a causa de tu educación ortodoxa. Todavía crees que Dios es una deidad antropomórfica arriba en el cielo, y si te digo que eres Dios, crees que es una blasfemia. Eso sólo me demuestra que estás identificado con tu cuerpo. Crees que eres un cuerpo, y que hay un Dios en algún lugar en el cielo al que hay que rezar, y si él está en un buen estado de ánimo, te dará una bendición. Si no se siente demasiado bien ese día, lanzará un rayo sobre ti. La gente todavía cree eso.

La pregunta es, ¿qué crees? Es tu vida. Lo que creas, lo que aceptes, se convierte en tu estilo de vida. Tú la creas, tú la causas. Es por eso que cada uno ve un mundo diferente. Nos vemos a nosotros mismos. Es lógico, por consiguiente, ¿por qué no ver tu verdadero Ser? ¿Por qué no experimentarlo? ¿Por qué no empezar a creer que eres Dios?

¿Qué es Dios? Dios es consciencia. ¿Qué es la consciencia? Algo que es consciente de sí mismo como conciencia pura. Y todo esto no está en algún lugar fuera de ti mismo. Es tú mismo. Tú eres eso. Todo el universo es tú mismo. Todo el universo es felicidad, alegría, amor, paz. Pero tú nunca verás eso en el mundo hasta que no lo veas dentro de ti mismo. Debes por lo tanto practicar el verte a ti mismo como una persona amorosa, como una persona amable, como una persona alegre. Y luego te deshaces de la persona, y te verás a ti mismo como omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia. Tú eres el poder. No hay otro poder más que tú. Muchos de ustedes, pasan la mayor parte de sus vidas pensando mucho en poderes ocultos, tratando de encontrar el vellocino de oro, por así decirlo, fuera de ti mismo. Nunca has estado fuera de ti mismo.

Es como la historia que conté de las minas de diamantes de Kimberley. Este inglés decidió ir a África para descubrir minas de diamantes. Oyó que había diamantes en África. Así que vendió todas sus posesiones y se trasladó a África, compró una pequeña cabaña, y todos los días, salía en busca de diamantes. Pasaron los años y se sentía decepcionado. Nunca fue capaz de encontrar ningún diamante. Así que puso un anuncio en el periódico para vender este pedazo de propiedad y la cabaña en la que vivía.

Alguien vino a verlo, para comprarlo. Su nombre era Kimberley, y se sentó en una roca para firmar los papeles. Cuando el hombre se marchó Kimberley movió una roca por error, y vio un diamante. Los diamantes estuvieron siempre en el lugar donde empezó. Habían estado a sus pies todo el tiempo. Y es así como se descubrieron los yacimientos de minas de diamantes de Kimberley. Es una historia real. Todo lo que estás buscando está dentro de ti. Deja de buscar fuera de ti mismo. Todo lo que quieres está dentro de ti. El potencial, la posibilidad de todo lo que puedas imaginar está dentro de ti. Eres un universo en sí mismo. Pero cuando digo Sí mismo (Self), no me refiero con una pequeña "s". El Sí mismo omnipresente es tu verdadera naturaleza. Piensa en eso.

Una pregunta que me hacen una y otra vez es: "Mientras practico la auto-indagación, atma vichara, Jnana Marga, ¿cómo voy a actuar en el mundo? ¿Qué voy a hacer en el mundo mientras sigo practicando? ¿Cuál debería ser mi actitud? Si todo está predestinado, va a ocurrir de todos modos, así que ¿qué debería hacer en el mundo?" Bueno, es cierto que todo está predestinado, pero debes actuar como si no. Debes olvidarte de eso, y no pensar "No importa lo que haga. Puedo ser malo o puedo ser bueno, ¿cuál es la diferencia? Si está predestinado, se supone que tengo que hacerlo de todos modos". Por el contrario, actúa como si estuvieras tomando tú la decisión y tendrás que sufrir las consecuencias de lo que haces. Así es como debes actuar en el mundo.

Debes desarrollar bondad hacia todos y hacia todo, no sólo hacia los seres humanos, sino hacia los animales, los vegetales, los minerales. Debes tratar a todo con bondad. Debes adquirir una buena disposición y dejar de enojarte. Debes desarrollar alegría dentro de ti mismo, humildad. No debes estar preocupado por lo que el mundo está haciendo. No debes estar preocupado por lo que parece que te está ocurriendo. Pero cada reacción tuya debe estar basada en el amor, la paz, la bondad, la compasión.

No trates de analizarlo. Sólo hazlo. El mundo reaccionará en consecuencia. Después de todo tú eres el mundo. Y mientras practicas sobre ti mismo, automáticamente lo que das vuelve a ti. Deja en paz a la gente. No trates de cambiar a nadie. No busques problemas. No permitas que tu mente piense más allá de tu nariz. El ayer ya se ha ido y nunca podrá volver. Todo ser humano comete errores. No te lamentes del pasado, es parte de tu experiencia de aprendizaje. Tú no eres un pecador. Tú no eres una mala persona, no importa lo que hayas hecho. El hecho puede ser malo, pero tú no. Mírate a ti mismo como la existencia total, y actúa desde ahí. No esperes nada y nunca serás decepcionado. Da lo mejor de ti. No esperes nada a cambio.

¿Por qué hago lo que estoy haciendo aquí? ¿Por qué estoy aquí sentado hablando? ¿Qué quiero? No estoy buscando nombre ni fama. No estoy buscando ser reconocido como nada. Es sólo un acontecimiento. Nunca lo pedí. Esto ocurre por sí mismo. Mis experiencias sobre la auto-realización, nunca las pedí, nunca fui tras ellas. Se desarrollaron por sí mismas. Esto significa que todo el mundo puede experimentar la auto-realización. Pero tienes que tomarlo con calma. Tienes que dejar de luchar con el mundo y dejar de luchar contigo mismo. Deja que las cosas se desarrollen como sea. No reacciones.

Las señales de progreso espiritual son que: Todavía puedes enfadarte, todavía puedes molestarte, pero ahora eres consciente de ello. Antes de esto, antes de tu práctica, digamos que dejabas que tu ira te dominara por completo. Te convertías en tu ira. Pero ahora cuando practicas la auto-indagación "¿Quién soy yo?", observas que cuando te enfadas sabes que estás enfadado. Y empiezas a reírte de ti mismo, y el enfado se va. Te das cuenta de que todas tus emociones y todos los estados de ánimo que has tenido toda tu vida están disminuyendo. Y cuando la situación te pone frente a una condición negativa, eres capaz de observarla y no reaccionar de inmediato. Ves, te vuelves consciente.

Lo que te está pasando es que te estás separando de la condición. Estás empezando a comprender: "Yo no soy la condición, yo no soy mi ira, yo no soy mi depresión". Es cierto que todavía puedes deprimirte y tener varios estados de ánimo que he mencionado antes, sólo que ahora estás empezando a mirar, observar, ver. Te haces consciente de ti mismo y te haces la pregunta, "¿A quién viene esto? ¿Quién se siente de mal humor? ¿Quién se siente deprimido?" Todavía puede que no lo comprendas completamente, pero estás empezando a darte cuenta poco a poco de que no eres la condición. Entonces te das cuenta de que no eres el cuerpo porque la condición es parte de las sensaciones corporales. Y empiezas a ver y darte cuenta de que "hay momentos en que me siento feliz, hay momentos en que estoy deprimido, hay momentos en que estoy enojado. Pero yo siempre estoy presente. Por lo tanto ¿quién soy yo?" Y sólo por hacerte esa pregunta empiezas a sentirte bien.

Te das cuenta de que hay una guerra en Irak, la gente está muriendo. ¿Pero cuál es la verdad acerca de esto? ¿Cuál es la realidad acerca de esto? Y la respuesta llega, yo soy. Yo soy es la realidad. Entonces ¿de dónde viene la guerra? ¿De dónde viene la inhumanidad del hombre? ¿De dónde vienen todas estas cosas viles del mundo? Y a medida que sigues preguntando, te darás cuenta de que no tienes nada que ver con estas cosas. Sin embargo, todas estas cosas están unidas al yo. La guerra, la mala disposición, el mal genio, la ira, todo pertenece al yo. Entonces empiezas a conocer, "Veo la guerra, la siento, me siento mal". Empiezas a conocer que cuando sigues al yo hasta el centro del corazón todo desaparece. La razón de que todo desaparezca se debe a que para empezar nunca fue real. Lo que es real nunca puede desaparecer.

La razón por la que puedo decirte verdaderamente que el mundo no es real, que es como una burbuja, como un sueño, que la desarmonía no es real, que tu cuerpo no es real, es porque de alguna manera he podido ver el cuarto estado, y experimentado el cuarto estado, más allá de la vigilia, el sueño y el sueño profundo. Y ese cuarto estado es la realidad, mientras que todo lo demás parece ser la realidad. Por lo tanto, la guerra parece real, muy real, el mundo parece real, tu cuerpo parece real, pero tú no eres eso. Tú estás más allá de eso. Sin embargo, si no has experimentado este estado de consciencia, nunca puedes saber que existe.

Te estoy hablando de un estado de perfecta paz y armonía, un estado de bondad absoluta, de nirvana, de Sat-Chit-Ananda. Este es un verdadero estado. Es real. Es real para mí, al igual que este mundo es real para ti. E incluso si estuviera involucrado en la guerra con bombas cayendo sobre mí, con armas disparando a mi alrededor, no tendría miedo. No porque sea un idiota, sino porque sé lo que existe y lo que no existe.

Para mí es como una pizarra. Yo soy un poco como la pizarra y alguien dibuja en la pizarra: los iraquíes luchan contra los americanos, la gente pierde la vida, la gente está siendo bombardeada, y eso parece que está ocurriendo en la pizarra. Entonces alguien viene con un borrador y lo borra, y se ha ido, pero la pizarra permanece. Luego dibuja otra imagen, que la guerra ha terminado y todo el mundo está viviendo en paz de momento. Y todos están peleando por la tierra, están peleando por la propiedad, están discutiendo sobre los puestos de trabajo, sobre el empleo, y todo lo demás, y luego eso es borrado. Pero la pizarra sigue siendo siempre la misma.

Así que de alguna manera me doy cuenta de que soy como la pizarra. Y todos estos acontecimientos se superponen en la consciencia. La pizarra es la consciencia y yo soy eso. Todos estos acontecimientos son como reflejos en el espejo. No puedes apropiarte de ellos. Sólo puedes apropiarte del espejo. El espejo es siempre el mismo. La pizarra es siempre la misma, la consciencia es siempre la misma. Pero alguien pregunta: "Eso está bien en cuanto a la pizarra y al espejo se refiere. Pero ¿cómo aparecen estos acontecimientos? ¿Cómo aparece este mundo?" Y la mejor analogía que puedo darte es debido al hecho de que la mayoría de estas cosas son inefables, de los reinos superiores. No hay palabras para expresarlas. No hay nada que puedas hacer para explicarlo, pero son una analogía. Y la analogía es del mundo de los sueños.

Vas a dormir esta noche y sueñas que hay una guerra, y estás en el ejército y que estás luchando, por ejemplo, con los iraquíes, y te hieren. Entonces vengo yo y te digo, "Esto no es real. Nunca has sido herido, y nunca has luchado. Nadie está matando y nadie ha sido asesinado". Y luego dices: "Lo han hecho. Te lo demostraré". Y me disparas. Y parece que estoy muerto. Pero luego te despiertas. Todo esto era un sueño. Nunca existió.

Es difícil deciros que el mundo es un sueño, porque parece muy real, y algunos de vosotros realmente sentís el mundo muy profundamente. Pero yo os digo que cuanto más profundamente te involucras en el mundo, más te controla el mundo, y más difícil es desprenderse. Esta es la razón por la que la auto-indagación se llama el camino directo, ya que se considera que es la forma más rápida para despertar. Simplemente obsérvate cada vez que afrontas una situación en el mundo, y pregúntate, "¿A quién viene esto?"

Digamos que estás viendo la televisión esta noche, y que estás viendo a todos esos soldados perder la vida. En lugar de sentir la situación, pregúntate: "¿Quién siente esto? ¿Quién ve esto de esta manera? ¿Quién piensa que es real?" Por supuesto tienes que hacer esto por ti mismo. No dejes que te oigan otras personas. Te enviarán a la "granja feliz". Simplemente mira la situación, trata de comprender que es una parte del sueño, y aunque lo sientas, a pesar de todo no es real. Este es el principio de la sabiduría, cuando puedes al menos decirte esto a ti mismo.

La mayoría de la gente no puede decir esto porque no se lo creen. El mundo es tan poderoso para ellos, que incluso si ellos dicen: "¿A quién viene esto?" el mundo llega primero a ellos y les hace creer que son unos necios. Porque todo el mundo puede ver que hay una guerra en curso. Estas personas simplemente no están maduras todavía para practicar la auto-indagación.

Por lo tanto lo que deben hacer es someterse a Dios. Ellos deben decir algo como esto: "Dios, no tengo ni idea de lo que está pasando. Yo no sé si esto es real o no. Ayúdame a saberlo. Me entrego a ti totalmente, por completo, en cuerpo, mente y alma. Haz conmigo lo que quieras. Revélame la verdad", y esperas. De repente, comenzarás a sentirte muy feliz. Y si practicas lo suficiente, sometiéndote a Dios, entregándote por completo, llegará el día en que empieces a sentir que el Dios al que te has estado entregando no es otro que tú mismo, y podrás practicar la auto-indagación.

Ahora bien, si ni siquiera puedes hacer eso, si no puede someterte a Dios, debes practicar mantras, cantar Kirtans, rezar, pero haz algo. No dejes pasar un día en el que no hagas algo. Si tienes que rezar, reza. Si puedes someterte a Dios completamente, hazlo, pero la vía superior y directa es la auto-indagación. Pase lo que pase en tu vida, veas lo que veas, pregúntate: "¿A quién viene?"

No trates de analizar la condición. A la mayoría de vosotros os gusta hablar acerca de vuestra condición. Digamos que estás pasando por algún tipo de bancarrota. ¿Te vas a quedar lamentándote? Haz todo lo mejor que puedas, pero no te detengas en la condición. Medita en tu sat-chit-ananda. Medita en tu conciencia pura. Medita en Dios.

Si tienes que hacerlo, imagina tu corazón en el lado derecho del pecho. Estoy hablando de tu corazón espiritual. No tiene nada que ver con los chakras o tu corazón físico. El corazón espiritual está en el lado derecho del pecho. ¿Por qué está ahí? Bueno, míralo de esta manera. Cuando hablas de ti mismo, siempre señalas el lado derecho del pecho, ¿no? Digamos que, alguien dice: "Oye, tú". Y tú dices: "¿Quién yo?" y señalas el lado derecho de tu pecho, porque ahí es donde está tu corazón espiritual. Lo haces sin darte cuenta. No piensas en ello, pero lo haces porque es ahí donde reside tu corazón espiritual.

Puedes ver una bola de luz blanca en tu corazón espiritual, una esfera de luz, brillante y radiante. Y en el centro de la luz, puedes ver a tu santo o Sabio favorito. Si eres tal vez de la tradición judía, puedes ver a Moisés, si quieres. Los cristianos pueden ver a Jesús. Los árabes pueden ver a Alá o Mahoma, lo que les plazca. El que signifique algo para ti. Sólo por hacer eso, sentirás una sensación de paz y alivio, y te sentirás bien.

Y después de un rato, ve como tu Sabio favorito se expande, se expande, hasta que estás totalmente inmerso en el Sabio. El Sabio se ha vuelto tan grande como tu cuerpo. Y ves como el Sabio se expande de nuevo más y más, y sigue así hasta que el universo entero está inmerso en el Sabio. Entonces te das cuenta de que no hay nada más que no sea el Sabio, y yo soy eso. ¿Dónde más podría estar? Si el universo entero está inmerso en el Sabio, yo también estoy inmerso en el Sabio. Yo y el Padre somos uno. Si me has visto a mí, has visto al Padre. Ese es un comienzo.

Todo conduce a la auto-indagación. La razón por la que estoy compartiendo esto con vosotros, es porque es necesario practicar algo. No te dejes atrapar por el mundo. No permitas que tus sentimientos, tus emociones, lo que ves, lo que oyes, lo que saboreas, lo que tocas, te afecte. Trasciéndelo. Si piensas en Dios, Dios pensará en ti, porque sois uno. Por lo tanto es lógico pensar que si sigues pensando en tus problemas, y tus necesidades y tus deseos, ellos también pensarán en ti, y serás atrapado en todo esto.

Así que volviendo a la realidad, este mundo y este universo y todo en él es como un sueño. ¿De dónde ha venido el sueño? De la mente. ¿De dónde ha venido la mente? ¿Del Ser? ¿Por qué vendría la mente del Ser? No viene. La mente nunca existió.

Es como en los ejemplos de la hipnosis que os he dado. En la hipnosis puedes imaginar algo que no es real como real. Ni siquiera existe. Pero mientras estás hipnotizado crees que sí existe. Todos estamos hipnotizados. Estamos hipnotizados con la creencia de que el mundo es real, mi cuerpo es real, mi mente es real, mis temores son reales, y reaccionamos en consecuencia. Mientras practicas estas cosas comenzarás a darte cuenta de ti mismo. Te verás a ti mismo reaccionando y te reirás de ti mismo. No importa lo serio que pienses que es. Mientras puedas darte cuenta de ti mismo y decir: "Espera un minuto, ¿quién está pasando por esto? ¿Quién se siente mal? ¿Quién se siente horrible? Yo. Bien, ¿quién soy yo?" Y sigues el hilo del yo hasta tu centro del corazón. Permaneces en el yo. Te aferras al yo.

Aún así el error que algunas personas están cometiendo con este método de auto-indagación es que se concentran en el yo. Os lo he dicho antes, concentraros en el Ser. Permanece en el yo. Por permanecer quiero decir que sigues al yo, observas el yo, y lo sigues hasta el fondo de tu corazón. Sin embargo, tu atención se centra en la fuente. La fuente es la consciencia, la única realidad. No hay nada más.

Cuanto más piensas en las palabras para explicar estas cosas, más confundido estás. Es por eso que es importante, cuando acudes a un maestro, asegurarte de que el maestro ha sido capaz de darse cuenta de esto por sí mismo, y no es algo que haya leído en los libros o escuchado en alguna otra parte. Esa es la única manera de poder cruzar el océano de la ilusión. Con una persona que ha estado allí.

Como mencioné antes, cuando vas a un psicólogo o a un psiquiatra, la única ayuda que vas a recibir es la consciencia del psiquiatra o psicólogo, no lo que ha leído en un libro, ni su trabajo de clase. Él puede conocer el tema de arriba a abajo, pero si su vida está fastidiada, y no tiene idea de lo que es la vida, pero tiene una buena memoria para memorizar libros, vas a obtener de él o ella lo que él o ella es. Sólo puedes obtener de otra persona lo que es, no lo que dice.

Así que puedes tener una buena sensación al salir de la oficina y sentirte como si hubieras sido ayudado. Pero como sabéis, desaparece en breve o se convierte en un problema diferente, debido al hecho de que sólo has podido ser ayudado a nivel del terapeuta. Lo que él o ella ve no importa.

Lo mismo sucede con la vida espiritual. Todas las respuestas están dentro de ti mismo. Si eres sincero, y si de verdad quieres despertar con todo tu corazón y tu alma, el gurú dentro de ti te conducirá a un gurú fuera de ti. Y el gurú del exterior empujará al interior, y el gurú del interior empujará al exterior, y despertarás.

Así que tienes que analizar tu vida ahora mismo y ver de dónde vienes. No te engañes. No juegues contigo mismo. Mira dónde estás realmente, lo que realmente quieres, lo que realmente estás buscando. Y trata de entender que uno de estos días, vas a dejar todo atrás, tal vez mañana, la próxima semana, el próximo mes, el próximo año.

Ir detrás de las cosas materiales como ya sabéis, no trae la felicidad. Kármicamente lo que se supone que debes tener, llegará. No te compares con nadie. Sé fiel a ti mismo. Aprende a amarte a ti mismo, a ser tú mismo. Comprende y conoce siempre que no eres lo que pareces ser, que tú eres sat-chit-ananda. Eres la unidad final. Eres la conciencia pura. Eres Parabrahman. Esa es tu verdadera naturaleza. Pon atención a esa naturaleza. Vela. Siéntela. Adórala. Conviértete en ella, y serás libre.

Robert Adams, 24 febrero 1991 (Transcripción 47)
Fuente: Robert Adams Satsangs - The Collected Works (eBook version)