Ruta de Sección: Inicio > Artículos >Ensayos > Artículo

Artículos - Douglas Harding

La Vía Sin Cabeza

Por Douglas Harding
Douglas Harding

Durante los treinta años pasados ha estado desarrollándose un camino realmente contemporáneo y Occidental de 'ver en la Naturaleza de uno' o de 'Iluminación'. Aunque en lo esencial es lo mismo que el Zen, el Sufismo y otras disciplinas espirituales, este camino procede de una manera excepcionalmente práctica. Esta Vía afirma que el hombre moderno es más probable que vea Quien es realmente en un minuto de experimentación activa que en años de lectura, asistencias a conferencias, ideas, prácticas de ritos y la meditación pasiva de tipo tradicional. En vez de esto, usa una variedad de pruebas simples, no verbales, de investigación, todas ellas preguntando: ¿cómo me veo a mi mismo? Los experimentos dirigen mi atención a mi punto ciego —al espacio que ocupo, a lo que es dado aquí mismo en el Centro de mi universo, a lo que es ser la primera persona del presente singular.

Se pueden distinguir cinco etapas de desarrollo:

  1. Como cualquier animal, el recién nacido es para él mismo una no-cosa o nada, sin rostro, libre y no separado del mundo, es primera persona sin saberlo.
  2. El niño, llega a ser consciente de sí mismo (como él se ve para sí) de forma intermitente y breve; puede preguntar a su madre por qué ella tiene una cabeza y él no, o puede protestar diciendo que él no es un niño (¡él no es así en absoluto!) o hasta puede anunciar que él es nada, que no está allí, que es invisible. Aún así, también está llegando a ser cada vez más consciente de él, según le ven los demás, una tercera persona muy humana y muy especial, con cabeza y cara. Las dos visiones de él son válidas y necesarias.
  3. Pero según va creciendo el niño, la visión aprehendida desde fuera de él mismo, comienza a eclipsar y a la larga a borrar, la visión original que tenía él mismo desde dentro. De hecho, en vez de crecer, decrece. Al principio, él contenía su mundo: ahora el mundo le contiene a él, lo que queda de él. Víctimas de la estafa universal de los adultos, él ya no es la primera persona. Así que, reducido de ser la Totalidad, a sólo ser una despreciable parte de la misma, no es extraño que se vuelva codicioso, rencoroso, temeroso e iluso. Codicioso, al intentar recuperar a cualquier precio su imperio perdido; rencoroso al intentar vengarse de una sociedad que le ha bajado los humos cruelmente; temeroso, al verse como una mera cosa en lucha contra todas las demás; iluso, ya que imagina (en contra de toda evidencia) que él es a 0 metros lo que parece a un metro ochenta de distancia —o sea, un montón de materia sólida, opaca, coloreada y definida.
  4. Su cura es echar un nuevo vistazo a lo que él es para sí y descubrir Quien es realmente. De los muchos indicadores recomendados para esta Autorrealización (algunos de los cuales emplean otros sentidos además de la visión) los siguientes son típicos. (Advertencia: no es bueno que solo los leas: en realidad tienes que llevar a cabos estos simples experimentos, por ti mismo.)
    1. Apuntar aquí. Apunta a los pies de tu amigo, luego a los tuyos; haz lo mismo con las piernas, con el torso; luego apunta a su cabeza y a la... ¿A qué, con la evidencia presente, está apuntando tu dedo ahora?
    2. El Ojo único. En tu propia experiencia en este momento, ¿estás mirando a través de dos pequeños agujeros en una especie de albóndiga? Si es así, ¿cómo se está ahí? ¿Es un lugar oscuro, mal ventilado, congestionado, pequeño? Lentamente ponte un par de anteojos y date cuenta como esas dos pequeñas 'ventanas' se convierte en una enorme 'ventana' inmaculada y sin nadie mirando desde su interior.
    3. Ponerse una no-cara. Coge una cartulina y haz un agujero en ella del tamaño de tu cabeza. Entonces extiende tu brazo sujetando la cartulina a la vez; date cuenta de los bordes o límites del agujero. ¿Ves cómo esos límites se desvanecen en tu conciencia sin fronteras según traes y pones la cartulina en tu cara?
    4. La bolsa de papel. Hazte con una bolsa corriente (preferiblemente blanca) que tenga unos 30 centímetros de diámetro y corta el fondo. Coloca tu cara en uno de los extremos mientras tu amigo hace lo mismo en el otro. ¿Cuántas caras hay en la bolsa? Dejando a un lado memoria y imaginación, ¿estás ahora cara-a-cara o cara-a-no-cara?
    5. ¿En el cuerpo? Acaricia tu cabeza, pellízcala, golpéala suavemente con la yema de tus dedos y mira si ves ahí, sobre tus hombros, la clase de cosa que ves sobre los hombros de tu amigo allí. Ahora intenta meterte dentro y describe su contenido. ¿No estás aún libre, tan libre como siempre has estado? Mira tu mano. ¿Estás en ella o ella está en ti?
    6. Espejo. Date cuenta donde está tu cara —allí en el espejo. También la recibe tu amigo (por lo tanto está en posición de decirte todo sobre ella). También está en su cámara (así que puede registrarla a pleno detalle)
    7. Pelando la cebolla. Consigue a un amigo para comprobar tu vacío sin rostro (a 0 centímetros) Se puede ir acercando hacia tí con su cámara (un agujero en una hoja de papel que haga de visor valdrá). Se puede situar a una distancia de un metro ochenta donde descubre que a esa distancia eres un hombre, luego se puede acercar más, digamos a unos 30 centímetros, entonces descubrirá un torso, luego una cabeza, un ojo y así hasta llegar a tener una mera imagen borrosa. Si tiene la instrumentación adecuada esa imagen borrosa se puede interpretar como una pestaña, luego como células, luego como partículas de orden descendiente y al final prácticamente espacio vacío —sin rasgos característicos, transparente, incoloro. Cuanto más se acerca a ti más cerca está de tu propia vista interna de ti mismo como No-cosa o Nada en absoluto.
  5. En realidad has visto, realizando tales ejercicios de atención básica, lo que es ser la primera persona del singular —la No-cosa o Nada que es sin embargo muy consciente de Sí como el Contenedor o como el Terreno donde se dispone la totalidad de lo expuesto. Ver para creer. Esta no es una experiencia mística (no en el sentido popular) es más bien una experiencia clara y total, de todo o nada que no admite grados —mientras dura. Ahora tu tarea es la de mantener esa visión de Ausencia/Presencia en todas las situaciones, hasta que llegue a ser algo totalmente natural y constante. Esto no quiere decir que te pierdas en tu Vacío ni en lo que lo llena sino más bien es un mirar simultáneo al objeto al que miras y a la No-cosa o Nada desde la que parte la observación. Nunca encontrarás ninguna situación en la que tengas que prescindir de esta doble vía de atención o de la que esté fuera de lugar.

La visión inicial de tu Naturaleza es de lo más sencillo: ¡Una vez que lo ves nada es tan obvio! Sin embargo sólo es operativo en la medida que se practica. Los resultados —estar libre de codicia, odio, miedo y engaño— sólo están asegurados mientras no se pase por alto el Uno al que pertenecemos.