Artículos - Richard Lang
Un Taller de la Vía Sin Cabeza
Por Richard Lang 15 de marzo 2014Me he dedicado a la "vía sin cabeza" por más de cuarenta años y he dirigido cientos de talleres. Aquí hay algunas reflexiones sobre mi trabajo:
Mi primera tarea en un taller es fácil: mostrar a la gente cómo ver quiénes son realmente. Usando los experimentos de la Vía Sin Cabeza, invito a la gente a darse cuenta del lugar desde el que están mirando ― esta nada ilimitada llena del mundo; este espacio sin cara lleno de la cara de todos; esta quietud en la que el mundo danza; esta no-mente llena de mente... Los experimentos hacen que esto sea obvio ― mira adonde otros ven tu cara ... ¿Qué ves?
Destaco que se trata de una experiencia no verbal y no emocional. ¡No es exactamente una buena publicidad para atraer a la gente, supongo! ¿Quién estaría interesado en algo tan sencillo? Pero en realidad la absoluta claridad de que no tienes cara, el hecho de que sea una "no experiencia", es profundamente valioso. Si ver tu verdadero Ser fuera una cuestión de comprensión o sentimiento, algunos lo conseguirían y otros no. O lo conseguirías en algunos días, pero no en otros. Pero no es así. Tú puedes darte cuenta de que no tienes cara en cualquier momento, en cualquier lugar, sin importar lo que estés pensando o sintiendo. No hay gradaciones en esta experiencia, ni una jerarquía de veedores de Esto, ni se obtiene mejor o peor, simplemente se ve.
Así que cuando la gente en un taller experimenta diferentes reacciones al ver este Espacio, explico que esto es normal. Si alguien está teniendo una reacción muy positiva, lo celebro, por supuesto. Pero eso no significa que lo haya "conseguido" más que otros. Todos lo hemos conseguido, pero reaccionamos de manera diferente. ¡Viva la diferencia!
Debido a que está claro que todo el mundo puede ver su falta de cara desde el primer momento, un taller no es un camino para "llegar allí", sino una oportunidad para que la gente comparta su experiencia de "estar allí". Ocasionalmente las personas reaccionan con miedo o enojo. Al comienzo de un taller un hombre se volvió hacia mí y me dijo: "Me siento enojado". Luego reformuló sus palabras: "¡En realidad, no me siento enojado, estoy muy enojado!"
Recuerdo sentir que mi corazón se hundía un poco. Pero seguí viendo que yo era espacio para la situación y le pregunté por qué estaba enojado. Dijo que no le gustaba la idea de que no era nada. Habló honestamente: "Es espantoso". "¡Por supuesto!" Yo respondí. "La nada de por sí parece atemorizante. Pero mire ahora. ¿Es solo nada, o es una nada que está llena de todo? "Ah, ya veo lo que quiere decir. ¡Por supuesto! ¡No es sólo vacío, sino que también está lleno! ¡Bueno, eso es diferente!" Su enojo se derritió en cuestión de segundos. Esta experiencia fue emocionante, pero también ilustra un principio de un taller ― no apelar al razonamiento sino a la experiencia.
Yo conocí la vía sin cabeza cuando era un adolescente, y he vivido la mayor parte de mi vida con muchos amigos a mi alrededor que ven Quiénes son. En otras palabras, crecí en una mini-sociedad donde el Ver era normal. Todo el mundo estaba consciente de ser capacidad para el mundo. Estaba en el aire. Sólo tenías que estar cerca de estos amigos para recordar tu verdadero Ser. Un taller es una situación similar ― por unas pocas horas es una mini-sociedad donde ver tu verdadero Ser está en primer plano. Estar sin cabeza es de dominio público. Se acepta ― ¡está bien estar sin cabeza! De hecho, en una sociedad como esta, ¡es difícil no estar sin cabeza! Es contagioso.
Pero aquí hay un punto importante ― ver que eres el Ser no significa negar o descuidar tu yo humano separado. A veces la gente dice algo así: "Me siento separado, por lo tanto no puedo estar viendo Quién soy". Bueno, ¡yo digo que puedes! ¡Inténtalo! Mira a ver si puedes conscientemente ser espacio para ese sentimiento de separación. ¿No es esa la forma en que estás construido ― capacidad para todo lo que está sucediendo? Tú eres ambos, el Uno (en privado) y una persona (públicamente). A veces puedo escuchar un profundo suspiro de alivio en un taller cuando la gente se da cuenta de que no tiene que deshacerse de su propio yo personal.
En un taller llevo a la gente a través de una serie de experimentos ― cada experimento pone de manifiesto un aspecto diferente de la vía sin cabeza, un diferente beneficio potencial. Algunos son visuales, otros no visuales; algunos investigan la ubicación de los pensamientos y los sentimientos; algunos señalan la quietud en el corazón del movimiento; algunos exploran la manera en que llegamos a identificarnos con nuestro yo personal...
Un potente experimento consiste en mirar a otra persona y darte cuenta de que ves su cara pero no la tuya. Recientemente, después de hacer este experimento, he estado invitando a personas en el taller a ponerse en círculo y elegir a otra persona del círculo, a mirarla y luego describir con sus propias palabras su experiencia de estar cara a no-cara. Tal vez digan cosas como: "Tengo tu cara en vez de la mía. Yo soy capacidad para ti ― tú estás dentro de mí. Yo soy tú..." Cualquiera que sean las palabras utilizadas, esta puede ser una experiencia profundamente conmovedora. Después de hacer esto, un amigo me dijo: "Normalmente, cuando estoy con otros, me doy cuenta de que tengo sus caras en vez de la mía, pero no se lo digo. Es mi secreto. Así que sentarse frente a alguien y decírselo ― ¡le estoy diciendo mi secreto! Es una cosa íntima, hermosa y potente que hacer". No sólo es potente declarar esta verdad a otra persona ―hacerlo público por así decirlo― también es potente estar en el extremo receptor. Alguien está compartiendo contigo la verdad más profunda, más privada y maravillosa sobre sí mismo.
Me encanta compartir la vía sin cabeza, pero no voy por ahí reuniendo estudiantes. ¡En vez de eso voy haciendo amigos! ¿Cómo podría enseñarte acerca de "nada"? ¿Cómo podría decirte que tengo algo que tú no tienes? Es ridículo. No puede haber jerarquía en este nivel. Pero puede haber amistad. Tengo la sensación de que compartir esto entre amigos es de lo que trata el universo.