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Robert Adams -- El Silencio del Corazón

Todo está bien y todo se desarrolla como debería

Por Paula Marvellythe culturium, 14 de mayo de 2017
Robert Adams

«La enseñanza más elevada de este mundo es el silencio. No hay nada más elevado. Un devoto que se sienta ante un sabio purifica su mente por el sólo hecho de estar en su presencia. La mente se purifica automáticamente. Sin intercambio de palabras, sin pronunciar palabra. El silencio es la realidad última. En este mundo todo existe a partir del silencio. El verdadero silencio significa en verdad profundizar en el interior de uno mismo hasta el lugar en el que nada ocurre, donde trasciendes el tiempo y el espacio. Te adentras en una nueva dimensión de la nada. Allí es donde reside todo el poder. Tu verdadero hogar. El lugar al que de verdad perteneces, un silencio profundo en el que no existe ni el bien ni el mal, donde nadie esta tratando de conseguir nada. Solo siendo, puramente siendo.»

Cuando descubrí la obra de Robert Adams, había sufrido un empacho de enseñanzas de la no-dualidad y estaba literalmente exhausta de la agotadora travesía a lo largo del llamado camino espiritual. Además, no me sentía cerca del conocimiento absoluto, cosa que no me permitía disfrutar de un estado interior de tranquilidad, equilibrio o paz.

Alan Jacobs, Presidente de la Fundación Sri Ramana Maharshi en Londres, siempre me había dicho que consideraba a Robert Adams un jnani auto-realizado, habiendo estado con él en Sedona, Arizona, y experimentado de primera mano la profundidad y quietud de su presencia, poco antes de la muerte de Robert.

Habiendo tenido el privilegio de conocer muchos maestros de satsang a lo largo de los años, me sentía desolada por no haber tenido la oportunidad de conocer a Robert, especialmente por haber sido un devoto de Sri Ramana Maharshi y haber vivido en el Ramanasraman los tres últimos años de la vida de Bagavan.

«Tienes que quererlo. Tienes que amarlo. Tienes que desearlo más que cualquier otra cosa en el mundo. Cuando digo que lo desees más que cualquier otra cosa en el mundo, no lo digo en el sentido de «Yo no lo tengo y deseo tenerlo». Significa sentir, creer y saber que tú eres Eso. Y tú deseas que se te descubra, yendo más profundamente en cada ocasión, desapegándote de todas las cosas que parecen estar sucediendo en la vida, sumergiéndote más profundamente en el interior del Sí mismo (Self). Te sumerges profundamente en el interior del Si mismo hasta el punto que abandonas todo aquello que has ido arrastrando contigo a lo largo de los años.

No hay nadie que no pueda despertar. Desde el momento en que tu verdadero Sí mismo despierta, no hay nada que pueda hacerte regresar excepto tu yo. Por yo entiendo tu mente, tus pensamientos. Tus pensamientos son la única cosa que te hace regresar. Debes mirar esos pensamientos y no permitirles que te hagan nada. No permitas que te atemoricen. Debes recordar la práctica de la Auto-indagación. Preguntar, «¿A quién vienen estos pensamientos?» Tener siempre en mente, no hay pensamientos. Todos estos pensamientos son una ilusión.

Recuerda, utilizas tu mente para destruir tu mente. Vuelves la mente hacia sí misma. Cuando la mente se dirige al interior de sí misma, desaparece, como si nunca hubiera existido. Pero cuando la mente se dirige al exterior, entonces estás bien vivo en el mundo, viviendo todo tipo de experiencias. En la escuela te enseñan a ser extrovertido, a tener una personalidad sociable. ¿Pero en que te convierte esto? Nos convierte a todos en una pandilla de tontos. Mira el mundo en el que vivimos. Observa lo que está pasando. Mira a nuestros líderes, funcionarios del gobierno, funcionarios de estado. Todos son personas extrovertidas.

Se nos ha dicho que ser introvertido es ser un solitario y que nunca llegarás a nada. ¿Adónde quieres ir? Si estas personas se dieran cuenta de que el mundo en el que están actuando es todo karma. En otras palabras, cada persona está en el lugar correcto, donde se supone que debe de estar. No hay errores. Por eso estas personas no piensan que no son un cuerpo y que el mundo no existe sino que piensan que son cuerpos, y que hay un mundo y un universo. Ellos deberían aceptar el hecho de que el karma es el soberano del universo y que cualquier cosa que aparentan ser es esencialmente kármica.

Esta es la razón por la que siempre digo que no hay errores. Estás donde se supone que debes estar según las leyes del karma. Pero no les des vueltas a cómo eliminar el karma o tendrás una batalla entre manos. Tienes que superar esto y darte cuenta que el karma nunca existió y que no existe en realidad. Simplemente despierta. Despierta.»

Robert Adams (21 enero 1928 - 2 marzo 1997) fue un maestro de Advaita americano, nacido en el Bronx y criado en la ciudad de Nueva York. Desde niño, afirmaba tener la visión de un hombre con el cabello y barba blancos que se sentaba a los pies de su cama hablando de forma ininteligible; con el tiempo descubrió que el hombre de la visión era de hecho Sri Ramana Maharshi. Más adelante, a la edad de 7 años el padre de Adam murió de repente y las apariciones cesaron.

A los catorce años, Robert tuvo un despertar espiritual mientras realizaba una examen de matemáticas en la escuela. De manera similar a la completa exasperación de Sri Ramana Maharshi al copiar los ejercicios de gramática, Robert no se había preparado para la prueba y pidió intervención divina diciendo «Dios» tres veces, ya que en el pasado esto le había dado resultados beneficiosos:

«En vez de recibir las respuestas, la clase se llenó de luz, mil veces más brillante que el sol. Fue como una bomba atómica, pero no era una luz ardiente. Era hermosa, brillante, resplandeciente, cálida. Solo pensar en ello me me hace detener y maravillarme. Toda la clase, las personas, las cosas estaban inmersas en la luz. Los demás niños parecían miríadas de partículas de luz. Me encontré a mí mismo diluyéndome en un ser radiante, de consciencia. Me fundí en la consciencia. No era una experiencia fuera del cuerpo. Esto era completamente diferente. Me di cuenta de que yo no era mi cuerpo. Lo que parecía ser mi cuerpo no era real. Me adentré más allá de la luz en la pura consciencia radiante. Me volví omnipresente. Mi individualidad se fundió con el éxtasis puro y absoluto. Me expandí. Me convertí en el universo. La sensación era indescriptible. Era una dicha total, alegría total. Lo siguiente que recuerdo es que la profesora me sacudía. Todos los alumnos se habían ido. Era el único que quedaba en clase. Volví a la consciencia humana. Esta sensación nunca me abandonó.»

Después de esta iluminación, Robert acudió a los sermones del místico cristiano Joel Goldsmith, en Manhattan y después viajó a Encinitas, California, para ser iniciado como monje por Paramahansa Yogananda en la Self-Realization Fellowship; sin embargo, Yogananda aconsejó a Robert que su verdadero satguru era Bhagavan Sri Ramana Maharshi.

Una herencia de 14,000 $ de su recientemente fallecida tía permitió a Robert viajar a la montaña sagrada en la India en 1946 y encontrar al gran sabio quién lo ayudaría a entender completamente e integrar su propia experiencia de liberación.

«Para mí, está bien sentarme aquí y decir que el mundo no existe, que nada existe, pero cuando salgáis por esta puerta, el mundo os golpeará en la cara. Algunos de vosotros os deprimiréis porque tenéis que volver a casa por vuestros medios, tal vez. Os gustaría tener una relación. Algunos de vosotros os sentiréis deprimidos porque tenéis una relación y desearíais estar solos. Nadie es feliz. Todos piensan que hay algo erróneo en su vida. Algunos de vosotros os deprimís porque no podéis conseguir la iluminación.

Pensad en lo que estáis haciendo. Pensad en lo que estáis sintiendo. Así pues, empezamos con un programa. Y desde mi experiencia personal, encuentro que la Auto-indagación es el camino más rápido para el despertar, para algunas personas. Además, uno mismo se implica apasionadamente en la Auto-indagación. Como dije antes, es cierto que escuchar estas palabras y darse cuenta de que todo es consciencia puede despertarte. Pero eso solamente si estás preparado. Con estar preparado quiero decir transcender todas las cosas de las que estamos hablando, todas las emociones, todos los miedos, todas las penas y todas las frustraciones. Si realmente has transcendido esas cosas, eso es todo lo que tienes que hacer. Todo lo que tienes que hacer es escuchar la palabra y despertar. Pero para la mayoría de la gente no funciona así. Entonces, debes practicar alguna forma de sadhana.

La Auto-indagación es muy útil. Simplemente deja que los pensamientos vengan a ti y pregúntate de manera amable, «¿A quién le vienen estos pensamientos? ¿Quién está pensando estos pensamientos? Yo soy». Espera y pregunta sinceramente «¿Quién soy yo? ¿Cuál es la fuente del yo?» Cuando te digo que debes profundizar en el ti mismo, así es como debes profundizar en ti mismo. La gente me pregunta a menudo «¿Cómo profundizas en ti mismo?» Así es como lo haces. Preguntas «De dónde proviene el yo?» El yo está profundamente, profundamente en tu interior. «¿Cuál es la fuente del yo?» Después los pensamientos vendrán de nuevo a ti, entonces repites lo mismo una y otra vez. «¿A quién le vienen estos pensamientos? Vienen a mí. ¿Quién es este mí? ¿Cuál es la fuente del mí?» Mí y yo son sinónimos. «De donde proviene el mí?» Lo repites una vez, otra vez, y otra vez de nuevo.

No miras el tiempo. Olvida el tiempo. No te preocupes de nada. Dedica el tiempo a ti mismo. La mayoría de personas no pueden dedicar tiempo a sí mismas. Mucha gente me dice que dedican mucho tiempo a sí mismas, pero si vas a sus casas la TV está encendida, la radio está encendida. Esto es lo mismo que si tuvieras a gente en tu casa. Cuando digo dedicar tiempo a ti mismo, me refiero en silencio. Toma el tiempo. Siéntate en una silla y observa tus pensamientos y empieza a preguntar, «¿A quién le vienen estos pensamientos? ¿Quién es este yo? ¿Cuál es la fuente del yo? ¿De dónde proviene?

Simplemente quédate sentado en silencio. No intentes no pensar, porque si intentas no pensar, tendrás pensamientos de los que no podrás deshacerte. Te llenarás de pensamientos si intentas no tenerlos. No hagas nada, absolutamente nada. Observas como vienen los pensamientos y de manera amable preguntas, «¿A quién le vienen estos pensamientos? Me vienen a mí. Yo los pienso. ¿Quién es este yo? ¿De dónde proviene? ¿De dónde surge? ¿Quién es el yo? ¿Quién soy yo?» Continua así. Los pensamientos vienen de nuevo. Vuelves a hacer lo mismo otra vez, otra vez, y otra vez de una manera tranquila y calmada.»

Robert estuvo en la India durante aproximadamente los siguientes veinte años, visitando otros jnanis, como Nisargadatta Maharaj, Anandamayi Ma, Neem Karoli Baba y Swami Ramdas, regresó a Estados Unidos en los años sesenta y finalmente se instaló en Sedona hasta su muerte a la edad de 69 años.

Siempre mantuvo que sus satsangs eran básicamente la «confesión de un jnani» a través del cuerpo físico de Robert; nunca se proclamó a si mismo como un maestro, predicador o filósofo, añadiendo que no tenía nada nuevo que decir. Además, su mensaje no-dual había sido esclarecido en la doctrina del Vedanta Advaita como la enseñaron Adi Shankara y Sri Ramana Maharshi.

Robert fue relativamente desconocido durante su vida; solo un puñado de devotos se sentaban con él en su modesta casa. Las transcripciones de sus charlas se hicieron para uso exclusivo de sus seguidores excepto la publicación póstuma de su obra Silence of the Heart: Dialogues With Robert Adams (El Silencio del Corazón: Diálogos con Robert Adams).

«Cuando entiendas realmente quién eres, experimentarás una felicidad genuina. La felicidad que únicamente soñaste. La felicidad en el silencio, en el que nada acontece, pero eres feliz, siempre feliz, siempre en paz. Todos los dioses a los que has estado rezando durante toda tu vida, todos los budas en los que te has refugiado, los Krishnas, los Kalimas, los Shivas, el Cristo, Alá, todos se encuentran en tu interior. ¡Tú eres Eso! No existe un Dios externo a ti. No hay Buda, Dios y tú. Solo existe un Sí mismo y eres tú. Medita sobre esto.

Todos queremos ser felices. ¿Cómo ser feliz, qué tenemos que hacer? Siéntate contigo mismo, profundiza en tu interior y descubre la realidad sobre ti mismo, esto es: no eres el sujeto ni el objeto. No eres el observador ni lo observado. Tú eres el testigo de todas esas cosas. El testigo, todo lo que ves. Miras, observas, ves. Y finalmente no eres el que mira, no eres el que observa, no eres el que ve.

Eres como un jarrón. Un jarrón tiene espacio en su interior y en su exterior. El espacio interior no tiene ninguna diferencia con el espacio exterior. Cuando el jarrón se rompe, el espacio interior sale al exterior. Solo hay un espacio. Así pasa con nosotros. Tu cuerpo es el jarrón y parece que tengas que salir al exterior para conocer la verdad. El exterior parece estar dentro de ti. El exterior también está sin ti. Hay espacio ilimitado. Cuando trascendemos el cuerpo es como un jarrón roto. El Sí mismo de tu interior resulta ser el mismo que el Sí mismo del exterior. El Sí mismo se fusiona con el Sí mismo. Algunas personas definen al Sí mismo interior como atman. Y también es nombrado Brahman. Cuando el cuerpo ya no está en la ecuación, atman y Brahman se vuelven uno. Se vuelven Brahman, unidad, realidad absoluta, pura conciencia. Se vuelven libres y liberados.

No hace falta esperar a que el cuerpo muera para que esto suceda, nos puede suceder ahora mismo. Puedes ser libre y liberado ahora mismo, si lo deseas. Lo único que tienes que hacer es dejar que suceda. Tienes que dejar ir todo aquello que te está manteniendo en la esclavitud, mentalmente. Escucha tu corazón. Obsérvate a ti mismo. Conoce tus sentimientos, tus emociones. ¿Son realmente tú? ¿Eres tus emociones? ¿Eres los sentimientos que observas? ¿De dónde vienen estos sentimientos? Pregúntate a ti mismo ¿Quién soy yo? ¿De dónde vienen estos sentimientos? ¿De dónde vienen mis pensamientos? ¿De dónde viene mi vida? ¿Quién está vivo? ¿Quién está creciendo, haciéndose mayor y muriendo? ¿Quién está jugando el juego? ¿Quién es el yo que está jugando el juego? ¿Quién soy yo?»

Al igual que muchos viajeros, he leído muchos libros, asistido a muchos encuentros, reflexionado, y a menudo pontificado, sobre muchas cosas. Por eso, cuando descubrí el material de Robert, o mejor, cuando el material de Robert me encontró a mí, supe instintivamente que la búsqueda había llegado a su fin.

Tal vez sean la agudas acotaciones de Robert, su directa franqueza, su acercamiento sencillo y compasivo. Y además, a diferencia de muchos otros enfoques de la Nueva Era/Neo Advaita, sus enseñanzas se basan en la teoría no-dual del Vedanta Advaita, con una práctica específica de cómo controlar la mente a través de la Auto-indagación (Atma Vichara), otorgándole no sólo dignidad, sino el poder de producir resultados palpables.

Además, se las apañó de alguna manera para cortar con la verborrea teórica e intelectualizante como solo alguien que ha transcendido su propia mente es capaz de hacer. En efecto, estar y empaparse, ante la presencia de alguien que emanaba el más profundo e inefable silencio ―sin embargo, paradójicamente de segunda mano a través de la palabra escrita― puede ser la única cosa en la vida que finalmente tiene un valor significativo.

«Debes querer ser libre. Debe llegar a ser lo primero antes que cualquier otra cosa. Todo lo que has hecho durante toda tu vida, solo es un juego, un juego que estás jugando contigo mismo, solo parece ser real. La única realidad es el Sí mismo y tú eres Eso. ¿Porque buscas otras cosas? Todo lo demás cuidará de sí mismo. Has de permanecer en el Sí mismo, solo en el Sí mismo. Cualquier otra cosa cuidará de sí misma de una manera hermosa. Eres espacio ilimitado, como el océano, como el cielo, omnipresente. Esta es tu verdadera naturaleza. Pero por alguna razón crees que eres un cuerpo, confinado en un pequeño espacio. Esto no eres tú. Es una ilusión. Eres la realidad absoluta omnipresente. Es tu verdadera naturaleza. Esto es lo que eres realmente.

Solo por pensar sobre estas cosas todo el tiempo, algo comienza a ocurrirte, algo maravilloso. No piensas en el tiempo o en el trabajo diario o en tus problemas. Para todos los pensadores, ¿quién piensa? Averigua ¿quién tiene esos problemas? Averigua quién eres en realidad, ¿quién soy yo? De ti depende despertar de este sueño mortal. Puedes continuar tal como estás ahora, con las cosas buenas y las cosas malas. A pesar de todo vives en un universo de dualidades, eso significa que por cada cosa buena hay una mala. Por cada una mala hay una buena. El mundo en el que vives es falso. Debes despertar a esta verdad.

Sé consciente de ti mismo, siempre. El mundo pasa por su propio karma. No tiene absolutamente nada que ver contigo. Tú perteneces a Dios. Todo lo que ves es Dios. Es por esta razón que debes evitar los juicios. Deja cada cosa en paz. Practicando estas cosas, te volverás radiantemente feliz. Todo el mundo quiere algo. Si tu mente para de pensar, ¿qué ocurre? Algunos de vosotros pensáis que no tendréis nada, que tendréis más problemas. Pero es al contrario. Experimentas la dicha, alegría y felicidad cuando no deseas nada. Por lo que sabemos, la gente desea algo y cuando lo consigue, se vuelven más desgraciados que antes.

Nada está mal. Todo está bien tal como está. No intentes comprenderlo ni imaginarlo. Déjalo en paz. Sucederá por sí mismo, manteniéndote en silencio y calmado. Tu mente se calma a causa de la realización. Déjala tranquila. En cualquier situación estate calmado. Déjala tranquila y silenciosa. El mundo no necesita tu ayuda. ¿No eres tú el mundo? ¿No eres tú el Creador? Tú creaste el mundo tal como es. Salió de ti, de tu mente. El mundo en el que estás, es una creación de tu propia mente. Cuando la mente se vuelve calmada, el mundo empieza a desaparecer. Y estás en divina armonía y felicidad. Además, la felicidad llega cuando paras de pensar, cuando paras de juzgar, cuando paras de tener miedo. Cuando empiezas a contemplar lo que es la felicidad. Todas las respuestas están en tu interior. Todo lo que estás buscando está en tu interior, todo.

Nadie puede ayudarte, excepto tu Sí mismo. Conoce quién eres. Tú eres el poder. Todo el poder del universo está en tu interior. Tienes todo el poder que necesitas. Todo está bien, sumamente bien. Siempre ha estado bien, siempre estará bien. Cuando te marches de aquí hoy actúa como un dios o una diosa. No actúes como un ser humano nunca más. Deja de compadecerte de ti mismo, diciendo que eres desgraciado. Mantente erguido. Conoce la verdad acerca de ti mismo. Sé el testigo de todos los fenómenos que ves y se libre. Paz.»

Paula Marvelly

Paula Marvelly, creadora y editora de The Culturium, ha pasado muchos años escribiendo sobre espiritualidad, la cultura y las artes. Tiene una licenciatura (con honores) en inglés del Royal Holloway College de la Universidad de Londres y obtuvo un postgrado de investigación en Filosofía en Estudios Europeos del Selwyn College de la Universidad de Cambridge. Es autora de dos libros de no ficción y también es una cineasta artística. Puedes navegar por su trabajo en Amazon, Vimeo y YouTube.

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