Artículos - Tony Parsons
¿Qué es lo que es?
Por Tony ParsonsTodo lo que hay es lo que es... pero ¿qué es lo que es?
Bueno, no hay una verdadera respuesta a esa pregunta. Sin embargo, parece que lo que es podría ser justo lo que está sucediendo... leer estas palabras, estar sentado en la silla, los árboles que crecen, los sonidos, las sensaciones, las nubes o los pensamientos que pasan y así sucesivamente. En términos simples, estos acontecimientos sólo parecen ser lo que está sucediendo. Pero la perspectiva aquí es que la esencia de lo que está sucediendo es un secreto abierto.
Se sugiere que lo que es, es la unidad apareciendo como dualidad, lo absoluto siendo relativo. Es el tesoro más anhelado y más temido... el amante perfecto y la muerte. Por supuesto, es la paradoja última, siendo a la vez todo y nada.
No hay posibilidad de que la esencia de lo que es pueda describirse, comprenderse o conocerse.
El buscador intenta ser consciente de lo que es y de inmediato esa función separa y obetiviza y hace sólido eso que es maravillosamente flotante, efervescente e inaprensible.
La esencia de lo que es no puede ser vista por mí y por lo tanto "mí" nunca se siente satisfecho porque en sus experiencias parece que le falta algo.
En lo que es también está lo que no es. Esta es la maravilla de la totalidad porque aparece como ambos simultáneamente. Todo lo que es algo también es ya nada... ¡no hay dos! Por lo tanto, todo es real e irreal, pero "mí" experimenta todo como lo único real. Dentro de esta ilusión "mí" intenta transformar esta experiencia dualística e insatisfactoria en procesos tales como "vivir el momento" o "estar aquí ahora" o aceptar todo como "consciencia".
Sin embargo, y de nuevo, la maravillosa paradoja de la obra de teatro de la totalidad es que la historia de "mí" también es lo que es. Todos los sueños y las esperanzas, los procesos y las aspiraciones religiosas son sólo la totalidad apareciendo como una entidad separada corriendo en pos de sí misma y también escondiéndose de sí misma siendo ya todo. Y siendo todo, incluso la evitación o el rechazo de lo que es, es lo que es.
Así que lo que es anhelado constantemente canta la única canción de libertad que nunca puede perderse o encontrarse porque ya es todo lo que hay.
Tony ParsonsFebrero 2013
Nada que vender
La comunicación de The Open Secret (El Secreto Abierto) sólo puede apuntar a la simple maravilla de ser, y tratar de iluminar la inutilidad de buscarlo. No acepta ni rechaza las enseñanzas de los caminos o procesos espirituales, pero expondrá, sin compromiso, el error singular y fundamental que impulsa la creencia de que hay algo que se llama un buscador que tiene que buscar otra cosa llamada iluminación.
The Open Secret no se compromete con las necesidades y expectativas del buscador. Tampoco intenta atraer o complacer con promesas de una experiencia fácil y agradable de la liberación. ¿Quién podría prometer eso y quién lo experimentaría?
Puesto que la idea del libre albedrío y de elección individual es vista como un sueño ilusorio, no hay una agenda o intención de ayudar o cambiar la individualidad. En lo que se refiere a la persona aparente, no hay nada que vender aquí.
La sensación de ser un individuo separado parece muy real y afecta a todos los aspectos de esa experiencia aparente. Es un estado de energía contraída que se encarna y que trae consigo un sentimiento de inquietud y anhelo. Puede haber un sentimiento sostenido de sentirse indigno y de haber perdido algo indescriptible. Es como si el "mí" residiera dentro de los límites del cuerpo y viera todo afuera como algo más con lo que tiene que negociar. De estas experiencias se genera una compulsión de buscar continuamente el bienestar o la liberación. Este es el sueño de la individualidad que parece real hasta que no lo es.
El "mí" busca la paz y la realización personal, el "mí" busca el auto-mejoramiento o la pureza, la presencia o el desapego. El "mí" busca la claridad o cualquier fórmula que le dará al "mí" lo que piensa que quiere o necesita. Pero que el "mí" no consiga lo que quiere no es el dilema. El dilema es el "mí".
Ninguna cantidad de esfuerzo, de proceso, de claridad y de creencia nunca puede traer nada más que más "mí" buscando lo que el "mí" no puedo tener o conocer.
La sugerencia de que la separación es sólo un pensamiento o una comprensión que aparece y desaparece en la presencia es una idea inicialmente atractiva para el buscador que sueña con una respuesta fácil que no sea personalmente desafiante y le traiga felicidad permanente. Los pensamientos de separación son sólo historias individuales sobre un estado ya mantenido de sentirse restringido y aparte. Si la separación fuera sólo un pensamiento o una creencia, podría apercibirse o cambiarse por su opuesto, y luego "BINGO" vendría la liberación... ¡o eso es lo que creen!
Dichas comunicaciones idealistas a menudo van de la mano con una reiteración incesante de la idea de que la separación es "estupenda" porque siempre sólo hay unidad. Esto es como decirle a una persona ciega que la ceguera es "estupenda" porque todo lo que hay es ver. Por supuesto, sólo hay unidad. Pero lo que aparentemente surge en la unidad es un profundo sentimiento de separación que no se siente "estupendo".
Estas nociones conceptuales hablan sólo de los síntomas y no reconocen el origen del aparente dilema que puede colmar cada parte de sentirse separada.
En esencia lo que se busca es amor. Pero es el amor que es absoluto, eterno y omnímodo. Es este amor incontenible que muchos han vislumbrado, y que he tratado de describir en The Open Secret cuando parecía estar caminando por un parque y luego ya no era nadie. No había experiencia porque de repente no había un experimentador. Era una visión que nadie vislumbraba. Entonces regresé como "una persona", y traté una y otra vez de volver a descubrir ese amor incondicional que yo no podía conocer.
Es ese amor que es aludido en la literatura, la música y el arte. Las más fascinantes historias de amor son sobre el amor no correspondido, porque apuntan a ese amor absoluto, que el individuo no puede poseer. La poderosa fascinación del enamoramiento surge de un sentido primario de que en ese amor uno podría perderse. Es ese amor incontenible el que está en todo nuestro anhelo y es la plenitud en el vacío, el todo en la nada. Es el amor incondicional que también aparece como su opuesto. Maravillosamente, también es ese mismo amor que nos canta constantemente a través de nuestros sentidos y en cada parte de la vivacidad que está aconteciendo.
La liberación es una palabra usada para describir una aparente liberación de la ilusión de sentirse prisionero y aparte del amor, o la totalidad. Ese cambio es esencialmente una liberación energética de la contracción en lo ilimitado.
Siempre y cuando haya un intercambio profundo y sin concesiones de la paradoja real de ser, puede emerger una palpable resonancia. En esa apertura puede haber una liberación de esa contracción en lo ilimitado y lo que surge es la maravilla de simplemente ser.