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Artículos - Alan Jacobs

La paradoja de la mente

por Alan Jacobs 10 de marzo de 2009
Alan Jacobs

"Oh Mente, no desperdicies tu vida vagando fuera, persiguiendo milagros y complaciéndote en los placeres. Conocer el Ser a través de la gracia y permanecer de esta manera firmemente en el Corazón es lo único que vale la pena." [1]

Esta cita relevante nos lleva a considerar que lo que llamamos "mente" puede concebirse como una gran paradoja. Desde un punto de vista, es un buen amigo, pero desde otro es un enemigo malintencionado.

Como buen amigo, nuestra mente es indispensable cuando se trata de navegar a través del peligroso mundo de los sueños de la vida. La mente contiene un gran poder de discriminación intelectual y razón. Este es un accesorio adecuado e indispensable para que nuestra sadhana (práctica espiritual) progrese.

Bhagavan llama a la mente "un poder maravilloso en el Ser" [2], y afirma que nuestros pensamientos surgen desde el pensamiento "Yo", de esta fuente, y que surgen en el Corazón [3].

Esto nos lleva a la conclusión de que nuestro destino está controlado en gran medida por los diferentes pensamientos que nos llegan. En efecto, somos como marionetas, controlados por un benévolo gobernante interior que en última instancia predetermina el desarrollo espiritual que nos lleva a la Realización del Ser.

Algunos pensamientos los consideramos apropiados y entonces actuamos. Algunos pensamientos los rechazamos por considerarlos inapropiados e indignos. Cuando no reaccionamos a los pensamientos sino que permanecemos en la conciencia, estos pierden su control sobre nosotros. La mente purificada de la identificación con los pensamientos se funde en su Fuente, en el Corazón, y así el estado libre de pensamientos del Ser es reconocido dentro.

Es un aforismo vedántico que "todos los capullos del almendro finalmente se abrirán, pero algunos se abrirán más temprano y otros más tarde". Esto es obviamente en una escala de tiempo muy larga desde nuestro punto de vista humano, basado en nuestra ignorancia. A través de nuestra práctica espiritual finalmente nos convencemos de que no somos los "hacedores de acciones", como creímos erróneamente.

La mente como enemigo, sin embargo, es sinónimo del difamado término "ego" y nuestro principal obstáculo para la Realización del Ser. La mente contiene el accesorio del cerebro u órgano de cognición que crea Maya, o la ilusión, para que el sueño personal suceda.

Integradas en el órgano de cognición están las percepciones de espacio, tiempo, y causa y efecto que crean el escenario para que el limitado aparato sensorial funcione y el sueño personal tenga lugar.

La mente también está repleta de tendencias dañinas e inútiles influencias acumuladas que oscurecen al Ser Real, y que finalmente tienen que ser sacrificadas en un acto de rendición total, al Ser Real en el Corazón, para que ocurra la Auto-Realización. Entonces la parte purificada de la mente continuará como un sirviente, ya no será el Amo tiránico. Toda la perspectiva ha cambiado. Se ha producido un cambio perceptual y se reconoce que el substrato de todo lo percibido es Divino y una Unidad.

Como Sri Bhagavan ha dejado en claro, a través de la constante y persistente Auto Indagación y Rendición llegamos a realizar que, como dice: "La mente vuelta hacia dentro es el Sí Mismo; vuelta hacia fuera, se convierte en el ego y en todo el mundo" [4], ¡y es de hecho el Sí Mismo! Esta trascendental declaración destaca la gran paradoja de la mente. Ahora examinemos su Naturaleza.

Bhagavan a menudo nos dice que "la mente es solo un conjunto de pensamientos" [5]. Esto puede ser confirmado por la auto-observación cuando notamos que nuestras mentes pasan velozmente de una rama de pensamiento a otra, lo que conduce a lo que Shankara y otros Sabios han llamado la "mente de mono".

Esta "mente de mono" se rige por la tendencia a asociar un evento con otro, a través de la memoria y su respuesta condicionada. La auto-observación muestra que la mente consiste en miles de pequeños "yoes" fragmentados, que conforman el término general "Pensamiento Yo". Cada "yo" separado ha sido condicionado para producir una respuesta o función establecida, que se desempeñará en cualquier situación dada.

No parece haber ninguna entidad central ahí, podemos decir "yo", pero [sería] solo esta gran colección de diferentes pequeños "yo", con sus propias voces. El Yo Real o Sí Mismo está considerablemente velado por este contenido mental. La raíz de esta psicosis es la identificación de la mente con el cuerpo físico. Este es el Arco Vasana que la persistente y seria Auto-Indagación y Rendición tiene que eliminar.

La mente crea un efecto de espejo que significa que estamos viviendo desde una Consciencia reflejada impura y reducida, y no desde la Conciencia Pura Absoluta del Jnani o el Ser Real. También dividimos nuestras percepciones en un sujeto imaginario que llamamos "yo" y un objeto allá fuera, en lugar de ver una unidad no-dual.

Bajo el juego de los tres Gunas y la Ley de las Polaridades, o el juego de los opuestos, el contenido emocional de estos pequeños yoes o pensamientos está cambiando continuamente, más o menos sin control y algo caótico. El péndulo emocional oscila entre la euforia y la depresión, hasta que aprendemos algo de ecuanimidad a través de nuestra práctica espiritual.

Incluso hay fuertes contradicciones no observadas que se convierten en expresiones de aversión, cuando no nos damos cuenta de que tenemos la misma tendencia en nosotros mismos y, por lo tanto, la proyectamos en otros. No es de extrañar que Bhagavan llamara a la mente "dispersa y pervertida", y el principal obstáculo para la Realización del Ser.

En el budismo Chan, la mente también recibe el nombre de "la Matadora de lo Real". Bhagavan también nos ha dicho que la mente es un tirano que nunca se matará a sí mismo, y solo pretende, como un ladrón que se disfraza de policía, atraparse a sí mismo. Entonces la mente es intrínsecamente hipócrita.

En consecuencia, a través de la práctica espiritual aprendemos la necesidad del control mental si nuestra sadhana ha de progresar. Bhagavan nos enseña que observar el flujo de la respiración aquieta y controla la mente. El uso de mantra japa también detiene la mente que divaga como la cadena alrededor del elefante salvaje. La Auto-Indagación lleva al pensamiento disperso a su fuente.

En última instancia, la Gracia es necesaria para destruir la mente. Ésta actúa en respuesta a la parte inteligente de los propios esfuerzos de la Auto-Indagación y la Rendición. La mente no puede juzgar su propio progreso en la sadhana, y debe continuar implacablemente hasta que la Gracia dé el golpe final y la mente se desmorone, y luego nos lleve a lo que paradójicamente se llama el "estado sin mente".

En el "estado sin mente" que es vivir desde el Ser [o Sí Mismo], y no desde la mente inquieta y pervertida, que ahora se ha vuelto inofensiva como dice Bhagavan "como una cuerda quemada" o "la luna en el cielo al mediodía". Descubrimos que el Ser contiene grandes poderes de silencio profundo, amor incondicional, claridad, presencia consciente y la Gnosis de Jnana. Tal es el glorioso regalo de esta gran Enseñanza que, si se practica sinceramente, algún día, en esta u otra vida, conducirá a este prometido y bendecido estado de bienaventuranza.

Notas:
  1. Padamalai, P. 137 de 8 "The Mind And its Creations" (La Mente y sus Creaciones)
  2. Who Am I? (¿Quién Soy?) 8. Colección Obras 2004
  3. Who Am I? (¿Quién Soy?) 9 Colección Obras 2004
  4. Day by Day (Día a Día con Bhagavan), 11 de enero 1946
  5. Talks (Conversaciones) 195.
(Traducción de Tarsila Murguía)

Fuente: Luthar.com