Artículos - Swami Sivananda
El mundo es una ilusión
Por Swami SivanandaEste mundo es un juego de colores y sonidos. Este universo que percibimos es un juego de los nervios. Es un falso espectáculo mantenido por la magia de Maya, la mente y los nervios. Disfrutas de los placeres sensuales por un período de veinte años, cuando los sentidos están fuertes. ¿Qué es este corto y evanescente período de veinte años en la eternidad? ¿Qué es esta despreciable, discordante y monótona vida sensual en comparación con la vida eterna y pacífica en el Ser inmortal interior? Si el nervio del gusto, el glosofaríngeo se paraliza, no puedes disfrutar de los diferentes tipos de platos de sabor agradable. Si se paraliza la retina o el nervio óptico, no puedes disfrutar de las diversas formas bellas. Si se paraliza el nervio auditivo, no puedes escuchar música melodiosa. Si se paraliza el nervio olfativo, no puedes disfrutar de varios tipos de dulce fragancia. Si se paraliza el nervio sensorial de las manos, no puedes disfrutar de las cosas suaves. Si se paraliza el nervio origen, no puedes disfrutar de la felicidad conyugal. ¿No ves ahora claramente que este mundo es un mero juego de los nervios? ¿No entiendes que este universo de opuestos es ilusorio? Tendrás que depender de estos nervios y de los sentidos para tu felicidad. Si estos nervios dejan de funcionar, te conviertes en un desgraciado aunque poseas una enorme riqueza. ¿Puedes afirmar que estos pequeños placeres sensuales ilusorios, que dependen del juego de los nervios, te proporcionan la verdadera felicidad duradera? Es sólo un simple picazón de nervios, lo que hace cosquillas a esas almas engañadas que han perdido su poder de discernimiento y comprensión.
Eres engañado o burlado por los sentidos. Eso que cambia y que es perecedero no puede ser real. En realidad no hay mente ni materia ni mundo ni creación. Sólo Brahman brilla en Su prístina gloria. Esta es la Verdad absoluta.
La totalidad de la experiencia que consiste en el perceptor y lo percibido es meramente una imaginación de la mente. Lo que existe sólo en la imaginación no existe en la realidad absoluta. La dualidad que consta de sujeto y objeto es una creación de la mente y de los sentidos externos.
Siempre que hay fe en la causalidad, el mundo está eternamente presente. Cuando esta fe es destruida el mundo no está en ninguna parte.
Aquello que no es nada en el principio y en el final no necesariamente existe en el presente. Los objetos son todos como ilusiones ordinarias, aunque se consideran como reales.
En el sueño profundo no tienes ninguna experiencia del mundo, porque no hay mente. Esto demuestra claramente que habrá mundo sólo si hay mente y que solo la mente crea este mundo. Esta es la razón por la que los Srutis declaran que este mundo es Manomatram-jagat y Manahkalpitam-jagat (la mente crea y la mente destruye este universo).
En Samadhi o estado súper-consciente, donde hay aniquilación de la mente, no hay mundo. Al igual que la serpiente en la cuerda se desvanece cuando se aproxima una lámpara, así también este mundo que es una mera apariencia o sobre-imposición desaparece cuando uno alcanza la iluminación, cuando amanece el sol del conocimiento.
Un sabio liberado no tiene ningún mundo. Este mundo es ilusorio o irreal para el hombre de discernimiento. Para el hombre apasionado e ignorante este mundo es una sólida realidad. Está inmerso en el Samsara. Este mundo es todo para él. No hay nada más allá de este mundo.
Porque se diga que no existe el mundo, los jóvenes aspirantes no deben abandonar la práctica del Karma Yoga. Las personas en quienes ha surgido un poco de desapasionamiento no deberían abandonar el mundo. Este mundo es el mejor maestro. Tienes que aprender muchas lecciones de este mundo. Permanece en el mundo pero no seas mundano. Ve el mundo sólo como Brahman. Cambia tu ángulo de visión. Serás feliz y sabio. Si mantienes constantemente ante la mente la idea de que el mundo es irreal, desarrollarás desapasionamiento y un deseo ardiente por la liberación.
El tiempo es un modo de la mente. El tiempo es una creación mental. El tiempo es un truco o juego de manos de la mente. El tiempo es una ilusión. Brahman está más allá del tiempo. Es la eternidad. Hay un tiempo local. Si son las 12 en Madrás, son las 12.23 en Calcuta. La 1 en Rangún, la 1.30 en Singapur, las 6.30 en Londres, las 12.30 en Chicago y la 1.30 en Nueva York. ¿Qué es todo esto? No hay uniformidad. ¿No indica esto que el tiempo es una creación de la mente? Vete más allá del tiempo y descansa en el Brahman atemporal, eterno e imperecedero.
"Arriba y abajo", "dentro y fuera", "placer y dolor", "alto y bajo", "grande y pequeño", "delgado y gordo", "virtud y vicio", "bueno y malo", "belleza y fealdad", "ahora y después", "aquí y allá" son términos relativos. Todos estos son una creación mental solamente. "Arriba" se vuelve "abajo" y "abajo" se vuelve "arriba". Este palo se vuelve pequeño en comparación con otro palo más gran. Ese gran palo se volverá pequeño si se compara con otro palo más grande. "Dentro" se convertirá en "fuera" y "fuera" se convertirá en "dentro".
Lo que es bueno en un momento es malo en otro momento. Lo que es bueno para un hombre es malo por otro hombre. Lo que es Dharma para uno es Adharma para otro. Lo que es Dharma en un momento es Adharma en otro momento. Brahman no es ni delgado ni gordo, ni grande ni pequeño. En Brahman no hay ni dentro ni fuera, ni virtud ni vicio, ni placer ni dolor, ni bueno ni malo. Es una esencia homogénea de bienaventuranza y conocimiento, donde no hay juego de la mente, ni tiempo ni espacio, ni Oriente ni Occidente, ni pasado ni futuro, ni jueves ni viernes.
Mañana se convierte en hoy y hoy se convierte en ayer. El futuro se hace presente y el presente se vuelve pasado. ¿Qué es todo esto? Es una creación o un truco de la mente solamente. En Ishvara todo es sólo presente, todo es sólo aquí. Brahman está más allá del tiempo.
En el sol no hay ni día ni noche, ni ayer ni mañana. La mente ha creado el tiempo y el espacio. Cuando eres feliz, el tiempo pasa rápidamente; cuando eres infeliz el tiempo se hace pesado. Este es sólo un mundo relativo. La teoría de la relatividad de Einstein arroja mucha luz sobre la naturaleza de Maya y este mundo.
¿Cómo se manifiesta el espacio en el Brahman sin espacio? ¿Cómo vienen a la existencia el este, el oeste, el norte y el sur? Esto es también una creación o un truco de la mente. Cuando estás cansado, incluso un estadio te parecerá como una milla. Cuando estás vigoroso, una milla te parecerá como un estadio. Para un Jivanmukta o veedor no hay ni tiempo ni espacio. Él contempla al único Brahman que es sin tiempo y sin espacio.
Existe el número dos, porque existe el número uno. Si empiezas a contar desde el dedo meñique, el dedo pulgar será el número cinco y si empieza a contar desde el pulgar, el dedo meñique será el número cinco. Uno, dos, tres, etc., son sólo cifras relativas. Tiene que haber un sustrato inmutable, real, permanente para esta apariencia. Ese sustrato es Brahman o tu propio Ser. En realidad no hay ni dos ni tres. Sólo hay Existencia o Verdad o Brahman.
Cuando ves una cascada, el agua fluye de forma continua. Si tomas una fotografía, ves la cascada en la imagen, pero no hay movimiento del agua en la imagen. El movimiento es una creación mental. Es un truco de la mente y del ojo. El movimiento es un término relativo. Sólo el objeto parece moverse. El movimiento es una ilusión. Detrás de los objetos que se mueven, está el Atman o Brahman absolutamente inmóvil. ¿Adónde podría moverse Brahman, cuando Él es omnipresente e infinito? Sentado Él va muy lejos; acostado Él está en todas partes; porque Él es omnipresente e infinito.
Hay un profundo silencio detrás de los sonidos ruidosos y tumultuosos de este mundo. Este profundo silencio es Brahman o el Ser Supremo. Si retiras tu atención no hay sonido. El sonido también es una creación mental. Cuando la mente está conectada con el órgano de la audición, hay sonido. Cuando el oído es retirado de su objeto o cuando la mente se desconecta del oído, no hay sonido. El sonido es un truco de la mente y el oído. Lo mismo ocurre con el color y la forma.
Cada uno tiene su propio mundo. El mono o el perro tiene su propio mundo. Un hombre sordo, un ciego, un loco, un salvaje, un hombre famoso, un niño, un aspirante, un pícaro, un ladrón, un rey y un campesino ― todos tienen sus propios mundos respectivos.
Si estás en Allahabad durante un mes, olvidas todo acerca de tu lugar de origen, tus amigos y familiares. Creas un nuevo mundo propio en Allahabad. Cuando regresas a tu lugar de origen olvidas todo acerca de Allahabad. Es sólo la mente la que crea un mundo. Si matas a esta mente que crea la ilusión, no habrá mundo para ti.
El mundo del sueño es independiente del mundo de la vigilia. El hombre que dormía en su cama en Calcuta, bastante saludable en el momento de irse a la cama, se pasea en Delhi como un hombre enfermizo en el mundo del sueño y viceversa. El sueño profundo es independiente tanto del mundo del sueño como del mundo de la vigilia. Para el soñador el mundo del sueño y los objetos del sueño son tan reales como los objetos y experiencias del mundo de la vigilia. Un hombre que sueña no es consciente de la irrealidad del mundo del sueño. No es consciente de la existencia del mundo de la vigilia aparte del sueño. La consciencia cambia. Este cambio en la consciencia produce tanto las experiencias oníricas como las de la vigilia. Los objetos no cambian en sí mismos. Sólo hay cambio en la mente. La mente misma desempeña el papel de la vigilia y del sueño.
El soñador cree en la realidad de los objetos del sueño, así como de las diferentes experiencias allí. Sólo cuando se despierta del sueño, sabe o se da cuenta de que lo que estaba experimentando en el sueño era una mera ilusión. Similar es el caso con el Jiva en el mundo de la vigilia. El Jiva ignorante imagina que el mundo fenoménico de los placeres y de los sentidos es real. Pero cuando despierta a la realidad de las cosas, cuando cambia su ángulo de visión, cuando elimina la pantalla de Avidya, se da cuenta de que este mundo de la vigilia también es irreal como el mundo del sueño.
Tanto en el sueño como en la vigilia, los objetos que se ven son insustanciales, aunque las dos condiciones difieren, una es interna y sutil y la otra externa, burda y larga. Los sabios consideran las condiciones de la vigilia y del sueño como una, como consecuencia de la similitud de la experiencia objetiva en cada caso. El Vedanta declara que este cosmos es, como dicen los sabios, un sueño y una ilusión o un castillo en el aire.
Un mago lanza una cuerda hacia el cielo, sube por ella y desaparece. Después de cinco minutos cae al suelo muerto con las extremidades rotas. En otros cinco minutos el mismo mago está delante de ti sano y salvo. Ahora dime si la muerte del mago es verdadera o falsa. Has percibido el fenómeno con tus propios ojos. Así es la tangibilidad de la materia y los contactos de los sentidos.
Las hojas de Neem son amargas cuando te encuentras en estado normal de salud pero si las tomas cuando eres mordido por una cobra son dulces. La amargura o la dulzura no se encuentra en las hojas sino en el sujeto. Son creadas por la mente. Es la mente la que da cualidades, forma, color, etc., a los objetos. Maya causa estragos a través de la imaginación de la mente. La mujer no es hermosa, pero la imaginación es hermosa. El azúcar no es dulce, pero la imaginación es dulce. La comida no es agradable al paladar, pero la imaginación es agradable al paladar. El hombre no es débil, pero la imaginación es débil. Comprende la naturaleza de Maya y de la mente y serás sabio. Pon freno a esta imaginación de la mente por medio de Vichara o el recto pensar y descansa en Brahman, donde no hay ni imaginación ni Sankalpa o pensamiento.
El vasto universo sensorial brilla como Atma Sankalpa. Si hay mente habrá este universo. No hay funcionamiento de la mente durante el sueño profundo. Así que no hay mundo. Cuanto más piensas en los objetos, más real te parecerá este mundo. La concepción de la realidad del universo se acrecentará si piensas en los objetos de los sentidos muy a menudo.
Enciérrate en una habitación durante un mes. Deja de leer periódicos. La lectura de periódicos revive los samskaras o impresiones del universo, agita la mente, te hace emocional y sentimental y aumenta la inquietud de la mente. Te hace olvidar a Dios y te muestra que este mundo ―una mera apariencia― es la única realidad. Ten dos habitaciones, una para el estudio y la meditación y otra para el aseo y la comida. Nunca salgas de la habitación. Pasa el tiempo en el estudio y la meditación. No tengas correspondencia con nadie. Corta todas las conexiones. Ahora mira a ver si existe el mundo. Por lo menos no ejercerá una impresión tan profunda como lo hacía antes. Si continúas con tu meditación y descansando en el Ser, este mundo desaparecerá por completo. Será como un sueño. No tendrá ningún atractivo para ti.
Sólo escucha esta maravillosa historia:
Después de haberse bañado en las aguas del espejismo, coronado con una guirnalda de flores celestiales, este hijo de la mujer estéril va armado con un arco hecho del cuerno de una liebre. ¡Cuán cierto es! Este mundo es también tan real como esta historia.
Brahman o el Ser Supremo es la única realidad viviente. Él es tu propio Ser más íntimo o Atman. Él existe en el pasado, presente y futuro. Él es auto-luminoso, auto-existente. Él es la existencia, el conocimiento y la felicidad absolutos. Él es el sustrato o soporte de este mundo. Él es inmortal, omnipresente, indivisible, eterno, sin nacimiento, sin cambio, sin muerte, sin tiempo y sin espacio. Purifica tu corazón. Realiza a este Brahman por medio de la meditación y alcanza la libertad, la inmortalidad y la felicidad eterna.