Artículos - Joan Tollifson
Muchos Caminos para el Aquí-Ahora
Por Joan TollifsonLa realidad no conceptual, siempre presente, siempre cambiante, del momento presente se presenta sin esfuerzo ahora mismo. Este puro ser es no-dual, indiviso, sin límites y sin obstrucción. Pero parece que no siempre estamos experimentando la vida de esta manera ilimitada y sin obstáculos, porque nuestros pensamientos y conceptualizaciones cuentan una historia diferente.
En realidad, ni siquiera el pensar ni el conceptualizar son aspectos inseparables de este acontecimiento no-dual indiviso, pero es sólo en las historias e ideas que el pensamiento genera donde parecemos ser una entidad encapsulada que lucha por sobrevivir en un mundo fragmentado. Esta ilusión es sufrimiento. Es un espejismo sin sustancia real, pero parece muy real.
De alguna manera, toda enseñanza espiritual y no-dual es o bien una respuesta a este sufrimiento, un intento de despertar de este engaño y confusión, para ver el espejismo de lo que realmente es, o bien se trata de una celebración de la Sagrada Realidad que es Aquí-Ahora, y a menudo son ambas. Los maestros de meditación, los centros de retiro, los libros sobre no-dualismo radical y los sitios web como este surgen como respuesta a nuestra confusión y sufrimiento de la misma manera que los diversos productos químicos, hormonas, endorfinas, anticuerpos y similares surgen en el cuerpo como respuesta a la infección, el dolor o la herida. Y/o estas expresiones no-duales y espirituales surgen como un acto de devoción al Corazón, un acto de amor y celebración como cantar y bailar. Y todo es parte del movimiento natural de la vida, ocurriendo sin esfuerzo por sí misma.
Hay muchas propuestas diferentes para despertar, muchos caminos diferentes al Aquí-Ahora. Por supuesto, paradójicamente, nunca no estamos Aquí-Ahora, ya que Aquí-Ahora es todo lo que hay. Pero ya que no siempre nos damos cuenta de eso, aparecen varios caminos, incluido el camino sin camino que nos ofrece nada que hacer, y que simplemente insiste sin concesiones que no hay ningún lugar a donde ir y nadie aparte de este-aquí-ahora que vaya a ningún sitio.
A la mente pensante le gusta categorizar y clasificar todo. Tenemos el budismo zen, el budismo tibetano, el Vipassana, el Advaita, el neo-Advaita, la no-dualidad radical, el Poder del Ahora, y sigue y sigue, y hay pequeñas guerras que suceden en Internet y en las redes sociales entre los "neo" y los "tradicionales" Advaita, o entre el acercamiento "repentino" y el "gradual" al despertar, o entre las enseñanzas "estar aquí ahora" y las enseñanzas "esto es ello". Nos identificamos con una etiqueta o una categoría y después tenemos esos duelos sin sentido para ver quién es más no-dual que el otro. Pero cuando despertamos a la simplicidad de este momento, tal y como es, vemos la belleza y perfección de que todo es exactamente de la manera que es. Ya no nos sentimos obligados a convencer a la gente del zen que cantar y hacer reverencias es innecesario, o decirle a la gente del "estar aquí ahora" que no hay manera de no estar aquí ahora, o para decirle al no-dualista radical que la práctica es tan natural como el viento.
La liberación no tiene realmente nada que ver con encontrar o recibir una respuesta o una solución, sino más bien, se trata de trascender (ver a través de) el problema imaginario.
¿Cuáles son algunas de los otras propuestas comunes para trascender el problema imaginario que aparece en el budismo, el advaita, y otros tipos de enseñanzas no-duales?
Una propuesta consiste en fomentar una conciencia de los pensamientos y las historias que son los elementos básicos del sufrimiento y la confusión, y especialmente el pensamiento-historia raíz de que "yo" soy un yo independiente, separado y autor de "mi" vida. Cuando comenzamos a ver estas historias como historias y a darnos cuenta de que los pensamientos no son más que ideas condicionadas, pierden su poder.
Otra propuesta para despertar es desviar la atención del pensar al sentir (oír sonidos, ver formas y colores, sentir sensaciones en el cuerpo). En la pura sensación, no hay dualismo, no hay historia, y no hay yo. Hay simplemente este incesante acontecer siempre cambiante. Lo que pensamos que es sólido y persistente se revela como un flujo efímero e insustancial en el que nada existe o persiste, aparte de todo lo demás. Si profundizas en cualquier cosa que aparece (cualquier emoción, sensación, forma) con conciencia, no hay nada ahí que no sea movimiento, y en el centro, el espacio infinito, vacío de forma.
Otro camino común hacia el despertar es prestar atención al espacio del Aquí-Ahora, el contexto en el que todo está ocurriendo. Descubrimos que no somos una unidad discreta de consciencia encapsulada dentro de un cuerpo, sino que el cuerpo, la mente, y todo este universo está en este espacio consciente que es lo que "yo" soy verdaderamente. La conciencia es ilimitada. No tiene ninguna ubicación, ningún propietario. Todas las ubicaciones, todos los personajes, todos los eventos, todas las experiencias aparecen en ella. La conciencia lo contempla todo. Y la conciencia no está separada de lo que aparece dentro de ella; la conciencia es la propia sustancia o naturaleza de lo que aparece. La conciencia es como el espejo que está presente como reflejo, o como la pantalla que es igualmente visible (o invisible) como escena diferente de la película, o como el océano que es el agua en cada diferente ola. La conciencia es lo ilimitado, lo constante, la totalidad, la vacuidad de todo. Si intentas "capturar" la conciencia, si miras hacia atrás para ver lo que es consciente de ser consciente, no encuentras nada que pueda ser capturado o aprehendido, y encuentras todo. No puedes negar que estás presente y eres consciente. Es obvio e inevitable. Aquí-Ahora es el fundamento carente de fundamento, nuestra Verdadera Naturaleza.
Otra propuesta para despertarse es considerar que todo (la conciencia, las sensaciones, los pensamientos, las historias, la neurosis, el sufrimiento, la iluminación ― todo el espectáculo) es un acontecimiento indiviso que no es nada más que continuo cambio. Este acontecimiento incesante y sin límites es la Realidad Una (Dios, Brahman, el Ser, Unicidad, Consciencia) mostrándose en variaciones o disfraces interminables. No hay nada afuera o aparte de esto Uno-sin-segundo. Cada pensamiento, cada impulso, cada deseo, cada intención, cada acción que ocurre es la actividad de esta Realidad Una. Nada es no esto. Cualquier sensación de ser una entidad separada e independiente que controla sus propios pensamientos y acciones es una ilusión, y lo que consideramos errores o distracciones no son más que esta Realidad Una. Sólo hay esto. Si observamos con atención, podemos ver directamente que todo ocurre por sí mismo, sin esfuerzo, como un continuo movimiento, y podemos ver que todo en la vida de vigilia es una especie de apariencia de ensueño que se desvanece en el aire momento a momento. Nada permanece igual. Incluso las cosas que parecen sólidas y persistentes tales como montañas o rascacielos en realidad se están moviendo y desintegrando. Ninguna forma tiene una existencia objetiva discreta, persistente e independiente. Nada existe sin todo lo que aparentemente no es, pues como un holograma o la red de joyas de Indra, todo se compone de todo lo demás, y cada parte contiene la totalidad. Unicidad es todo lo que hay.
Otro indicador común es darse cuenta de que todas las noches en el sueño profundo, toda la película de la vida de vigilia desaparece. Todos nuestros problemas desaparecen. El que tiene los problemas desaparece. El que se preocupa por el despertar desaparece. Todas las experiencias desaparecen. Incluso el primero y más elemental sentido de presencia impersonal o conciencia como algo perceptible o concebible desaparece. Si decimos que no queda nada, esta nada es decir demasiado. El sueño profundo es la ausencia de presencia y la ausencia de ausencia. Es la ausencia de preocupación. Lo que queda no es nada perceptible o concebible. Muchos nombres se han dado a lo que queda, pero ninguno de estos nombres permanece en el sueño profundo. Este vacío absoluto es un indicador del hecho de que toda la película de la vida de vigilia, toda consciencia, todo lo perceptible o concebible, va y viene. Nuestros mayores errores, nuestra mayor experiencia de iluminación, todo el drama del mundo, toda historia, es todo un espectáculo pasajero que aparece y desaparece como un sueño. Esto podría parecer inicialmente como causa de desesperación, pero cualquier desesperación tiene lugar en la película y se refiere al personaje imaginario. Lo que realmente somos es el vacío absoluto que es consciencia (consciousness), que es conciencia (awareness), que es la película de la vida de vigilia, que es el sueño profundo, y que es lo que queda cuando todo esto no existe.
Otro camino para el despertar es la devoción, que también podría ser considerada como la expresión natural del despertar. Tradicionalmente, la devoción a menudo se restringía sólo a la devoción a un maestro o gurú, pero yo pienso en ella de una manera mucho más amplia, como enamorarse de todo, ver la Sagrada Realidad en todas partes, reconocer la perfección en la imperfección, ser agradecido por cada momento de la vida, tal como es. La naturaleza de la conciencia es amor incondicional. El amor es el aspecto devocional de la conciencia. La palabra devoción sugiere una respuesta extática y apasionada a la vida, una especie de abandono, una disposición a ser estúpido, vulnerable, expuesto, abierto, desnudo, sin restricciones, salvaje. Es una disposición a perder el control (que para empezar nunca tuvimos). La devoción es el Corazón Abierto. Y el Corazón Abierto es simplemente otro nombre para el Aquí-Ahora, el Tao, Lo-Que-Es.
Algunos de estos caminos para el despertar parecen implicar un hacer (mirar, ver, indagar, cuestionar, investigar, meditar), pero paradójicamente, este hacer es casi siempre un no-hacer de un innecesario hacer, una relajación de la mente posesiva, una invitación a dejar de perseguir la zanahoria, para ser simplemente este punto-fijo del Aquí-Ahora que nunca viene, nunca se va, y nunca permanece igual. Así que, aunque las "prácticas" como la meditación o la indagación pueden parecer una especie de hacer, en realidad, la verdadera práctica es realmente la desaparición de todo esfuerzo innecesario.
Otras enseñanzas apuntan a esta misma relajación simplemente negando que haya algo que hacer o no hacer que no sea lo que exactamente ya está ocurriendo, ya que es todo lo que hay, y no hay manera de no ser lo que es.
Hay muchos caminos en los que ocurre el despertar, y hay muchas maneras de expresar este estado despierto (wakefulness), pero estos diferentes caminos y expresiones comienzan y terminan todos Aquí-Ahora, y todos conducen al mismo descubrimiento esencial de que no hay más y que la Realidad Una nunca ha estado ausente. Ser sin límites es todo lo que hay, y todo lo que hay, es esto. La liberación es el reconocimiento de que lo que es siempre ya es el caso. Cualquiera que sea el camino que se presenta, no es más que otra apariencia como los árboles, las nubes, la lluvia, el viento, las estrellas. Nada de eso va a ninguna parte. El problema es imaginario, y el que aparentemente necesita despertar no es más que un espejismo.
Puedes pensar que realmente hay un problema ― que "tú" estás bloqueado con nudos mentales, que estás tenso y contraído, atrapado en todo tipo de patrones neuróticos. Puedes pensar que "tu vida" es imperfecta, un desastre. Y puedes imaginar que la liberación vendría con la llegada de un tú totalmente nuevo y mejorado sin ninguna de estas cualidades confusas, sucias y desagradables. Pero la liberación es en realidad el reconocimiento de que nada tiene que ser diferente en modo alguno de como exactamente es, que la película de la vida de vigilia siempre incluirá una mezcla de tiempo claro y nublado, que nada de esto es personal. Mirando de cerca, puedes ver que no hay un "tú" separado del resto del universo, que las nubes son inseparables de los claros, que sólo hay un continuo flujo, que todas las formas aparentes (incluidos los nudos, los patrones, las obstrucciones y aquel que parece tenerlos) no tienen existencia real.
La realidad no conceptual, siempre presente, siempre cambiante, del momento presente se presenta sin esfuerzo ahora mismo. Aquí-Ahora es lo ilimitado que no tiene opuesto ni ningún otro. Esto es ello.