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Maurice Frydman
Por Barrry Gordon"Su propio ser es su maestro definitivo. El maestro externo es simplemente una señal en el camino. Sólo su maestro interno irá con usted hasta la meta, puesto que él es la meta."
- Nisargadatta Maharaj, del libro Yo Soy Eso.
Si mencionara el nombre de Maurice Frydman a los practicantes espirituales que están familiarizados con el Advaita Vedanta y el budismo tibetano, no muchos lo reconocerían. Aun así, Maurice fue un factor clave en la diseminación de las enseñanzas de Ramana Maharshi, Nisargadatta Maharaj, Swami Ramdas, Anandamayi Ma, Mahatma Ghandi; y en el apoyo a los budistas tibetanos. Fue a causa de Maurice que pude quedarme en el ashram de Ramana Maharshi, conocer a Nisargadatta, a J. Krishnamurti, a Madre Krishnabai y (indirectamente) a Douglas Harding.
Conocí a Maurice por primera vez cuando él era un enérgico hombre de setenta y seis años, e instantáneamente sentí que había encontrado a un amigo y abuelo perdido hace tiempo. Había ido a la India antes en 1971 para quedarme en el ashram de Baba Muktananda, en Ganeshpuri, no muy lejos de Bombay.
Cuando mi visa de seis meses expiró, quería permanecer en la India. Le di mi pasaporte a un político hindú (miembro del Parlamento) de Bombay, a quién había conocido en el ashram de Muktananda y quién decía que me podía conseguir una condición de residencia permanente. Puesto que esto era la India, varios meses pasaron sin resolución a la vista. Un día, dos amigos y yo decidimos ir a Bombay con el propósito de satisfacer nuestros antojos de helado y mango lassi, pero los hoteles no nos admitían sin pasaporte. Uno de mis amigos había oído hablar de Maurice Frydman y sugirió que fuéramos a su casa a por ayuda.
Maurice vivía en la calle Nepean Sea, en la casa de la Sra. Hirubhai Petit, una antigua devota de Sri Ramana Maharshi. La Sra. Petit era una maravillosa dama Parsi, un poco más joven que Maurice y casi sorda. Se la veía generalmente a la hora de las comidas. Maurice y ella habían sido constantes compañeros por muchos años. Maurice dijo que cuando Maharshi abandonó su cuerpo, la Sra. Petit vio una estrella cruzar los cielos de Bombay y dijo: "Allí va Bhagavan". Había acertado el momento exacto.
La Sra Petit vivía en las habitaciones en frente del apartamento y pasaba la mayor parte de su tiempo meditando. En su juventud había sido concertista de piano, tocaba profesionalmente en Europa, lo que a veces era considerado un comportamiento impropio para una mujer hindú en esos días.
La educación era una opción rara para una mujer. Recuerdo a una mujer Parsi, tal vez en sus cuarenta, amiga de Maurice y de la Sra. Petit, que vino a almorzar un día. Era una de las primeras mujeres graduadas de la universidad en la India y era activa en el trabajo social. Me dijo que Maurice había sido esencial en ayudarla a obtener una mejor educación. Él luego le dio un gran apoyo espiritual y emocional cuando estaba experimentando dificultades en aceptar el mundo del trabajo, que estaba totalmente dominado por los hombres.
Maurice acogía y alimentaba a todos los que iban a su puerta ― e iban muchas personas. Luego de interrogarme agudamente (como hacía con muchos de sus huéspedes ― una habilidad por la cual Maurice era famoso), me ofreció un intercambio. Me podía quedar con él si lo ayudaba a empacar y enviar a Polonia los libros que había publicado. No creo que Maurice necesitara interrogar a las personas, pues ya sabía las respuestas. Se sentía como si él sostuviera tu corazón en la palma de sus manos y pudiese examinarlo en detalle. Por la chispa de sus ojos, sin embargo, obviamente lo disfrutaba. Veía a todos claramente y no permitía deshonestidad alguna. Bastantes egos desinflados dejaron su mesa siendo mejores personas. Ese fue el comienzo de una relación de 18 meses durante la cual ayudé a Maurice con muchos de sus proyectos sociales, pero mayormente a empacar libros para la Biblioteca Hindú-Polaca, a entrevistar a Nisargadatta, y posteriormente a editar el manuscrito que sería publicado como Yo Soy Eso. Aunque él realmente no necesitaba que lo ayudara con el libro, pues era un escritor brillante en muchos idiomas, este trabajo se convirtió en una de las maneras en las que me enseñó la importancia de lograr que cada detalle quede bien.
Juntos, íbamos a entrevistar a Nisargadatta una vez por semana, aunque creo que Maurice había comenzado las entrevistas aproximadamente un año antes de que yo lo conociera. Maurice hablaba Marathi (el lenguaje local) fluidamente, así como hindi, polaco, ruso, francés, inglés y muchos otros. Maharaj le tenía mucho cariño a Maurice. Una vez, Maurice se lastimó en un choque contra un scooter y no podía dejar la casa por algunas semanas. Nos sorprendió una visita espontánea de Maharaj, que caminó todo el camino, con la ayuda de uno de sus hijos, preocupado porque Maurice no se había presentado a su visita regular. Maharaj debió haber caminado por más de una hora para llegar a la casa de Maurice.
Nisargadatta recibía a los visitantes en una pequeña habitación arriba de la casa de su familia. Se sentaba cerca de la ventana del frente, con un bidi (cigarrillo) en la mano, y animadamente respondía nuestras preguntas, las cuales eran grabadas por Maurice. En un vídeo reciente acerca de Nisargadatta Maharaj (producido por Inner Directions), parecía como si la habitación hubiese sido reorganizada desde aquellos días.
Maharaj y Maurice eran parecidos en muchas sentidos. Ambos eran inflexibles en lo que concernía a la verdad y tenían una intensidad similar que podía ser confundida por enfado ― pero era más el fuego de su compasión iluminada. De hecho, todos los maestros con los que Maurice se había implicado eran así, excepto tal vez Swami Ramdas. Aunque Maharaj es famoso como vedantin, me sorprendió la intensidad de su puja (devota adoración). Cuando llegaba el momento del puja, toda conversación cesaba; Maharaj cogía sus grandes címbalos y se lanzaba a adorar y cantar al máximo de sus pulmones ― un ejemplo de verdadera devoción.
Maurice hablaba muy poco acerca de su pasado. El único material biográfico extenso que conozco es de un artículo de Apa B. Pant, un diplomático hindú retirado (y Príncipe de Aundh), quien fue discípulo de Maurice por cuarenta años. Además, se ha publicado material en The Mountain Path, una revista publicada por Sri Ramanasramam (el ashram de Sri Ramana Maharshi). En la casa de Maurice conocí a Eva Moimir, de Krakow , Polonia. Su padre, ahora de unos noventa años de edad, era un amigo de Maurice de sus primeros días en la Sociedad Teosófica. Eva se quedó con Maurice alrededor de seis meses y ha contribuido con este artículo con algunos de sus recuerdos.
Maurice nació en 1894 en el ghetto judío de Krakow, Polonia, de una familia muy pobre. En ese momento, era muy difícil para los judíos recibir educación pública. Mi abuela (de Odessa) me dijo que sólo a un cinco por ciento de los niños judíos se les permitía asistir a la escuela. El padre de Maurice era un hombre muy devoto y quería que Maurice se convirtiera en rabino, así que Maurice comenzó a aprender hebreo. Creo que después terminó hablando catorce o quince lenguajes en total. A la edad de diez años, hablaba fluidamente ruso, polaco, francés, inglés y hebreo. Maurice pasó a estudiar ingeniería eléctrica, y a los veinte, había recibido patentes por más de cien inventos eléctricos y mecánicos, uno de los cuales era un libro parlante. Las habilidades de Maurice para la invención y su ingenio más tarde le serían muy beneficiosas a las aldeas de la India. Maurice me dijo que diseñó todas las herramientas manuales usadas en el movimiento Khadi de Ghandi (ropa hilada a mano), tales como la pequeña y famosa rueca manual.
Los servicios de Maurice estaban en demanda en muchas partes de Europa. Sin embargo, alrededor de la edad de veinticinco, tenía un abrumador deseo de ver a Dios, y este intenso deseo ayudó a determinar el balance de su vida. Maurice era alérgico al dogma. Él estudió el Judaísmo seriamente e incluso se convirtió en un monje ortodoxo ruso. Una vez me contó una historia que representa muy bien su carácter. A.B. Pant la describe maravillosamente: "Un día, Satanás tentó a Maurice para que saltara de una gran cascada para 'probar su fe' en Jesucristo y la iglesia. ¡Entonces este intrépido buscador de la verdad inmediatamente saltó de un precipicio de más de cien pies! Fue salvado apenas por algunos arbustos en los que su sotana se enredó". La impetuosidad de Maurice más tarde se convertiría en una gracia salvadora para miles de personas. Maurice, sin embargo, no duró mucho en la iglesia.
Alrededor de la treintena, Maurice descubrió la Sociedad Teosófica, a su fundadora Annie Besant (1) y a la estrella en ascenso del movimiento Teosófico, J. Krishnamurti, convirtiéndose en uno de los indagadores más serios de Krishnaji. Maurice también fue amigo de Wanda "Umadevi" Dynowska, una aristócrata y notable buscadora espiritual. Juntos (en 1944), fundaron la biblioteca Polaco-India. Umadevi también fundó la rama polaca de la Sociedad Teosófica.
Maurice presentó a A.B. Pant a Krishnamurti. Pant describe los diálogos de Maurice con Krishnaji: "Me maravilló la incisiva brillantez y visión de Maurice al desafiar casi todos los puntos con Krishnaji. No era el desafío del arrogante o de un pandit seguro de sí mismo. Más bien, Maurice respondía a lo que Krishnaji explicaba a través de su propia experiencia inmediata. En el "duelo" entre ellos dos, no había ninguna memoria del pasado o ninguna conjetura acerca del futuro. Todo estaba sucediendo aquí y ahora, momento a momento. Era siempre fresco, nuevo y fragante".
Pant continúa la historia y cuenta que Maurice inmigró a Francia para aceptar un trabajo en una fábrica eléctrica nueva de la cual pronto se convertiría en el gerente general. Leyendo vorazmente y absorbiendo libros de religión, misticismo y ocultismo en la Biblioteque National, pronto se encontró con el Vedanta (la sabiduría no dualista de India, revelada especialmente en los Upanishads, la gran parte metafísica de los Vedas) y se sumergió en el Bhagavad Gita, los Upanishads y el Mahabharata. Lo atraían enormemente los libros acerca de Sri Ramana Maharshi, especialmente La India Secreta de Paul Brunton. Para Maurice, ésta fue la más grande revelación, la indagación: "¿Quién soy yo?" ― una pregunta que yo pienso que fue contestada en su última estancia en la India.
Durante su estancia en Francia, un gran deseo de visitar la India surgió en Maurice. Alrededor de esta época, el Diwan (Oficial Jefe) de Mysore, Sir Mirza Ismail, llegó para un tour por la fábrica en la que trabajaba Maurice. Rápidamente reconociendo la genialidad y habilidad de Maurice, Sir Mirza remarcó: "Sr. Frydman, desearía que pudiera venir y visitarnos en Mysore y aconsejarnos acerca del desarrollo". El Diwain quería hacer una réplica de la fábrica de París en Bangalore (India sur). Maurice le dijo que sus maletas ya estaban preparadas.
Es notable que justo cuando Maurice deseaba fuertemente ir a la India, el Diwan de Mysore llegara y lo invitara ― no sólo a la India sino a Bangalore, que está bastante cerca de Tiruvannamalai para que Maurice pudiese pasar los fines de semana en el ashram de Ramana Maharshi. Maurice pronto se convirtió en un apasionado discípulo de Maharshi y luego compiló una serie de conversaciones con Ramana, posteriormente publicadas con el título El Evangelio de Maharshi. Maurice le pidió a Ramana que lo iniciara como un monje hindú (sannyasi), pero Maharshi se negó. Una vez que Maurice se decidía no había nada que pudiera disuadirlo. Mientras vivía y trabajaba en Bangalore, Maurice visitó a Swami Ramdas en el ashram Ananda en Khanangad, Kerala. Durante una de estas visitas, Maurice realizó los votos de renuncia, se rapó su cabeza, y comenzó a usar la túnica azafrán de los monjes hindúes. Swami Ramdas le dio a Maurice el nombre "Bharatananda". Este cambio, que reflejaba la convicción interna de Maurice, le causó algunas dificultades con Sir Mirza, su jefe en Bangalore.
Cuando Sir Mirza se enteró de que Maurice había comenzado el sannyas, que usaba túnica azafrán, que salía a mendigar comida y que daba todo su salario a los pobres, se enfureció. Creo que Sir Mirza nunca comprendió realmente como trabajar con Maurice. Cuando le ordenó a Maurice que usara una vestimenta normal, Maurice inmediatamente ofreció su renuncia y dijo: "Soy libre de vivir mi vida personal como me parezca adecuado, siempre y cuando satisfaga todo lo concerniente a la calidad de mi trabajo como ingeniero y gerente". Pronto llegaron a un acuerdo en el que Maurice sólo tendría que usar una vestimenta tradicional cuando una persona muy importante fuera a la fábrica. A.B. Pant era una de esas personas, y el encuentro entre ellos dos marcó el comienzo del final del tiempo de Maurice con Sir Mirza. Aunque Maurice pasó mucho tiempo en compañía de Ramana Maharshi y J. Krishnamurti, se las ingenió para aferrarse a la estricta fidelidad hacia la renuncia externa por otros diez o doce años.
El padre de Apa Pant era Diwan de Aundh, un pequeño y pobre estado de Maharashtra. Pant era el primer y más cercano discípulo de Maurice. Cuando Pant pidió a Sir Mirza que le "prestara" a Maurice por un periodo de seis meses, le negó rápidamente su pedido. Esta acción, naturalmente, causó que Maurice partiera permanentemente hacia Aundh. Como cuenta Sri Pant en su historia, Maurice llevó el inspirado mensaje de Mahatma Ghandi a las aldeas de Aundh, ya que ni los autócratas Rajas o británicos de otros estados eran muy adeptos de la democracia descentralizada. Maurice y Sri Pant fueron llamados a la famosa choza de barro del Mahatma y Ghandi le dio la bienvenida a Bharatananda con un: "¿Así que has tomado al Raja pobre de Aundh y dejado al rico en Mysore a su suerte?". Este encuentro dio comienzo a una cercana asociación entre Mahatma y Maurice. Maurice se convirtió en ciudadano hindú y se implicó profundamente con el trabajo y el movimiento de Ghandi por la independencia nacional. También era activo en el movimiento sevagram, que continuó luego de la independencia con Gran Bretaña. Maurice cumplió un rol clave en la invención de varias herramientas manuales, tales como los equipos de hilar, que luego fueron empleados por el movimiento de las industrias de las aldeas.
Sri Pant escribió acerca del encuentro entre Maurice y Mahatma Ghandi en los libros Un Momento en el Tiempo y Un Raja Inusual, ambos publicados por Orient Longman.
Por tres años Maurice vivió bajo un árbol de acacia, en los campos de Aundh. Aunque la temperatura diaria variaba entre los 48 grados durante el día hasta los 6 bajo cero de la noche, él dormía sólo con unas mantas y unos tapetes de bambú. Durante este tiempo, Maurice fue personalmente responsable de la abolición de la pena de muerte y la liberación de muchos prisioneros a una colonia penal democrática y abierta. De hecho, creó la ciudad de Swatantrapur, originalmente ubicada en los campos de Aundh. Todavía hoy existe.
Aunque Maurice ya estaba en la mitad de sus setenta cuando yo pasaba tiempo con él, era muy activo en varias organizaciones de beneficencia, la mayoría de las cuales habían sido comenzadas y completadas por él. Además de publicar libros espirituales, también abrió orfanatos, centros para capacitar prostitutas, y una organización para encontrar dotes para ellas de modo que pudiesen casarse. Estaba asociado cercanamente con Chetana Books, una editorial y librería ubicada en Bombay. (Chetana fue la primera editorial de Yo Soy Eso, la colección de conversaciones con Nisargadatta Maharaj).
Maurice experimentó con muchas cosas y se sentía especialmente atraído hacia las curas naturales y dietas especiales. Yo estaba siendo exitosamente tratado por un homeópata por algo que luego me di cuenta que era envenenamiento por Agente Naranja, que contraje durante mis días como Oficial de Marina en Vietnam. Maurice me convenció para que lo cambiara por ayuno, que comenzó con tres días de bananas, seguido por tres días de naranjas, luego tres días sólo de agua; y luego lo mismo, pero en sentido inverso. La homeopatía funcionaba mejor. Siempre había extraños brebajes en la mesa ― oscuros líquidos con fragancias inusuales, etc. Esto debe haber seguido así por años, porque Pant también describe la fascinación de Maurice por los experimentos con alimentos. Ghandi también tenía esta predilección. Maurice creía firmemente en el ayuno y amaba contar la historia del conde italiano que vivió durante el Renacimiento. El conde era un gran sibarita quien, debido a su indulgencia excesiva, tenía mucho sobrepeso. Como resultado de su problema de peso, el conde se enfermó de muerte. Sin embargo, simplemente cortando su consumo de comida por la mitad, el conde restauró su salud exitosamente.
Cuando los chinos invadieron el Tíbet y miles de tibetanos huyeron a la India, se encontraron sin refugio en la tierra de Buda. Maurice se hizo cargo de su causa y sin ayuda se convirtió en un "programa Indio-Tibetano para refugiados". La historia de los refugiados tibetanos refleja la determinación y la tenacidad de Maurice; eran estas cualidades las que lo ayudaban a mover montañas. Maurice literalmente se sentó en la oficina del primer ministro hasta que Nehru hablase con él. Cuando finalmente obtuvo acceso a Nehru, Maurice abogó por la causa de los tibetanos. Nehru, junto con el gobierno de la India, estaban muy preocupados de que si les concedían tierras a los refugiados tibetanos, luego China podría invadir la India. Ésta fue la razón por la que no hubo una postura oficial con respecto al problema de los refugiados. Sin embargo, Nehru encontró en Maurice la horma de su zapato. Maurice se negó a dejar la oficina del primer ministro sin una carta oficial que pudiese ser llevada a varios estados periféricos de India, y que autorizara el uso de una tierra de más de 3500 pies que pueda ser usada por los refugiados tibetanos. Maurice abandonó la reunión con la carta y buscó la tierra que fuese apropiada para el asentamiento tibetano. Lo que hoy es Dharmsala le debe su nacimiento a Maurice, quien fue fundamental en procurar la mayor parte de la tierra y financiar el establecimiento de las aldeas.
En 1976, Maurice tuvo un segundo accidente. Mientras caminaba por las abarrotadas calles de Bombay, fue embestido por una motocicleta. Nunca se recuperó por completo de este accidente y posteriormente murió en el apartamento en el que vivió por tantos años, del cual la Sra. Petit era dueña. Nissargadatta Maharj estuvo a su lado en el final y proclamó a Maurice un hombre libre. Maharaj respetaba tanto a Maurice que agregó su fotografía a la de otros santos y gurús a quienes Maharaj adoraba diariamente.
Barry Gordon tiene una licenciatura en Física y es un asesor y educador de Feng Shui, y un estudiante avanzado del profesor Thomas Yun Lin, uno de los filósofos más renombrados de nuestro tiempo.
Mientras servía en el ejército de los Estados Unidos, una experiencia de muerte en Vietnam lo llevó a un amplio y extenso camino espiritual.
Con una amplia experiencia en psicoterapia occidental y Homeopatía, también vivió en ashrams hindúes, monasterios budistas, estudió con un maestro sufí y con un Kahuna hawaiano.