Artículos - Karen McPhee

Aunque tardé diez años en darme cuenta de esta verdad, puedo decir honestamente que mi maestro, Eckhart Tolle, no me dio nada. Esto puede parecer irrespetuoso, pero es de hecho el mayor testimonio de autenticidad de su enseñanza.

El día que nos conocimos, dijo con toda claridad: "Tú ya lo tienes."

Tengo que confesar que realmente no le escuché. No pude entender completamente esa verdad en ese momento. Es sólo en retrospectiva que ahora está clara. Se ha vuelto conocida, no conceptualmente, sino experiencialmente.

Aún pasé años creyendo que Tolle lo tenía (y yo no). O que tenía más de eso.

Parecía haber mucha evidencia que apoyara esta idea. Lo que sé ahora: esa fue mi experiencia porque creía que era así.

Sin examinar, el pensamiento es la definición misma de la ignorancia (en este caso, la ignorancia de la verdadera naturaleza de uno).

La mente no puede informar con precisión sobre asuntos espirituales. Recuerdo vívidamente el momento en que esto me fue conocido (por la gracia de Dios en la forma de mi maestro).

Me ofrecí como ayudante de Eckhart, y teniamos una reunión programada. Yo no fui. Estaba en medio de un patrón condicionado que me consumía, y deduje que no quería imponerle mi condicionamiento.

Me llamó y me preguntó: ¿por qué no has asistido a la reunión?

Yo dije: "No pude ir. Estaba atrapada en la mente y estaba completamente inconsciente."

Su respuesta fue bastante sorprendente – se rió.

El tejido mismo de la realidad

Luego dijo algo que nunca he olvidado y que se ha integrado en el tejido de mi ser.

Él dijo: "La mente no sabe lo presente que estás."

En ese momento, se vio la verdad de esto, se reconoció, se realizó.

Al creer la interpretación de la mente, la realidad de la conciencia siempre presente fue pasada por alto.

Todo el tiempo, la conciencia despierta que yo soy estaba silenciosamente observando todo este drama.

La respuesta de mi maestro es una verdad profunda, y representa un cambio completo en la consciencia.

Es "EL" cambio de acuerdo con muchos maestros y enseñanzas. Es un alejamiento de vivir-en, creer-en, el contenido que puebla la mente.

Es un cambio hacia la conciencia que observa silenciosamente la mente.

Esto se conoce a menudo como el Ser (o Sí mismo). En mi experiencia, estos profundos despertares/realizaciones ocurren fuera del tiempo (en el eterno ahora). Están siempre presentes y disponibles. Son atemporales.

Mi fin, tu fin, nuestro fin ... al sufrimiento

¿De qué sirve esto?

El reconocimiento de que la mente no puede informar con precisión sobre la verdad de tu experiencia tiene un enorme impacto en la experiencia de uno. En última instancia representa el final del sufrimiento.

Así que en la tradición de todas las grandes enseñanzas, ahora les ofrezco lo que mi maestro me ofreció.

Puedo decirte con absoluta certeza que tú ya "lo" tienes. Sea lo que sea que estés buscando ya está dentro. Además, sólo puede encontrarse dentro.

Si todavía no sabes esto, continuarás buscando externamente.

Y esto es perfecto. Este mecanismo de búsqueda es realmente inteligente. No se puede engañar.

No descansará hasta que descubras la verdad genuina. Como la duda, el buscar es un gran aliado. Permite que se estimule la investigación/el descubrimiento que acabe con toda la búsqueda. Ese es su propósito.

La trampa potencial es poner la realización en el "futuro".

No se requiere tiempo.

De hecho, la realización ocurre fuera del tiempo. Es atemporal. Sucede en el eterno ahora.

Lo que lleva tiempo, o se desarrolla a través del tiempo, es la incorporación de la verdad realizada.

Nadie puede convencerte de esto, lo que es una muy buena noticia. Si puedes ser convencido, no estás parado en tierra firme. La única manera de hacer tuya esta realización es investigar directamente la verdad de tu experiencia. Esto significa suspender los conceptos y examinar lo que es real.

Así que en este momento, te invito a terminar con toda búsqueda encontrando directamente la realidad siempre presente de tu verdadera naturaleza. Ya eres lo que eres.

Tú ya estás donde toda la búsqueda y las prácticas podrían finalmente llevarte. Para saber esto, todo lo que se requiere es simplemente mirar en la realidad de tu propia existencia aquí y ahora. Es innegable; tú existes.

Mantente firme en el terreno de esa verdad indiscutible. Todos los pensamientos, ideas y conceptos acerca de tu naturaleza surgen y desaparecen en la constancia inmutable de tu seidad. Este reconocimiento es la libertad misma.