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Artículos - Leonard Jacobson

En el momento presente, no hay problemas

Por Leonard Jacobson
Leonard Jacobson

Prefiero hablar del despertar de la consciencia humana, en lugar de hablar de cómo llegar a ser más espiritual. Uno puede ser más y más espiritual y sin embargo no estar despierto.

¿Qué quiero decir con despertar? La mayoría de nosotros vivimos casi exclusivamente dentro del mundo de la mente. Esto significa que estamos siempre en el pasado o en el futuro y nuestros pensamientos nunca se detienen. Nuestro sentido de nosotros mismos está definido y limitado por nuestro pasado, incluyendo todas las creencias limitantes de la infancia. El mundo de la mente es ilusorio por naturaleza. Se basa en la memoria y la imaginación. No es real, y sin embargo en la medida en que creemos que es real, estamos perdidos en un mundo de ilusión y no nos damos cuenta. Con el despertar nos abrimos plenamente al momento presente, que es la puerta al amor, la verdad y la unidad.

Yo enseño un camino para despertar en dos pasos. El primer paso consiste en aprender el arte de estar presente. El segundo implica convertirte en un maestro de tu mente y ego. Ambos pasos son necesarios para el verdadero despertar.

Cuando estás presente, te sales del mundo de la mente pasado y futuro y así eres libre de las limitaciones del pasado y de la ansiedad sobre el futuro. Estos simplemente desaparecen porque el momento presente es libre del pasado y del futuro. A medida que profundizas en la presencia, experimentarás una dimensión completamente diferente de ti mismo y de la vida. Descubrirás que cuando estás presente, eres amor, eres aceptación y eres compasión. Estás capacitado desde dentro y existes en la realización de la unidad. Todas estas cualidades de la presencia fluyen en tu vida diaria y relaciones. Eres libre para ser todo lo que eres y ya no te preocupan los juicios, las opiniones y las expectativas de los demás. Tu vida se transforma gradualmente y tú no están haciendo nada que no sea estar cada vez más y más presente.

A medida que profundizas en la presencia, todos tus problemas desaparecen. Todo lo que previamente considerabas como un problema o dificultad en tu vida se ve ahora como una oportunidad para despertar. En el momento presente, no hay problemas, sólo situaciones para responder y si respondes desde la presencia, entonces tu respuesta es siempre consciente, capacitada y apropiada.

En los niveles más profundos de la presencia, se revela el cielo en la tierra. Puede ser que incluso te encuentres con la presencia viva de Dios en todas las cosas presentes, pero esto será algo que experimentarás por ti mismo y no algo en lo que crees.

Hay cuatro claves para convertirte en un maestro de tu mente y ego.

La primera es entrar en una relación correcta con el ego. ¿Qué es el ego? ¿Cuál es su papel en tu vida? ¿Por qué se resiste a que estés presente, y cómo puedes superar su resistencia? Las respuestas a estas preguntas cambiarán radicalmente tu vida.

La segunda clave es liberarte de juzgar. En la medida en que te juzgas a ti mismo o a los demás, no puedes estar presente. Juzgar te aprisiona en la separación. Al juzgar te haces daño a ti mismo y a los demás. Cuando trasciendes el juzgar, te abrirás a un nivel totalmente nuevo de amor y aceptación.

La tercera clave es liberarte de los sentimientos del pasado reprimidos en tu interior. De lo contrario, siempre habrá alguien o algo que desencadenará esos sentimientos reprimidos. Entonces te quedas atrapado en el pasado que proyectarás en el presente. Tendrás que aprender a expresar esas emociones reprimidas de manera consciente y responsable y de una manera que libere esas emociones.

La cuarta sugerencia es darte cuenta de cómo te pierdes en los demás. Si estás buscando amor, aceptación o aprobación de los demás, entonces a un nivel muy sutil te estás perdiendo a ti mismo en los otros. Lo mismo es cierto si tienes miedo al rechazo o al juicio. De esta forma estás entregando tu poder.

A medida que te vuelves más y más presente, experimentarás una sensación mucho mayor de lo sagrado en la vida cotidiana. Experimentarás lo que los grandes maestros y sabios han estado hablando desde hace muchos siglos. Experimentarás la presencia, el amor, la verdad y la unidad. Serás más espiritual, pero más aún, estarás despierto.