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Claves para el despertar

Por Leonard Jacobson
Leonard Jacobson

La resistencia del ego

A medida que te vuelves completamente presente, los pensamientos se detienen. Sin embargo el ego existe dentro de un marco de pensamiento. Si los pensamientos se detienen, el ego se siente como que está desapareciendo. Se siente como la muerte para el ego. ¿Crees que el ego va a quedarse al margen y dejar que acabes con él? ¡No es probable!

E incluso si tranquilizas al ego de que no va a ser aniquilado, seguirá haciendo lo posible para que no estés presente. El ego no existe en el momento presente, por lo que no tiene el control cuando estás presente. No tiene el control hasta que piensas en tu camino de regreso al mundo de la mente. Y el ego no tiene intención de renunciar al control. Después de todo, ha tenido el control desde que eras un niño pequeño.

Una parte de este proceso de despertar y llegar a estar permanentemente establecido en la presencia es tener una relación correcta con el ego, y con todos los aspectos que has llegado a ser en el plano de la mente del ego. Ya no tratas de cambiarte o ajustarte o deshacerte de cualquier cosa, sino que entras en un proceso de profunda y permanente aceptación, reconocimiento, expresión y confesión de todos los aspectos que has llegado a ser.

Esto sólo es posible cuando estás despierto en la Presencia.

Es como si la dimensión Divina de ti, que es una silenciosa y despierta Presencia de amor, aceptación y compasión, encontrara y abrazara a la dimensión humana de ti, que ha estado viajando a través del tiempo y ha tenido que soportar todo el dolor de la separación que es una parte inherente de ese viaje en el tiempo.

Si continúas condenando la dimensión humana de ti mismo, que puede ser imperfecta, entonces, ¿quién es el que la condena? No es la Presencia despierta, porque esa dimensión de ti carece por completo de juicio. Es sólo una parte del ego, que se escinde para condenarse a sí mismo.

Puede sonar un tanto contraproducente, pero en realidad, es exactamente lo que quiere el ego. La energía de juzgar te mantiene atado al mundo de la mente, en el que el ego tiene el control. El ego se nutre de los juicios, la condenación y el rechazo. Esto le hace más fuerte ante este tipo de energía negativa.

Pero si el ego es abrazado con el amor, la aceptación y la compasión, no tiene defensa para eso. No sabe qué hacer. Al final simplemente se relajará y rendirá.

No hay mayor poder que el poder del amor, que surge de la Presencia. Supera toda resistencia y agresión.

Estar presente es en última instancia, muy normal. De vez en cuando se abre y se revela lo extraordinario, pero esto sólo ocurre a través de la gracia. Tenemos que estar dispuestos a aceptar el momento presente como ordinario, antes de que el momento presente revele sus tesoros ocultos. Y debes estar dispuesto a permitir que esos momentos extraordinarios pasen, sin tratar de aferrarte a ellos, si quieres permanecer presente y en la verdad de la vida.

Este enfoque te permitirá llegar a estar cada vez más anclado en la presencia. Continuarás profundizando en la presencia. Hasta que un día, declares: "Todo está cumplido. Estoy despierto. Por fin, estoy aquí, ahora."

Claves para el Despertar

La clave más importante para el despertar es llegar a estar más presente en tu vida. Entonces puedes ser el amor incondicional y la aceptación de ti mismo al nivel de la personalidad. Esto incluye todas aquellas cosas que te gustaría cambiar de ti mismo: celos, posesividad, control, juicio, impotencia, insuficiencia, culpa, censura, incertidumbre, arrogancia, expectativa, resentimiento, ira, tristeza, frustración, dependencia, sólo por nombrar unas pocas. Querer cambiar cualquiera de estas cualidades en ti mismo es un sutil rechazo hacia ellas, lo cual no es aceptación incondicional. Simplemente identifica y reconoce todas estas cualidades a medida que surgen dentro de ti. No ocultes absolutamente nada de ti mismo. Reconoce todas estas cosas. Tienes que estar dispuesto a aceptar que en el nivel de la mente y el ego, esto es en lo que te has convertido. Cuanto más las reconoces y aceptas, más se te revelarán. Cuanto más ames y aceptes de esta manera, más anclado estarás en la vigilancia y en la Presencia.

La segunda clave para el despertar es permitir que tus emociones se expresen plenamente. Hay muchas emociones del pasado que has reprimido, por una supuesta buena razón. Pero quieren ser liberadas, por lo que es necesario encontrar una oportunidad para liberar viejas emociones como la ira y la tristeza. Una vez liberadas, se van para siempre. Y a medida que surgen nuevas emociones, permite que se expresen plenamente. Si estás enojado, entonces chilla y grita o golpea un cojín. Si estás triste, entonces llora. Sin embargo, es importante asumir la plena responsabilidad de tus reacciones emocionales. Nadie tiene la culpa de ellas. Ellas vienen de tu pasado que has proyectado sobre la situación actual. No expreses tu ira sobre quien crees que te ha enfurecido. Sólo golpea a un cojín imaginando que es el que te ha enfurecido. Y si eres el amor incondicional y total y aceptas tu ira, ésta te revelará sus secretos.

La tercera clave para despertar es la confesión. Esto no tiene nada que ver con la idea católica de la confesión. No has cometido ningún pecado que deba ser confesado para que seas absuelto. No hay necesidad del perdón. Si confiesas estas cualidades a alguien que carece absolutamente de prejuicios, y que está plenamente presente, te ayudará a reconocer la cualidad que estás confesando.

En tu confesión, dices "Este soy yo. Esto es en lo que me he convertido. Soy posesivo y controlador". O "Echo la culpa a los demás". O "Yo siempre me enojo cuando no consigo lo que quiero". O "No me acerco mucho a la gente, porque temo que podría ser rechazado".

Al confesar esto y reconocerlo, se libera. Y eres libre al nivel de la Presencia, donde ninguna de estas cualidades existe. No pueden existir porque no son parte de tu verdadera naturaleza. Existen sólo en el nivel de la mente.

La cuarta clave para despertar es aceptar la plena responsabilidad de ti mismo. Esto te liberará del mundo de la expectativa, del resentimiento, de la culpa y la censura. Te conducirá a la libertad total.

La quinta clave para despertar es soltarte. Baila. Pierde el control.