Extractos - Emma Vázquez
Todo está bien tal y como es
Por Emma Vázquez¿Qué haces cuando sientes una emoción que te resulta incómoda? Mi primera inercia es rechazarla. Es no querer sentir eso. Es acudir a todas las herramientas, métodos, conocimientos, prácticas que he adquirido para deshacerme de ella. Lo cual es muy comprensible. Es muy humano. Pero que sea humano no significa que sea lo más adecuado. Y esa es mi segunda inercia. Darme cuenta de que me estoy provocando con esa actitud más incomodidad de la que una simple emoción me puede hacer sentir. Y entonces es cuando recuerdo que no se trata de escapar, de resolver, de arreglar ni de eliminar sino de ESCUCHAR, de contemplar, de mirar amorosamente aquello que está sucediendo. Aquello que está surgiendo. Aquello que estoy experimentando. Aquello que estoy percibiendo.
¿Y qué significa amorosamente? Significa una mirada que acaricie, no que golpee. Que sea un susurro, no un rugido. Significa abrazar con ternura ese dolor que me resulta insoportable. Significa cuidarlo estando Presente. Significa entrar en contacto con el sufrimiento y ser compasiva con él, que en ese momento es conmigo. Significa «quitarme de en medio» y permitir que la Vida sea como es. En la forma de la emoción, sensación, que aparezca.
Así es como dejas de temer al sufrimiento y como no sufres cuando estás sufriendo.
Y ahí es cuando recuerdo que las historias que me estoy contando sobre esa emoción son falsas. Que las historias que me estoy contando sobre cómo debería sentir y no sentir para tener Paz son falsas. Que las historias que me estoy contando sobre «lo que sea» son falsas.
Ahí es cuando recuerdo que estoy identificándome con ese «yo» que es una ilusión.
Ahí es cuando recuerdo que me he olvidado de LO que en Realidad Soy.
Esa es la pócima mágica: DESPERTAR en cada Instante. Despertar del sueño de creer que hay un «yo» individual y separado de la Vida que TIENE QUE alcanzar un estado permanente de Paz. Despertar del sueño de creer que todo lo que no sea ese estado de Paz está mal y me aleja de LO QUE SOY. Cuando LO QUE SOY, esta Vida indivisible y eterna, siempre está Aquí donde estoy. Porque es lo que Soy. Porque sólo puede estar en un lugar y en un tiempo: Aquí y Ahora. Y aunque pueda parecer que me he ido del Presente, es tan sólo una falsa apariencia porque no existe otra cosa que no sea Presente. Porque TODO sucede en el mismo tiempo y espacio. Porque las historias mentales que me cuento SON también en ese Presente y ese Espacio. Y porque por muchas historias mentales que me cuente, incluidas las de Separación, LO que Soy no dejo de serlo jamás.
Las nubes, ya sean luminosas u oscuras, no afectan nunca al Cielo. Las nubes, luminosas y oscuras, también son el Cielo. Igual que TODAS las olas, independientemente del tamaño y forma que tengan, son el Mar y no pueden Separarse de él por mucho que así lo intenten y crean.
Ahí es cuando recuerdo que todo es perfecto tal y como es. Que no necesito ser otra cosa distinta a la que estoy siendo. Que mis historias mentales son perfectas. Que mis emociones negativas son perfectas. Que mis intentos de huir de ellas son perfectos. Que mis olvidos son perfectos. Que la Vida es perfecta tal y como sucede porque no puede suceder de otra manera de la que AQUÍ y AHORA está sucediendo.
Ahí es cuando recuerdo que no necesito entender el por qué ni el para qué de nada.
Ahí es cuando recuerdo que lo que estoy buscando es ESTO de lo que estoy intentando escapar. No lo desagradable, lo incómodo ni la enfermedad, sino ESTO que suena en este momento. ESTO que tengo delante de las narices y que no VEO porque estoy intentando Ver algo más mágico, más extático, más bello, más sano, más espiritual, más no-dual, más «lo que sea» según lo que mis historias mentales me cuentan de ello. ESTO que no le sucede a nadie ni en ningún lugar ni en ningún tiempo. ESTO tan sencillo, tan simple, que por ser tan sencillo y tan simple se me escapa de las manos. ESTO que está cambiando constantemente dentro de lo que no cambia en Absoluto. ESTO que no se puede nombrar ni conceptualizar porque no es nada en particular y, a la vez, lo es Todo. ESTO que llamamos «la vida pasar» con todo lo que contiene y con todo su continente.
Ahí es cuando recuerdo que la incomodidad forma parte de mí, de mi totalidad, de mi completitud, por muy incómoda que me resulte y porque, SENCILLAMENTE, está sucediendo.
Ahí es cuando dejo de rechazar, de escapar, de resolver, de arreglar y de intentar eliminar. Porque ahí es cuando recuerdo que TODO ESTÁ BIEN tal y como es y tal y como está.
Porque ahí es cuando recuerdo que con ESTO me basta.