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Extractos - Emma Vázquez

“La Separación sólo existe en la mente”

Por Emma Vázquez
Separacion

Todas las razones, los por qués, para qués, ideas, opiniones, teorías, que tienes sobre “lo que sea” son falsas porque se basan en la visión limitada de un granito de arena que no puede alcanzar a VER la Totalidad del Desierto.

Lo único que podemos saber es Comprender que no sabemos nada. Es darnos cuenta de que por muy sabios que seamos, seguimos siendo igual de ignorantes.

Eso es el famoso Despertar. La famosa Iluminación. La Consciencia de que todo es Perfecto, más allá de nuestros conceptos de perfección. La Consciencia de QUÉ soy, más allá de mi forma, de mi personalidad.

Todo y Todos somos la misma Vida. Ya estamos en casa, en el Uno, en el Hogar, porque NUNCA nos fuimos. Es la creencia, la idea, la teoría, la interpretación, la falsa percepción de que estamos SEPARADOS la que nos hace sentirnos así y la que nos lleva a intentar “unirnos”, con todo el sufrimiento que esta búsqueda conlleva por el mero hecho de que YA estamos, SOMOS esa Unidad, lo Comprendamos o no. Lo percibamos o no.

Se trata de pensar lo que pensamos, sentir lo que sentimos, hacer lo que hacemos, experimentar lo que experimentamos. Y para eso no hay que “hacer” ni “dejar de hacer” nada porque todo sucede por sí mimo.

Tú no tienes que hacer nada para que tu corazón lata, para que tengas sed ni hambre, para que te entre el sueño, para que la sangre corra por tus venas, para que tu cuerpo funcione. Lo hace solo.

Tú eres la Vida misma que se hace sola, no el personaje, el “tú”, el “alguien” con el que te has identificado y que se cree que es un autor independiente de la Vida que en realidad eres.

Las olas del Océano no hacen nada. Solo SON lo que son, en la forma que SON y que no han decidido ni elegido SER.

Tú te crees que eres una ola separada del Océano y que tienes que Regresar al Océano para poder ser el Océano. Es absurdo porque YA eres el Océano, pero te estás creyendo que eres la ola. Te estás identificando, aferrando, a tu forma-ola.

La ola no tiene que cambiar de forma. No tiene que ser una ola más consciente ni más espiritual ni más honrada ni más santa ni más buena ni más despierta para “llegar a” iluminarse-ser océano. La ola es perfecta en la forma que es. La ola YA es Océano sea como sea. Por muchas horas que se pase meditando o haciendo buenas obras o cuestionándose o moldeándose seguirá siendo YA Océano. Un Océano que es Perfección en la forma-ola que sea: más consciente o menos consciente, más dormida o más despierta.

Que Comprendas que eres el Océano en forma de ola, que no tienes que arreglarte nada porque ya eres lo que tienes que ser, no cambia nada. Dejarás de buscarte, de maquillar tu forma, pero ya está. No serás más ni menos que antes porque antes YA lo eras TODO. Seguirás sintiendo las mismas emociones. Seguirás teniendo experiencias. Seguirás sintiendo placer y dolor. Seguirás pasándolo bien y mal. Seguirás viviendo como hasta ahora: sin saber lo que te sucederá ni cómo reaccionarás a ello. Quizás sufras o quizás no. Quizás juzgues o quizás no.

Que Comprendas de dónde surge el sufrimiento no significa que no vayas a sufrir nunca más. Y no significa eso por la simple razón de que NO SABES. De que con Comprensión o sin, sigues sin tener ni idea de nada más de lo que en cada instante te sucede. Y cada instante es nuevo, espontáneo, misterioso e impredecible. No lo puedes controlar. No te pide permiso para entrar.

No existe el fin del sufrimiento ni la felicidad eterna porque “fin”, “eternidad” y “permanente” requieren tiempo. Requieren un pasado y un futuro que no existen pues sólo el Presente es Real.

Así que sufras o no sufras da igual. No te hace menos ni más. Eres pura Vida en forma de “ser humano”, no al revés.

Si algo tiene que cambiar de “forma” en ti, lo hará de manera natural como lo hace una crisálida al convertirse en mariposa que ignora los pasos que va a dar y en qué se va a transformar.

Siempre estás Presente. Siempre estás fluyendo. Siempre estás donde tienes que estar y en la forma que tienes que estar. Ya sea en forma de luz o de oscuridad. De sonrisas o de lágrimas. De seguridad o de inseguridad.

Todo está bien tal y como es y está. Te guste menos o te guste más.

Si eres feliz, ¡perfecto!

Si no eres feliz, ¡perfecto también!

No puedes elegir porque si pudieras, dejarías de sufrir YA.

Lo único a lo que llegamos es a “ser conscientes de” lo que pensamos, sentimos y percibimos. Ya sea éxtasis o sufrimiento. Nada nos hace peor ni mejor porque somos todos la misma Vida manifestándose en diferentes colores, tamaños, formas. Todos Perfectos tal y como son en cada momento.

Así que ¡tranquilo! Porque “el fin del sufrimiento” o “la felicidad permanente” no está en tu mano. Está en la mano de la Vida, de Dios, del Universo... que seas lo que tengas que ser.

Puedes DESCANSAR EN PAZ.

Fuente: Emma Vázquez. De su libro El fin del sufrimiento