Extractos - Lester Levenson
La búsqueda de la felicidad
Por Lester LevensonTodo el mundo está buscando lo mismo. Todos los seres, incluso los animales, están buscándolo. Y esta cosa que todo el mundo está buscando es la felicidad sin sufrimiento. Un estado continuo de felicidad sin ninguna mancha de dolor en absoluto. Llamamos a esto el estado de Ser o «Eseidad».
¿Por qué es este el objetivo? ¡Porque la felicidad imperturbable es nuestra naturaleza básica! ¿Y qué es la felicidad imperturbable? Completa y total libertad, la libertad de hacer o no hacer cualquier cosa y todas las cosas. Este es nuestro estado natural, el estado que existe antes de que lo obstaculicemos con limitaciones.
Si esto es así, ¿por qué la mayoría de nosotros no tenemos esta felicidad continua, libre de sufrimiento? Solo hay una razón. Nos hemos desecho de la felicidad pensando: «Yo soy un individuo separado del Todo», de esta manera, siendo seres infinitos, hemos asumido la limitación.
Para separarnos del Todo, debemos tener un medio de lograr esta separación, y el medio es la mente. Usando la mente creamos nuestros cuerpos y el mundo externo. Entonces nos quedamos atrapados en nuestra propia creación y empezamos a buscar la totalidad en el mundo externo. En este proceso, creamos más y más pensamientos, y más y más materia, hasta que estamos tan involucrados en los pensamientos y la materia que nos olvidamos de nuestra verdadera identidad como Eseidad infinita, como Ser infinito.
Este pensamiento original de «yo estoy separado del Todo» crea necesariamente un sentimiento de carencia y soledad, porque solo puedo sentirme satisfecho cuando soy el Todo. Por lo tanto, buscar la realización de los deseos no puede deshacer la carencia, puesto que, en primer lugar, la carencia no está en el mundo. La carencia es una creación de la mente. Y sin embargo nosotros continuamos tratando de satisfacer los deseos externamente. Pero, por supuesto, nunca, nunca lo logramos. Porque si lo lográramos, seríamos capaces de satisfacer el deseo, y por lo tanto todo deseo desaparecería.
Así, el verdadero propósito de estar aquí, en esta tierra, es aprender, o recordar, nuestro estado natural de felicidad: un estado que permite la felicidad imperturbable, junto con la completa libertad, libre de toda limitación. Una vez que somos guiados a ver que este es nuestro estado natural, podemos empezar a soltar todas las limitaciones.
La primera y principal limitación es el pensamiento: «Yo soy un individuo separado del Todo.» Elimina eso y eliminas toda soledad, toda limitación.
Diciendo lo mismo de otra manera, «¡Dios es todo! Suelta y deja hacer a Dios. No soy yo, sino el Padre que actúa a través de mí». Debemos soltar el sentido del ego, el sentido original de nuestra separación del Todo, y permitir que nuestro Ser natural simplemente sea. Entonces todo se alineará perfectamente.
Sin embargo, incluso después de aceptar esta idea no nos resulta fácil de realizar. No nos resulta fácil debido a los hábitos profundamente arraigados, establecidos desde el comienzo de los tiempos. Por alguna razón nos gustan estos hábitos, y por tanto seguimos con ellos. Les llamamos comportamiento dirigido subconscientemente. Y continuamos comportándonos de manera automática una y otra vez, como si fuéramos víctimas de nuestra mente subconsciente.
Ahora bien, en realidad la mente subconsciente o inconsciente es esa parte de la mente a la que más nos cuesta mirar. Pero cuando nuestro deseo de libertad es lo suficientemente fuerte, excavamos estos hábitos subconscientes, los miramos, y empezamos a soltarlos.
Comentario: no llegues con demasiada rapidez a una conclusión con respecto a la definición que Lester propone de «Dios». Hacia al final del libro tendrás una idea clara de a qué se refiere Lester con la palabra «Dios».
Ser natural
Muchas personas, en muchas disciplinas espirituales y de transformación, creen que deben trabajar duro para alcanzar el Ser, la «eseidad», pero no hace falta crecer para ser el Ser natural que tú eres. Ese Ser es completo y perfecto, aquí y ahora. Lo único que hay que hacer es soltar los conceptos limitantes. La creencia de que tienes limitaciones —de que tienes problemas— está en tu mente y solo en tu mente. Ese es el único lugar donde está el problema, porque no puedes ver o concebir nada que no esté en tu mente. Cualquier cosa que mires, cualquier cosa que oigas, cualquier cosa que sientas está en tu mente y la conoces a través de tu mente. Ahí es donde está todo. Por lo tanto, si cambias tu manera de pensar, cambias tu mundo. ¡Haz esto y tendrás la prueba!
De modo que el camino hacia la libertad, el sendero mismo, en realidad es muy simple. Lo que no es tan simple es el método para deshacer las limitaciones. Y la razón por la que no es tan simple es la fuerza del hábito. Para superar estos hábitos necesitamos un deseo muy intenso. Sin un deseo fuerte, no hay crecimiento. De hecho, este deseo debe ser más fuerte que el deseo de controlar el mundo externo o de obtener su aprobación.
El mundo como sueño
El mundo, tal como lo ves ahora, en realidad es un producto de tu imaginación, y cuando ves la Verdad, el mundo acaba siendo un sueño, una ficción creada en tu mente. En primer lugar, lo verás como un sueño, y después lo verás como un sueño que en realidad nunca ocurrió. De hecho, lo experimentarás exactamente como un sueño nocturno.
Mientras estás en el sueño nocturno, tú tienes un cuerpo, hay otros cuerpos, hay acción, interacción, hay bien y mal. Y mientras permanezcas en ese sueño nocturno, allí todo te parecerá real. Pero cuando despiertas del sueño, dices: «¡Dios mío, solo era un sueño! ¡Nunca ocurrió! ¡Todo era un sueño!» Esta es exactamente la manera en que despertarás de este sueño llamado estado de vigilia. Llegarás a saber que solo fue una creación de tu imaginación, y luego lo soltarás completamente. Y lo que quedará es el tú infinito. Entonces dirás que estás plenamente realizado, que eres totalmente libre.
En realidad, estamos plenamente realizados en todo momento. Esto es parte de la paradoja. Somos seres plenamente realizados diciendo que no lo somos. De modo que lo único que tenemos que hacer es soltar el «no somos», y lo que queda es el Ser libre y plenamente realizado que somos.
El mejor método
¿Tenéis alguna pregunta con respecto a lo que he dicho hasta ahora? Deteneos por un momento y reflexionad sobre lo que se ha dicho. Tal vez entendáis esto intelectualmente, pero no seáis capaces de usarlo. Si este es el caso, es posible que no estéis mirándoos a vosotros mismos de manera honesta, verdadera, o con un deseo suficientemente profundo de soltar vuestras limitaciones. Es posible que hayas puesto en tu mente subconsciente todas las cosas a las que no quieres mirar, y que hayas permitido que den lugar a sentimientos de inhibición o compulsión.
Si esto es así, quizá sea necesario que liberes todos los sentimientos de inhibición o compulsión. Ahora estás siendo dirigido por ellos. Ahora eres una víctima de ellos. Al soltarlos, tu mente se aquieta y te liberas.
Por lo tanto, deshaz estos sentimientos y pensamientos limitantes, aquieta la mente, y el Ser infinito que eres se vuelve evidente para ti. Entonces ves que nunca habías estado sujeto a esta mente, a este cuerpo, y a partir de ese momento el cuerpo y la mente ya no tienen influencia sobre ti.
Entonces tú determinas lo que le pasa al cuerpo, como si fuera una marioneta, y ya no tiene efecto en ti, del mismo modo en que tampoco lo tendría una marioneta.
El mejor método es aquietar la mente, soltando todos los sentimientos y pensamientos subconscientes, todos los sentimientos de desear aprobación y seguridad, y de querer controlar. Lo que queda es el Ser que eres.
¿Qué soy yo?
La pregunta final que todo el mundo debe responder también es simple: «¿Qué soy yo?» De modo que mi pregunta para ti es: «¿Por qué no empezar por esta pregunta final?» Si pudieras hacerlo, todo sería bueno, maravilloso. Pero muy pocos son capaces de simplemente aferrarse a la pregunta «¿Qué soy yo?» Estamos tan habituados a los pensamientos y sentimientos subconscientes que no podemos dejarlos ir, y por lo tanto necesitamos otros métodos, otras ayudas.
Algunos de los principales métodos orientales reciben los nombres de jñana yoga, raja o kriya yoga, bhakti yoga, karma yoga. El mejor camino para ti es el que más te guste.
Cada camino incluye a todos los demás. La única diferencia está en el énfasis. Si somos intelectuales, hacemos énfasis en el camino del jñana, el camino del intelecto y la sabiduría. Si somos de naturaleza devocional, hacemos énfasis en el camino del bhakti, de amor y devoción a Dios. Si nos gusta ser útiles y prestar servicio a la humanidad, emprendemos el camino del karma yoga. Cada uno de los caminos lleva a aquietar la mente lo suficiente como para poder ver el Ser infinito que somos.
No obstante, como todos los caminos anteriores están dirigidos a aquietar la mente, ¿por qué no ir directamente a la mente misma? Esto es más directo y práctico, y es el método más eficiente de todos.
De hecho, si vamos directamente a la mente, descubriremos que simplemente es la totalidad de nuestros pensamientos conscientes y subconscientes, y que todos los pensamientos del pasado sobre cosas particulares han dado lugar a sentimientos. A su vez, dichos sentimientos motivan ahora pensamientos adicionales. Así, si nuestros pensamientos están motivados por nuestros sentimientos, lo único que tenemos que hacer para recordar nuestra «eseidad infinita» es soltar nuestros sentimientos, los motivadores de nuestros pensamientos. Si hacemos esto, nuestra mente se aquietará, y cuando la mente está aquietada, el Ser infinito que somos se hace evidente por sí mismo. Es simple, ¿verdad?
El único creador que existe es la mente
Ahora vamos a echar un vistazo a esta apariencia llamada mundo. Como hemos dicho, el mundo solo es nuestra creación mental. No es algo externo, sino una realidad dentro de nosotros, dentro de nuestra mente. Algún día descubrirás esto. La creación comienza creando en primer lugar lo que llamamos una mente, que está compuesta por todos los pensamientos y sentimientos, conscientes y subconscientes. A continuación, a través de la mente, creamos nuestro mundo.
De hecho, cada pequeña cosa que nos ocurre a todos y cada uno de nosotros primero la creamos en nuestra mente. Creamos mentalmente esta cosa llamada tiempo, lo que hace que sea todavía más difícil ver el proceso de creación porque nosotros pensamos ahora, y el efecto de este pensamiento ocurre mucho después. Pero el único creador que existe es la mente, tu mente. ¿Es Dios un creador? Sí, porque tú lo eres. ¡Tú eres Eso! Organizas una mente y creas a través de ella.
Es bueno y necesario descubrir que todo lo que nos ocurre está causado por nuestros sentimientos y pensamientos. Todo lo que nos ocurre es creado inicialmente en nuestro pensamiento, y cuando descubres esto, descubres que también creas tus problemas. Y entonces te das cuenta de que, si esto es así, también puedes crear cualquier cosa que desees, y empezarás a crear solo cosas buenas.
No obstante, incluso cuando descubres que no hay nada que no puedas crear, todavía te sientes insatisfecho. Y la razón es que te has separado del Ser Infinito, de la unidad, y solo reconociendo y siendo el Ser Infinito estás perfectamente satisfecho.
Así, si queda algún problema, solo queda porque tú te estás aferrando a él en tu pensamiento. En el momento en que lo dejas ir, ¡se va! Si me dices que esto no es así para ti, yo te digo que sí. La verdad es que sigues aferrándote al problema y diciéndome que esto no funciona.
Ves, intentar librarse del problema es aferrarse a él. Cualquier cosa de la que tratemos de librarnos, la tenemos en la mente, y por lo tanto la sustentamos. De modo que la única manera de corregir un problema es dejarlo ir. No te enfoques en el problema, enfócate solo en lo que tú quieres. A partir de ese momento, si solo prestas atención a lo que quieres, eso es lo único que conseguirás. Pero tienes en mente las cosas que no quieres. Te esfuerzas por eliminar estas cosas que no quieres, y de esa forma las sustentas. Esto significa que, si quieres una vida feliz y positiva, es necesario soltar lo negativo y enfocarse en lo positivo.
El acertijo
Aunque he estado hablando de este tema en términos intelectuales, el tema no puede aprenderse intelectualmente. Aunque has estado usando tu mente para entenderlo, no puede ser aprendido en la mente. Ves, la verdad se percibe justo detrás de la mente. Podemos usar la mente para liberar lo que está ocupando la mente, de modo que al estar más aquietada podamos ver lo que hay detrás de ella. Si fuera posible entender esta cuestión mentalmente, por medios intelectuales, lo único que necesitaríamos sería leer libros sobre ello y ya lo tendríamos. Pero la cosa no funciona así. Tenemos que buscar con mucha concentración nuestro Ser, que está justo detrás de la mente. Dirige la mente hacia la propia mente para liberar la mente, y entonces puedes ir más allá de la mente al Ser.
Para entender esto, cada uno de nosotros debemos experimentarlo, realizarlo, hacerlo nuestro yendo a ese lugar que está justo detrás de la mente y percibirlo allí; entonces sabremos. Entonces sabremos que sabemos. Entonces funcionaremos intuitivamente, desde el reino de la omnisapiencia.
Como he dicho, el estado más elevado es simplemente la Eseidad, y si pudiéramos únicamente ser, solo ser, podríamos ver nuestra Infinitud. Podríamos ver que nosotros somos el Todo. Podríamos estar en un estado permanente, sin cambios, en el que nos sentimos perfectamente saciados. Y este estado no es una nada, no es aburrimiento, es una Totalidad, un Saciarse Total que es eterno.
Al llegar a esta experiencia te darás cuenta de que nunca, nunca pierdes tu individualidad. El sentimiento «yo», tal como lo usas para referirte a tu individualidad, nunca jamás te abandonará. Se expande. Lo que ocurre al descubrir lo que eres es que comienzas a ver que los otros son tú, que tú eres ellos, y que tú y yo somos uno, que solo hay Uno, y que tú eres ahora, y siempre has sido, ese Ser Infinito, uno y glorioso.
Comentario: Lester fue capaz de alcanzar este estado de Eseidad mediante un proceso de transformación muy intenso, aislándose totalmente en su apartamento de Nueva York. Yo digo que el proceso que Lester usó para transformar todo su pasado en Amor es un ejemplo de “Liberación Suprema”.