Extractos - Rupert Spira
10 aforismos sobre la esencia de la No-Dualidad
Por Rupert SpiraLa Verdad es silenciosa, pero cuando se encuentra con preguntas sobre su verdadera naturaleza, se ve obligada a hablar. Los aforismos de Las Cenizas del Amor fueron tomados de conversaciones con amigos durante un período de tres años. Estoy profundamente agradecido a estos amigos que, a través de la intensidad de su interés y su gran amor por la Verdad, han hecho surgir del Ser estas palabras.
~ Rupert Spira
Desde el punto de vista de la tierra, el Sol viene y va, aunque en realidad siempre está ahí. Del mismo modo, desde el punto de vista del cuerpo y la mente, nuestra naturaleza esencial de pura Consciencia viene y va, pero en su propia experiencia de sí misma está eternamente presente.
Toda experiencia es iluminada, o hecha conocible, por la luz del puro Conocer. Este Conocer impregna todo pensamiento, sentimiento, sensación y percepción, independientemente de sus características particulares. Nosotros somos este Conocer transparente e inmutable.
Nuestro Yo ―Consciencia luminosa, abierta y vacía― no puede ser iluminado; es ya la luz que ilumina toda experiencia. Tampoco un yo separado puede ser iluminado, porque cuando el yo separado confronta la luz de la Consciencia, se desvanece, al igual que una sombra cuando es expuesta al sol.
Establecer nuestra propia identidad y seguridad en algo que aparece, evoluciona, cambia y desaparece es la causa de la infelicidad.
El yo separado no es una entidad; es una actividad: la actividad de pensar y sentir que nuestra naturaleza esencial de pura Consciencia comparte las limitaciones y el destino del cuerpo y la mente.
Del mismo modo que una pantalla es íntimamente una con todas las imágenes y, al mismo tiempo, está libre de ellas, así nuestra verdadera naturaleza del Conocer luminoso y vacío es una con todas las experiencias y, sin embargo, al mismo tiempo, está intrínsecamente libre de ellas.
Somos la presencia abierta, vacía y que todo lo permite de la Consciencia, en la que aparecen y desaparecen los objetos del cuerpo, la mente y el mundo, mediante la cual todos ellos son conocidos y, en última instancia, de la que están hechos. Tan solo date cuenta de eso y sé conscientemente eso.
Cuando se ha soltado todo lo que se puede soltar, lo que queda es lo que deseamos por encima de todo.
En la ignorancia, soy algo; en la comprensión, soy nada; en el amor, soy todo.
Nuestro Yo ―Consciencia luminosa y vacía― no conoce la resistencia y es, por lo tanto, la Paz misma; no busca nada y es, por este motivo, la Felicidad misma; es íntimamente uno con todas las apariencias y, como tal, es puro Amor.