Libros - Consuelo Martín

sé una luz
investigaciones sobre el ser y el conocer

En "Sé una luz", la base metafísica es la vivencia interior como una nueva manera de comprender la existencia. Por eso el contenido esencial, la invitación directa de este libro, es el de llegar a ese resplandor, a esa forma de ser una luz que atraviese todos los niveles de realidad, una verdad tan directa que, ciertamente, no es fácil de admitir y que las personas, parapetadas en el pensamiento convencional, no pueden sospechar jamás.

Porque explicar lo inexplicable parece ser el reto de este libro: el de presentar con envoltura racional la concepción del ser humano como luz. Y además ayudar en lo posible no sólo a desvelarla, sino la de aclarar y acompañar esa luz interior que somos en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida.

Este libro se ha preparado a partir de un trabajo de investigación en vivo, transmitido a personas interesadas y comprometidas en tal búsqueda. Y servirá, sin duda, de inspiración, aliento y guiía a quienes participan de esa bella aspiración, la vocación por la sabiduría.

Consuelo Martín nació en Madrid. En 1981, la Universidad Complutense de esta ciudad le otorgó el título de Doctora “Cum Laude” en Filosofía por su tesis: “Conocimiento y realidad”. Desde entonces ha traducido y comentado por primera vez al español textos de Sankara. Por todo ello es considerada especialista en filosofía no-dual o advaita en el ámbito académico. Ha dedicado su vida a la investigación vivencial de la sabiduría, también llamada "filosofía perenne” dirigiendo desde 1977 al 2009 sin interrupción la revista "Viveka”. Además, comunica en clases universitarias, seminarios y retiros de contemplación su conocimiento vivencial creando una nueva Escuela Contemplativa.

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Prólogo

Al escribir este libro no me animó el propósito de añadir alguna teoría sobre epistemología o metafísica. Más que dar explicaciones sobre como conocemos, me propuse presentar una nueva visión del acto de conocer y ser, trascendente a la relación entre conocedor y conocido.

Lo que impulsó mi interés al componer este trabajo fue la posibilidad de provocar con él nuevas reflexiones sobre la realidad. Y mi anhelo ahora como cuando comencé a escribirlo es que sus afirmaciones induzcan a descubrir experimentalmente lo desconocido para la percepción habitual.

La base metafísica que subyace en esta obra está fundamentada en una vivencia interior que al igual que la de tantos seres humanos ha señalado una nueva manera de comprender la existencia. Esta vivencia que aquí se sintetiza en la evidencia interior de ser la luz que ilumina realidades, ha cuajado en un estudio del estado de conciencia no-habitual en la tradición vedanta de la India. Y aún cuando éste es el estudio metafísico más claro al respecto, no se pueden olvidar otras aproximaciones filosófico-religiosas de la sabiduría occidental, como la tradición pitagórica, platónica y neoplatónica o la cumbre de la mística cristiana y sufí.

Al conjunto de explicaciones de la realidad con fundamento en la experiencia interior de la conciencia se ha llamado filosofía perenne, aunque también podría calificarse simplemente de sabiduría. Este libro encaja en ese ámbito, tanto por su contenido como por su propósito. Y como tal está encaminado a servir de esclarecimiento a cuantos caminan por esta vía de autodescubrimiento de la realidad por vocación irrevocable.

El contenido de este libro: el resplandor de ser una luz que atraviesa todos los niveles de realidad, siempre fue la primera evidencia para mí, el punto más preciado de mis investigaciones en la conciencia. Por eso hace ya unos cuantos años me dispuse a construir un libro con ese tema y también por eso lo hice con el mayor afecto y cuidado. Sabía que una verdad tan directa no es fácil de admitir y que las personas, parapetadas en el pensamiento convencional no pueden sospecharla jamás. Sin embargo, siguiendo mi talante habitual, me aventuré a explicar lo inexplicable. Me puse el reto de presentar con envoltura racional la concepción del ser humano como luz. Y además ayudar en lo posible a desvelarla a quien tuviera la voluntad suficiente para adentrarse en su contemplación a partir de la lectura de un libro.

Ahora comienza una nueva etapa de la andadura de este texto, su tercera edición, y al ponerlo de nuevo en manos del lector, me pregunto en qué medida cumplirá y seguirá cumpliendo su misión de aclarar y acompañar al descubrimiento de la luz interior que somos. Sé muy bien que como Sócrates decía, el verdadero filósofo, el amante incondicional de la sabiduría sólo puede acompañar a los demás ayudando a dar a luz la verdad desde el interior de cada uno, nunca imponiéndosela desde fuera. Y la tarea de preparar y facilitar el advenimiento sagrado de la luz, es la más bella que puede imaginarse.

No olvido, sin embargo que, por grande que sea el entusiasmo en ella, sólo es posible la ayuda a quien ya siente los síntomas del próximo alumbramiento de la verdad. Para ellos son estas reflexiones, para ellos la expresión racional de la evidencia nacida en lo íntimo de la conciencia. ¡Que este libro llegue a cuantos están ya embarazados de la luz interior! Que la lectura de estas páginas les acompañe en esta magna tarea: el reconocimiento del resplandor de la luz que somos a todos los niveles existenciales.