Ruta de Sección: Inicio > Libros > Reflejos del Alma

Libros - María Teresa Román

Reflejos del Alma

Reflejos del Alma

Este libro saca a la luz parte de la sabiduría que guardan cuentos, sentencias, aforismos y frases de distintas épocas y pensadores para que el lector adquiera unas pequeñas nociones acerca de lo que puede ser un camino iniciático, sin que tenga que hurgar en una gran cantidad de textos o dedicar mucho tiempo y energías a la búsqueda de las fuentes.

La belleza que encierra una metáfora, la “lectura interna” que el lector consciente podrá percibir en ella, sensibilizará su mente para estimularle a buscar la verdad por sí misma.

* * *

María Teresa Román
María Teresa Román

Es licenciada en Psicología por la Unidad Complutense de Madrid y doctora en Filosofía con la máxima calificación por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Miembro de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones e investigadora de temas orientales, es profesora de la Facultad de Filosofía de la UNED y miembro de los consejos editoriales de la revista A Distancia y Éndoxa, de la UNED. Ha publicado entre otras obras: Diccionario de las religiones y Buda: Sendero del alma.

Más información

Detalles del libro:
  • Título: REFLEJOS DEL ALMA
  • Autora: María Teresa Román
  • Editorial: Aldebarán
  • Año de edición: 1998
  • Nº de páginas: 344
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 11 x 17
  • ISBN: 978-8488676530

Prólogo

Los grandes maestros de las tradiciones sagradas como Buda y Jesús, conociendo el recelo del hombre a enfrentarse a la verdad desnuda, buscaron el relato como medio para comunicarla. Ellos eran conocedores de que el relato se asienta en lo más profundo del alma, transformando de un modo sencillo la visión que tiene el hombre de sí mismo y del mundo que le rodea.

La belleza que encierra una metáfora, la “lectura interna” que el lector consciente podrá percibir en ella, sensibilizará su mente para estimularle a buscar la verdad por sí misma.

Casi todos los maestros están de acuerdo en afirmar que las palabras son insuficientes para expresar las cosas del alma y conceptos como Trascendencia, Iluminación, Dios, Liberación, Vacuidad, Mente, Conciencia o Tao, contienen en sí mismos una sabiduría que el hombre difícilmente puede explicar. Sin embargo, seamos o no conscientes de ello, lo comprendamos o no, somos todo Ello:

Puesto que Brahma constituye el yo de la persona, no es algo que la misma pueda alcanzar. Y aunque Brahma fuera algo completamente distinto del yo de la persona, tampoco sería posible alcanzarlo, ya que por su naturaleza omnipresente está en todos a perpetuidad. (1)

Sin embargo, el hombre al nacer olvida su esencia, su chispa divina. Y, siendo creador del gran universo, se desconoce a sí mismo y lo que el universo es.

En el transcurso de su peregrinar, el hombre desea el encuentro con la luz; y el alma, cautiva en el sueño del universo espacio-temporal, anhela rasgar el velo de la ignorancia y arribar al puerto de la libertad.

Preguntas como: ¿quién soy yo? ¿por qué estoy aquí? ¿adónde voy? o ¿qué es la vida?, se han formulado hombres y mujeres de todas las épocas. Algunas de estas personas, además, se han dedicado exclusivamente a hallar una respuesta satisfactoria.

Y en su continuo esfuerzo por transferir la luz de su experiencia a las generaciones futuras, estos sabios de todos los tiempos, han dedicado sus vidas íntegramente a la gran aventura de la búsqueda del conocimiento.

En este caminar hacia el origen, hay momentos de inspiración en que el alma se inunda de alegría ante una visión interna. Y cuando esta visión de las cosas eternas trasciende la conciencia, ésta se desborda; ya no hay muro que la frene, ni realidad que la condicione, ni palabras que la justifiquen. En ese instante, se da cuenta de su victoria espiritual y comprende que no se puede conocer por la vía intelectual aquello que sólo se puede sentir con el espíritu. Y la única misión es ser.

Esta visión del alma, estos reflejos de sabiduría transmitidos por los grandes fundadores de religiones, pensadores y sabios de todas las tradiciones culturales, es lo que la autora del libro pone en sus manos para que usted, viajero del mundo, compañero de la nada, inicie el camino hacia el vacío interior, a través y más allá de las palabras. Como dijo el Buda: «Tú eres el que tiene que hacer el esfuerzo. Los maestros sólo te señalan el camino».