Libros - Jean-Marc Mantel

En el corazón de lo impensable
Psiquiatría, psicoterapia y espiritualidad

El Dr. Jean Marc Mantel, completó sus estudios de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Paris.

Profundizó y se interesó por las enseñanzas del conocimiento de sí mismo, transmitidas por Krishnamurti, Ramana Maharshi y Jean Klein. Con este último estudió el autoconocimiento, la meditación y los enfoques sutiles del yoga. Fundó la “Asociación Internacional de Psiquiatría Espiritual” que ha desarrollado numerosos eventos intentando integrar salud mental y espiritual, más recientemente creó la asociación “Essence” dedicada a la sabiduría no dual.

“La palabra espiritual toca nuestra dimensión más íntima, esa que apenas se puede compartir. Dejando revelarse esta dimensión del ser, aparece una vulnerabilidad nueva, no en el seno de una fragilidad, sino en una sensibilidad despojada de las defensas construidas por la personalidad. Las cuestiones relativas a esta parte de nosotros se remiten a múltiples causas de esquemas preestablecidos, inculcados por la educación y el medio ambiente.

La comprensión invita a un abandono total, a un soltar presa completa de todo eso que se piensa ser, de todo eso que se cree ser.

Esta ausencia de nosotros mismos se revela como una presencia portadora de una indescriptible belleza.

Vivir la belleza en su esencia, vivir una plenitud sin objeto, ahí está el fin de una terapia que habrá visto la muerte del yo reemplazada por la vida en si misma.”

Extracto

Primer Capítulo: La Salud

Creo que sólo al hombre despierto, al hombre liberado de todo conflicto interior, lo podemos calificar de “sano”. Este hombre despierto tiene un funcionamiento constantemente armonioso y adaptado a toda situación, puesto que no es un prisionero de sus tensiones interiores.

Aunque hay pocos seres sanos, todos y cada uno aspiran sin embargo a vivir esta plenitud de salud interna y todos y cada uno a través de sus problemas existenciales aprenden a encontrar en sí mismo lo que es un funcionamiento armonioso.

Es muy importante darse cuenta de que la salud no es una cosa para adquirir, sino algo que existe en todos nosotros. Está presente, pero simplemente no está actualizada. Ella está enmascarada por la agitación mental, por la confusión interior, por el estado de contractura en el que vivimos habitualmente. Es por lo que creo nefasto etiquetar a alguien en términos de enfermo. Es mucho más positivo para él, verlo en tanto que ser fundamentalmente sano, pero que no sabe vivir todavía su salud.

La enfermedad es el reflejo de nuestra salud. La visión de una disfuncionalidad se refiere a la noción que tenemos de un funcionamiento sano y armonioso. La enfermedad viene para enseñarnos a contemplar la actitud interior errónea que la ha generado.

Ella es a menudo el reflejo de nuestra inmadurez, y una llamada a explorar la naturaleza misma de nuestro ser.

Vista desde este ángulo, la enfermedad deviene una formidable oportunidad de transformación.

La enfermedad mental no escapa a esta regla.

Ella es generalmente la expresión de un descentramiento y de una pérdida de contacto con nuestra naturaleza intima.