Libros - Chögyal Namkhai Norbu
el espejo
sobre la presencia y la consciencia
El espejo es un texto breve que expone con suma claridad y profundidad los tres aspectos fundamentales de la vía del Dzogchen: la visión o comprensión intuitiva de nuestro estado primordial, la meditación o aplicación práctica de este conocimiento y la conducta o integración de la meditación en nuestra vida cotidiana.
En este texto se pone especial énfasis en el concepto de «consciencia» y su presencia continua, el verdadero sustituto para todas las reglas y limitaciones típicas de las tradiciones religiosas.
Como con frecuencia expresa el maestro Namkhai Norbu: «el Dzogchen no te pide que cambies tu religión, filosofía o ideología, ni que te conviertas en algo distinto de lo que eres. Solo te pide que te observes y descubras la "jaula" que has construido con tus límites y condicionamientos. Y te enseña cómo salir de ella ―sin crear otra nueva― y llegar a ser una persona libre y autónoma».
Chögyal Namkhai Norbu es uno de los principales maestros de Dzogchén. Ha sido profesor en el Instituto Universitario Oriental de Nápoles. Actualmente se dedica a la transmisión y preservación de las enseñanzas de Dzogchén y de la cultura tibetana. Es el fundador de Dzogchen Community y autor de numerosos libros, entre los que destacan, El cristal y la vía de la luz; Nacimiento, vida y muerte; Los fundamentos del Dharma, y Yoga tibetano del movimiento. / más info
Detalles del libro:
- Título: EL ESPEJO
- Subtítulo: Sobre la presencia y la consciencia
- Título Original: The Mirror
- Autor: Chögyal Namkhai Norbu
- Traducción de: Daniel Simonelli
- Editorial: Kairós
- Año de edición: Septiembre 2018
Extracto de la Introducción
El conocimiento transmitido por los maestros de la enseñanza Dzogchen no es de tipo intelectual ni está condicionado por los principios de una ideología religiosa o filosófica. Tiene que ver con la realidad de la experiencia humana en su inmediatez. Dzogchen significa "perfección" o "completitud" (rdzogs) "total" (chen): el estado primordial de todo individuo; una potencialidad absoluta que, mediante infinitas formas de energía, por igual puede manifestarse como la dimensión de confusión e infelicidad propia de la transmigración, samsara, o como la dimensión de iluminación, la condición más allá del sufrimiento, nirvana.
Los seres humanos, en su condición relativa en el espacio y el tiempo, viven y actúan mediante los tres aspectos o niveles de la existencia: cuerpo, voz y mente.
Por cuerpo se entiende, además del cuerpo físico, la totalidad de la dimensión material relacionada con la percepción sensorial, la única dimensión de la cual las personas son generalmente conscientes.
La voz representa la energía, un nivel de existencia sutil que le da vida a la esfera material. En los seres humanos esta energía consiste principalmente en la fuerza vital prana, que está íntimamente ligada a la respiración. Debido a que es a través de la respiración que se producen los sonidos vocales, se emplea el término voz.
Y mente es el aspecto más secreto de la existencia humana, que es invisible. Todas las personas piensan, pero nadie puede definir el origen o la naturaleza de sus propios pensamientos. Sin embargo, es la mente la que, más que ningún otro factor, condiciona y determina el curso de nuestras vidas, mediante ideas, sentimientos y actitudes.
Estos tres aspectos de la existencia son interdependientes: si el cuerpo está enfermo, ello puede influir sobre la esfera de la energía, la cual a su vez puede causar un desequilibrio a nivel mental. Más aún, si la mente se encuentra en un estado de confusión o depresión y esta condición persiste, puede crear trastornos a nivel energético, y como consecuencia puede desequilibrarse la dimensión del cuerpo. O también, en algunos casos, como en el de enfermedades que se consideran muy difíciles de curar, es el mismo nivel energético el que ha sido afectado directamente y a partir del cual el desequilibrio se manifiesta en el cuerpo. Este proceso, sin embargo, puede revertirse: a través de un aspecto dado del cuerpo, de la voz o de la mente, uno podría ser capaz de descubrir la causa de las alteraciones y de esa forma identificar los medios para eliminarla, tarde o temprano, restableciendo el equilibrio original.
El cuerpo, la voz y la mente constituyen la "condición relativa" de la vida humana; sin embargo, son manifestaciones o reflejos del estado primordial del individuo, más allá del tiempo y de la acción. No obstante, es por medio de nuestra condición relativa que somos capaces de descubrir o reconocer nuestro estado verdadero, del mismo modo en que reconocemos un espejo observando lo que se refleja en él. En el Dzogchen la enseñanza es una transmisión directa de conocimiento: un conocer, que es el estado mismo de perfección original inherente a cada individuo y, por lo tanto, siempre presente en todos nosotros. Empero, ignoramos este estado de conocimiento debido a los arraigados hábitos de la mente, a nuestro dualismo, que se hace evidente en nuestra tendencia a juzgar lo que nos rodea. Un maestro es alguien que ha obtenido la realización del conocimiento primordial intrínseco y lo comunica a través de diferentes medios; su transmisión es en sí misma la esencia de la enseñanza...
Adriano Clemente