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Libros - Javier Melloni Ribas

el deseo esencial

El Deseo esencial

Estamos atravesados de deseos, con un anhelo permanente de algo más. Deseos de toda forma y especie: luminosos y oscuros, alcanzables e imposibles, ágiles y obsesivos, permitidos y prohibidos, atávicos y sutiles, siempre nuevos y siempre antiguos. Deseos que, en su aparente dispersión, son expresión de una única pasión: vivir. El impulso de la vida desplegándose en nosotros y expresándose a través nuestro, y que tiene su origen en el ser mismo de Dios, el Ser primordial de quien surge esa noble potencia que está en todos los seres como resonancia y nostalgia de su origen y que llamamos e identificamos como el Deseo esencial.

La respiración, el hambre y la sed, el amor, el poder, la belleza, la teología, el conocimiento, la llamada personal y la oración son los ámbitos por los que el autor despliega su antropología del deseo, entendiendo éste como un anhelo, como un éxtasis que nos lleva fuera de nosotros mismos hacia un bien siempre mayor que aspira a la unión con el Ser total. El Deseo esencial no apunta a la eliminación o represión del deseo, sino a su continuo trascendimiento.

Javier Melloni Ribas

Javier Melloni Ribas (Barcelona, 1962) es jesuita, doctor en Teología y licenciado en Antropología Cultural. Es miembro de «Cristianisme i Justícia» y profesor de Teología Espiritual en la Facultad de Teología de Cataluña. Está especializado en diálogo interreligioso y mística comparada. Vive en la Cueva de San Ignacio (Manresa), donde acompaña y reflexiona sobre las diversas manifestaciones de la experiencia de Dios. Es autor de diversas publicaciones, entre las que destacan: Los caminos del corazón. Una aproximación a la Filocalia (Sal Terrae 1995); La mistagogía de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio (Mensajero-Sal Terrae 2001); El Uno en lo múltiple. Aproximación a la diversidad y unidad de las religiones (Sal Terrae 2003); Relaciones humanas y relaciones con Dios. El yo y el tú trascendidos (San Pablo 2006); Vislumbres de lo Real. Religiones y revelación (Herder 2007); El no-lugar del encuentro religioso (edición de las Actas del Congreso del Centro de Estudios místicos de Ávila, Octubre 2007 [Trotta, Madrid 2008]). / Más información

Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 200
  • Encuadernación: Rústica
  • Formato: 13.2 x 20
  • ISBN: 978-8429318296

Prefacio

Nos descubrimos atravesados de deseos, con un anhelo permanente de algo más. Deseos de toda forma y especie: luminosos y oscuros, alcanzables e imposibles, ágiles y obsesivos, permitidos y prohibidos, atávicos y sutiles, siempre nuevos y siempre antiguos. Deseos que, en su aparente dispersión, son expresión de una única pasión: vivir. El impulso de la vida desplegándose en nosotros y expresándose a través nuestro.

Esta vida que vive y se desvive en cada uno proviene de un origen todavía más fontal: de Dios mismo, el Ser primordial que está más allá y más acá de todo lo que es, y del que toda criatura es noticia por el mero hecho de existir. La Vida y toda forma de vida emanan de este Fondo original y originante en el cual se engendran todos los seres. Procedemos de la única Vida, la vida de Dios, de ese Fondo abierto y libre, uno y simple. De Él brota una potencia que, saliendo de sí misma, engendra. Engendrando, da forma y aparecen los seres. Toda forma contiene esa fuerza que participa de su fuente. Esta potencia en la que Dios se halla ―y ella en Dios― está en el interior de cada criatura; es por ella que, en el decir del Maestro Eckhart, son y reverdecen. Esta noble potencia que surge de Dios y que está en los seres como resonancia y nostalgia de su origen es lo que aquí llamamos e identificamos como el Deseo esencial.

Los anhelos de todos los seres son participación y manifestación de esa única aspiración: remontar hasta el Ser primordial, permanecer en el Ser que nos da el ser. Tal es el Deseo esencial. No hablamos de retornar a Dios, porque a Dios no lo hemos dejado jamás. Dios no puede ser dejado, porque en Él «vivimos, nos movemos y existimos», según las palabras inspiradas de Pablo en el Areópago de Atenas. El anhelo de los seres es anhelo de ser, el cual participa del deseo de formar parte de Quien nos hace ser. Todo lo existente participa de esta única aspiración: permanecer en el Ser que nos da el ser, cuya esencia es anhelo de hacernos participar de su ser.

Así, somos deseo de Dios en un doble sentido: desde el punto de vista nuestro, tenemos deseo de Dios, anhelo de reunificarnos con el Origen, que nos hace participar de Él por medio de la existencia; desde el punto de vista de Dios, somos su Deseo. Creados como expansión de su ser, somos la forma, la expresión, el contorno y la ocasión de su Deseo. Somos Él en su acto de darse en nosotros, y Él es nosotros en la forma acabada de nuestro anhelo.

Este Deseo es tanto despliegue como repliegue de Dios en Dios. En este flujo de éxtasis y enstasis, de exitus y reditus, acontece la aventura de todos los tanteos, de todas las búsquedas, hallazgos y extravíos, de todos los impulsos y de todas las pasiones, de todo aquello que nosotros, criaturas de anhelos inagotables e imposibles, somos receptáculo. De manera que todos nuestros movimientos son manifestación de este único impulso del Ser que nos hace participar de su ser a través de las formas crecientes de existencia.

Este Deseo es proceso y proyecto también. Nuestro tiempo requiere de una orientación y educación en medio de tanta confusión de anhelos. Por ello, este ensayo puede ser concebido como una mistagogía del deseo, en tanto que propone un recorrido iniciático por los diversos ámbitos de la existencia, concibiéndolos como expresiones de un dinamismo ascendente que experimentamos de modos diversos, hasta alcanzar la plenitud de lo que estamos llamados a ser y que ya somos sin saberlo.