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Libros - Sesha

los campos de cognición
kshetra kshetragna (el campo y el conocedor del campo)

Los Campos de Cognición

No es éste un texto fácil; no porque encierre una gran complejidad, sino por las asombrosas y revolucionarias revelaciones que aquí se exponen.

Enmarcado en la Vedanta, pero sustentado en su propia vivencia de lucidez, Sesha plasma fielmente aquí el camino hacia la Realización mediante el Saber, según la más genuina tradición del Gnana Yoga y en conexión con los más antiguos tratados vedantines, como el Bagavad Guita.

Quien profundice en esta obra con genuino afán de saber, impulsado por Eso que todo sustenta y fundamentado en un acercamiento honesto y con amplitud de miras, no será defraudado.

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Detalles del libro:
  • Nº de páginas: 472
  • Encuadernación: Rústica
  • Formato: 15 x 21
  • ISBN: 978-8461680917

Introducción

A la teoría de conocimiento del Vedanta se le clasifica en Occidente como idealista o mentalista, en razón de advertir que el acto del conocimiento tiene una génesis interna no material, donde la conciencia posee una naturaleza similar a los contenidos constitutivos de la mente.

Existe una inmensa brecha entre las explicaciones occidentales y la real apreciación de los antiguos sabios orientales respecto a la interpretación de la naturaleza de la mente y la conciencia.

En primera instancia, Oriente independiza la naturaleza de la conciencia y de la mente. Mientras la conciencia, de naturaleza No-dual, es causa per se del conocimiento, la mente, en cambio, es un instrumento de conformación sutil (1) cuya naturaleza esencial es interpretar los contenidos ideales propios de la memoria, así como todos los entes materiales duales que fluyen en el universo.

La afirmación anterior posee implicaciones casi inimaginables, pues abre las puertas a la experimentación de realidades sutiles y físicas sin el requerimiento del instrumento mental, usando, en cambio, como soporte cognitivo la vía directa donde la conciencia -realidad auto-luminosa No-dual- puede apropiar conocimiento directamente por sí misma.

En segunda instancia, el Vedanta afirma que el substrato mismo de la conciencia, operando sin intermediario alguno mental, es la esencia de todo lo conocido gracias a su naturaleza intrínseca No-dual. La cognición dual, realizada por el individuo, es producto de la conciencia individual en asociación con la mente, cuyo resultado genera la aparición de una expresión cognitiva dual que es reflejo de la Conciencia No-dual.

Esta nueva afirmación cambia radicalmente la forma de apreciar el mundo, pues crea diferentes opciones de experimentar la realidad. Esta realidad, por tanto, puede ser conocida a través de diferentes estados de conciencia, cada uno de ellos caracterizado por la diversa interrelación de la conciencia No-dual con la naturaleza dual y variable de la mente. Además, el Vedanta concluye que la finalidad de todo ser humano es el reconocimiento de la identidad consciente No-dual de sí mismo con todos los demás contenidos constitutivos del universo, ya sean éstos reales o ideales.

En tercera instancia, el Vedanta es un sistema de conocimiento metafísico teórico-práctico, a diferencia de los modelos occidentales, que son básicamente teoréticos. Así, todas las afirmaciones del Vedanta pueden ser confirmadas empíricamente por cualquier individuo; basta que éste sea lo suficientemente auto-rreflexivo como para notar las simples y profundas verdades que operan en sí mismo y a su alrededor.

Sin embargo, el eje central de toda disquisición es la idea de la No-dualidad. La No-dualidad es la idea más inteligente, simple y a la vez compleja que la cultura humana ha gestado. La No-dualidad se basa en el hecho de que las cosas realmente son, pero no son algo. La apreciación cognitiva del ser emana de la naturaleza intrínseca de la Conciencia, pero el sentido de apreciación de algo o de diferenciación entre los algo emerge por la asociación de la mente al proceso cognitivo.

La No-dualidad y la dualidad se asemejan a las innumerables gotas que conforman el océano. Las gotas de lluvia aparecen, antes de fundirse finalmente en la mar, con fronteras que las independizan unas de otras, así como del espacio circundante; cuando caen, las fronteras se diluyen en el agua de la superficie del océano induciendo así la desaparición del sentido de diferenciación.

De esta manera, las fronteras que diferencian una gota de otra, o a una gota de aquello que no lo es, son la causa de la aparente dualidad. La solución que el Vedanta propone como meta final a la búsqueda interior es el recto conocimiento, al cual se accede mediante un discernimiento aguzado que logre discriminar el real saber; esto es: todo es Brahman, todo está en todas las cosas. El foco de diferenciación de aquello que conoce respecto a lo conocido emerge debido a la condición dialéctica del proceso individual de la cognición. En el acto racional se encuentra siempre presente un perceptor individual testigo de la cognición.

La solución a todo conflicto cognitivo no está en encontrar una respuesta intelectiva que resuelva la inquietud dual propuesta, sea ésta cual sea (2), sino en adquirir, mediante la experimentación personal de auto-reconocimiento, la vivencia de una realidad no diferenciada sin comienzo ni fin, siempre existente e infinita. ¿Cómo llegar de forma práctica a semejante resultado? Fácil: encuéntrese algo lo suficientemente estable que permanezca en todo acontecimiento de su vida de forma inamovible, alguna actividad interior, física o sutil que posea el don de permanecer sin cambio, independiente de tiempo y espacio.

Para el Vedanta, ese algo inmutable e imperecedero es el perceptor final de la cognición. No existe nada más que posea el atributo de inmutabilidad que el perceptor final. La solución estriba, por tanto, en encontrarlo. ¿Cómo lograrlo? ¡Busque a quien verdaderamente conoce! Vaya más allá de su pobre apreciación mental y salte al vacío de la ausencia del yo. Convierta la cognición en un acto simultáneo de Evidencia y Auto-evidencia no-diferenciada.

Navegue en el mar de la propia auto indagación. Pregunte sin duda: ¿Quién soy? Hágalo y encuentre el instante en donde quien pregunta no puede ser indagado por ningún otro sujeto previo a él.

SESHA
Notas
  1. Para el Vedanta, la mente es un órgano no material que posee una contraparte física: cerebro, sistema nervioso, etcétera.
  2. La respuesta filosófica al acto cognitivo no se resuelve respondiendo dialécticamente a si es realmente posible conocer, o a si el agente activo del conocimiento es el sujeto o el objeto. Estas dos inquietudes son parte de los cuatro problemas fundamentales que estudia la filosofía. La solución «final» no se encuentra en conocer aquella información «primera» en el plano dialéctico, sino en conocer la información que verdaderamente es estable y auto-consistente, y no aquella que fluctúa tanto como el mismo observador o es tan cambiante como lo observado.