Libros - Rafael Redondo
Aromas del zen
En la más profunda arteria del ser humano late una nostalgia. En su fondo inconsciente resuena aún la música callada de su origen olvidado, y la añora; aunque también la niega y la rechaza. Esa es su tragedia; también, la razón de que siempre se halle activo, persiguiendo a tientas eso que intuye, eso que le atrae y que a la vez censura. Así vive ―si a eso puede llamarse vida―, extravertido, dormido, de espaldas a su verdadera naturaleza.
Sin embargo, en medio de su sinsentido, allí, en lo más profundo del corazón de cada hombre y de cada mujer, sigue palpitando una Noticia. La experiencia del Zen nos dice que los seres humanos, liberándose de las programaciones colectivas, desaprendiendo lo aprendido y prestando más atención a su voz interior, no sólo pueden comenzar a encontrar sentido a su existencia, sino también a tornarse solidarios y profundamente unidos con el universo.
En este libro, poético y meditativo, este Maestro Zen nos ayuda a caminar por el sendero del despertar a una nueva conciencia que nos libera de tanta dormidera colectiva.
Rafael Redondo (Bilbao, 1941) es autor de nueve libros y numerosos artículos científicos. Escritor, conferenciante y columnista de diversos periódicos, desarrolla su principal actividad en el País Vasco. Es pionero en implantar la meditación Zen dentro de un programa de Terapias Alternativas, dependiente del Servicio de Psiquiatría del Hospital Civil de Bilbao. En mayo de 2004 fue reconocido Maestro Zen por Willigis Jäger. Desde entonces, abandonada voluntariamente la docencia universitaria, su actividad se ha centrado en enseñar el camino del Zen.. / más info
Detalles del libro:
- Título: AROMAS DEL ZEN
- Autor: Rafael Redondo
- Prólogo de: Willigis Jäger
- Editorial: Desclée De Brouwer
- Año de edición: Marzo 2007
Prólogo
Zen, ¿qué es eso? Kakua, el primer japonés que se trasladó a estudiar Zen en China, a su regreso, fue invitado por el emperador de Japón para que expusiera en una conferencia, todos los conocimientos que había adquirido en aquel país. Kakua sacó una flauta de su túnica, sopló una corta nota, se inclinó cortésmente y abandonó la audiencia. El emperador se quedó desorientado. Es imposible explicar con palabras lo que es el Zen.
No existe ninguna doctrina, ni siquiera budista, sobre Zen. El maestro Yuansou afirmaba correctamente: “No hay enseñanza que incubar o sobre la que puedas instalarte. Si no crees en ti mismo, toma tu atillo y recorre las casas de otras gentes en busca del Zen y el Tao. Vas buscando misterios, maravillas, budas y maestros Zen. Crees que esto es la búsqueda de la Verdad Suprema y haces de ello tu religión, pero es como correr hacia el Este con el fin de encontrar aquello que se asienta en el Oeste”.
Por tanto, nadie puede ser instruido como maestro Zen. Por esto no hay Zen cristiano, ni Zen budista. De esta forma, tampoco hay maestros de Zen budista, sino únicamente maestros Zen que son budistas y del mismo modo, también maestros Zen que son cristianos o incluso que no pertenecen a ninguna confesión. La diferencia fundamental entre las religiones no fluye verticalmente entre simples denominaciones, sino más bien horizontalmente entre los niveles exotéricos y esotéricos de estas religiones.
Existe una “Sophia perennis”, una eterna sabiduría, que algún día será reconocida como el verdadero objetivo de toda religión. El ser humano en el futuro será un ser “despierto”. Esto solamente ocurrirá cuando el Zen y todos los caminos espirituales se liberen a sí mismos de las ataduras de las confesiones. En esta liberación es donde el Zen desempeña un papel importante, pues está claro que ni Shakyamuni ni tampoco Jesús tuvieron intención de fundar religión alguna. Es cierto que el Zen se halla estrechamente unido al Budismo, pero realmente lo trasciende, y también a cualquier otra religión. El Zen y todos los caminos esotéricos, como pueden ser Yoga, Vipassana o Contemplación, trascienden los credos religiosos.
Para quien recorre el camino del Zen, la convicción religiosa se convierte en experiencia personal, de modo que su confesión no será un obstáculo. No será necesario abandonar su religión, sino que la comprenderá profundamente y la interpretará de manera nueva. El futuro de la religión está en la Mística, como dijo Karl Rahner: “El cristiano del futuro será místico o no será cristiano”. Místico es quien ha experimentado algo personalmente.
Este libro ha sido escrito para auténticos buscadores, dentro o fuera de una confesión. Rafael Redondo ha realizado durante largo tiempo el camino del Zen bajo mi dirección. Quien confíe en él, contará con un experimentado compañero en el Camino.
Willigis JägerKyo-un Roshi