Artículos - Roy Whenary
La consciencia no es un objeto
Una entrevista con Roy Whenary por Ben Hassine (2005)— ¿Puede darnos una breve reseña biográfica, haciendo hincapié en el aspecto espiritual de su vida? Por ejemplo ¿qué maestros y enseñanzas le inspiraron y puede relatar algunas de sus encuentros con ellos?
Yo no sé si es posible hacerlo sin un excesivo énfasis en lo "personal", por lo que brevemente voy a mencionar mis principales influencias como J. Krishnamurti, Nisargadatta Maharaj y Jean Klein. Me encontré con Krishnamurti cuando tenía 20 años, y la lectura de sus libros y la asistencia a sus charlas tuvieron un profundo efecto en mí. Después de leer mucha y variada literatura espiritual antes de eso, Krishnamurti fue como una bocanada de aire fresco... sencillo, obvio y claro desde el principio. En Brockwood Park y Saanen, conocí a muchos nuevos amigos, con los cuales mantenía interminables discusiones sobre varios asuntos, aunque adoptando la terminología de Krishnamurti. Luego, a mediados de los años 70 me enteré de una publicación de la India, que no era fácil de encontrar en Londres en ese momento. Se llamaba "Yo Soy Eso" que era obra de Nisargadatta Maharaj. Había leído previamente libros Advaita de Ramana Maharshi, pero de alguna manera "Yo Soy eso" tuvo más de un efecto en mí. Qué era eso, no lo sé. Tal vez fue porque era más contemporáneo, mientras que las obras de Ramana eran de otra época. Aunque yo había conocido a algunas personas que se habían sentado con Ramana, a menudo me encontré con personas que habían ido a ver a Nisargadatta. Sin embargo, nunca me sentí tentado de ir a la India en persona, entendiendo desde el principio que no había nada disponible allí, que no estuviera ya disponible aquí.
A principios de los años 70, también conocí a Vimala Thakar, quien era muy popular en Holanda. Primero la conocí en 1972, después en 1974 y en 1976 pasé una semana de retiro con ella en Inglaterra. Muchas de las personas que conocí en ese retiro todavía estoy en contacto con ellas. Vimala me pareció que era muy atenta a mi sensibilidad y despierta a mi necesidad de contacto personal con ella, y tuvimos varias charlas útiles sobre lo que ahora parecen ser preguntas muy básicas que tenía en ese momento, pero sus respuestas fueron muy cálidas y abiertas.
En 1980, la señora que organizaba visitas de Vimala al Reino Unido me informó de que había otro maestro que valía mucho la pena ir a ver, llamado Jean Klein. Resultó que ella estaba organizando sus visitas también. Asistí a una charla que dio en Friends Meeting House, Hampstead, en Londres, y me quedé impresionado de inmediato por su calmada presencia y claridad mental. Había mucho silencio en sus conversaciones, y aunque por el momento su Inglés no era tan brillante, mejoró en los próximos años, ya que venía a Inglaterra con más frecuencia. En algún momento me ofrecí a llevarle en coche cuando estaba aquí, lo cual aceptó. Por lo tanto lo llevaba y recogía del aeropuerto y lo llevaba a restaurantes para las comidas, etc ―un trabajo que hice durante un par de años, de buena gana― aunque nunca hablábamos de filosofía espiritual en absoluto durante estos momentos. Me di cuenta de que en su presencia no había preguntas, y que todo era auto-evidente. Yo realmente creo que él no tenía ninguna agenda en absoluto. No estaba dispuesto a convencer a nadie de nada... se trataba de aquí está... lo tomas o lo dejas. No pude evitar contrastar este enfoque, y su calmada presencia, con la de Krishnamurti, que era mucho más apasionado y vivaz en todo sentido, y tal vez un poco enojado a veces. Era todo lo contrario a Jean Klein, y sin embargo Jean, que había pasado algún tiempo viajando con Krishnamurti muchos años antes en la India, siempre colmó de los más altos elogios a Krishnamurti, y a Vimala Thakar para el caso. Le recuerdo describiendo a Vimala Thakar como "un hermoso Ser".
— Pasó un largo tiempo con Jean Klein. ¿Puede profundizar un poco más en el efecto que este maestro tuvo en su visión de la vida y la espiritualidad en ese momento? [Por favor, tenga en cuenta que me estoy refiriendo al momento que lo conoció, así que vamos a centrarnos en la historia y no incluir aún su perspectiva actual]
Bueno, pasé tanto tiempo escuchándolo como a Krishnamurti, y ambos tuvieron un efecto profundo, aunque de diferentes maneras. No sé siquiera si se trata de las palabras lo que tenía el mayor efecto en mí... porque la presencia de estos dos maestros tenían por lo menos un igual efecto. Con Krishnamurti no se podía ignorar la seriedad que le daba la vida espiritual y lo apasionado que era con todo lo que decía. Su presencia era potenciada en ese sentido. Con Jean, era su simple y directa claridad de expresión, tranquila, calmada lo que me impresionó. Demostraba, con su propio ejemplo, lo completamente disponible y sin esfuerzo que era la "realización". No era un hombre de ideas, era un hombre de sabiduría, y hay una gran diferencia entre los dos. Una vez que has encontrado a un verdadero hombre de sabiduría, nunca más eres engañado por los hombres de ideas.
— Sí, creo que puedo entender lo que está diciendo. Me gustaría seguir con esto más adelante. Aún no ha contestado a mi pregunta. ¿Qué era exactamente ese efecto del que está hablando? ¿Cómo Krishnamurti y Klein cambiaron la forma en que veía la vida y la espiritualidad?
Perdón por parecer tan evasivo, pero yo tenía unos 19 o 20 años cuando descubrí por primera vez a Krishnamurti, y no había mucho que cambiar, supongo. No me había formado ninguna opinión fija o actitud para entonces, así que en cierto modo crecí con Krishnamurti en ese sentido. No es como alguien que de repente se encuentra con este enfoque, cuando tiene 40 o 50 años, después de haber vivido una vida y cometido errores, etc. A los 16 o 17 años, empecé a leer a Kahil Gibran y algunos budistas y algo de literatura hindú, sólo por interés. Me encontré con ellos en mi librería local, y comencé a explorar diferentes ideas. También empecé a leer a Platón y los diálogos de Sócrates... y cuando me encontré por primera vez con Krishnamurti me di cuenta de una clara similitud entre su filosofía y la de Sócrates. Pero el efecto que tuvo en mí, supongo que me dio una dirección clara, cuando muchos de mis contemporáneos estaban interesados en la música de rock duro, las relaciones, en labrarse una carrera, etc. Siempre he preferido una vida tranquila, y sobre todo caminar por la naturaleza, a la experimentación o la demasiada planificación para el futuro. Krishnamurti me ayudó claramente en esa dirección y Jean Klein profundizó esa tendencia. Supongo que lo que estos maestros me estaban dando era una ruta hacia las capas más profundas de la mente y el sentimiento, lo que da lugar a la conciencia o percepción consciente.
— Sí. Las capas profundas de la mente y el sentimiento. Creo que en cierto momento uno se enfrentará no sólo a las capas más profundas de la mente y el sentimiento sino también a las capas profundas del cuerpo. El enfoque de Jean Klein también incluía el "trabajo corporal". ¿Esta parte de su enseñanza le atraía a usted? ¿Puede extenderse un poco en este aspecto?
Sí, me atraía mucho, y llevé a cabo una serie de seminarios residenciales con él en el Reino Unido y Francia, en los cuales el Yoga/Trabajo-corporal era una parte importante. Hay otros que están mejor cualificados para comentar este aspecto de su enseñanza que yo, así que voy a ofrecer mi propia visión personal sobre ello. En mi libro "La textura del Ser" a menudo me refiero a "entrar en el sentimiento" de algo. Hay una tendencia, en una cultura dominada por la mente, a pensar siempre bien las cosas. Esto está bien cuando se trata de cosas prácticas, mecánicas. Pero cuando se trata de temas personales y temas filosóficos, es útil que no sólo se pueda "pensar" las cosas, sino también "sentirlas". Esto lleva a uno al ámbito de lo que se conoce generalmente como "intuición" o "presentimiento". Pero, con el fin de acceder a este tipo de inteligencia, que es lo que es, es necesario ser capaz de entrar en la sensación o sentimiento del cuerpo, que es más profundo que sólo "pensar" acerca de algo. En el Yoga de Jean y otras prácticas de trabajo corporal, la conciencia o percepción consciente del "sentimiento" era cultivado a través de ejercicios suaves. Estar en el "sentimiento" en cada momento, en el cuerpo, era incentivado. Esto se hacía de una manera muy informal, no competitiva.
Se animaba a cada participante en el trabajo corporal a trabajar dentro de las limitaciones que su cuerpo le dictaba. El énfasis siempre se ponía en ser consciente del movimiento y del espacio alrededor del cuerpo, pero también en la expansión de lo que sentíamos que eran nuestros límites físicos. Él incentivaba el estiramiento del cuerpo y la ampliación de los límites del cuerpo, en la imaginación creativa. Esto tenía el efecto de que uno no tenía la sensación de estar confinado en el cuerpo ― había una sensación de ligereza y apertura. Otros podrían expresar este aspecto particular más claramente, estoy seguro. Pero, se me hizo muy consciente de que el trabajo corporal de algún modo, ya sea tai chi, yoga, movimiento-libre, o lo que sea, es un buen contrapeso a lo que puede llegar a ser una filosofía intelectual dominante, como el Advaita. Si uno vive en el mundo de las ideas, y no conecta a tierra esas ideas, no plasmándolas, entonces puede ser como vivir en una especie de mundo de ensueño, donde puedes pensar que tienes todas las respuestas, a pesar de que todavía no hayas explorado todas las preguntas.
— Tengo la sensación de que la conexión a tierra o plasmación de la que habla tiene que ver con enfrentar y comprender "lo que es", ¿verdad? Creo que esta es la etapa en la que tiene lugar el cambio del nivel verbal y conceptual de la comprensión al nivel energético de reconocimiento no verbal, de comprensión y realización de la realidad. Como yo lo veo, el cuerpo también es parte de "lo que es" y no es sólo una ilusión o un saco de huesos. ¿Cómo ve el papel del cuerpo en lo que escribe de la no-dualidad?
Sin el cuerpo, ¿dónde estás? Cualquier respuesta que se da a esta pregunta es el producto de una mente que está conectada a un cuerpo particular... que podemos llamar un "mecanismo cuerpo-mente" o algún término similar. Este mecanismo cuerpo-mente también contiene una "personalidad" y un "ego". Hay una retroalimentación constante y una actualización continua entre cuerpo y mente, segundo a segundo. Para hacer frente a "lo que es", si hay miedo en ese momento, se refleja en el cuerpo. Si "lo que es" es una serpiente venenosa, entonces el cuerpo se prepara, a través de la percepción, la memoria y los diversos cambios químicos para responder de forma inmediata. En la vida diaria normal, no estamos siempre ante serpientes venenosas, pero la memoria está tan llena de influencias condicionadas que constantemente se producen respuestas condicionadas de forma continua y sin nuestro conocimiento consciente. Cuando me encuentro con alguien que he decidido que no me gusta, hay una respuesta interna que se transmite en mi cuerpo. Puedo sonreír y ser amable con esa persona, pero mi cuerpo sabe la verdad, y de alguna manera, desde el punto de vista de la salud, casi seguro pagaré por tales disgustos. A lo largo de muchos años y millones de tales reacciones, mi cuerpo padecerá las cicatrices de estas reacciones que no se ven. Tal vez mis articulaciones se agarrotarán, o se desarrollará alguna enfermedad relacionada con alguna otra parte de mi cuerpo. Hay muy buenos libros que tratan el tema más profundamente de lo que podía intentar aquí.
Pero, volviendo a tu pregunta: ¿cómo veo el papel del cuerpo en lo que escribo sobre la no-dualidad? El mecanismo cuerpo-mente es una parte de la obra... uno de los actores. El mundo de los fenómenos es el mundo en el que el mecanismo cuerpo-mente tiene su existencia aparente. Sin ese mundo fenoménico, no habría ninguna pregunta, ni ninguna otra cosa. Para el sabio, todo aparece de la nada (incluido él mismo) y no tiene una sustancia real, pero él es feliz de representar su papel en la obra de la vida, respondiendo a todo lo que surge, según sea apropiado. Él sabe que "lo que es" es una aparición temporal en la percepción, en el momento. La vida fluye a través de él, como si no estuviera allí. En última instancia, todo es Uno, pero en el mundo fenoménico parece lo contrario. La identificación y el apego dentro del mundo fenoménico crearán sufrimiento para el identificado y apegado, pero por supuesto este sufrimiento es sólo aparente. En realidad no hay una entidad permanente que sufra. El sufrimiento surge y desaparece, al igual que todos los demás fenómenos.
En el sabio, hay liberación del sufrimiento porque no hay una identificación o apego. En última instancia, como él no es una entidad fija y permanente, esta ausencia de sufrimiento podría también ser vista como algo que surge y desaparece en el mecanismo cuerpo-mente. A fin de cuentas, nunca pasa nada, y no hay ni dualidad ni no-dualidad, que no son más que conceptos. Pero en esta vida, esta vida fenoménica, el actor parece sufrir, y un ajuste de la diferencia entre el cuerpo y la mente reduce la experiencia de sufrimiento en el actor. En este sentido, los enfoques tradicionales, como el yoga, que viene bien para purificar el cuerpo-mente, son muy apropiados. Hacen la vida, la vida fenoménica, más alegre... trayéndonos de nuevo a nuestro estado natural, antes de que la mente comenzara a impedir el libre flujo de la energía. Vaciar la mente de sus "historias", de sus problemas psicológicos, gustos y disgustos, resistencias, atracciones y aversiones, es un trabajo importante en la vida de un mecanismo cuerpo-mente ― que traerá libertad y alegría, en esta vida, aquí y ahora. Pero, si se hace con un espíritu adquisitivo, como una forma en la que el ego va a demostrar lo inteligente o poderoso que es, entonces no estamos hablando de la misma cosa. Desde el principio el ego es una parte clave del problema. Una cualidad esencial de la libertad es la humildad... un completo abandono, o entrega, del impulso egoísta.
Muchos buscadores creen que lo han "conseguido" la primera vez que entienden los principios básicos del advaita o no-dualidad. Pero entender y aceptar los conceptos y vivirlos, son dos cosas diferentes. Porque para vivirlos, es necesario que haya un vaciamiento de los viejos patrones de pensamiento condicionados. Simplemente creyendo que "Yo Soy Eso", por ejemplo, no es suficiente, si la memoria sigue diciendo, en cada momento de cada día: "Yo No Soy Eso". Decir "todo es uno", y luego comportarse como si todo no es uno al concentrar todas las energías en actividades egocéntricas no es más que un auto-engaño. Los recuerdos y patrones no son sólo de la mente ― también aparecen en el cuerpo, en los músculos, las articulaciones y así sucesivamente. Yo diría que el "Trabajo Interior", que es esencial para una comprensión clara, implica necesariamente algún tipo de trabajo corporal que permita abandonar el pensamiento disfuncional y los patrones de comportamiento, que se interponen en el camino de la visión clara y el vivir en nuestra verdadera naturaleza. La liberación no es sólo un capirotazo en nuestro proceso de pensamiento, de la creencia en el ego a la creencia en el no-ego. Si crees en el no-ego aún estás actuando desde el ego, entonces hay un inmenso conflicto en tu vida, que debe ser abordado.
— ¿Qué es el pensamiento?
Yo diría que el pensamiento es simplemente una función de la mente, lo que permite que el mecanismo cuerpo-mente pueda sobrevivir en el mundo fenoménico de la dualidad. Permite que el cuerpo-mente interactúe con el mundo exterior de una manera tal que va formando un banco de memoria de experiencia y conocimiento, lo que debería ayudarle a funcionar con más éxito en el futuro. Por supuesto, esto no es siempre el caso, ya que si uno se alimenta dentro de basura, entonces generalmente expulsará basura. Por lo que es importante fomentar los pensamientos y experiencias adecuadas, de lo contrario el banco de memoria contendrá material que pueda contribuir a su propia caída. Pero el pensamiento funciona siempre dentro del campo de lo conocido, debido a que debe referirse siempre al pasado, a la memoria. Pero, puede ser modificado a través de su interacción con los demás, de tal manera que los patrones de pensamiento específicamente limitantes pueden quedar completamente anulados en la medida en que pueda ocurrir la "realización".
Ahora bien, cuando comprendemos las limitaciones del pensamiento, podemos también utilizar su increíble capacidad para explorar su entorno, mediante la exploración de las sutilezas de nuestros mundos "exterior" e "interior". La mente puede fácilmente quedarse fijada en ciertos patrones de pensamiento y comportamiento, pero también puede crear estrategias para desenredarse de estos patrones fijos. Mientras que la mente puede ser cargada con pensamientos negativos, que pueden pesar mucho en el corazón, también es posible que la mente exprese las más bellas descripciones poéticas del mundo que conocemos, y más allá. El pensamiento puede ser nuestra perdición y fuente de sufrimiento, o puede asumir toda la ligereza y la belleza que hay. Cuando nos damos cuenta del increíble poder de la mente, tal vez la trataremos con más respeto, y la alimentaremos bien, para que nuestros pensamientos se conviertan en una expresión de la belleza interior que en esencia somos.
— ¿Qué es el pensador, el observador, el controlador? ¿Cómo ve usted que el pensador o el "yo" dejen de existir?
En primer lugar está la consciencia, después el pensador, el controlador, son creados por la mente. No nacemos automáticamente con la capacidad de pensar. Esto se nos enseña, mientras somos gradualmente condicionados a vivir en el mundo como un cuerpo-mente separado. Siempre, subyacente al pensamiento está la "consciencia", que es nuestro aspecto fundamental. Pero el pensador es un producto del pasado. El pasado es una síntesis de muchas facetas de la evolución social. Con qué facetas seremos condicionados, dependerá de en qué tipo de familia hayamos nacido.
Cuando le preguntas a alguien "¿quién eres?", responderá de forma automática con su nombre. Si le preguntas que se defina aún más, puede decir que es un hombre o una mujer, etc. ― pero todo el tiempo estará describiendo la "vestimenta" que la consciencia ha asumido para expresarse a través de ese cuerpo-mente particular. Pensar que esta expresión es una entidad permanente en el tiempo, es un error que casi todo cuerpo-mente comete. En esta vida, hay un gran esfuerzo por acumular más y más, para reforzar la idea de que soy alguien. Pero entonces, una gran ola llega, y de repente no hay nadie ahí.
Lo que tú eres y lo que pareces ser son dos cosas diferentes. Uno de ellos es real y el otro es una ilusión, creada dentro de tu propia imaginación. Este truco ha sido enseñado a casi todo el mundo, porque es la tradición no mirar quién o qué eres realmente. Tú no eres tu nombre, tu ocupación, tu cuerpo, tu cuenta bancaria ― éstas son sólo herramientas que la consciencia usa para expresarse a sí misma. Todo es un juego (u obra de teatro), el gran juego universal de la consciencia. Fundamentalmente, no eres más que consciencia. Pero la consciencia no es un objeto. Tú eres consciente, eres receptivo, pero cuando empiezas a pensar, entonces empiezas también a pensar que eres una entidad separada. A continuación, comienzas a involucrarte e identificarte con las imágenes que pasan a través de tu cerebro, y crees que eres un controlador, un hacedor. Pero, ¿quién está ahí para controlar o hacer algo? Puede ser, y será aniquilado de repente. Todo lo que se necesita es una gran ola, entonces ¿dónde está el hacedor? Por tanto, el hacedor es en sí mismo hecho. En cualquier momento, dependemos únicamente de que nuestro próximo aliento venga ― y un día no vendrá.
Así que, finalmente, para responder a su pregunta de cómo veo yo que el pensador deje de existir, cuando el pensador deje de existir carece de interés. El proceso del pensamiento es una parte natural de la vida como ser humano. Cuando vemos que esto es lo que es, podemos estar tranquilos en el entendimiento de que todo este juego de la mente acabe. No tiene que acabarse como un acto deliberado. Su final ya está claro y sin duda sucederá cuando tenga que suceder. Nuestra verdadera naturaleza yace en la consciencia, que es no-específica. Cuando nace una vida, de forma natural y automática es imbuida de consciencia, porque la consciencia lo impregna todo. Cuando todo esto se sabe, la mente, de forma natural, ya no se siente atraída a identificarse con lo que está sucediendo en el juego. Sabe que en sí es algo pasajero en la consciencia omnímoda de fondo, por lo que la mente de forma natural se aparta de la implicación. Hay una conciencia del juego o de la obra de teatro, y del actor en la obra, y nunca se olvida quién o qué es eso que está detrás del actor.
— Usted parece sugerir que la consciencia es una especie de pantalla en la que los pensamientos se mueven. Como yo lo veo, el pensamiento mismo es consciencia. La consciencia es dependiente del cuerpo y la mente. Sin la memoria y el pensamiento casi no hay noción coherente de existencia, que es lo que la consciencia es, después de todo. Así que la consciencia es limitada, relativa y temporal.
Cuando la consciencia comprende su propia naturaleza se vacía también del falso sentido del yo o separación construido e imaginado por el pensamiento. La consciencia se transforma y se vacía. Este vacío no es una entidad. Es, sin el sentido del yo. Esta consciencia vacía es como la gota de rocío en el que la luna se refleja; la luna es la realidad absoluta. Esta realidad está más allá de ser o no-ser. No es una entidad y no es un estado que se pueda experimentar. Está más allá de la consciencia y la experiencia. ¿Qué diría usted de este punto de vista?
La consciencia es el sustrato de toda la existencia. Es la base de todo en el mundo físico. Al menos, esto es un uso de la palabra. No estoy apegado a ningún concepto particular en relación con la consciencia. En lo que a mí respecta, la consciencia no es un objeto. Lo que señalamos en nuestro análisis no puede ser nunca eso, porque "eso" no es un "eso" en absoluto. No tiene existencia separada. Ahora bien, sé que una de las frases favoritas de Krishnamurti era "la consciencia es su contenido". Este es un concepto totalmente diferente, y del uso de la palabra. Si usted está diciendo que el pensamiento, la mente es la consciencia, entonces puedo aceptar eso, pero no estamos hablando de la misma cosa. Estamos atribuyendo significados diferentes para diferentes palabras. Tal vez usted usa diferentes palabras para describir lo que estoy tratando de describir.
Desde mi posición de partida, la consciencia no depende del cuerpo y la mente ― de hecho, todo lo contrario. Pero también me complace usar su concepto de consciencia. Ambos son válidas. No son puntos de vista opuestos. Sólo estamos utilizando diferentes conceptos de diferentes maneras. En el sentido en que yo lo estoy usando, la consciencia no puede ser transformada, porque está más allá del espacio-tiempo y la causalidad. No es un objeto. Si decimos que la consciencia es su contenido (es decir, la memoria y el pensamiento), entonces tal vez podemos llamar a lo que yo llamo consciencia "Dios". Estoy encantado de hacer eso. O podemos llamar a una "Consciencia con forma" y la otra "Consciencia sin forma" ― como usted quiera. Existe el color negro y existe el color blanco. Sin negro no hay blanco, y viceversa. Sin lo relativo no habría lo absoluto, sin mí no habría usted, y así sucesivamente. Pero, ¿hay algo más allá de esto? ¿O simplemente tenemos que aceptar que hay existencia y hay no-existencia? Hoy conversamos... y mañana no estamos aquí. Hoy leemos a Rumi, Hui Neng, Buda, Jesús... ¿dónde están ahora? ¿No son solamente conceptos en nuestra mente? Mañana... en diez mil años, tal vez alguien lea nuestro diálogo, y será pertinente entonces, como ahora, pero ni Ben ni Roy ya no estarán por allí. ¿Adónde hemos ido? ¿Quiénes somos en realidad? ¿O es que nos vemos a nosotros mismos simplemente como olas que surgen en el gran océano de la consciencia?
— En todas las escuelas del Budismo y Vedanta tradicional los preceptos para la conducta moral y ética son la piedra angular sobre la que se basan las enseñanzas más avanzadas. En el Advaita popular estas enseñanzas básicas son a menudo mal vistas. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Los preceptos están ahí por una buena razón. La mente, el ego, es muy hábil para engañarse a sí mismo con el pensamiento de que ha comprendido la verdad última, cuando en realidad sólo ha captado los conceptos básicos de la filosofía. Yo no recomendaría que todo el mundo practique la espiritualidad tradicional que se ha ido estableciendo a través de las edades. Puede ser apropiada para algunos, pero no es necesaria para todos. Sin embargo, me he dado cuenta de que una serie de personas que consideran que una vez que se ha realizado que la naturaleza última de la realidad es no-dualista, entonces no hay necesidad de cuestionar la conducta o actitudes de uno en absoluto ― que, básicamente, cualquier tipo de comportamiento es aceptable, ya que en última instancia no hay nadie ahí. Por lo tanto, estas personas no están dispuestas quizás a cuestionar su ira, su miedo, su comportamiento sexual, o su uso ofensivo del lenguaje. Como todo es Uno y como esta "persona" aquí realmente no existe en términos definitivos, todo vale, de acuerdo con este punto de vista. Aunque puede haber una cierta cantidad de verdad filosófica en este punto de vista, en términos de utilidad para la vida cotidiana, yo diría que es una manera de enterrar la cabeza en la arena, mientras que al mismo tiempo se proclama ser capaz de ver más allá de la estrellas. Si verdaderamente hay "realización", en el sentido tradicional, hay también transformación en todos los niveles. Esto no sólo afecta a las ideas y conceptos de uno. Si realmente hay conciencia sin ego, entonces ¿dónde hay espacio para el comportamiento egoísta? Mediante la "realización" la mente y las emociones son transformadas automáticamente. De lo contrario, se trata de un nuevo significado atribuido a la palabra "realización", para satisfacer a un grupo de personas menos exigente. La realización, en el sentido tradicional, cambia la centralidad de la "persona" totalmente. Sí, su comportamiento puede entonces ser impredecible, pero ¿cómo puede jamás ser egocéntrico de nuevo? Esta es la diferencia. Hay libertad para no hacer nada (el nuevo enfoque), y también hay libertad de la necesidad de no hacer nada (el viejo enfoque).
— ¿Cuál es la naturaleza de la realidad? ¿Puede ser experimentada?
Puede parecer como una respuesta evasiva, pero yo diría que la naturaleza de la realidad no puede ser descrita con exactitud. Puede ser experimentada, pero no por "ti" ni por "mí". Cuando hay atención plena (mindfulness), pero no hay sentido de yo o tú, hay un encuentro con la realidad. Puede ser insinuada en la poesía o el arte, pero no directamente, no por medio de tratar de acotarla, describirla o de alguna manera captar su significado. No tiene ningún significado, tal como la conocemos, y no está fijada de tal manera que cualquier filosofía pueda representarla con precisión en palabras. Todo lo que decimos que la realidad es, no es más que un concepto, una pobre representación. Cuando verdaderamente hemos sido tocados por la realidad, dejamos totalmente de tratar de definirla.