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Artículos - Thich Nhat Hanh

Más allá del medio ambiente:
volver a enamorarse de la Madre Tierra

Por Thich Nhat Hanh Entrevistado por Jo confino 20 febrero 2012
Madre Tierra
Nosotros somos la Tierra y la Tierra es nosotros. Siempre hemos sido uno con la Tierra.

El maestro zen Thich Nhat Hanh explica por qué se necesita la atención plena y una revolución espiritual en lugar de la economía para proteger la naturaleza y limitar el cambio climático.

El maestro zen Thich Nhat Hanh ha estado practicando meditación y mindfulness (atención plena) durante 70 años e irradia una extraordinaria sensación de calma y paz. Este es un hombre que, en un nivel esencial, practica lo que enseña y a quien los budistas veneran como un Bodhisattva que busca el más alto nivel de ser para ayudar a otros.

Desde que se vio atrapado en los horrores de la guerra de Vietnam, este monje de 86 años ha dedicado su vida a reconciliar el conflicto y en 1967 Martin Luther King lo nominó para el Premio Nobel de la Paz, diciendo "Sus ideas para la paz, si se aplican, construirían un monumento al ecumenismo, a la hermandad mundial, a la humanidad".

Así que parece natural que en los últimos años haya centrado su atención no solo en abordar las relaciones inarmónicas de las personas entre sí, sino también con el planeta del que dependen todas nuestras vidas.

Thay, como lo conocen sus muchos miles de seguidores, considera que la falta de sentido y de conexión en la vida de las personas es la causa de nuestra adicción al consumismo y que es vital que reconozcamos y respondamos al estrés que estamos descargando en la tierra para que la civilización sobreviva.

Lo que el Budismo ofrece, dice, es el reconocimiento de que todos sufrimos y la manera de superar ese dolor es enfrentarlo directamente, en lugar de tratar de ocultarlo o evitarlo a través de nuestra obsesión por las compras, el entretenimiento, el trabajo o el embellecimiento de nuestros cuerpos. El ansia de fama, riqueza, poder y sexo solo sirve para crear la ilusión de felicidad y termina exacerbando los sentimientos de desconexión y vacío.

Thay hizo referencia a un ejecutivo multimillonario de una de las compañías americanas más grandes, que asistió a uno de sus cursos de meditación y habló de su sufrimiento, preocupaciones y dudas, de pensar que todos venían a aprovecharse de él y que no tenía amigos.

En una entrevista en su hogar y centro de retiro en Plum Village, cerca de Burdeos, Thay describe que se necesita una revolución espiritual si vamos a enfrentar la multitud de desafíos medioambientales.

Mientras muchos expertos señalan la enorme complejidad y dificultad que hay para abordar los problemas que van desde la destrucción de los ecosistemas hasta la pérdida de millones de especies, Thay ve un Nudo Gordiano que necesita ser cortado de un solo golpe con una hoja afilada.

Ir más allá del concepto de "medio ambiente"

Él cree que debemos ir más allá de hablar sobre el medio ambiente, ya que esto lleva a las personas a experimentarse a sí mismas y a la Tierra como dos entidades separadas y a ver el planeta sólo en términos de lo que puede hacer por ellos.

El cambio es posible solo si existe el reconocimiento de que las personas y el planeta son, en última instancia, uno y el mismo.

"Llevas a la Madre Tierra dentro de ti", dice Thay. "Ella no está fuera de ti. La Madre Tierra no es solo tu entorno.

"En esa percepción de inter-ser, es posible tener una comunicación real con la Tierra, que es la forma más elevada de oración. En ese tipo de relación, tienes suficiente amor, fuerza y despertar para cambiar tu vida.

"Cambiar no es simplemente cambiar las cosas que están fuera de nosotros. Para empezar, necesitamos la visión correcta que trascienda todas las nociones, incluyendo las de ser y no ser, creador y criatura, mente y espíritu. Ese tipo de visión es crucial para la transformación y la sanación.

"El miedo, la separación, el odio y la ira provienen de la visión errónea de que tú y la tierra son dos entidades separadas ― la visión de que la Tierra es solo el medio ambiente. De que tú estás en el centro y quieres hacer algo por la Tierra para que tú puedas sobrevivir. Esa es una forma dualista de verlo.

"Así que respira y se consciente de tu cuerpo y mira profundamente dentro de él, date cuenta de que eres la Tierra y tu consciencia es también la consciencia de la Tierra. No cortar árboles, no contaminar el agua, eso no es suficiente."

Añadir un valor económico a la naturaleza no es suficiente

Thay, que estará esta primavera en el Reino Unido (año 2012) para dirigir un retiro de cinco días y una conferencia sobre mindfulness en educación, dice, que la moda actual en los círculos económicos y de negocios de que la mejor manera de proteger el planeta es poner un valor económico a la naturaleza es similar a poner un yeso en una herida abierta.

"No creo que funcione", dice. "Necesitamos un verdadero despertar, iluminación, para cambiar nuestra forma de pensar y ver las cosas".

En lugar de poner precio a nuestros bosques y arrecifes de coral, Thay dice que el cambio sucederá en un nivel fundamental solo si nos enamoramos del planeta:

"La Tierra no puede ser descrita ni por la noción de materia ni por la de mente, que solo son ideas, dos caras de la misma realidad. Ese pino no es solo materia porque posee una sensación de conocer. Una partícula de polvo no es solo materia, ya que cada uno de sus átomos tiene inteligencia y es una realidad viva.

"Cuando reconocemos el talento, las virtudes, la belleza de la Madre Tierra, algo nace en nosotros, algún tipo de conexión, el amor nace.

"Queremos estar conectados. Ese el significado del amor, ser uno. Cuando amas a alguien quieres decirle: te necesito, me refugio en ti. Tú haces cualquier cosa para beneficio de la tierra y la tierra hará cualquier cosa para tu bienestar"

En el mundo de los negocios, Thay da el ejemplo de Yvon Chouinard, fundador y propietario de la compañía Patagonia de ropa para el aire libre, quien combinó el desarrollo de un negocio exitoso con la práctica de la atención plena y la compasión: "Es posible ganar dinero de una manera que no sea destructiva, que promueve más justicia social y más comprensión y que disminuya el sufrimiento que existe a nuestro alrededor", dice Thay.

"Mirando profundamente, vemos que es posible trabajar en el mundo corporativo de una manera que traiga mucha felicidad tanto a nosotros como otras personas... nuestro trabajo tiene sentido."

Thay, que ha escrito más de 100 libros, sugiere que la pérdida de conexión con el ritmo natural de la Tierra está detrás de muchas enfermedades modernas y que, de manera similar a nuestro patrón psicológico de culpar a nuestra madre y nuestro padre por nuestra infelicidad, hay una dinámica inconsciente aún más oculta de culpar a la Madre Tierra.

En un nuevo ensayo, Conversación íntima con la Madre Tierra, escribe: "Algunos de nosotros resentimos el hecho de que hayas dado vida a algunos de ellos, causándoles sufrimiento, porque ellos todavía no son capaces de entenderte y apreciarte".

Cómo mindfulness puede reconectar a las personas con la Madre Tierra

Él apunta una evidencia creciente de que el mindfulness (atención plena) puede ayudar a las personas a reconectarse reduciendo el ritmo y apreciando todos los dones que la tierra puede ofrecer.

"Muchas personas sufren profundamente y no saben que sufren", dice. "Tratan de encubrir el sufrimiento estando ocupados. Muchas personas tienen hoy enfermedades porque están alienadas de la Madre Tierra.

"La práctica de la atención plena nos ayuda a contactar con la Madre Tierra desde el interior de nuestro cuerpo y esta práctica puede ayudar a curar a las personas. Por lo tanto, la curación de la gente debería ir paralela a la curación de la Tierra, y esta es la perspectiva y es posible que cualquiera pueda practicarla.

"Este tipo de conocimiento es crucial para un despertar colectivo. En el budismo hablamos de la meditación como un acto de despertar. Estar despiertos ante el hecho de que la tierra está en peligro y las especies vivientes están en peligro."

Thay da como ejemplo algo tan simple y ordinario como beber una taza de té. Esto puede ayudar a transformar la vida de una persona si realmente le dedicara su atención.

"Cuando estoy atento, disfruto más de mi té", dice Thay mientras se sirve una taza y lentamente saborea el primer sorbo. "Estoy completamente presente en el aquí y ahora, no me dejo llevar por mi dolor, mis miedos, mis proyectos, por el pasado y el futuro. Estoy aquí disponible para la vida.

"Cuando bebo el té, este es un momento maravilloso. No necesitas mucho poder, ni fama ni dinero para ser feliz. La atención plena puede ayudarte a ser feliz aquí y ahora. Cada momento puede ser un momento feliz. Que sirva de ejemplo y ayude a las personas a hacer lo mismo. Tómate unos minutos para experimentar y ver la verdad."

Es necesario lidiar con la propia ira para ser un activista social efectivo

Durante muchos años, Thay ha desarrollado la noción de budismo aplicado respaldado por un conjunto de prácticas éticas conocidas como los cinco entrenamientos de la atención plena, que son muy claros acerca de la importancia de abordar la injusticia social.

Sin embargo, para que los activistas sociales y ambientales sean efectivos, Thay dice que primero deben lidiar con su propia ira. Solo si las personas descubren la compasión por sí mismas podrán enfrentar a aquellos a quienes responsabilizan por contaminar nuestros mares y talar nuestros bosques.

"En el budismo hablamos de acción colectiva", dice. "A veces está sucediendo algo malo en el mundo y creemos que son las otras personas y no nosotros quienes lo están haciendo".

"Pero tú eres parte de la conducta errónea por la forma en que vives tu vida. Si eres capaz de entender eso, que no solo tú sufres sino que la otra persona también sufre, eso también es una profunda percepción".

"Cuando ves que la otra persona sufre, no querrás castigarla ni culparla, sino que ayudarás a esa persona a sufrir menos. Si estás agobiado por la ira, el miedo, la ignorancia y sufres demasiado, no puedes ayudar a otra persona. Si sufres menos eres menos severo, más sonriente, es agradable estar contigo y estás en situación de ayudar a la persona.

"Los activistas deben tener una práctica espiritual para ayudar a los demás a sufrir menos, para alimentar la felicidad y para manejar el sufrimiento, de modo que sean efectivos en ayudar al mundo. Con ira y frustración, no se puede hacer mucho."

Contactar con la "dimensión última"

La clave para la enseñanza de Thay es la importancia de comprender que, si bien debemos vivir y operar en un mundo dualista, también es vital comprender que nuestra paz y nuestra felicidad se encuentran en el reconocimiento de la dimensión última: "Si somos capaces de contactar profundamente con la dimensión histórica ―a través de una hoja, una flor, un guijarro, un rayo de luz, una montaña, un río, un pájaro o nuestro propio cuerpo― contactamos al mismo tiempo con la dimensión última. La dimensión última no puede ser descrita como personal o impersonal, material o espiritual, objeto o sujeto de cognición ― solo decimos que siempre está brillando y brillando sobre sí misma.

"Al contactar con la dimensión última, nos sentimos felices y cómodos, como los pájaros disfrutando del cielo azul o los ciervos disfrutando de los campos verdes. Sabemos que no tenemos que buscar la dimensión última fuera de nosotros, que está disponible dentro de nosotros, en este mismo momento."

Si bien Thay cree que hay una manera de crear una relación más armoniosa entre la humanidad y el planeta, también reconoce que existe un riesgo muy real de que continuemos en nuestro camino destructivo y que la civilización pueda colapsar.

Dice que todo lo que tenemos que hacer es ver cómo la naturaleza ha respondido a otras especies que han perdido el control: "Cuando la necesidad de sobrevivir se reemplaza por la codicia y el orgullo, hay violencia, la cual siempre provoca una devastación innecesaria.

"Ya hemos aprendido la lección de que cuando perpetramos violencia hacia nuestra propia especia y hacia las otras especies, somos violentos con nosotros mismos; y cuando sabemos cómo proteger a todos los seres, nos estamos protegiendo a nosotros mismos".

Permanecer optimista a pesar del riesgo de catástrofe inminente

Cuenta la mitología griega que cuando Pandora abrió la caja que le habían regalado, todos los males fueron liberados al mundo. Lo único que quedó fue la "esperanza".

Thay tiene claro que mantener el optimismo es esencial si queremos encontrar una manera de evitar el cambio climático devastador y los enormes trastornos sociales que se producirán.

Sin embargo, no es un ingenuo y reconoce que fuerzas poderosas nos están empujando constantemente hacia el borde del precipicio.

En su bestseller sobre el medio ambiente, El Mundo que Tenemos, escribe: "Hemos construido un sistema que no podemos controlar. Se impone sobre nosotros y nos hemos convertido en sus esclavos y víctimas.

"Hemos creado una sociedad en la que los ricos se hacen más ricos y los pobres se hacen más pobres, y en la que estamos tan atrapados en nuestros propios problemas inmediatos que no podemos permitirnos darnos cuenta de lo que está pasando con el resto de la familia humana o nuestro planeta tierra.

"Veo en mi mente a un grupo de pollos en una jaula peleando por unas pocas semillas de grano, sin ser conscientes de que en unas pocas horas todos serán asesinados."