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Perfume de paz
Entrevista con Francis Lucille
Por Jan Kersschot Epe (Holanda), 22 de julio de 2000Jan Kersschot: Cada libro que he leído, cada maestro que he conocido, me ha dado una comprensión o un vislumbre que he querido compartir con los lectores de mi libro. He estado juntándolo todo —como si inventara un nuevo cóctel— y así es como ha salido el libro. Pero no expone mis comprensiones o cualidades personales. El libro está dirigido al lector, tiene que ver con "todos nosotros".
También he tomado citas de tu libro Eternity Now, y esta entrevista tiene como objetivo ilustrar tu aproximación a este tema. ¿Cómo describirías el mensaje de las conferencias de Francis Lucille? ¿De qué tratan?
Francis Lucille: Yo diría que "no sé", porque el mensaje surge cuando hay una pregunta.
JK: Y consecuentemente, el "mensaje" es diferente para cada persona que se te acerca. No estás ofreciendo una nueva filosofía al mundo, simplemente respondes a las personas que vienen a verte. ¿Es correcto?
FL: Sí, exactamente.
JK: Y supongo que, para ti, no hay implicación personal, que no hay nada que quieras "vender". No quieres cambiar a la gente.
FL: Absolutamente cierto.
JK: Como un espejo que refleja... Ello sale de tu boca y tú no puedes pararlo.
FL: Exactamente. Cuando alguien plantea una pregunta, la escucho en silencio, y entonces la respuesta simplemente viene. Sin ningún esfuerzo. A veces digo: "Soy como un pájaro cantando en el árbol". Al pájaro no le importa que se le escuche o no. El pájaro no espera gustar a quienes le escuchan, simplemente canta por su propio placer.
JK: Ya veo.
FL: Pero la diferencia es que mi canción es "silencio" y yo sólo "respondo" cuando hay una pregunta.
JK: Creo que el "silencio" siempre es la mejor manera de "hablar" de Esto, porque las palabras y conceptos nunca pueden tocar "Esto". Sólo sirven para apuntar.
FL: Exactamente.
JK: Es fascinante, ¿cierto? Y también hay muchas paradojas; paradojas aparentes. La gente Lo busca, sólo para acabar descubriendo que no hay nada que descubrir. ¿Ves?, eso puede ser un descubrimiento, que no hay nada que descubrir. Que todo ya está disponible ahora mismo. Por otra parte, algunos maestros [por ejemplo, Jean Klein] proponen técnicas de meditación, ejercicios de yoga o lo que sea.
FL: Cuando dices: "Lo buscamos, sólo para descubrir que no hay nada que descubrir", tienes razón y estás equivocado al mismo tiempo. Tienes razón en el sentido de que no hay nada "objetivo" que encontrar. Pero eso no significa que no haya nada que descubrir. Hay algo que está al final de la búsqueda, que mi maestro Jean Klein llamaría "el perfume" o "la dulzura". Los hindúes lo llaman "Ananda", la paz que emana de nuestra verdadera naturaleza. En la tradición hindú, nuestra naturaleza tiene tres componentes: Sat, Chit, Ananda. Sat es Ser, o Realidad, y Chit es Conciencia; estos dos componentes están siempre presentes, independientemente de si eres ignorante o sabio. La Conciencia siempre está presente, la Realidad siempre está presente. Sin embargo, el tercer componente Ananda, no está siempre presente. Ananda es el componente de la Realidad que puede estar velado por la ilusión. Por la noción "yo estoy separado". Y por las actividades nacidas de estas ilusiones. Así, desde esta perspectiva, hay algo que redescubrir: la paz inherente a nuestra propia naturaleza. Cuando la agitación de nuestro ego cesa.
JK: Algunos maestros siguen diciendo que no hay nada que podamos hacer.
FL: Es cierto que no hay nada que hacer, siempre que no crean que son una persona. Pero, mientras persista esta creencia, creo que es mejor hacer algo para liberarse de la creencia. Algunos buscadores están dispuestos a creer que no hay nada que hacer, y sacan provecho de ese concepto para seguir viviendo con sus hábitos personales.
JK: ¿Quieres decir que lo usan como excusa para vivir la vida que su ego quiere vivir?
FL: En cierto sentido, sí.
JK: ¿Sugieres que cierta conducta puede, por así decirlo, alejarnos de la verdad?
FL: Bien, digámoslo así: ciertas conductas vienen del ego, que es un hábito. El ego es un hábito que ha creado, que se ha rodeado de todo tipo de conductas.
JK: Ya veo.
FL: Hay algo más que podría añadir a lo que has dicho al principio. También hay alegría cuando se lee sobre esto, cuando se habla con amigos de este tema. Estos pensamientos respecto a la conciencia son de tipo "espacioso". Y eso se debe a que es el único pensamiento que nos conduce de manera natural a su referente. Por ejemplo, el pensamiento "mesa" no acaba en una mesa; el pensamiento "mesa" acaba en la "Conciencia". Pero el pensamiento "Conciencia" acaba en la experiencia de la Conciencia. De modo que cualquier otro tipo de pensamiento es muy intelectual, en el sentido de que nunca se pone en contacto con su Sujeto. Sigue siendo diferente de la realidad a la que se refiere.
Recuerdo que cuando estudiaba filosofía en la escuela era muy diferente de las matemáticas o de la química. La filosofía nunca tocaba la realidad a la que se refería. La filosofía era una serie de "especulaciones", porque en aquel momento yo no tenía la experiencia de la Conciencia. Pensaba que la gente había desarrollado la filosofía para perder el tiempo. Me parecía un juego desarrollado por los intelectuales para hacer dinero, o para hacerse famosos.
Pero el pensamiento sobre la Conciencia es poderoso porque vuelve a desvanecerse en el entendimiento de lo que somos. Cuando dejamos que este pensamiento nos lleve a la experiencia, y cuando hemos obtenido el acceso a "esto", nos gusta volver a entrar en esa "experiencia". Nos gusta desaparecer en esa experiencia, nos encanta fundirnos en el infinito. Por eso nos gusta leer libros, asistir al satsang, estar en compañía de sabios, y así sucesivamente [largo silencio].
JK: Cuando hablas de este "perfume de paz", la gente se puede preguntar si es realmente una presencia continua para ti. Muchos buscadores han tenido "vislumbres" de ello y suponen que tienen que sentirse "en paz en todo momento". Creo que no te estás refiriendo a una experiencia cumbre, que tiene un principio y un final. Supongo que te estás refiriendo más bien a un trasfondo...
FL: ... Sí. ¿Ves?, al principio tenemos momentos en los que nos topamos con nuestra verdadera naturaleza, tenemos una comprensión. Son momentos en los que la pura Conciencia toma conciencia de sí misma. Es un momento que está fuera del tiempo, fuera del espacio; es muy intenso. Después la mente vuelve, y está muy transformada por esta experiencia, que está más allá de la mente. Es la experiencia de fusión sin forma, fuera de la manifestación, sin apariencias fenoménicas. Y, después, volvemos a entrar en esta experiencia. A veces, la gente se enamora tanto del Advaita que pueden entrar en esto a través de los pensamientos. Algunos usan herramientas para volver a esta comprensión.
Pero el objetivo Final —bueno, no hay objetivo, por supuesto—, el estado final, es el estado natural. Es un estado en el que este perfume —el perfume pacífico de esta presencia— también está presente durante la presencia de objetos, durante la presencia de la manifestación. Cuando surge un pensamiento, está lleno de esta presencia. Es como un pez que sale del agua y aún está mojado por el agua de la que procede. Cada pensamiento sigue estando "mojado por su trasfondo".
JK: Sí.
FL: Y, entonces, este Trasfondo puede estar presente mientras estarnos teniendo una conversación.
JK: Ya veo a qué te refieres. Aun así, muchos "buscadores desesperados" se quejan de que Ello [la Conciencia, el Trasfondo] no está allí en todo momento. Aun cuando han oído que Ello está fuera del tiempo, aunque comprenden que no somos el cuerpo, que todo es Conciencia... Saben todo eso, pero piensan que falta algo.
FL: Tiene que ver con una falta de aceptación de las sensaciones corporales [Francis apunta a su vientre en ese momento].
JK: ¿Qué quieres decir?
FL: La mayoría de los buscadores pueden entender —después de algún tiempo— que no son entidades separadas. La gente puede entenderlo intelectualmente. Y, evidentemente, es posible entender —como persona— que yo no tomo las decisiones porque no elijo mis pensamientos. ¿Por qué es así? Bien; si pudiera elegir mis pensamientos, elegiría únicamente pensamientos felices, pensamientos amables, pensamientos amorosos, o dejaría de pensar completamente. De modo que no elijo mis pensamientos, no tomo mis decisiones. Por tanto, no soy el hacedor. Todo esto es relativarnente fácil de entender intelectualmente.
Pero ¿qué pasa con los sentimientos viscerales? Cuando me ha quedado claro intelectualmente que no soy el autor de mis acciones, que no soy una persona, qué relación guarda esto con los gritos internos que dicen: "¡Sí, estoy separado!", o "¡Sí, soy una persona!" Este gritar casi constante de mis tensiones, de mis sentimientos, va a generar en mi mente una serie de pensamientos de separación. Y puedo tratar de disolverlos intelectualmente. Pero mientras la fuente de estos pensamientos de separación siga viva [una vez más, apunta a su vientre], estos pensamientos de separación volverán una y otra vez. Hasta que la fuente desaparezca.
JK: Los lectores de mi libro querrán saber cómo fue para ti, y si ocurrió gradualmente o de repente.
FL: Ambos. Hubo un momento en que hubo un "gran cambio", pero incluso después de ese gran cambio seguí muchos años en compañía de mi maestro para..., cómo podría decirlo..., que se estabilizara. Él me enseñó meditación y técnicas corporales para estabilizar lo que había entendido intelectualmente. Para transferir lo que había entendido intelectualmente al nivel corporal. Al principio seguía planteando preguntas, pero después simplemente estaba cerca de él. En su presencia, yo era consciente de este perfume del que hablábamos antes. Organicé mi trabajo para poder pasar varios meses al año a su lado.
JK: Estás hablando de Jean Klein, supongo.
FL: Sí. Quería estar con él porque "esto" era el asunto más importante de mi vida. De modo que, al principio, tuve esta experiencia del "perfume de paz" cuando estaba en su presencia, y empezaba a desvanecerse cuando él no estaba allí. Y más adelante, Ello también volvió sin que él estuviera presente.
JK: Ya veo.
FL: No estoy hablando de breves momentos de comprensión o dicha —que ya estaban presentes antes de conocerle—, me estoy refiriendo a largos periodos de silencio. Y después hubo un momento en el que ya no había diferencia.
JK: La sensación de paz que siempre está allí...
FL: Sí. Bien, no puedo decir que soy completamente inmune a las sensaciones que surgen y me desequilibran.
JK: ¿Sientes que sigue habiendo una maduración?
FL: ¡Oh!, sí.
JK: No algún tipo de desarrollo, sino más bien una ampliación...
FL: En algún momento, los problemas simplemente te abandonan, y la vida se hace más y más milagrosa. La vida es una aventura que empieza como una tragedia, continúa como un drama y después se convierte en una comedia extraordinaria [risas].
La vida se convierte... como en una sinfonía con un crescendo interminable. ¿Ves?, dentro hay una estabilización de este "perfume", pero fuera —como bien sabes, Jan, que no hay un fuera real, desde luego— los espejos empiezan a bailar contigo. La vida se convierte en un milagro en cuanto ves que la Conciencia no es personal sino universal. Porque recibes una resonancia armoniosa del universo. Que el universo diga "¡Sí!" es una experiencia maravillosa.
Incluso si tienes la más poderosa experiencia de dicha o comprensión, es posible que te sigas preguntando si te la has inventado en tu mente [risas]. De modo que necesitas abarcar la totalidad del universo para convencerte de que todo es una única esencia.
JK: ¿Te referirías a esto como la esencia del Advaita?
FL: Sí. Sin embargo, esta comprensión no es exclusiva de los sabios Advaita: ésta es la misma verdad de la que Buda, Lao-Tsé, Jesús y Echkart hablaron. Pero el Advaita también puede llegar a ser demasiado intelectual, demasiado estricto. Por ejemplo, "¿de qué sirve investigar el cuerpo si el cuerpo es una ilusión?" Eso es lo que yo llamaría "Advaita dogmático". Es cierto que no hay necesidad de investigar el cuerpo si realmente experimentas que es una ilusión.
JK: De otro modo sólo es un juego intelectual.
FL: Pero si sientes que tu cuerpo es sólido, eso no es una ilusión, simplemente tienes el concepto de que eso es una ilusión. De modo que más te vale investigar esa sensación interna de que tu cuerpo es real... Actualmente tenemos mucho "Advaita intelectual" sin verdadera experiencia de lo divino.
JK: De modo que, para ti, ¿la solidez del cuerpo ha desaparecido? Supón que tuvieras un fuerte dolor de muelas, ¿no sería esa área dolorida, la fuente de la sensación, extremadamente real? ¿No habría un momento en el que te identificarías con ese dolor?
FL: Eso es cierto. Sí. Pero, al mismo tiempo, hay una ausencia de reacción personal hacia él. Una falta de reacción mental, por así decirlo. Puedo imaginar que en cierto punto de mi vida podría estar en una situación de un dolor terrible. Hay un nivel excepcional de dolor en el que nos sentimos implicados personalmente, sí. Pero esas experiencias no son duraderas.
JK: ¿E importa realmente? Quiero decir que, aunque estemos identificados, ¿es eso un problema?
FL: Tienes razón, no es ningún problema.
JK: Es igualmente la Conciencia, ¿cierto?
FL: Incluso cuando volvemos a caer en el viejo patrón de responder emocionalmente, es...
JK: ... como una nube que pasa.
FL: Sí. ¿Ves?, hay una gran diferencia entre un cielo completamente gris, sin aperturas azules, que es el estado del ignorante, y el cielo uniformemente azul, que es el estado del sabio. Pero cuando pasa una pequeña nube, no importa. El único motivo por el que no aceptamos esa nube es que somos unos "fundamentalistas". Por supuesto, el cielo es absolutamente azul porque la Conciencia es absoluta, pero es el ego el que quiere que la mente sea absoluta.
JK: Lo cual es imposible.
FL: Lo cual es imposible. Pero el resultado de esta comprensión, el resultado de la clarificación mental y la purificación corporal es que el perfume de nuestra verdadera naturaleza se manifiesta constantemente.
JK: Pero tú sigues pensando, aún tienes que tomar decisiones. Decidiste volar de California a Londres, y después a Amsterdam, por ejemplo.
FL: Por supuesto, los asuntos personales siguen manifestándose, pero han perdido credibilidad. ¿Ves?, los pensamientos personales están basados en la noción de que "yo soy una entidad personal" y en cuanto se produce la comprensión, ves que "este pensamiento no tiene nada que ver conmigo". Entonces lo abandonas inmediatamente. Jean Klein solía contarnos la historia de un hombre al que le dijeron que su esposa le engañaba. Un amigo le había dicho que su esposa se encontraba con su amante secreto cada noche, a las doce, bajo un árbol del parque que estaba delante de su casa. En primer lugar, él se sintió decepcionado, y después se puso extremadamente celoso y quería vengarse. Compró inmediatamente un arma y esperó a su esposa y al amante en el parque con una única idea: la de matarlos en cuanto los viera. Y cuando el reloj anunció que habían dado las doce y no se presentó nadie, de repente se dio cuenta: "No estoy casado. No tengo esposa". Entonces todas las emociones y todas las acciones que uno ha emprendido, todo eso desaparece.
Lo mismo ocurre cuando decimos que surge un pensamiento relacionado con una entidad separada. En cuanto se entiende que no hay entidad personal, los pensamientos personales no tienen en qué apoyarse. Y empiezas a "interceptar" estos pensamientos personales cada vez antes, hasta que simplemente dejan de surgir. Es posible que sigan surgiendo sentimientos, pero no dejamos que se desplieguen como pensamientos. Son como burbujas en el agua hirviendo; surgen y, cuando la fuente de calor se apaga, ellos dejan de aparecer. Los sentimientos surgen, pero no se transfieren a pensamientos porque son observados [largo silencio].
Recuerdo que cuando estaba con mi maestro había una enorme presencia de paz, y era como si la parte posterior de mi cabeza se abriera y se creaba un gran espacio detrás de mí. ¿Sabes?, siendo científico, no tenía ninguna explicación para tal fenómeno.
JK: Así es como tu organismo lidiaba con él. Supongo que es diferente para cada uno. Cada persona tiene su camino único, si es que podemos usar la palabra camino. La vida es única para cada uno de nosotros.
FL: Es una sinfonía interminable y está llena de sorpresas..., no quieres saber lo que va a ocurrir.
JK: Bien, Francis, ha sido muy interesante hablar contigo, y quiero darte las gracias por darme la oportunidad de hacerte esta entrevista.
FL: Espero que tu libro tenga éxito.
JK: Gracias.