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Artículos - Swami Dayananda Saraswati

Swami Dayananda Saraswati

Una entrevista con Swami Dayananda Saraswati

Parte I - Introducción

Por Andrew Cohen

Parte I - Introducción

Es una característica única del Advaita Vedanta que la mayoría de sus prominentes figuras modernas, aquellos que destacan como ejemplos luminosos del poder y la gloria de la realización del Absoluto, generalmente parecen haber tenido poca o ninguna preparación tradicional formal. Ramana Maharshi, por ejemplo, probablemente el maestro más universalmente reconocido del Advaita en el siglo XX, se iluminó de forma espontánea a la edad de dieciséis años sin práctica espiritual o estudios previos. El fogoso maestro Advaita y autor de Yo Soy Eso, Sri Nisargadatta Maharaj, realizó lo Absoluto después de tres años con su gurú. Y hablando con un número de maestros contemporáneos del Advaita para esta edición, nos quedamos intrigados al averiguar que casi todos estos individuos tenían en común una cosa, una sorprendente independencia de las órdenes monásticas, los sistemas de enseñanza y los textos sagrados de la tradición de donde emanan sus enseñanzas.

Pero el Advaita Vedanta es, de hecho, una tradición que se remonta a 1.300 años de antigüedad y que tiene sus raíces mucho antes de los Upanishads, una colección de Escrituras divinamente inspiradas de más de 2.500 años de antigüedad. Incorporan la filosofía hindú de la no-dualidad, que sostiene que sólo el único Absoluto e indiviso Ser es real en último término. El Advaita tiene varias órdenes monásticas, un rico cuerpo de literatura y una larga historia de discurso filosófico formal. Dado que nuestra propia exploración del Advaita para este número de WIE nos había expuesto a una gran variedad de maestros contemporáneos y enseñanzas, nos habíamos vuelto cada vez más curiosos por saber lo que alguien con formación clásica en los métodos y doctrinas tradicionales tendría que decir en respuesta a nuestras preguntas. En nuestra búsqueda de este tradicionalista finalmente aterrizamos en la selva al sur de la India en el estado de Tamil Nadu, en el ashram de Swami Dayananda Saraswati.

Swami Dayananda es, según su propia descripción, un maestro tradicional del Advaita Vedanta. Fue un cercano discípulo del ampliamente respetado maestro de Vedanta ya fallecido Swami Chinmayananda. Comenzó a enseñar hace más de treinta años después de una disciplinada búsqueda espiritual que incluía tanto el estudio intensivo de las escrituras clásicas como varios años de retiro en las estribaciones del Himalaya. En ese momento, se había ganado una reputación ilustre, tanto en la India como en el extranjero como defensor feroz de la tradición. Ha publicado veintiún libros, entre ellos varias traducciones y comentarios sobre los textos tradicionales, y ha establecido tres ashrams (dos en India y uno en Estados Unidos), donde sus cursos intensivos de Vedanta se imparten durante todo el año.

Rodeado por la selva tropical a unos treinta kilómetros de Coimbatore, el nuevo ashram de Swami Dayananda, el Arsha Vidya Gurukulam, es un extenso complejo de salas y dormitorios con capacidad para 300 personas aproximadamente. En el momento de nuestra visita, había un centenar de alumnos residiendo allí para un curso de tres años, entre ellos una treintena de occidentales, muchos de ellos, nos enteramos, habían dejado atrás una carrera exitosa con el fin de asistir. Además de organizar estos largos cursos residenciales, el ashram también recibe muchos distinguidos visitantes a corto plazo, incluyendo, nos dijeron, algunas de las más grandes estrellas de cine de la India y líderes políticos, el ex-presidente de la India entre ellos.

Durante nuestro primer día allí, tuvimos la oportunidad de sentarnos en alguna de las clases de Swami Dayananda, y cuando lo hicimos, se hizo evidente para nosotros que, en su deseo de perpetuar la tradición, lo que Swami Dayananda ha establecido no es el ambiente de retiro contemplativo que uno podría esperar encontrar en un ashram de un gurú indio, sino más bien una especie de academia espiritual, su objetivo es, ante todo, la adquisición de conocimientos acerca del Vedanta. El día lo pasan los estudiantes en el aula, sentados en el suelo detrás de cortos escritorios de madera, escuchando a Swami Dayananda leyendo antiguos textos sánscritos, haciendo una pausa después de cada verso para dar a menudo un elaborado comentario. Cuando los estudiantes no están en clase u ocupados en tareas del ashram, están o bien estudiando de forma independiente o reunidos con Swami Dayananda, que además de enseñarles tres clases largas cada día está disponible entre clases para tener discusiones menos formales.

Lo que encontramos más intrigante acerca del enfoque intensamente académico de Swami Dayananda fue su inusual falta de énfasis en la práctica espiritual. El único período de práctica formal en el ashram es de treinta minutos de meditación por la mañana. Pronto aprenderíamos que las prácticas espirituales no tienen un lugar importante en el programa por una simple razón: para Swami Dayananda, son esencialmente irrelevantes para el camino. La única cosa que es relevante, considera él, es el estudio —el estudio sincero de los textos sagrados del Vedanta.

De acuerdo con Swami Dayananda, los exponentes contemporáneos del Advaita Vedanta están muy equivocados en su enfoque. Él considera que al poner demasiado énfasis en la búsqueda de la experiencia trascendente, ellos han comprendido mal totalmente las antiguas enseñanzas. En la tradición Advaita Vedanta, afirma, se sostiene que la misma Sagrada Escritura es el único medio fiable para eliminar la ignorancia y revelar un conocimiento directo de lo Absoluto. Él escribe: "Así como los ojos son los medios directos para conocer el color y la forma, el Vedanta es el medio directo ... para conocer tu verdadera naturaleza y resolver las confusiones con respecto al Atma [el Ser]". Por lo tanto, es sólo mediante nuestra aplicación al estudio disciplinado de las palabras reveladas de los grandes sabios, considera él, que podemos alcanzar el conocimiento que nos liberará de la ilusión.

Impulsado por su convicción en la eficacia suprema del estudio de las escrituras, Swami Dayananda es impertérrito en su crítica de los "místicos" que dicen que el camino hacia la iluminación es a través de la experiencia espiritual solamente. De hecho, tanto en sus escritos como en uno de nuestros diálogos con él, fue tan lejos incluso como para expresar dudas acerca de la realización del ampliamente venerado, aunque indocto, sabio moderno Ramana Maharshi —¡añadiendo que pueden haber millones de padres de familia hindúes con un similar nivel de realización!

Si bien estas declaraciones inicialmente nos cogieron por sorpresa, más tarde descubrimos a través de diálogos con varios de los principales estudiosos occidentales del Advaita que sentimientos similares son mantenidos por muchos tradicionalistas Advaita. Incluso uno de los Shankaracharyas vivos —jefe de una de las cuatro instituciones monásticas supuestamente establecidas por el fundador del Advaita, Shankara— también niega la validez de la realización de Ramana, al parecer por la sencilla razón de que alguien que no fue instruido formalmente en el Vedanta ¡no podía posiblemente estar completamente iluminado!

Nuestra visita al ashram de Swami Dayananda resultó ser una enseñanza fascinante. A lo largo de nuestra estancia de tres días, nos reunimos formalmente con Swami Dayananda cuatro veces lo que resultó en una amplia serie de diálogos. Durante ese tiempo, lo que había comenzado como una curiosidad del ashram —un pequeño grupo de occidentales con un maestro espiritual americano que habían venido a entrevistar a su gurú— rápidamente se expandió como uno de los eventos más comentados y concurridos del ashram. Desde nuestra segunda sesión en adelante, la sala de reuniones estaba desbordada más allá de la puerta ya que los discípulos se agolpaban para escuchar la discusión. Y entre las reuniones, regularmente nos encontrábamos en conversación con estudiantes ansiosos tanto de discutir los puntos que habían surgido en la entrevista como de sugerir preguntas para la siguiente ronda.

A lo largo de las sesiones, Swami Dayananda se reveló totalmente como el tradicionalista que esperábamos, compartiendo en sus respuestas a nuestras preguntas su amplio conocimiento tanto de la tradición misma como de las sutilezas de la filosofía Advaita. Sin embargo, aunque dejamos su ashram con muchos aspectos mucho más claros sobre la historia y las doctrinas de la tradición Advaita, nuestra visita también había planteado algunas preguntas fascinantes. ¿No era intrigante, que nos encontráramos preguntando mientras nuestro taxi nos llevaba de regreso al aeropuerto, que dentro de una tradición dedicada a la realización profunda y radical de lo Absoluto, haya devotos eruditos y autoridades que se sienten obligados a distanciarse de los poderosamente místicos realizados a quienes muchos de los seguidores de esa misma tradición buscan para inspirarse? Si, al hacerlo, ellos están defendiendo la "pureza" de la tradición, ¿qué quiere decir eso acerca de la naturaleza de la iluminación, a la que el camino del Advaita está destinado a conducir?

Ramana Maharshi dijo: "Ningún aprendizaje o conocimiento de las escrituras es necesario para conocer el Sí mismo (el Ser), ya que ningún hombre necesita un espejo para verse a sí mismo." Swami Dayananda, por otra parte, nos dijo simplemente que "no tenemos ningún medio de conocimiento para la comprensión directa de la realización del Ser, y por lo tanto el Vedanta es el medio de conocimiento que se tiene que emplear para ese fin. Ningún otro medio de conocimiento servirá."

¿Qué es la iluminación? ¿Es simplemente un cambio en el entendimiento que puede producirse, como Swami Dayananda insiste, enteramente a través del estudio de los textos sagrados? ¿O es, como alguno de los ejemplos más luminosos de esta poderosa enseñanza ha proclamado, la revelación de un misterio que estremece al mundo que se encuentra siempre más allá de la mente?