Artículos - Tony Parsons
¡Nadie puede llegar a ser lo que ya es!
Gary Merrill en una conversación con Tony ParsonsEn julio de 2003, a petición de Amigo, Gary Merrill y Tony Parsons mantuvieron una conversación en el jardín de Tony. La idea original era llegar a saber un poco más sobre la vida personal de Tony. Pero por supuesto esa curiosidad, muy pronto dio paso al deseo sincero de saber de la no-existencia de la persona. Para iniciar la conversación Kees Schreuders, editor de Amigo, había dado cuatro preguntas a Gary acerca del cómo y el por qué de la búsqueda de la liberación.
Dualidad
G: Kees originariamente quería saber más acerca de cómo era la persona de Tony Parsons, pero ¿la persona de Tony es sólo la persona de Tony, nada especial?
T: No hay nada de gran interés sobre esa cuestión, es sólo lo que surge. Sin embargo, no hay un individuo llamado Tony Parsons, no hay un individuo llamado Gary, no hay un individuo llamado Kees. Toda la idea de la individualidad es sólo una parte del sueño. Por lo tanto, hay un personaje, hay características de este personaje Tony Parsons, pero son sólo parte de la manifestación, no hay nadie aquí. No hay nadie en ningún lugar. Esta es la diferencia fundamental entre el dualismo y no-dualismo.
G: Sí, tal vez sería interesante ver que no es realmente una enseñanza, porque es una realidad. No se trata realmente de enseñar esto a alguien, porque es una verdad que ya está ahí.
T: No me gusta la palabra verdad, porque implica algún tipo de objeto o algo llamado la verdad y la falsedad. No hay verdad ni falsedad; todo lo que hay, es esto.
G: Sí, y aquí es donde la dualidad viene de nuevo. Al llamarlo verdad, parece que hemos creado la posibilidad de la no-verdad.
T: Sí, y entonces hay de nuevo un individuo, apuntando a algo que se llama la verdad, mientras que la liberación es ver que todo lo que hay, es esto. Es sólo la celebración de conocer esto. Y esto es lo que surge. Y en lo que surge, por supuesto, está la idea de la verdad y la falsedad.
G: Y la idea de Tony Parsons que surge como esto en este momento, pero eso no quiere decir que ese concepto tiene alguna sustancia detrás de él.
T: No, y creo que la dificultad... la dramática diferencia entre no-dualismo y dualismo es todo este concepto de la existencia de una persona. Siempre que te sumerges en el dualismo, estás de vuelta dentro del sueño de hablar con un individuo aparente que tiene una opción, y no hay tal cosa.
G: Por dualismo creo que estamos hablando de un yo y un no-yo, un alguien y un otro alguien.
T: Sí, y también en el dualismo tienes lo preferido y lo no preferido, lo mejor y lo peor, mientras que en el no-dualismo sólo hay la visión de esto, sin ningún cuestionamiento ni juicio ni nada por el estilo. Sólo hay la plena aceptación de esto por nadie. Y, volviendo a la enseñanza y la no enseñanza, en lo que a mí concierne no soy definitivamente un maestro. No hay nadie que sea un maestro. Yo no estoy iluminado; nadie se ha convertido nunca en iluminado. Y lo que sucede en las reuniones y en este tipo de conversaciones es que hay una descripción de eso que ya es. Es sólo un compartir de una descripción de algo que ya es el caso, en lugar de una enseñanza acerca de tener que convertirse en algo.
Comprensión
G: Creo que se apodera de las charlas y reuniones, que hay una sutil diferencia entre usted y otras personas, y que de alguna manera uno tiene que comprender algo con el fin de estar en el mismo nivel.
T: Bueno, verás, en lo que a mí respecta, va más allá de la comprensión. Creo que lo que yo digo a la gente es que lo que ocurre con la comprensión en las reuniones es que esta comprensión es aún conceptual. Y por tanto la gente puede venir a estas reuniones con entendimientos o conceptos acerca de lo que ellos piensan que son y lo que es la iluminación, pero esos conceptos se disuelven en la claridad.
G: Volvamos al dualismo. Estaba pensando en ello esta mañana, tratando de tener una comprensión de lo que realmente queremos decir con eso, buscando en un diccionario una definición consensuada. Y parecen clasificarlo como ver el mundo como dos cosas separadas, como el espíritu y la materia, como dos entidades diferentes, o bueno y malo, el bien y el mal, como dos entidades separadas. Lo que estaba tratando de decir es que, con el no-dualismo, tal vez, es que una cosa no surge sin la otra.
T: Bueno, en lo que a mí respecta, el no-dualismo es realmente ver que sólo hay unidad, o unicidad, en todo. Todo es sólo el uno apareciendo. Aparece como dos, pero es el uno apareciendo.
G: Sin embargo, cuando expresamos la comprensión... parece como si alguien lo comprendiera.
T: Bueno, eso sigue siendo una situación de sujeto-objeto; es algo comprendiendo algo más. Mira, lo que yo puedo ver que sucede en estas reuniones —y parece suceder cada vez con más fuerza— es que la gente escucha esto, traen su comprensión y escuchan esto, y llegan a renunciar a toda sensación de que pueden encontrar algo o que pueden llegar a alguna parte o tienen que convertirse en algo. Y de alguna manera u otra lo que sucede también es el comienzo de una sensación de algo que ya es. Porque, en realidad, hay dos cosas que suceden en las reuniones, una es hablar a la mente, hablar al entendimiento y disolverlo: sacar una espina con otra espina. La otra cosa que sucede por debajo, que es mucho más poderosa, es de alguna manera la sabiduría hablando a la sabiduría, así que hay una conversación subyacente que está más allá de las palabras, que toca el sentido de lo que es, despierta el sentido de simplemente conocer lo que es.
Simplificación
G: Y entonces podríamos llamarlo un proceso de simplificación.
T: Es una simplificación absoluta. Se trata de una percepción totalmente radical, que está más allá de la comprensión.
G: Creo que todos venimos con la idea de que tenemos que llegar a la iluminación de alguna manera. Pero eso parece golpear directamente contra las manos del dualismo, el que haya situaciones iluminadas y no iluminadas. Hablando con usted en el pasado sé que siente que mucha de la llamada no-dualidad sigue jugando a ese mismo juego.
T: ¡Por supuesto, por supuesto! En cuanto un presunto maestro o comunicador supone que habla con un individuo como si tuviera una opción de encontrar algo o convertirse en algo, estás de nuevo en el sueño, y refuerzas el sueño de la individualidad, de la separación.
G: Por lo que parece que incluso no hablar en absoluto es sacar a relucir un problema que ni siquiera existe.
T: No. Porque en realidad estamos hablando de algo que ya es y siempre ha sido y siempre será, si piensas en términos de tiempo, lo que es otra idea. Pero en realidad estamos hablando acerca de algo que ya es. Y por tanto es imposible para nadie llegar a ser lo que ya es. También es imposible para el yo, hacer que el yo desaparezca.
G: Sí, y esto es realmente otra cuestión, porque parece que lo que ocurre fácilmente es que tenemos la idea, la comprensión de la idea de que no hay un yo, ni un hacedor, y luego ese concepto se convierte en un punto de referencia, una creencia, una forma más de entendimiento. Y luego vamos por ahí siendo no-yoes y no-hacedores... (T. risas). Pero en realidad estás tratando de decir que es más simple que eso.
T: Oh, absolutamente. No es sólo más simple que eso; es otra conversación completamente. Es otra forma de ver completamente. La tentación de las enseñanzas sobre la meditación y todas esas cosas es la idea de que de alguna manera u otra podemos ocuparnos en hacer que surja la no-dualidad. Pero en realidad eso es todo lo que hay de todos modos.
El despertar: una pérdida
G: ¡Entonces nos metemos en estas conversaciones bastante absurdas donde conseguimos eso que nosotros no conseguimos!
T: Sí. Por lo tanto, echemos un vistazo a la primera pregunta.
G: La primera pregunta es "¿Cuál es la utilidad o finalidad de la realización?"
T: Bueno, eso viene totalmente de la idea de que la iluminación o el despertar tiene una utilidad. Pero ¿para quién tiene una utilidad? No tiene ninguna utilidad para nadie. Por supuesto que no tiene ninguna utilidad.
G: ¿Hay un acontecimiento tal como la iluminación o el despertar? Ya sabe, parece más bien una contradicción decir que no hay una persona iluminada y luego hablar de un acontecimiento de iluminación.
T: En realidad el despertar o la liberación no es la obtención de algo; es la pérdida de algo. Y todo lo que es, todo lo que es, es la pérdida de la búsqueda. Y la individualidad viene directamente de la búsqueda. En el momento de la separación, cuando somos niños pequeños, surge el buscador, y con el buscador, obviamente, el individuo que está buscando. El despertar es simplemente la disolución de esa búsqueda y, como consecuencia, obviamente, del individuo. El despertar es simplemente una pérdida de la idea de que hay alguien. Es tan simple como eso. Y cuando eso se pierde... es sólo una idea, simplemente crecemos con la idea de que somos personas, que somos personas separadas... cuando esa idea se desvanece, entonces queda lo que siempre es constante, el ver, unicidad. Así que se podría decir que en mis charlas... Lo que quiero decir es que hay muy pocos que son lo que yo llamo claramente no-dualistas... lo que está sucediendo es destrucción. Estás destruyendo la idea de la individualidad. "Tú" no eres... pero eso es lo que sale de esas reuniones. Así que las personas pueden asistir a las reuniones con la idea de que son individuos, y pueden salir con nada absolutamente.
G: Sí, y por el contrario, la gente puede venir con la idea de que no son individuos, y con todo el equipaje, que viene junto con haber sido un buscador por un tiempo, de tal manera que la gente puede tener una gran comprensión intelectual y pueden discutir sobre ello hasta que las ranas críen pelo, pero no se trata de entender de esa manera.
T: No, en absoluto.
G: ¿Se podría decir que no se trata de comprender en absoluto?
T: No se trata realmente de comprender. El despertar, la liberación está totalmente más allá de la comprensión. Pero la comprensión de alguna manera también ayuda, porque de alguna u otra manera llegamos a ver, llegamos a comprender que no hay nada que comprender. (Risas)
G: Bueno, si volvemos a la dualidad, entonces tal vez podríamos ver claramente que la iluminación y la no-iluminación son una trampa; dicho de otro modo, que cuanto más trato de iluminarme, menos me ilumino.
T: Eso es.
G: Entonces, en algún momento tiene que haber un abandono de la búsqueda de la iluminación, no porque uno está seguro de obtener algo, sino porque toda la idea es contradictoria.
T: ¡Lo es!
G: Es como tratar de practicar el amor.
T: Sí, lo es. Y es como un pez nadando en el océano en busca del océano. (Se ríe de nuevo)
La invitación
G: Así que, posiblemente esta comprensión es una preparación y luego el intento contradictorio de llegar a alguna parte se desvanece, como si el intentar llegar a alguna parte te fuera a llevar más lejos.
T: Es decir, en lo que a mí respecta —y no veo que esto se diga en ningún otro sitio— por mi parte realmente vivimos en permanente gracia. Vivimos en la invitación. Incluso en la lucha, en la batalla de tratar de llegar a ser algo, es en realidad una especie de invitación inversa, ya que está continuamente decepcionándonos, y al final puede hacernos ver que no hay nada que podamos hacer. No hay nadie aquí que pueda hacerlo. Por lo tanto, por mi parte, considero que toda esta manifestación y la búsqueda —y esta manifestación es sólo la búsqueda de la unicidad, no es otra cosa— es una invitación, una invitación constante, para ver que no hay nada que encontrar.
G: Una invitación no para algo, como si la experiencia fuera de alguna manera negativa.
T: Lo es.
G: La experiencia de la iluminación y del despertar es tal vez un descubrimiento de un principio negativo, o una pérdida.
T: O una pérdida. Pero se nos invita continuamente a renunciar, en cierto modo, a la pérdida.
G: Se nos invita continuamente a esa pérdida en vez de a algo. Creo que tiende a ser escuchado como una invitación a algo.
T: Lo sé. Es una palabra difícil, y algunas personas la encuentran difícil de tratar. Pero gracia es la otra palabra, pero no puedo... quiero decir, de otro modo se podría decir que todo lo que se manifiesta es la esencia de la unicidad que viene directamente del amor incondicional. Así que estamos caminando en el amor, simplemente no lo sabemos. (Risas)
G: Bueno, creo que hay una tendencia a querer estar en otro lugar.
T: Bueno, eso es lo que trata de evitar.
G: La idea general de la gracia y las enseñanzas espirituales es que va a llevar tiempo el ir de aquí hasta allí. Y creo que lo que estamos diciendo, o estás diciendo, es que no hay necesidad de emplear ningún tiempo en ello.
T: Porque esto es ello.
G: Cualquier tiempo empleado es realmente para tratar de conseguir algo. Incluso si es para tratar de perder algo, aún se está tratando de conseguir algo...
T: Por supuesto. Sí, eso me gusta.
G: ¿Qué hay que ganar y perder para el mecanismo cuerpo-mente? En cierto modo, ¿cuál es la zanahoria, en todo esto? No hay zanahoria sin un palo...
T: ... que se sostiene delante de ti. La otra expresión que me gusta bastante es que la gente busca algo en un horizonte lejano, y se mantiene continuamente en el horizonte.
Sin respuesta
G: ¿Es la realización del ser la respuesta a la vida, pero sin ser la respuesta a los problemas de la vida?
T: Bueno, la forma como yo contestaría a eso es que tengo muy claro que no hay respuesta. La respuesta a la vida es que no hay respuesta. Esa es realmente la respuesta. No hay una respuesta a la vida, la vida es simplemente vida, y cuando ocurre la liberación, que no es sólo el conocimiento de la vida, no hay nadie ahí, sólo hay el conocimiento de la vida. Y si surgen problemas, simplemente surgen y son vistos.
G: Creo que lo que realmente está sucediendo con la gente es que no sólo están tratando de buscar la iluminación, sino que están tratando de salir de la mierda en que se encuentran, la situación, toda la historia de su vida.
T: Sí, la gente busca la felicidad personal, aunque al final todos están buscando esta unicidad. Pero la gente piensa que buscan la felicidad; la iluminación no tiene que ver con la felicidad. (Risas)
G: No, pero la gente piensa así cuando tienen sufrimientos y problemas. ¡Creo que la mayoría de la gente estaría muy feliz de que eso termine!
T: Ok, así que la iluminación —o el despertar o la liberación es la palabra que uso estos días— en realidad no es el cese de los problemas o sufrimientos. Es la constatación de que no hay nadie que tenga un problema y que no hay nadie que sufra. Esa es una gran diferencia.
G: Sí, creo que, obviamente, la mayoría de la gente probablemente cuestionaría eso, en cuanto que su experiencia inmediata son los problemas, y las penas y dificultades.
T: Todo el tiempo siguen aún estando en el sueño, ellos no... no hay forma de ver esto. Pero después de la liberación, se ve que nadie necesita sufrir nunca.
G: Bueno, por un lado el no-sufrimiento ya sucede, pero eso parece ser contradictorio.
T: Sí, quiero decir, que no puedes decir que el sufrimiento no surge, porque lo hace, sino que surge para nadie.
G: ¿Por qué uno debe ocuparse de la realización?
T: No puedes evitarlo. No hay nadie en el mundo que no se ocupe de eso. Todo el tiempo hay un buscador; hay una ocupación en la auto-realización o la liberación. Todos en el mundo anhelan volver a casa.
G: Creo que es evidente que existe un deseo de relación de algún tipo. No se puede formular como unidad, pero hay una búsqueda de relación. Lo que estamos diciendo parece ser la única cosa que la gente no quiere, estar vacíos de sí mismos. Así que esto es casi una especie de broma cósmica.
T: Sí, la gente busca comodidad, porque piensan que eso les satisfará, pero nunca lo hace. Podrías tener todas las comodidades del mundo, y seguiría existiendo una sutil decepción. La gente vive en, lo que alguien dijo... silenciosa desesperación.
Ausencia
G: Lo que más tememos es en realidad lo que más necesitamos. Estar ausentes, no tener el poder...
T: ¡Es la broma cósmica! (Se ríe suavemente)
G: Así que esto de alguna manera es una paradoja; que lo que en realidad estamos tratando de evitar es lo que necesitamos abrazar por así decirlo.
T: La terrible agonía de todo esto y la lucha que tengo —y oigo a la mente continuamente levantarse con todas sus flamantes armas, sobre todo en las reuniones— es esa terrible contradicción de lo que anhelamos, pero "nosotros" no podemos hacer nada acerca de eso. Es una agonía (risas), porque la mente está continuamente en movimiento y con ganas de hacer algo.
G: Sí, ella debe estar continuamente marcando la diferencia, distinguiendo entre una cosa y otra, entre lo que es y lo que debería ser. Es muy simple en esos términos, una vez que el "debería ser" se va un montón de tonterías se van también.
T: ¡Oh, totalmente!: todo el debería y no debería se caen. Eso es liberación.
G: Quiero decir, que aún así, el debería o el no debería, pueden aún surgir.
T: Oh, desde luego.
G: Gran cantidad de preferencias podrían surgir, pero uno ya no está absolutamente en el juego de detenerlas o iniciarlas.
T: No, nunca.
G: Lo que surge es: si antes uno tenía el control o no tenía el control y quería estar en una situación diferente, en la que uno tiene el control, pero... que en realidad nunca surge como una diferencia.
T: No, lo quiero decir es que creo que la mayoría de la gente viven como directores gerentes de sus vidas. Así es como ellos piensan que viven, pero en realidad no tienen ningún control, porque no hay nadie que pueda elegir o no elegir. Pero la ilusión es que ellos son directores gerentes en sus vidas. La liberación es la caída completa de todo eso, y la maravilla de esto... (...largo silencio...) Y eso es un acontecimiento muy íntimo. Ya sabes, la maravilla de esto es la maravilla de sentarse en un banco, escuchar los pájaros, beber agua, lo que sea. Es la maravilla de lo absolutamente normal e íntimo; es la maravilla de la infancia.
G: Por supuesto, la mente se agarra a eso y dice "yo no soy tan infantil", o ya sabes, "Quiero ser como un niño, no quiero responsabilidades".
T: Mmmm sí, esta es otra manera de ser, tengo que ser como un niño.
G: Así que de nuevo hay una idea de dualismo: que uno puede ser una cosa o la otra; hay una opción de ser una u otra.
T: Es por eso que para mí, cuando oigo enseñanzas que aconsejan ser sincero, ser totalmente apasionado de la iluminación, ya sabes... No me puedo imaginar a la gente tratando sinceramente de pelar patatas, sinceramente conducir un coche. Está bastante más allá de mí, la idea de que alguien puede llegar a ser sincero, que alguien puede ser totalmente apasionado, tan apasionado de la iluminación que saltarían por un acantilado. Así que, ya sabes, ¿anda la gente por ahí queriendo arrojarse apasionadamente? Es una tontería, toda esta idea de que tenemos que comportarnos de una manera determinada. Y Balsekar dice realmente todo lo contrario de la iluminación. Que en realidad cuando renuncias a preocuparte por la búsqueda de la iluminación entonces posiblemente sucedería. Luego tienes a gente caminando por ahí sin preocuparse por ella. ¡Es ridículo!
G: Sí, pero entonces, la mente está desesperadamente insegura…
T: Sí, y anhela tener una meta.
G: Algo a lo que agarrarse, cuando en realidad, es ese vacío…
T: ... que siempre está presente.
Presencia
T: Y esta es la otra cosa interesante, que en los últimos cinco años, lo que he estado diciendo es exactamente lo mismo, pero el mensaje se ha convertido en mucho más fino, mucho más simple y directo. Por ejemplo, lo que se propone mucho ahora a la gente, es hablar con ellos sobre el sentido de la existencia, del sentido que siempre han tenido de que hay un yo que existe, y empiezan a ver que no es el yo el que existe, es presencia lo que existe. Y esta sensación de…, incluso mientras estamos hablando, tú y yo, hay algo más que sabe que este hecho está ocurriendo; eso es lo que somos. Lo que somos es eso que se sienta aquí y sabe que tú y yo estamos teniendo esta conversación. Está incluso en el cuerpo, ya sabes, para mucha gente, porque ellos sitúan la idea del yo —que en realidad es la energía de la presencia. Es una sensación localizada incluso detrás de los ojos, de algo que está justo detrás de los ojos, que esos son los ojos que están mirando algo. Y pensamos que soy yo el que está mirando a Gary, pero en realidad no soy yo, es la presencia. Es conciencia presente. Y eso está emergiendo mucho más, está realmente tocando a la gente. Porque, sabes, lo que ellos están viendo es que todos los días, en todas sus actividades, conducir un coche, pelar patatas como dije, sabes, o beber agua, está eso que sabe lo que está sucediendo. Así que es una presencia viva constante. Un gran número de personas han despertado por medio de estas charlas, y continuamente me dicen que se dan cuenta de que lo que han descubierto siempre ha estado ahí. Siempre ha estado ahí, presencia.
G: Esta idea de presencia y ausencia es muy interesante, porque tenemos miedo de la ausencia, pero al igual que la idea de presencia; llenar nuestra ausencia, con la idea de presencia, para llegar a estar presentes. Mientras que lo que estabas diciendo acerca de un acontecimiento de iluminación es que se trata de una pérdida, de hecho, el descubrimiento de la propia ausencia. Y es por la ausencia que uno es tocado, tocado emocionalmente, ya que conmueve el corazón, abre el corazón al darnos cuenta de nuestra propia pequeñez, o propia ausencia. Parece que es este vacío lo que abre el corazón.
T: Ok, he oído exactamente lo que dices, pero creo que cuando empiezas a hablar del corazón hay de nuevo un peligro, porque te estás moviendo hacia el lado devocional. Hay dos formas de acercamiento a la iluminación: hay una tendencia natural en las personas a sentirse atraídos por el desapego total o la devoción total, en función de su carácter. Pero en realidad la liberación es el matrimonio y la extinción del desapego y la devoción. Ambos se extinguen entre sí. Al igual que un hombre y una mujer, el varón y la mujer finalmente se extinguen entre sí. El despertar está completamente más allá del desapego o la devoción. Hay un montón de personas que llegan a un alto grado de desapego y creen que están iluminados y salen corriendo a enseñar a otras personas el desapego. También hay muchas personas que llegan a un nivel muy alto de devoción emocional, y piensan que están iluminados. Pero nada de eso es lo que es la liberación final.
G: Creo que a mucha gente le repelerá esta conversación, ya que parece demasiado intelectual, por ejemplo.
T: Es por eso que en las reuniones estoy continuamente llevando de nuevo a la gente hacia una sensación de saber lo que está sucediendo, a una sensación detrás de los ojos o en el cuerpo o incluso detrás de la cabeza, de saber que lo que está sucediendo se conoce. Volver de nuevo a esa sensación de conocimiento, de ver, de conciencia, como sea que quieras llamarlo. Porque te mueve fuera de este juego intelectual de las palabras, y te lleva de vuelta al cuerpo, a la sensación de lo que es inmediato. (Largo silencio)
Creo que hemos tenido una muy buena conversación. Creo que realmente hemos abarcado la mayoría de las cosas.
G: Hemos abarcado la mayoría de las cosas repasando los fundamentos. Hemos dicho que no se trata de conseguir algo más, se trata de descubrir que el yo nunca ha estado ahí desde el principio.
T: No me gusta llamar ilusorio al yo, no me gusta llamar ilusión a nada, es una palabra bastante engañosa, viene de oriente. En lo que a mí respecta, la idea del yo, y toda la manifestación, es sólo una apariencia. No se puede decir que es real o es irreal. Todo el tiempo hay una sensación de separación, lo que se ve es irreal, se ve como separado. Después de la liberación lo que se ve es real, porque se ve como la expresión del amor incondicional, como la expresión de la fuente o el absoluto, o la nada y el todo. Me gusta lo que dice Nisargadatta de que la sabiduría es saber que tú no eres nada, lo cual es muy desapegado, y el despertar es saber realmente que tú eres todo. Es el matrimonio de los dos.
G: Gracias, Tony.