Artículos - Consuelo Martín
Mirar con ojos nuevos
Extractos de diálogos con Consuelo Martín— ¿Qué hacer en la vida diaria? Está ahí y tenemos que actuar. ¿Podemos actuar en libertad?
Claro. La vida diaria es la vida que se me ha dado a partir de la Vida total para que aprenda a ser libre. La vida diaria es la vida adaptada a mi manifestación personal. Soy la Vida total y en mi manifestación tengo una vida personal. Soy libre desde la Vida impersonal y además, personalmente actúo según la situación particular que se me presenta en cada momento.
— La vida diaria muchas veces da la impresión de repetición y esto cansa. Pero algunos momentos los vivo diferente. No sé a qué se debe.
La vida no es repetitiva, es un movimiento en armonía en una misma dirección. Cada momento es nuevo en el vivir. Lo que se repite es mi manera de ver, eso es lo que está condicionando y lo que cansa. Vive desde lo nuevo que vas intuyendo. No mires nunca dos veces de la misma manera.
— Cuando miro desde una visión más verdadera, no comprendo lo que veo alrededor y no puedo aceptarlo, aunque siento que debería hacerlo. ¿Qué haré en la vida?
Cuando hay comprensión hay más aceptación, cuando ves la vida desde una visión de totalidad, comprendes las limitaciones. La aceptación verdadera no es una actitud sentimental. Es la consecuencia de la amplitud de la conciencia. Una mente estrecha siempre hace divisiones. La mirada humana es particular y aun con buenos sentimientos, no comprende. El paso de lo humano a lo divino, a lo verdadero, es la amplitud de conciencia.
— ¿Cómo se transforma una experiencia triste del pasado en alegría verdadera?
Puedes mantener el pasado en la memoria o puedes dejarlo morir si ves que no tiene ninguna realidad. Acabas con el pasado al abrirte al momento presente. En el presente, encuentras el sentido de la Vida y en él todo se unifica. La alegría surge al vivir así, desde la unidad.
— ¿La vida me presenta ese sentido único o yo tengo que buscarlo? ¿Es como decir que Dios me guiará?
La vida te lo revela. Y a la vez tú lo estás revelando en el vivir. Tú eres la Vida. Desde lo profundo eres la Vida misma, y en tu movimiento particular como persona, movilizas las energías de cierta manera. Así, el mensaje lo estás enviando tú misma. Y si dices que Dios te guía, es verdad, te guía tu propio ser que es divino.
— Entonces ¿cuando la vida me presenta algo desde esa Vida total, siempre es lo más adecuado para mí, como tú nos dices?
Siempre, necesariamente es así. Y si lo miras una y otra vez te darás cuenta de que es una verdad evidente. Contempla el movimiento de la vida en tu cotidianidad y te darás cuenta de que es inteligencia en acción. Cada momento de ese movimiento es perfecto en su limitación, para el camino que está recorriendo la mente en ese instante. Esto no lo sabrás por experiencia. Si lo ves, será evidente para ti, porque es una verdad en sí misma.
— Pero al pensar lo que me sucede ¿no creo una vida falsa? A veces veo que es repetitiva.
Sí, puedes hacer definiciones de cómo tienen que ser las cosas, puedes tener unas perspectivas, deseos y fantasías de toda clase. Lo que te presenta la Vida no coincide con la película pensada que repites. Lo que te presenta la Vida es inteligentemente insistente, que es otra cosa. Los retos se te presentarán insistentes hasta que penetres en la verdad que quieren revelarte. Una vez hayas penetrado en ella, vivirás lo nuevo.
— ¿Cómo marcar la diferencia entre esas dos cosas que dices?
Distingue entre la interpretación de tu mente y lo que te revela cada día, cada instante, el vivir.
— Muchas veces creo que he comprendido ya algo y sin embargo se vuelve a repetir lo mismo ¿qué pasa entonces?
Nunca una situación es exacta a otra. Cada situación es nueva. Si la ves como si fuera la misma es porque la estás mirando de la misma manera, con la misma interpretación, a través de las ideas del pasado. Si la miras por primera vez, con inocencia, enseguida descubrirás que es nueva.
— ¿Cómo es esa mirada nueva?
Olvidas el sueño de las continuas interpretaciones y, libre de lo que sucedió y de lo que pensaste que sucedió, te abres a lo que está presentándose en este momento. Ahí tienes la mirada nueva, la que descubre que la Vida es una constante revelación de la Verdad.
— ¿Y la memoria para qué se usa?
La memoria es para lo técnico. Para vivir en tu interior no necesitas memoria. Todo puede quedar integrado en un instante de lucidez. La memoria es una obstrucción a la verdad que se revela a cada instante. Míralo ahora mismo. Mira cómo la memoria nos impide vivir.
— ¿Y no tengo que sentirme culpable por los errores del pasado? ¿Debo olvidarlos?
Desde luego. Olvídalos cuanto antes. Date cuenta de que hiciste lo que podías hacer con la visión que tenías en aquel momento. Ver esto te dejará libre de culpa. Coloca la intensidad de tu atención, tu lucidez en este instante.
— Pero ¿qué puedo hacer para vivir este instante? No sé qué hacer.
Lo mejor para ti es que no hagas nada. Eres consciente de estar aquí ahora mismo. Es suficiente. ¿Eres consciente además de ser una expresión particular de la Vida total?
— Sí, me estoy dando cuenta de que no soy nada del pasado. Pero temo perder este instante.
La Vida se expresa a través de ti. Observa el movimiento de tu respiración. Una realidad inmensa, infinita está ahí por descubrir. Date cuenta de eso. No te dejes distraer con las ideas. Mantente ahí, libre, vacío.
— Si en cada momento, la respuesta a las situaciones de la vida es espontánea, ¿cómo se va haciendo el contenido de una vida? ¿cómo se consiguen las metas que uno se propone?
Tu actuación surge espontánea si no está tu identidad en el tiempo. Entonces nada tienes que proponerte, porque nada hay que conseguir. Es un vivir único en el presente atemporal. Sin embargo, en el tiempo se va haciendo un proceso que se puede reconocer desde ahí. Llegas a ser profesor, padre de familia, etc ... ¿Pero es eso lo que eres realmente o eso solo sucede? El tiempo es condicionante pero solo afecta a la superficie de tu conciencia. Adentrándote en ti mismo eres libre y no te afecta la huella que vas dejando al pasar. El pensamiento programa, esa es su capacidad, pero tú no tienes que sentirte programado porque no eres pensamiento. […]
— ¿Qué me aconsejas para vivir espontáneamente?
Nada. Aunque si quieres que te diga algo te diré: olvida el pasado. Empieza ahora mismo a vivir como si no hubieras vivido nada hasta este momento. Deja tu mente limpia como tierra nueva, sin raíces, donde se pueda plantar cualquier cosa, donde las semillas de la vida puedan germinar y sus plantas florecer y fructificar espontáneamente. Tu mente quedará limpia con la verdad. Descúbrela y serás espontáneo desde ella. […]
— ¿Podrías ahondar un poco más en eso de vivir en el instante?
Lo eterno da vida en cada instante a lo que está en el tiempo. En cada momento la manifestación temporal cobra vida desde la eternidad y en cada momento muere, porque no es nada como forma manifestada. Y entonces aparece el nuevo impulso de la vida. Es lo mismo que el respirar. La vida espontánea nace y muere en cada instante.
— ¿Las personas somos entonces una creación instantánea constante? ¿Y nuestra vida también?
Todo aparece porque la conciencia está haciendo esta representación momento a momento. Lo real en tu vida es ese punto de contacto con lo eterno.
— ¿Cómo vivir el presente?
Descubre ahora mismo ese punto de contacto entre lo temporal y lo eterno.
Silencio...
— ¿Qué soy cuando soy libre?
Soy la vida total.