Artículos - John Martin Sahayananda
Charlas a las cuatro
Conversaciones con John Martin Sahayananda
Extractos de una conversación entre el H. Martin y Carrie Lock en julio de 2007¿Cómo comenzaron las charlas a las cuatro en Shantivanam?
El padre Bede* solía dar charlas todos los días a las cuatro de la tarde. Desde 1990, cuando él no estaba disponible, yo daba esas charlas.
Al principio ¿de qué hablabas?
Al llegar a Shantivanam en 1984 comencé a aprender mucho más sobre advaita, y fui integrando otras escrituras y conceptos en mi espiritualidad centrada en Cristo. En las charlas tomaba lo que había aprendido del P. Bede y lo exponía a mi modo. Siempre hablé en el contexto de Jesucristo y los evangelios, especialmente en relación al hinduismo.
Una vez escuché decirte que el P. Bede sacaba lo mejor de la gente. ¿Qué piensas que produjo de ti?
Desde el comienzo estaba fascinado por el diálogo entre religiones, especialmente entre hinduismo y cristianismo. El P. Bede me ayudó a crecer en esta dirección. Tenía mi propia visión y nunca me impuso la suya. Por ejemplo, cuando él hablaba sobre diálogo interreligioso y el multifacetismo de la verdad, yo le decía que en el nivel más profundo tenernos que ir incluso más allá del diálogo interreligioso. Cuando le dije esto se sorprendió un poco pero lo valoró. Él nunca esperaba de la gente que le creyera por tan solo hablar; lo que de verdad apreciaba era que las personas tuvieran sus propias opiniones. Sobre todo fue su ejemplo de vida lo que me ayudó: era muy sencillo, sin pretensiones, e incondicional en su amor. Su ejemplo tuvo para mí más significado que sus enseñanzas.
¿Qué querías decir cuando afirmaste ir incluso más allá del diálogo interreligloso?
La verdad no es algo que tomas de aquí y de allí y lo juntas. Cuando vas más allá de las estructuras religiosas, encuentras la plenitud de la verdad presente en cada religión y en cada persona. En este punto no hay división. Cuanto más profundizas, más te acercas a encontrar la plenitud de la verdad. Pero las religiones tienen que abrirse a esta plenitud de la verdad.
La gente que viene al ashram ¿busca esa plenitud de la verdad?
Mucha gente extranjera que viene al ashram es de tradición cristiana pero considera a las estructuras establecidas como opresivas e inútiles en su búsqueda de una relación más profunda con Dios. Estas personas buscan una verdad que les llene y les libere de estas estructuras establecidas. Al mismo tiempo están ligadas a Cristo y sienten que Cristo, de algún modo, va más allá del cristianismo, que el cristianismo limita a Jesucristo y quiere un mensaje válido para nuestro tiempo. Cuando comparto el mensaje de Cristo de la manera que yo lo entiendo, inmediatamente se sienten a gusto.
En las charlas ¿ha habido cuestionamientos por parte de gente cristiana?
Algunas veces la gente me pregunta "si hablas así ¿por qué estas en la Iglesia católica? ¿Por qué estás en una religión?". La respuesta que doy es que la religión católica es como mis padres. Nací en el catolicismo, he crecido en él, me ha protegido y alimentado. Hoy veo las limitaciones de esta estructura de creencias pero al mismo tiempo le estoy muy agradecido. Veo a mi propia religión como un lugar donde me siento como en casa y veo que se está abriendo a algo que va más allá de sí misma.
¿Se está abriendo más allá de sí misma o necesita abrirse?
Como sistema, el cristianismo no es abierto, todavía tiene sus limitaciones; pero pienso que los individuos necesitan hacer algo dentro de ese sistema. Es una responsabilidad individual. No tenemos que esperar necesariamente que la jerarquía abra el sistema y tampoco hace falta rechazar tu propia religión. Las personas necesitan una relación con su religión que les permita ir más allá de su propia tradición y encontrar así la plenitud de la verdad presente en todas las religiones. De esta manera no es necesario enfrentarse con las autoridades eclesiásticas.
¿Puedes contarnos algún momento destacable de lo ocurrido en estas charlas?
Una vez estaba dando una charla en Inglaterra y una mujer se levantó y dijo "si hubiera escuchado al H. Martin hace cinco años, no me habría convertido al budismo". La gente no necesita dejar su propia tradición. Muchas personas han vuelto al cristianismo tras escuchar estas charlas; no trato de atraerlas, ese no es mi propósito, pero cuando la gente descubre que la manera en que comprendemos a Cristo hoy en día es liberadora y que no necesitan convertirse a otra religión, eso es algo positivo. Encuentro en la gente que ha abandonado su religión una herida y un dolor profundos; es como si de ello resultara un sentimiento amargo, incluso cuando mantienen aprecio por la Iglesia y el cristianismo. Cuando hablo a esta gente, de algún modo experimenta una especie de curación y regresa al cristianismo. Ha llegado a comprender un significado más profundo.
Cuando estaba en Alemania también me pasó algo interesante. Muchos hombres indios, de religión hindú, emigraron a este país y se casaron con mujeres alemanas cristianas y sus hijos fueron educados como cristianos. Me di cuenta que en el fondo de estos hombres, en su nivel espiritual, había un cierto bloqueo, o herida sin curar. Los hombres tendían hacia el hinduismo mientras que las mujeres lo hacían hacia el cristianismo, y no había un punto de encuentro. Hablé con estas parejas sobre el cristianismo y el hinduismo y vieron las semejanzas, y que hay un punto de encuentro entre los dos. Esto les supuso un gran bálsamo, decían "puedo estar en paz con ambos, hinduismo y cristianismo, y no hay necesidad de división".
La manera en que muestro a Cristo es integradora. En Cristo todo es posible, no hay nadie fuera de él. Cualquiera que sea el camino que quieras seguir, sigues en Cristo. Se trata de las diferentes maneras de crecer en Cristo.
La gente aprende escuchando tus charlas. El hecho de impartirlas ¿ha contribuido a tu propia maduración espiritual?
Siempre aprendo de la gente porque el viaje de cada persona es singular, así que las preguntas que formulan también son originales. Cada pregunta me hace pensar y reflexionar, por tanto –en este sentido– escuchando las preguntas y tratando de contestarlas también maduro mi propia comprensión.
Escribes artículos a la vez que charlas .¿Hay alguna diferencia entre la forma en que presentas los contenidos escritos y la forma en que los presentas en tus charlas?
A veces surge un pensamiento, lo dejo madurar y entonces lo escribo. Es como un embarazo, el niño crece y crece en el vientre de la madre y después sale de manera natural. En lo escrito todo parece que se integra de manera muy hermosa, que no cuesta esfuerzo. A veces espero a esos momentos creativos.
Pero durante las charlas, ante una pregunta no puedes esperar siempre a que los pensamientos maduren.
A veces en las charlas, cuando la gente pregunta, encuentro una inspiración; lo que digo no está planeado previamente, o en mi memoria, sino que me llega de manera muy creativa. A veces hay algo que se abre dentro de mí cuando escucho las preguntas.
Alguien me comentó: "Lo que disfruto en las charlas del H. Martin es que a veces veo una presencia que está operando a través suyo".
A veces parece que no es nuestra mente limitada la que está trabajando, sino algo que se abre más allá de nuestra memoria personal. Al abrir nuestras mentes hay algo que surge de más allá de esta memoria, no dependemos de ella. Esto confirma que hay algo operando más allá de nuestra mente. En este caso, tanto la persona que pregunta como la que responde están bajo influencia esta consciencia más elevada.
Durante la mayor parte de tu vida has estado interesado en el diálogo entre hinduismo y cristianismo. ¿De dónde surge este interés?
El interés surge en parte por mi madre, ella era hindú y mi padre cristiano. Quería ahondar en el hinduismo, en parte para comprender la religión de mi propia madre, y descubrí que había una profunda verdad en esta religión. Siempre sentí que el matrimonio entre mis padres era como un matrimonio dentro de mí, de lo hindú y de lo cristiano. Lo que ocurrió en ellos de manera física, pasó en mí de manera espiritual.
Shantivanam es conocido por su forma pionera de unir las enseñanzas de Cristo y la visión advaita del hinduismo. ¿Dónde estamos en este viaje?
Yo, personalmente, no tengo más preguntas. En mi vida personal, el viaje que los fundadores [de Shantivanam] comenzaron con el advaita ha alcanzado su clímax. No puedes ir más allá de la comprensión de la unidad de Dios, la creación y la humanidad. Ahora necesitamos vivir esta consciencia unitaria en nuestra vida diaria.
¿El próximo paso es transferir este conocimiento de la unidad en un tipo de práctica?
Para mí, este conocimiento no se puede mostrar a la gente como un tipo de práctica externa establecida. Lo importante es vivir esta vida de unidad como individuo. Esto significa que cualquiera que sean mis planes no son mis propias ambiciones o metas personales, sino que todo se hace en función de la totalidad. Ni se plantea el utilizar a los demás por motivos personales, por lo que el movimiento personal del ego, "el movimiento del llegar a ser", finaliza. Lo contrario de "llegar a ser" es "desplegarse" o "florecer," en el que el individuo es un vehículo para que la consciencia unitaria se manifieste a sí misma. Cualquier acción que haga no es mi acción personal, es la acción universal. La acción no es impersonal sino transpersonal, es la persona universal, no la persona individual. La base para esta acción universal es la propia consciencia interior, cada momento de nuestra vida.
¿Cómo podría la gente trasladar el contenido de tus charlas a sus vidas?
Lo único que hay que tener presente es: si mi vida es un movimiento de llegar a ser o un movimiento de despliegue. Cuando identifico un movimiento de llegar a ser, tengo que renunciar a él y permitir que se convierta en un movimiento de despliegue. Mi trabajo, tanto si es en la oficina, la fábrica o en casa, puedo elegir hacerlo como un medio de llegar a ser o como medio de desplegarme.
Y desplegarse, en última instancia, es advaita.
Sí, desplegarse es advaita. Es la consciencia unitaria.
¿Qué te hace tan entusiasta al compartir tu comprensión de la consciencia unitaria?
Vemos mucho conflicto y violencia en el mundo. Hay división solo porque la gente no es consciente de los niveles más profundos de consciencia, o porque no se le permite moverse hacia esos niveles más profundos. La consciencia unitaria, donde no hay división, es la herencia legítima de todo ser humano. Somos uno. La consciencia unitaria no es algo a lograr, está ya aquí como un regalo de Dios. Siento que es muy importante para la gente conocer esto, tanto por nuestra propia paz interior como por la paz en el mundo. Es el único camino hacia la paz. También siento tristeza en mi corazón porque en el cristianismo, el mensaje y la experiencia de Cristo se presenta de tal modo que resulta divisivo. El cristianismo no está realmente predicando el mensaje unificador de Cristo.
Por ultimo ¿cómo responderías a la pregunta de quién es el hermano Martin?
En el lenguaje de Jesucristo diría: "el hermano Martin es alguien que busca el reino de Dios. Y en segundo lugar, que permite al reino de Dios manifestarse en él y a través de él, con el fin de ser un instrumento de este reino. Podemos usar el término 'consciencia unitaria' en vez de reino de Dios". Tengo que ser un instrumento de esa consciencia unitaria. Así es como me veo a mí mismo.
Y viviendo esa consciencia, mostrando lo que es, de eso tratas en tus charlas.
Sí, necesito estar constantemente alerta de si estoy permitiendo a esta consciencia unitaria manifestarse en mis actividades y relaciones. Necesito preguntarme en todo momento "¿es esto un movimiento de llegar a ser o un movimiento de despliegue?"
¿Es esto ego o es Dios?
Sí.