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Artículos - Tony Parsons

¿Personal o impersonal?

Por Tony Parsons
Tony Parsons

Los títulos no-dual y Advaita tratan de describir el principio de totalidad, unicidad, o eso que ya es uno.

Durante la última década, parece haber habido un creciente interés en lo que se conoce como comunicación "Advaita" o "no-dual" acerca de la iluminación. Las recientes entrevistas en "Conscious TV" y el DVD maravillosamente elaborado "Who’s Driving the Dreambus" representan una clara sección transversal de gente de la llamada persuasión "no-dual", pero cuyas percepciones parecen variar considerablemente.

Hay millones de libros publicados sobre el mismo tema con diferentes puntos de vista descabellados. Hoy en día el término "no-dual" se utiliza para todo tipo de actividades de búsqueda. Usted puede ir a conferencias no-duales o disfrutar de un "curso de 12 meses de iluminación no-dual". Está disponible la terapia no-dual, ¡e incluso hay un club on-line de habla "no-dual", al que "nadie" puede afiliarse!

Para cualquier que esté interesado o que sea nuevo en investigar este tema, todo puede ser muy confuso.

Sin embargo, la percepción aquí es que hay dos tipos muy diferentes de comunicación acerca de la naturaleza de la iluminación. Una de ellas es personal y la otra es impersonal. La primera ofrece a la "persona" que busca ayuda y orientación para encontrar algo que se llama iluminación. La segunda no ofrece nada a la "persona".

La primera viene en muchas formas y tiene muchos seguidores, ya que parece responder a las necesidades "de la persona". La segunda es desconocida y enérgicamente confrontadora. El mensaje personal se basa en la creencia de que hay algo que se llama un buscador separado que puede alcanzar algo más llamado iluminación.

La impersonal ve la sensación incorporada de parecer separado e incompleto como un estado ilusorio que impulsa al aparente buscador a buscar otra ilusión llamada iluminación personal. Cualquier comunicación que apoya y fomenta la creencia o idea del buscador que puede encontrar algo que siente que ha perdido sólo refuerza y perpetúa una ilusión dualista. No está bien ni mal ― es lo que aparentemente sucede.

La percepción impersonal es que todos los conceptos, ideas, creencias o pensamientos acerca de la separación o la iluminación sólo pueden ser siempre un reflejo de su opuesto, y por eso sólo hay siempre punteros hacia aquello que no puede ser expresado o conocido.

La aparente separación es vista esencialmente como una energía contraída incorporada que puede de repente y de forma sencilla liberarse en esa vivacidad sin límites que es incognoscible e impersonal. Las circunstancias son totalmente irrelevantes. Ninguna cantidad de conceptos claros o confusos puede nunca tocar o influenciar esa sensación energéticamente mantenida de estar separado.

Un profunda "experiencia espiritual" puede, para algunas personas, parecer una prueba de iluminación personal. Puede surgir un deseo de ayudar o enseñar a otras personas a tener una experiencia similar. Dicha comunicación puede a veces parecer "no-dual" cuando el maestro describe la naturaleza de la unidad, pero se contradice al recomendar un proceso que puede ayudar al buscador a alcanzar esa unidad a través de la auto-indagación, la meditación, la purificación, etc. Puede haber el estímulo de "vivir el momento" o "estar aquí ahora" o "abrazar el miedo" con el fin de que la persona pueda encontrar "su propia naturaleza verdadera". Este tipo de recetas personales a menudo se acompañan de una repetición de ideales inspiradores pero siempre son sólo ideas positivas que puedan elevar los sentimientos del buscador y darle renovada esperanza y propósito. Parece que este tipo de intercambio entre dos personas está, por su propia naturaleza, sucediendo dentro de la historia en el tiempo, por lo que su influencia es transitoria. Responde a una necesidad ― durante un tiempo.

Una comunicación impersonal reconoce e ilumina el aparente dilema de un buscador que parece estar aprisionado en la experiencia incorporada de la separación. Describirá inadecuadamente la naturaleza de la vivacidad sin límites y el sentimiento de insatisfacción y el anhelo que pueden surgir de la apariencia de estar separado de eso. También expondrá, sin ningún tipo de compromiso, la absoluta inevitabilidad y desesperanza de la búsqueda y el don de la libertad que se esconde dentro de esa desesperanza.

Nadie puede reclamar la propiedad de este mensaje impersonal y así no habría motivación para cantar alabanzas. Ni habría alguna agenda personal de agradar, ayudar o cambiar a la "persona". No hay nada aquí para la "persona", excepto la terrible posibilidad de poder perder todo aquello que sueña que es ella misma.

Siempre que la identidad personal, su búsqueda, sus esperanzas y sueños parecen amenazados, puede haber un rechazo de este mensaje y un retorno a lo que parece servir y apoyar la ilusión únicamente humana de la autonomía personal que lleva a la auto-realización. El mensaje impersonal puede entonces ser visto como crítico o nihilista e incluso puede sentirse como "falto de amor", ya que deja a la "persona" sin nada.

Ciertamente puede haber algo personal que confrontar acerca de la constancia singular que surge sólo de esa compasión incondicional que revela la ilusión de la prisión personal. De esa revelación, puede surgir una resonancia que es de-nadie.

¿Cómo puede la "persona" escuchar lo impersonal?
¿Cómo puede haber un conocimiento de lo incognoscible?
¿Cómo es posible que una "persona" "se enfrente a su propia ausencia"?
¿Cómo puede el buscador comprender que ya lo es todo?

No es difícil ―es imposible― y maravillosamente irrelevante porque no hay nada separado que comprender. ¡La totalidad ya es todo lo que hay! Es la libertad impersonal sin límites, incondicional, que es completa ― ¡nada necesita porque es todo!

Sin embargo, y esta es la paradoja, la totalidad, siendo todo, también puede aparecer como nada:

La totalidad puede aparecer como la historia del yo embarcado en un viaje significativo.
La totalidad puede aparecer como una persona separada con libre albedrío y elección.
La totalidad puede aparecer como una persona que parece estar iluminada y ayuda a otras personas a estar iluminadas.
La totalidad puede aparecer como una comunicación que se divide y se llama a sí misma no-dual.

Así, en el juego de las apariencias, la totalidad puede pretender ser algo separado que está corriendo por todas partes en busca de lo que ya es. Es una historia soñada sorprendente y frustrante que es exclusivamente humana y también es sublimemente sin propósito. Para el aparente buscador, sin embargo, el dolor y el anhelo de la separación parece muy real.

Así que, ¿debería el buscador escalar la montaña espiritual o simplemente abandonarse y rendirse a la vida? ... ¿Es esa la pregunta? ¿O es posible que no haya pregunta ni respuesta?

Tal vez lo que se busca es todo lo que hay. Tal vez lo que es muy querido y anhelado ya está constantemente sucediendo … nunca se fue … el buscador sí, al buscarlo.

Tal vez, cuando el sueño de la búsqueda se disuelva en esa energía sin límites, que no ve ninguna separación ni tiene ninguna agenda o expectativa, entonces de pronto ese anhelo es abrazado en ese amor incondicional que es de-nadie.