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Artículos - Jeff Foster

No-dualidad y Nihilismo

Por Jeff Foster Diciembre 2008
Jeff Foster

"Al comienzo, los árboles eran árboles,
las montañas montañas
y los ríos ríos.
Luego llegó un momento en el que los árboles
dejaron de ser árboles,
las montañas dejaron de ser montañas
y los ríos dejaron de ser ríos.
Ahora los árboles son de nuevo árboles,
las montañas vuelven a ser montañas
y los ríos vuelven a ser ríos."

- Proverbio Zen

La gente a veces me dice que este mensaje es nihilista. Que es negador de la vida, que separa lo "absoluto" de lo "relativo", hace hincapié en lo absoluto y niega lo relativo. Por otra parte, hay muchas personas que leen mis libros y ven que de lo que realmente estoy hablando es del amor incondicional, de la unidad y del final de toda búsqueda. De todos modos, estoy fascinado por las variadas respuestas.

A veces, las interpretaciones de lo que escribo (o mejor dicho, ¡lo que se escribe!) no coincide en absoluto con lo que se comunica. Alguien recientemente puso el dedo en la llaga cuando sugirió que al escuchar y creer las palabras "no hay nada que obtener", alguien podría ir y cometer suicidio porque la vida no tenía sentido. Es posible que las palabras pudieran ser interpretadas de esa manera. Y al mismo tiempo, eso sería absolutamente perder el sentido de lo que señalan las palabras. La violencia –de cualquier tipo– no es tolerable aquí.

Los libros fueron escritos como una confesión de lo que se ve claramente aquí: aquí mismo, ahora mismo, este es el milagro, el Misterio divino. Y sí, por supuesto, son sólo palabras, no se acercan a eso en absoluto. Cuando digo cosas como "Yo soy Eso" o "todo es Dios", por supuesto que estamos de nuevo de vuelta en la dualidad (interior frente a exterior, esto frente a eso, Dios frente a no-Dios). Es inevitable cuando se utiliza el lenguaje. Lo que esas palabras están realmente tratando de señalar es la inefable condición de ser (isness) que es esto ... total, completa y absolutamente más allá de las palabras.

El Tao que puede ser dicho no es el eterno Tao. Aquí, hay un conocimiento de que ni una sola palabra que Jeff escriba o diga sobre esto podría jamás ser la verdad. La maravilla de esto, la vivencia de lo que está ocurriendo, no se puede describir con palabras ... y, sin embargo, como siempre digo, por qué no intentarlo. El Tao que puede ser nombrado no es el eterno Nombre, pero eso no le impidió escribir el Tao Te Ching. Cuando el por qué desaparece, lo único que te queda es el por qué no, y eso es la libertad en esta expresión.

Déjame que te cuente una pequeña historia. Al comienzo, los árboles eran árboles, las montañas eran montañas, y los ríos eran ríos. Entonces, después de varios años de todo tipo de alucinantes experiencias espirituales, pensando que yo era Dios, que todo era Buda, etc, hubo, por último, una caída de todos los conceptos, de todos los conceptos conocidos por el hombre. Finalmente, después de una vida de palabras, no hubo más palabras. No más palabras para esto. Lo que se vio es que todo es Uno (y sí, por supuesto, ni siquiera eso, porque "todo es Uno", bueno, ¡eso no sería más que otro concepto también!) No había ni siquiera eso. Ni siquiera el "todo es Uno". Había nada [valga la expresión]. No, en realidad, ni siquiera no había "nada", pero esa es la palabra que más se acerca. Durante mucho tiempo la nadedad de todo era la única realidad. Se había producido una caída en el Vacío. Los árboles ya no eran árboles, las montañas ya no eran montañas, y los ríos ya no eran ríos. No había nada. Ningún yo. Ningún tú. Ningún mundo. Ningún pasado. Ningún futuro. Nada que obtener. Ningún significado. Ningún sentido.

Pero por supuesto, no puede detenerse ahí. "Yo no soy nada" o "no hay nada" – eso es todavía totalmente dualista. Lo que sucedió entonces es que la nada se colapsó en todo, y eso es lo más cerca que puedo llegar con palabras. El vacío finalmente se reveló a si mismo como plenitud total. El desapego y la falta de sentido ("¡nada importa! ¡nada tiene sentido!") dio paso a una plenitud de ser, un gozo indescriptible, una alegría sin nombre. Se podría decir que Jeff murió. El buscador murió. El anhelo de algo más murió.

Verás, hubo un tiempo, antes de los libros y las charlas, donde había caído en la trampa del "nada tiene sentido, no hay nada que pueda hacer" y, bueno, durante horas y días sin fin, yo simplemente paseaba por mi ciudad natal de Oxford, y no había absolutamente nada en existencia, absolutamente nada estaba sucediendo. No había ningún mundo, ni pasado ni futuro, nada. Sólo el Vacío. Y todo era tan gris y carente de alegría. Y yo estaba muy, muy serio con algo llamado "espiritualidad" (y, curiosamente, fue en este momento que yo también creía que ¡estaba despierto!). En el libro El lobo estepario de Herman Hesse, esta postura se resume de la siguiente manera:

"Aquí tampoco encontraba yo hogar ni comunidad, sólo hallaba un lugar de observación, ante un escenario, en el cual gente extraña representaba extrañas comedias... El tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada."

Pensé que era un verdadero hombre, no uno de esos tontos ignorantes que todavía están perdidos en el mundo "relativo" (sea lo que fuere que eso significaba). En ese entonces, pensaba que de eso era de lo que trataba la no-dualidad. Pero entonces (y no puedo decir "cuándo", porque no ocurrió en el tiempo), después de mucho sufrimiento, hubo un colapso de la nada al todo, y por supuesto, de esto no puedo realmente decir una palabra. Incluso el desapego absoluto de la vida, incluso eso había sido completamente dualista. Se necesita una persona para ser desapegado, y un mundo del que estar desapegado. El ver [o la percatación] "final" (y no me gusta llamarlo así, pero lo haré por ahora) era la muerte de la persona, la persona que podría estar desapegada o no, y una revelación (por nadie) de que todo era una danza, una obra de teatro, TODO ello, TODO ello, incluyendo todos los pedacitos que Jeff había rechazado, incluido el repugnante mundo "relativo" que estaba tan lleno de ignorancia y de personas que no tenían conocimiento de su "verdadera naturaleza" (sea lo que fuere que eso significaba). Hubo una inmersión en el misterio absoluto de todo ello .... totalmente indescriptible, totalmente más allá del lenguaje. Durante tanto tiempo hubo una falta de vida, una falta de alegría, un sentarse y ver el mundo pasar sin mí. Había sido una negación de lo relativo, una negación del "mundo". El mundo se había convertido en el enemigo, porque no era en esencia real. Las interacciones humanas cotidianas habían perdido su significado, porque no había otros. Después de una vida de miseria y de inseguridad había sido inicialmente un alivio estar "libre" del mundo de la forma. Pero –y esto es lo que no pude ver entonces– la nadedad acababa de convertirse en otra trampa. La libertad que inicialmente había encontrado en el vacío se había transformado en una prisión. La libertad en lo sin-forma se había convertido en una negación de la forma. Pero, como el Sutra del Corazón budista nos ha estado recordando desde hace miles de años:

"La forma es vacío y el vacío es forma; el vacío no difiere de la forma, la forma no difiere del vacío; lo que sea la forma, eso es el vacío, lo que sea el vacío, eso es la es forma ..."

Hubo un reposar en el Vacío. Sin embargo, todavía no se había visto en la claridad que el Vacío era la Forma. Todavía había un "yo" ahí, sutilmente negando la vida. Fingiendo que era más "espiritual" o "despierto" que otros, sintiéndose engreído y seguro, y un poco arrogante, pero en secreto sin alegría en su Vacuidad.

Entonces, un día, todo se vino abajo. La negación de la forma no podía sostenerse por sí misma. No puedo expresarlo con palabras, pero si pudiera, sería algo como esto. Jeff, después de otro día de pasear por Oxford, después de otro día de absolutamente nada, de otro día de desapego del mundo, se derrumbó sobre la hierba en Christ Church Meadow, y miró a un rayo de sol que entraba por las ramas de un árbol. Y la Vida dijo "¡VIVE, MALDITA SEA, VIVE!" El vacío se colapsó en la forma. La forma se colapsó en el vacío. Y entonces no había ni forma ni vacío. Había sólo ESTO, sin ninguna forma de saber qué es esto. La persona se disolvió en el asombro. Los árboles fueron de nuevo árboles. Las montañas volvieron a ser montañas. Los ríos volvieron a ser ríos. Todo volvió a colocarse en su lugar correcto. A una silla se le permitía ser una silla de nuevo (mientras que, al mismo tiempo, por supuesto, era la expresión divina, era la Unidad jugando al juego de ser una silla.) Una taza de té podía ser una taza de té. Hubo una inmersión de nuevo en el mundo, a pesar de que era sólo un mundo aparente, a pesar de que todo era un sueño, a pesar de que no había yo, ni otros. De repente, después de años de estar desapegado y queriendo estar desapegado, hubo una relajación en lo que es. Todo se derrumbó de nuevo en una vida muy normal. Pero el buscador había muerto.

Lo-que-es fue visto que es el milagro. Y siempre era suficiente. La idea misma de "espiritualidad" se fue por la ventana. Este concepto ya no era necesario. Los conceptos de "la nada", "nadedad", "despertar" y "no-dualidad" se fueron por la ventana. Los conceptos de las prácticas y metas y logros futuros se fueron por la ventana. ¿Por qué? Porque la hierba era suficiente. El árbol era suficiente. El suelo bajo mis pies era suficiente. Me enamoré de la tierra firme, o la tierra firme se enamoró de sí misma, y la búsqueda de la vida llegó a su fin. Como Ramana Maharshi dijo:

"El mundo es ilusorio. Sólo Brahman es real. Brahman es el mundo."

Brahman era el mundo, y todo había terminado.

O, como el maestro zen Joho exclamó:

"¡Desentrañado por fin!
El océano se ha secado. El vacío ha explotado.
Sin un obstáculo a la vista,
¡Está en todas partes!"

Cuando escribo cosas como "no hay nada que obtener", no es una enseñanza. Es un intento de compartir este ver. Yo no soy un maestro, nunca podría verme a mí mismo como tal, porque ya no hay ningún punto de referencia aquí. No tengo forma de saber quién soy, porque no es posible separarme a mí mismo de mí mismo, mirarme a mí mismo y decir lo que eso es. Porque yo no soy nada, ni maestro ni alumno. Yo soy lo que tú digas que soy. Y por eso yo soy todo también. Llámame maestro, llámame amigo, o no me llames nada en absoluto. Tú eres lo que yo soy, y yo soy lo que tú eres. Y todo termina ahí, en una intimidad que está más allá de las palabras.

"No hay nada que obtener". No es una enseñanza. Es una confesión [lea a Jerry Katz en nonduality.com para saber más sobre la idea de confesión frente a enseñanza]. Lo que se ve aquí (y sólo puedo hablar siempre de lo que se ve aquí) es que no hay nada que obtener (porque ESTO es el milagro). No hay nada que hacer (porque ESTO es el milagro). Sí, esto puede malinterpretarse. Pero también existe la posibilidad de que lo que realmente se está comunicando, lo que realmente está siendo señalado por estas palabras, sea escuchado. Esa resonancia, ese reconocimiento es posible. Tal vez es por eso que el compartir sucede. No lo sé.

No, no puedo verme a mí mismo como un maestro. Simplemente ofrezco las palabras en los libros y charlas y nada más. Sólo canto mi canción. El pájaro pía, el gato maúlla, y este organismo cuerpo-mente (o lo que demonios sea) a veces parlotea sobre la no-dualidad. Habrá muchos que echen un vistazo a los libros y los rechacen. Habrá otros que los lean y les gusten. Me encanta que la gente se vaya, y que la gente se quede ... esa es su libertad. Libertad para quedarse, libertad para irse. Libertad para escuchar, libertad para marcharse.

Cuando estás hablando de la no-dualidad, siempre estás hablando de algo de lo que no se puede hablar. Si digo "esto ya está completo y no hay nada que obtener", se me acusa de incurrir en lo absoluto. Si digo que "hay una práctica, hay algo que usted puede hacer para estar más cerca de esto", soy acusado por los fundamentalistas de la no-dualidad (aquellos que han convertido la no-dualidad en su religión, la "religión de la no práctica") de incurrir en lo relativo. El mismo Buda dijo:

"... Desecha, no sólo los conceptos de la propia yoidad (selfhood) y de otros yoes ... sino también ... todas las ideas acerca de la no-existencia de tales conceptos."

Cuando nos aferramos a las ideas del yo, o las ideas del no-yo, estamos cayendo en la dualidad. Después de años de caer en esta y tantas otras trampas conceptuales, lo que se ve ahora con claridad absoluta es que la no-dualidad no puede ser contenida por ningún concepto, por ninguna filosofía, por ningún sistema, ni siquiera el más refinado, el más investigado, el más comprobado.

Verás, solía haber un intelecto feroz y violento aquí, una mente que no podía descansar hasta haber agotado todas las posibilidades, todas las permutaciones posibles de pensamiento. No se conformaría con nada menos que la libertad absoluta. Con los años, muchas trampas fueron descubiertas. Así que muchas fuertes estructuras de pensamiento ​​fueron destrozadas desde sus cimientos, y se vio que estaban hechas de nada más que luz. Dios mío, había tantas trampas, tantas formas sutiles en que me estaba engañando a mí mismo. Hay tantas formas en que la mente puede instalarse en un concepto, en una estructura de pensamiento, en un sistema de creencias, y al mismo tiempo (y he aquí lo ingenioso del asunto) proclamar la libertad de todos los conceptos y creencias. El ego puede encontrar un millón de maneras diferentes de hacer parecer que no hay ego.

Yo estoy libre de ego! Yo (mi persona), estoy libre de ego!"

Sí, claro.

Y así, en estos días, cuando digo "no hay nada que hacer" lo que también se ve es que el momento en que se convierte en una creencia, ya no es verdad. Por eso, quien cree que "no hay nada que hacer" y se queda en la cama todo el día, realmente no ha estado escuchando. Los punteros se han convertido en conceptos para él, se han endurecido en creencias, y llevan al estancamiento. Esta es una trampa muy común. Lo sé, yo he estado allí. Hay gente por ahí que realmente creen que no hay persona, ni yo. Ellos creen realmente que no hay nada que obtener. Creen realmente que no hay futuro, ni África, ni planeta Tierra. La creencia es el problema. Una vez que se ha convirtió en una creencia, se ha estancado. Es una persona con una creencia. Es mi creencia frente a tu creencia. Y no hay fin para esto.

En el claro ver que no hay nada que hacer (porque ESTO ya está completo), el estancamiento se va por la ventana. Lo que me parece es que puede haber una salto fuera de la cama, el corazón totalmente abierto a otro día de no saber. "Nada que hacer" – sólo un concepto. "Algo que hacer" – otro concepto.

Nagarjuna dijo:

Decir "esto es" es aferrarse a la permanencia.
Decir "esto no es" es aferrarse al nihilismo.
Por lo tanto, una persona sabia
No dice que "esto es" o "esto no es".

Y Bodhidharma:

"Quien sabe que la mente es una ficción y está desprovista de lo real sabe que su propia mente ni existe ni no existe. Los mortales siguen creando la mente, alegando que existe. Y los inmortales siguen negando la mente, alegando que no existe."

La mente existe, la mente no existe. Nada que hacer, algo que hacer. Práctica, no práctica. Pasado, no pasado. Yo, no yo. No hay necesidad de adherirse a una u otra polaridad, o incluso negar ambas polaridades. Sucede tan a menudo: la gente va a ver a los maestros de no-dualidad (o no-maestros), y escuchan que no hay nada que puedan hacer, por lo que se dan por vencidos y, a veces se deprimen. Pero mira: parte de la danza es que en este asombroso planeta hay un millón de cosas que hacer, ¡o al menos eso parece! Este mundo –como cualquier niño sabe– es un parque infantil. Ni existe ni no existe, pero de cualquier manera es un juego. Y así todo termina en la paradoja absoluta de todo. Nada que hacer, mucho que hacer. Nada, algo. Yo, no yo. No hay nadie, hay alguien. Los opuestos se colapsan entre sí, y lo que se ve es que la no-dualidad nunca podría ser comprendida. ¡Corre un millón de millas lejos de cualquier persona que pretenda comprender esto! Se trata de una inmersión en el misterio, totalmente indescriptible, más allá de las palabras. Eso es a lo que apuntan realmente todas las palabras en todos los libros.

Y entonces, lejos de deprimirte, palabras tales como "esto es ello" y "no hay sendero" se ve que todas apuntan a esta liberación, este amor incondicional. Y se ve que siempre han apuntado a eso – simplemente no podíamos verlo en el momento. Sí, nada que obtener, porque todo está AQUÍ. La intimidad y el amor incondicional que siempre se buscaba se ve que esta AQUÍ MISMO.

Hasta entonces, existe el peligro de que esas palabras pudieran ser interpretadas de manera equivocada ("estás diciendo que todo es la Unidad, así que el asesinato también es la Unidad, así que podría ir a matar a alguien y eso estaría bien, porque todo es la Unidad , ¿no?"). Y yo soy muy claro acerca de esto en las reuniones. Sí, existe ese peligro, pero también existe esta posibilidad: que lo que se dice sea escuchado, sea realmente escuchado. Es este compartir (no es una enseñanza, recuerda, porque no puedo verte como separado de mí) lo que se está señalando.

Y entonces se resuelve toda paradoja de dualidad/no-dualidad, y se ve que desde el principio nunca hubo una paradoja. El ver es que la Unidad se manifiesta a sí misma como seres aparentemente separados. Las cosas siguen pareciendo estar separadas, mientras que al mismo tiempo todas son manifestaciones de la totalidad. Es la danza divina, es el entretenimiento cósmico, es lila, es la nada siendo todo. Y sí, todo eso podría mantenerse en un nivel puramente intelectual. Pero lo que se está señalado aquí es el ver (no sólo la comprensión intelectual) de esto en la claridad y en ese ver, todas las preguntas (que siempre apuntan hacia un futuro que nunca llega) se disuelven y lo que queda, no tienes manera de conocerlo.

Cuando esto fue visto por primera vez, no había palabras. No podía decir nada sobre esto. Ni una maldita palabra. Han tenido que pasar años para que las palabras volvieran. Hubo un momento en que ni siquiera podía utilizar la palabra "yo", porque se percibía como una mentira (¡un "yo" separado de la totalidad! ¡Qué absurdo!). Pero con el tiempo (¡sí, el llamado mundo "relativo" es honrado aquí!) las palabras volvieron, y había un hablar y un escribir sobre esto ... todo hecho con un profundo conocimiento de que en el momento en que Jeff hablara de esto, la gente lo interpretaría y entendería mal, y que incluso enfurecería y frustraría a algunas personas, pero eso era también parte del juego. El Tao no puede ser contado, y desde el momento que hablas de ello, estás en el mundo de las palabras, el mundo de la interpretación y la mala interpretación, el mundo de la verdad y la mentira, el mundo de las mil cosas. Estás inmerso en el mundo del tiempo y del espacio, y del tú y el yo, y del yin y el yang. Y que, tal vez, podría llegar a ser una buena razón para no hablar de esto, nunca más. Sin embargo, "no hablar de esto", bueno, podría convertirse en otra religión. La religión del silencio. Pero esto abarca tanto al silencio como al ruido, y, según cuenta la historia, un día, sin motivo alguno, Jeff comenzó a escribir y hablar sobre ello...

Esto siempre ha sido visto como un compartir, en la apertura y la amistad... y por supuesto siempre estoy simplemente compartiendo conmigo mismo. Así que el espejismo de la separación continúa, pero al mismo tiempo se sabe que: no hay separación en absoluto. Sí, todo termina en el misterio, en el amor absoluto. ¿Cómo puedo comunicarte la intimidad y la libertad y la paz y el vacío y la plenitud de sentarse en una silla, en este momento? ¿De simplemente respirar, los sonidos ocurriendo? Nunca puede hablarse de la eseidad (isness) de esto, y sin embargo sigue brillando, momento a momento, aunque no hay momentos separados en absoluto.

Y así, la paradoja se resuelve aquí, en la simplicidad absoluta y la maravilla de lo que es. En el acontecer de la respiración, en los ruidos de la habitación, en el calor de mi taza de té, en el crujido de las galletas, en las migajas que caen sobre mis pantalones. La búsqueda de toda una vida termina aquí, y sólo hay gratitud por la taza de té, por la galleta, por esto, tal como es. Nadie bebe el té, nadie come la galleta, y nadie está escribiendo estas palabras, pero aún así, qué milagro es todo esto, y qué loco (e inocente en mi locura), era yo todos esos años, buscando algo más que esto, cuando todo lo que siempre necesitaba estaba aquí. Justo aquí, en el lugar donde yo no estoy.