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Artículos - Nisargadatta

La canción "yo soy" de nisargadatta

Editado por Jerry Katz
Nisargadatta Maharaj

Yo Soy Eso es un libro de conversaciones con Nisargadatta, un gurú de finales del siglo XX del linaje Nath. De la introducción del libro:

"Aunque el Maestro carece de instrucción, su conversación está iluminada a un grado extraordinario. Aunque nacido y criado en la pobreza, es el más rico de los ricos, pues tiene la riqueza ilimitada del conocimiento perenne, comparado con el cual los tesoros más fabulosos son meros oropeles. Es de corazón cálido y tierno, de un humor sagaz, absolutamente franco y absolutamente verdadero ―inspira, guía y apoya a todo el que viene a él."

Por favor compre Yo Soy Eso, dondequiera que usted compre sus libros. Es indispensable.

Las citas que se refieren específicamente al "yo soy" se extrajeron y agruparon en cuatro partes, siendo las dos primeras de introducción y las dos últimos relacionadas con las formas del conocimiento "yo soy" y de la naturaleza del "yo soy". Una quinta parte fue añadida posteriormente; incluye porciones de texto que se habían omitido originalmente.

Primera parte

Profundice dentro de la sensación de "yo soy" y encontrará.

... enfoque su mente sobre "yo soy", lo cual es puro y simple ser.

Primero dé el primer paso. Todas las bendiciones vienen de entro. Vuélvase hacia adentro. "Yo soy", ya sabe. Esté con él todo el tiempo que tenga libre, hasta que vuelva a él espontáneamente. No hay camino más simple ni más fácil.

Antes de todos los comienzos, después de todos los finales ―yo soy. Todo tiene su ser en mí, en el "yo soy", que resplandece en todo ser viviente.

En un nivel más profundo mi experiencia es su experiencia. Indague profundamente en sí mismo y la encontrará de manera fácil y sencilla. Vaya en la dirección del "yo soy".

Segunda parte

Cuando me encontré con mi Gurú, él me dijo: "Tú no eres lo que crees ser. Encuentra lo que eres. Observa la sensación de “yo soy”, encuentra tu Sí mismo real. Yo le obedecí, debido a que confié en él. Hice lo que me había dicho. Todo mi tiempo libre lo pasaba observándome a mí mismo en silencio. ¡Y qué diferencia supuso eso, y qué pronto!

Mi maestro me dijo que me aferrara tenazmente a la sensación de "yo soy" y que no me separara de ella ni siquiera un momento. Yo hice lo mejor que pude para seguir su consejo y en un tiempo relativamente corto me di cuenta dentro de mí mismo de la verdad de su enseñanza. Todo lo que hice fue recordar su enseñanza, su rostro, sus palabras constantemente. Esto puso fin a la mente; en la quietud de la mente me vi a mí mismo como yo soy ―ilimitado.

Simplemente seguí la instrucción (de mi maestro), que era enfocar la mente en el ser puro "yo soy" y permanecer en él. Yo solía sentarme durante horas, sin nada en mi mente excepto el "yo soy" y pronto la paz y la dicha y un profundo amor omniabarcante devinieron mi estado normal. En él todo desapareció ―yo mismo, mi Gurú, la vida que yo vivía, el mundo de mi entorno. Solo quedó la paz y un insondable silencio.

Mi Gurú me ordenó estar atento a la sensación de "yo soy" y no prestar atención a nada más. Yo solo obedecí. No seguí ningún curso particular de respiración o de meditación, o de estudio de las escrituras. Aconteciera lo que aconteciera, yo apartaba mi atención de ello y permanecía con la sensación de "yo soy". Puede parecer demasiado simple, incluso crudo. Mi única razón para hacerlo era que mi Gurú me dijo que lo hiciera. ¡Sin embargo funcionó! La obediencia es un poderoso disolvente de todos los deseos y temores.

No hay ningún sentido de propósito en mi hacer algo. Las cosas acontecen como acontecen ―no debido a que yo las haga acontecer, sino que debido a que yo soy ellas acontecen. En realidad nunca acontece nada. Cuando la mente está agitada, hace que Shiva dance, lo mismo que las agitadas aguas del lago hacen que dance la luna. Es todo apariencia, debida a ideas falsas.

... sea cual fuere el papel en el cual yo pueda aparecer y sea cual fuere la función que yo pueda desempeñar ―yo permanezco lo que yo soy― el "yo" inmutable, inquebrantable, independiente.

Cuando digo: "yo soy", no quiero decir una entidad separada con un cuerpo como su núcleo. Quiero decir la totalidad del ser, el océano de la consciencia, el universo entero de todo lo que es y conoce. Yo no tengo nada que desear pues yo soy completo siempre.

Las palabras revelan su vacuidad. Lo real no puede describirse, debe experimentarse. Yo no puedo encontrar palabras mejores para lo que yo sé. Lo que digo puede sonar ridículo. Pero lo que las palabras intentan transmitir es la verdad más alta. Todo es uno, por mucho que nosotros juguemos con las palabras. Y todo se hace para agradar a la única fuente y meta de todos los deseos, a quien todos nosotros conocemos como el "yo soy".

Lo mismo que el sol se refleja en un billón de gotas de rocío, así lo atemporal se repite sin fin. Cuando repito: "yo soy, yo soy", meramente afirmo y reafirmo un hecho siempre presente. Usted se cansa de mis palabras debido a que no ve la verdad viva detrás de ellas. Entre en contacto con ella y encontrará el pleno significado de las palabras y del silencio ―de ambos.

... confié en mi Gurú. Lo que él me dijo que hiciera, eso hice. Me dijo que me concentrara sobre "yo soy" ―eso hice. Me dijo que yo soy más allá de todo lo perceptible y concebible ―yo le creí. ... Usted puede escoger cualquier vía que le convenga; su seriedad determinará el grado del progreso.

Tercera parte

Primero de todo, establezca un contacto constante con usted mismo, sea con usted mismo todo el tiempo. En la conciencia de sí mismo fluyen todas las bendiciones. Comience como un centro de observación, de cognitividad deliberada, y conviértase en un centro de amor en acción. "Yo soy" es una minúscula semilla que se convertirá en un árbol poderoso ―de manera completamente natural, sin rastro alguno de esfuerzo.

Establézcase firmemente en la conciencia de "yo soy". Este es el comienzo y también el fin de toda tarea.

Aférrese a la sensación de "yo soy" con exclusión de todo lo demás. Cuando la mente se queda en completo silencio, brilla con una nueva luz y vibra con un conocimiento nuevo. Todo llega espontáneamente, usted sólo necesita aferrarse al "yo soy".

Deseche todos los pensamientos excepto uno: el pensamiento "yo soy". La mente se rebelará al principio, pero con paciencia y perseverancia cederá y se quedará tranquila. Una vez que usted esté tranquilo, las cosas comenzarán a suceder de forma natural y espontánea, sin ninguna interferencia de su parte.

Sólo conserve en la mente la sensación "yo soy", sumérjase en ella, hasta que su mente y sensación se vuelvan uno. Mediante repetidos intentos conseguirá el equilibrio adecuado de atención y afecto y su mente se establecerá firmemente en el pensamiento y sensación "yo soy". Cualquier cosa que piense, diga o haga, esta sensación de ser, inmutable y afectuosa, permanece como el trasfondo siempre presente de la mente.

Para saber lo que usted es, debe investigar y saber primero lo que usted no es. Y para saber lo que usted no es, usted debe observarse cuidadosamente, rechazando todo lo que no está necesariamente con el hecho básico: "yo soy". ... Separe consistente y perseverantemente el "yo soy" de "esto" o "eso", y trate de sentir lo que significa ser, sólo ser, sin ser "esto" o "eso".

Para conocer lo que es, primero debe investigar y saber lo que no es. Y para saber lo que no es tiene que observarse a sí mismo cuidadosamente, rechazando todo lo que no concuerde con el hecho básico: "yo soy". ... Separe tenaz y perseverantemente el "yo soy" de "esto" o "eso", y trate de sentir lo que significa ser, simplemente ser, sin ser "esto" o "aquello".

Abandone todas las preguntas excepto una: "¿Quién soy yo"? Después de todo, el único hecho del que está seguro es que es. El "yo soy" es cierto. El "yo soy esto" no lo es. Esfuércese por saber lo que es en realidad.

Aférrese a una sola cosa, a lo que importa, aférrese al "yo soy" y abandone todo lo demás. Esto es sadhana. En la realización no hay nada a que aferrarse ni nada que olvidar. Todo es conocido, nada se recuerda.

... simplemente recuérdese usted mismo. "Yo soy" es suficiente para sanar su mente y llevarlo más allá. Sólo tenga un poco de confianza

Deje de buscar, y vea ―está aquí y ahora― es ese "yo soy" que tan bien conoce.

Usted no puede decir a sabiendas "esto es lo que soy". Sencillamente no tiene sentido.

Sólo el "yo soy" es de primera mano y no requiere pruebas. Permanezca en él.

Conténtese con aquello de lo que está seguro. Y lo único de lo que puede estar seguro es "yo soy". Quédese con ello, y rechace todo lo demás. Eso es Yoga.

Vuelve a ese estado de ser puro, donde el “yo soy” está tranquilo en su pureza antes de contaminarse con el “yo soy esto” o “yo soy aquello”. Tu agobio se debe a falsas autoidentificaciones ―abandónalas todas".

¿No ve que es precisamente la búsqueda de la felicidad lo que le hace sentirse desgraciado? Inténtelo de otro modo: indiferente al dolor y al placer, sin exigir ni rechazar, preste toda su atención al nivel en el que "yo soy" está intemporalmente presente. Pronto se dará cuenta de que la paz y la felicidad están en su propia naturaleza y que lo que perturba es solo buscarlas a través de algunos canales particulares.

Entregue su corazón y su mente a incubar el "yo soy", qué es, cómo es, cuál es su origen, su vida, su significado. Es muy parecido a cavar un pozo. Usted rechaza todo lo que no es agua hasta que llega al manantial que da la vida.

El "yo soy" que persigue lo placentero y huye de lo desagradable es falso; el "yo soy" que ve el placer y el dolor como inseparables ve correctamente.

Quienes practican la sadhana de centrar sus mentes en el "yo soy", tal vez se sientan relacionados con otros que siguieron la misma sadhana y llegaron a la meta.

No debe preocuparse de sus preocupaciones. Solo sea. No trate de estar tranquilo; no convierta el "estar tranquilo" en una tarea que debe realizar. No se inquiete con respecto a "estar tranquilo", no sea desgraciado respecto a "ser feliz". Simplemente sea consciente de que usted es y permanezca consciente ―no diga: "sí, yo soy; ¿y después qué?". No hay ningún "después" en el "yo soy". Es un estado intemporal.

Cuarta parte

Y al despertar, ¿no fue la sensación de "yo soy" lo que vino primero?

La sensación de "yo soy" está siempre con usted, sólo que usted le ha adjuntado todo tipo de cosas ―cuerpo, sensaciones, pensamientos, ideas, posesiones etc. Todas esas auto-identificaciones son engañosas. Debido a ellas usted se toma por lo que no es.

Lo que es mío es mío y era mío incluso cuando Dios no era. Por supuesto, es una cosa muy pequeña, una mota ―la sensación de "yo soy", el hecho de ser

La luz por la cual usted ve el mundo, que es Dios, es la pequeña chispa: "yo soy", aparentemente tan pequeña, y sin embargo lo primero y lo último en todo acto de conocimiento y de amor.

Sin el "yo soy" no hay nada. Todo conocimiento es sobre el "yo soy".

Fuera del Ser no hay nada. Todo es uno y todo está contenido en "yo soy".

Abandónelo todo y permanezca dispuesto a que lo real se manifieste. Esta auto-manifestación tiene su mejor expresión en las palabras: "yo soy". Nada más tiene ser. De esto usted tiene una certeza absoluta.

En lugar de ver las cosas como las imagina, aprenda a verlas como son. Cuando pueda ver todo como ello es, también se verá a usted mismo como usted es. Es como limpiar un espejo. El mismo espejo que le muestra el mundo como es, también le mostrará su propio rostro. El pensamiento "yo soy" es el paño de pulir.

"Yo soy" es siempre nuevo. Usted no necesita recordar para ser. ...Al presente su ser está mezclado con la experiencia. Todo lo que necesita es desenredar el ser de la madeja de las experiencias. Una vez que ha conocido el ser puro, sin ser esto o eso, lo discernirá entre las experiencias y ya no será extraviado por los nombres y las formas.

...el "yo soy" en movimiento crea el mundo. El "yo soy" en paz deviene lo Absoluto.

En la inmensidad de la consciencia una luz aparece, un minúsculo punto que se mueve rápidamente y traza formas, pensamientos, y sensaciones, conceptos e ideas, lo mismo que la pluma escribiendo sobre el papel. Y la tinta que deja un rastro es la memoria. Usted es ese minúsculo punto y por su movimiento el mundo es siempre recreado. Deje de moverse, y no habrá ningún mundo. Mire dentro y descubrirá que el punto de luz es la reflexión de la inmensidad de la luz en el cuerpo, como la sensación de "yo soy". Hay solamente luz, todo lo demás aparece.

El "yo soy" está en la raíz de todas las apariencias y es el lazo permanente en la sucesión de aconteceres que llamamos vida...

Los seres humanos mueren cada segundo, el miedo y la agonía de los moribundos pende sobre el mundo como una nube. No hay que sorprenderse de que usted también tenga miedo. Pero una vez que sabe que sólo el cuerpo muere y no la continuidad de la memoria y la sensación de "yo soy" reflejada en ella, usted ya no tiene más miedo.

Las gentes difieren. Pero todos han de afrontar el hecho de su propia existencia. "Yo soy" es el hecho último; "¿quién soy yo"? es la pregunta última a la que cada uno debe encontrar una respuesta.

Inquiera profundamente en la sensación de "yo soy", y ciertamente descubrirá que el centro perceptor es universal, tan universal como la luz que ilumina al mundo. Todo lo que acontece en el universo, le acontece a usted, el presenciador silente. Por otra parte, todo lo que se hace, es hecho por usted, la energía universal e inagotable.

Antes de la mente ―yo soy. "Yo soy" no es un pensamiento en la mente; la mente me acontece a mí, yo no acontezco a la mente. Y puesto que el tiempo y el espacio están en la mente, yo soy más allá del tiempo y del espacio, eterno y omnipresente.

...usted no es esto, no hay nada de usted en esto, excepto el pequeño punto de "yo soy", que es el puente entre el observador y su sueño. "Yo soy esto, yo soy eso" es solo sueño, mientras que el "yo soy" puro tiene el sello de la realidad en él. Usted ha saboreado muchas cosas ―todas se han resuelto en nada. Solo la sensación de "yo soy" ha persistido ―sin cambio. Permanezca con lo que es sin cambio entre lo que cambia, hasta que sea capaz de ir más allá.

Cuando desaparece el “yo soy yo”, llega el “yo soy todo”; cuando desaparece el “yo soy todo”, llega el “yo soy”. Cuando desaparece incluso el “yo soy”, sólo la Realidad es...

Quinta parte

Después de que las cuatro primeras partes fueron editadas, se encontraron más expresiones "Yo Soy" y se incluyen aquí:

Hay muchos puntos de partida ―todos ellos conducen a la misma meta. Usted puede comenzar con un trabajo no egoísta, abandonando los frutos de la acción; puede entonces dejar el pensamiento y acabar dejando todos los deseos. Aquí, el abandono (tyaga) es el factor operativo. O, puede no preocuparse por ninguna cosa que usted quiera, o piense, o haga y permanecer sólo en el pensamiento y la sensación de "yo soy", enfocando "yo soy" firmemente en su mente. Todo tipo de experiencias pueden venirle ―permanezca inamovible en el conocimiento de que todo lo que es perceptible es transitorio, y de que solo el "yo soy" dura.

¿Qué ama usted ahora? El "yo soy". Déle su corazón y su mente, no piense en nada más. Esto, cuando es sin esfuerzo y natural, es el estado más alto. En él, el amor mismo es el amante y el amado.

Antes de que el mundo fuera, la consciencia era. En la consciencia el mundo viene al ser, en la consciencia tiene duración y en la consciencia pura se disuelve. En la raíz de todo, está la sensación de "yo soy". El estado de mente: "hay un mundo" es secundario, para ser yo no necesito el mundo, el mundo me necesita.

Vuelva a casa, encárguese del negocio de su padre, cuide de sus padres en su ancianidad. Cásese con la muchacha que le está esperando, sea leal, sea simple, sea humilde. Oculte su virtud, viva silentemente. Los cinco sentidos y las tres cualidades (gunas) son sus ocho pasos en el yoga. Y "yo soy" es el Gran Recordador (mahamantra). Usted puede aprender de ellos todo lo que necesita saber. Esté atento, indague sin cesar. Eso es todo.

Todo es un juego de ideas. En el estado libre de ideación (nirvikalpa samadhi) no se percibe nada. La idea raíz es: "yo soy". Esta idea raíz quiebra el estado de consciencia pura y es seguido por las innumerables sensaciones y percepciones, sentimientos e ideas que en su totalidad constituye Dios y Su mundo. El "yo soy" permanece como el presenciador, pero es por la voluntad de Dios por lo que todo acontece.

En mi mundo nadie nace y nadie muere. Algunos salen de viaje y regresan, otros no le dejan nunca. ¿Qué diferencia hay puesto que viajan a tierras de sueños, cada uno de ellos envuelto en su propio sueño? Solo el despertar es importante. Es suficiente conocer el "yo soy" como realidad y también como amor.

Como es natural que el bastoncillo de incienso se queme, así también es natural que el cuerpo muera. En realidad, es una cuestión de muy poca importancia. Lo que importa es que yo no soy ni el cuerpo ni la mente. Yo soy.

No se identifique a usted mismo con una idea. Si entiende por Dios lo Desconocido, entonces diga meramente: "yo no sé lo que yo soy". Si usted conoce a Dios como se conoce a su sí mismo, no necesita decirlo. Lo mejor es la simple sensación de "yo soy". More en ella pacientemente. Aquí paciencia es sabiduría; no considere el fracaso. No puede haber ningún fracaso en esta tarea.

Eso que le hace pensar que usted es un humano no es humano. No es más que un punto de consciencia sin dimensiones, una nada consciente; todo lo que puede decir sobre usted mismo es: "yo soy". Usted es puro ser, conciencia, felicidad. Darse cuenta de esto es el fin de toda búsqueda. Usted llega a ello cuando ve que todo lo que usted cree ser es solo imaginación, y permanece en la conciencia pura de lo transitorio como transitorio, de lo imaginario como imaginario, de lo irreal como irreal.

Fin