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Artículos - Dorothy Hunt

Juliana Nan for DH

El altar de este momento

(Primera Parte)
Por Dorothy Hunt

Lo que está despierto ―como el flujo de la vida misma― no tiene principio ni fin. Aparece aquí mismo, ahora mismo. Podemos imaginar que estamos en un viaje desde el nacimiento hasta la muerte, o desde la ignorancia a la iluminación, pero el viaje siempre comienza y termina en el tiempo presente, en la experiencia del momento presente. El movimiento del despertar es en última instancia un retorno al Ahora, un viaje que nos abre al altar de este momento. Este momento se ve que es la expresión de lo intemporal en el tiempo. Ahora es la verdad del momento y la verdad de lo que está experimentando el momento. Una sola verdad, en realidad, algo que la mente no puede imaginar ni incluso concebir.

El ahora es perfectamente libre para ser. Lo que está despierto en nosotros acoge íntimamente y sin temor cualquier momento, cualquier experiencia, cualquier sentimiento, cualquier expresión como sí mismo. No se aleja del miedo o la confusión, ni se mantiene separado del sufrimiento. Siendo indivisible, lo que está despierto en nosotros está despierto al mismo tiempo tanto para lo relativo como para las dimensiones absolutas de la vida. No juzga la fealdad o la belleza; nunca anhela la felicidad ni teme la transformación llamada muerte.

Siendo todo, no le falta nada. Siendo todo, el momento se ve que es plenitud. El Ver y el momento son uno. Sin consciencia de sí mismo, aunque consciente de la consciencia, el Misterio ve desde más allá del tiempo. Sin embargo, sin el tiempo, lo intemporal no podría experimentarse a sí mismo.

Este momento es el único momento en el que estar despierto es posible. No es algo que podamos retener de ayer, ni una cosa que lograr mañana. Es aquí ahora, en este momento, en esta experiencia, en esta expresión de ser. Este momento es el único momento que existe; sin embargo, este momento no es ni siquiera un momento. Hablar de "este momento" es hablar de la expresión, la experiencia, el flujo y la verdad del Ahora. Sin embargo, el Ahora no es una medida de tiempo.

El altar de este momento está vacío, sin embargo contiene e ilumina todo lo que aparece. El altar de este momento es sagrado pero no tiene ninguna idea de lo que es sagrado y lo que no. El altar de este momento abarca un Misterio inefable, y los momentos ordinarios de la vida que fluyen de él. La gratitud es la única respuesta del corazón despierto al Ahora, y sin embargo no hay nadie que agradezca ni nadie a quien agradecer. La devoción incondicional al momento se convierte en una historia de amor con la vida ― no sólo lo bueno, lo bello, lo verdadero, sino la totalidad de la vida según se despliega. La mente no comprenderá el Misterio, sin embargo la mente brota a cada momento creando las diez mil cosas que la Impermanencia se llevará mientras vivimos abiertos al continuo surgimiento y disolución en el altar sagrado de este momento.

27 de febrero 2015

Lluvia de otoño

Hoy, estoy escribiendo desde Moon Mountain (La Montaña de la Luna), donde las lluvias de otoño de repente han convertido el musgo seco y marrón, sin vida, de las rocas y cantos rodados de esta montaña, en un vívido verde brillante. Las lluvias de otoño no sólo han dado nueva vida a las viejas piedras, sino que han aquietado el polvo seco del verano, y bañado los robles en expansión profundamente arraigados aquí. El fresco día húmedo y nublado parece invitar a la interiorización, la contemplación, una taza de té caliente.

Hay una tranquila belleza en la montaña que suscita un ritmo más lento, un descanso más profundo, y a menudo un despertar natural antes del amanecer. El silencio está siempre presente, por supuesto, incluso en una ciudad bulliciosa; pero es un gran regalo pasar el tiempo en la naturaleza sin un reloj despertador y sin la necesidad de un informe del tráfico mañanero o de las "últimas noticias". Aquí, el amanecer son las últimas noticias, el entrelazamiento del silencio, los colores apagados y la paz profunda. Aquí el Silencio a menudo parece tocar su melodía en crescendo en lugar de pianissimo.

¿Qué es lo que se da cuenta de las hojas que caen en la lluvia de otoño, de la escasa luz del invierno, de los diminutos brotes de la primavera, o de la riqueza de una cosecha de verano? ¿Qué es lo que está despierto a los cambios de estación y a los cambios del tiempo ― al clima de la naturaleza o al tuyo? Podemos interesarnos ​​en lo que es íntimamente consciente, notando su presencia silenciosa ― siempre presente, cómo su claridad no depende de las circunstancias. Es igualmente abierto, claro y no juzga tanto a una mente tranquila como a una ocupada, a un corazón abierto como a uno temeroso. Esta intimidad es tu propia libertad y amor.

Reunámonos en Moon Mountain independientemente de nuestro entorno físico. Cada momento es una ofrenda y una apertura para descubrir que la montaña de la forma y la luna de la iluminación simplemente no son dos. Detenerse ―incluso por un momento― es todo lo que se requiere para comenzar a ver, oír, tocar, probar y sentir lo que está más allá del tiempo. Aunque hay muchas causas y condiciones para el movimiento de la vida como nuestra mente limitada, la Verdad no tiene ninguna. Es atemporal y revelará, por sí misma, su verdadero rostro como el nuestro propio. Finalmente el Silencio nos acercará cada vez más profundamente dentro de la montaña. Pero te aviso: Aquellos que han entrado profundamente en la Montaña de la Luna no regresan; sin embargo caminan y hablan y se mueven en el mundo como si estuvieran.

6 de marzo 2015

Tú eres suficiente

Tu copa no tiene que estar limpia; sólo tiene que estar vacía.
Al final, incluso la copa se romperá en pedazos.

Estas fueron las palabras que me encontré diciendo hace poco a alguien que sufría de un ataque de autocrítica y de duda. Cuanto llenamos nuestras copas con creencias, con juicios y con interminables intentos de purificar lo que creemos que es impuro, de hacer digno lo que imaginamos que es indigno, de mejorar lo que creemos que no es suficiente. Y todo este esfuerzo y agonía, ¡sin cuestionar siquiera a quien no es suficiente! Nuestra mente vive en el miedo, en una prisión de pensamientos y creencias, tratando desesperadamente de escapar, o de sentirse condenado a cadena perpetua. Pero, ¿alguna vez miramos dentro para ver si en realidad hay un prisionero?

"Yo no soy suficiente" es una de las creencias fundamentales más comunes que se mantienen en la mente. Cuando se proyecta, se convierte en "él/ella/ello/la vida no es suficiente". O tal vez nos aferramos al "eso no es suficiente", y luego nuestra copa se llena de todas las formas en que somos víctimas de la vida en lugar de expresiones de vida. ¿Podemos empezar a ver claramente, sin juicio, y con compasión cómo inocentemente llegamos a sentir "yo no soy suficiente?" Acarreamos el condicionamiento humano de basar nuestra identidad en una imagen, un "pensamiento-yo". Una imagen, sin embargo, es muy cambiante, como sabe cualquier fotógrafo que ve una imagen a través del cambio de luces y sombras en un solo día. Del mismo modo, nuestra autoimagen puede inflarse o desinflarse con una sola mirada, un solo pensamiento, una sola proyección. Pero ¿eres tú una imagen de ti mismo, una idea, un concepto, o algo más profundo?

Imagina a un recién nacido ― abierto, vulnerable, que te mira sin miedo a los ojos o al mundo desde las profundidades del asombro y la inocencia. ¿Es este pequeño suficiente? Avancemos rápidamente (en su vida) a través de los mensajes de mamá, de papá, de maestros, amigos, socios, de anuncios en revistas, televisión, libros ― esa amplia gama de mensajes que dicen que necesitas ser más inteligente, más bonita, más fuerte, más delgada, más alto, más bajo, más tranquilo, más amable, tener dientes rectos, una sonrisa más blanca, hacer más dinero, tener siempre el control, y nunca estar enojado, triste o confundido. Añade a eso nuestros inocentes y a menudo dolorosos malentendidos de por qué se marchó papá o mamá parecía enojada o nuestra pareja rompió con nosotros, y nuestra imagen nos seguirá pareciendo empañada.

La lista sigue y sigue, y creemos en miles de formas de cómo somos y dónde estamos, y lo que somos no es suficiente. Esto, por supuesto, se refuerza mil veces cuando empezamos el llamado camino espiritual. Ahora la lista se alarga y las apuestas parecen aún más altas. Ahora imaginamos que ni siquiera podemos admitir la verdad de una experiencia si no encaja con los "debería del iluminado" que la mente ha añadido a su lista de todas las formas que son indignas y no aptas para el amor o la felicidad.

¿Y si la forma de la copa, su historia pasada, pensamientos o acciones, no tienen nada que ver con el despertar? ¿Y si ser digno o indigno para amar y ser amado no tuviera absolutamente ningún sentido para la Verdad y el Amor que somos? ¿Estamos abiertos para cuestionar nuestros conceptos, para vaciar la copa y descubrir lo que realmente somos? No importa lo muy brillante o pulida que sea una imagen, a largo plazo nunca será "suficiente" porque no somos una imagen.

Los asesinos pueden despertar; las personas ricas, hermosas y exitosas pueden ser miserables. Lo que somos realmente no es una imagen perfeccionada; es la plenitud perfecta del Ser, expresándose a cada momento como el flujo de la vida. Tu vida y la mía nunca han pertenecido a un separado "yo". No existe ninguno. Quienes somos está vacío de yo, vacío de definición, y sin embargo está lleno a cada momento con cualquier expresión que ofrece la vida.

¿Está nuestra copa lo suficientemente vacía como para recibir este momento en su totalidad y plenitud? ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestros "pensamientos" de lo que somos a favor de la verdad de lo que somos? ¿Somos capaces de volver a nuestro Hogar el tiempo suficiente como para descubrir el hecho totalmente asombroso y casi increíble de que somos suficientes, que siempre hemos sido suficientes? ¿Podemos salir del sueño llamado "yo" y darnos cuenta de que no hay nadie separado para ser completado o no completado? ¿Podemos detenernos, descansar y dejarnos llevar por el Silencio despierto que es total, completo, continuamente en paz e indivisible de sus propias expresiones? Si es así, sabrás sin una sombra de duda: Tú eres suficiente.

13 de marzo 2015