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Extractos - Ramana Maharshi

Sat-Darshanam

Cuarenta Versos sobre la Realidad

Por Bhagavan Sri Ramana Maharshi
Sat-Darshanam

Los 40 Versos sobre la Realidad fueron escritos a petición de Muruganar, que quería un resumen conciso de las enseñanzas de Ramana, y quería 40 versos para adaptarlos a una forma poética hindú clásica. Ramana escribió los versos según le llegaba la inspiración, y Muruganar los dispuso en un orden determinado. Más tarde, Ramana escribió 40 versos adicionales, y los 40 versos originales fueron puestos como un suplemento de los 40 versos. Los 40 versos contienen una presentación breve y concisa de la enseñanza de Ramana sobre la no-dualidad y la práctica de la indagación.

Advaita, no-dualidad, Identidad, es la doctrina suprema. Jnana marga, el sendero del conocimiento, es el modo de acercamiento: la auto-indagación, "¿Quién soy yo?", es la técnica que Bhagavan enseñó para este sendero. No hay declaración más profunda y amplia de esto que sus "Cuarenta Versos sobre la Realidad" que aquí se ofrecen.

Oración

  1. ¿Podría haber sentimiento del yo sin aquello que siempre existe?
    Este ser interno, el Corazón, existe libre de pensamientos.
    ¿Cómo, pues, conocer aquello que está más allá de la mente?
    Conocerlo es residir, firmemente, en el Corazón.
  2. El pensamiento del yo es el primero en morir para quienes han encontrado refugio, lejos del temor a la muerte, a los pies del conquistador de la muerte.
    A partir de entonces son, naturalmente inmortales.
    ¿Pueden alguna vez ser asaltados de nuevo por el temor a la muerte?

Versos

  1. Dado que vemos lo variado del mundo, una sola fuente, con poderes ilimitados, ha de ser aceptada. El que ve, lo visto, la pantalla sobre la que se proyecta, la luz, todo eso es solo Él, el Uno.
  2. Todas las religiones comienzan con la existencia del individuo, el mundo y Dios. Mientras dure el ego estos tres permanecerán separados. Morar, sin ego, en el Ser, es el estado perfecto.
  3. ¿De qué sirven discusiones tales como “el mundo es real”, “no, es un espejismo”, “es energía consciente”, “no, es materia”, “es felicidad”, “no, es sufrimiento” ? Residir en el elevado nivel en el que no existen ni el ego ni el mundo, es lo mejor para todos.
  4. Mientras uno crea que tiene una forma, el mundo y Dios tendrán también forma. Cuando uno es el Ser sin forma, ¿quién hay ahí para ver? El Ser que ve es el Ojo, y ese Ojo es el Ojo de lo Infinito.
  5. El cuerpo está constituido por cinco envolturas. ¿Existe el mundo aparte del cuerpo? ¿Cómo podría alguien ver el mundo si no fuera porque tiene un cuerpo?
  6. El mundo no es otra cosa que la apariencia de los objetos percibidos por los cinco órganos de los sentidos. Dado que sólo la mente percibe el mundo, el mundo no es otra cosa que la mente. ¿Puede existir un mundo aparte de la mente?
  7. Aunque el mundo y el conocimiento del mundo aparecen y desaparecen juntos, es sólo a través del conocimiento como el mundo se hace aparente. La Perfección en la que el mundo y el conocimiento del mismo surgen y declinan, la cual brilla sin jamás elevarse ni declinar, esa es la única Realidad.
  8. La Realidad Absoluta puede ser adorada, bajo cualquier nombre y bajo cualquier forma; ello es sólo un camino, un medio para realizarla, ya que no tiene nombre ni forma. La verdadera realización es ser uno con la Realidad y morar en ella.
  9. Cuando el individuo, para quien la dualidad y la trinidad existen, es analizado, éstas se sueltan y caen. Entonces todo movimiento mental cesa, para siempre.
  10. ¿Puede haber conocimiento sin ignorancia? ¿Puede la ignorancia existir sin conocimiento? Buscar el origen del individuo a quien pertenecen, y mora en ese origen, es el verdadero conocimiento.
  11. ¿Puede el conocimiento de todo, sin conocimiento del Ser, ser verdadero conocimiento? Percatarse del Ser, que es el soporte del conocedor y de lo conocido, destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.
  12. Ni el sueño ni la cognición de los objetos es conocimiento. En el verdadero estado, que es diferente de ambos, no hay percepción de los objetos, sino que sólo brilla la conciencia. Por tanto, no es un vacío.
  13. La conciencia, el Ser, es Real. Las muchas formas no pueden existir separadas de él. ¿Pueden hacerlo los diferentes ornamentos? ¿Son algo separado del oro?
  14. Sin el yo las personas segunda y tercera no pueden existir. Cuando el yo se hunde por la investigación sobre su origen, las personas segunda y tercera también desaparecen. Nuestro propio estado natural brilla.
  15. En su tiempo, tanto pasado como futuro son sólo el presente. ¿No es como para reírse el que se discuta acerca del pasado y el futuro, sin percatarse del presente? ¿Podemos contar sin el número uno?
  16. ¿Puede haber espacio, puede haber tiempo, excepto para mí? Espacio y tiempo me atan, sólo si yo soy el cuerpo. No estoy en ninguna parte, soy atemporal. Existo en todas partes y siempre.
  17. Tanto el sabio como el ignorante consideran al cuerpo como yo. El ignorante limita el yo al cuerpo. Para el sabio, el Ser brilla en el corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo.
  18. Para el ignorante y para el sabio, el mundo existe. El ignorante considera que sólo el mundo es real. Para el sabio, la fuente, carente de forma, es real, completa.
  19. La controversia sobre si el destino es más fuerte que el libre albedrío o viceversa sólo es para quienes desconocen su origen. Quienes conocen al individuo al que pertenecen no son afectados por ella.
  20. Ver a Dios separado de quien lo ve es sólo una imagen mental, pues Dios no está separado del que ve. Morar en el equilibrio del Ser es una verdadera visión de Dios.
  21. Las escrituras declaran "ve el Ser", "ve a Dios". No es fácil entender estas ideas. Dado que el Ser es uno, no puede ser visto. ¿Cómo puede uno ver a Dios? Solo convirtiéndonos en alimento para Él.
  22. Dios ilumina la mente y brilla dentro de ella, sin ser visto. ¿Cómo, por tanto, puede uno conocer a Dios a través de la mente? Sólo tomar la mente hacia el interior y fijarla en Él es tener Su visión.
  23. El cuerpo no dice yo. Nadie podrá negar que en el sueño profundo el yo deja de existir. Cuando surge el yo, aparece todo. Con un intelecto agudo, descubre ¿de dónde viene ese yo?
  24. Este cuerpo inerte no dice yo. La Consciencia de la realidad no aparece. Entre ambos, y limitado por las medidas del cuerpo, surge algo que es el yo. Esto es lo que se conoce como Chit-jada-granthi (el nudo entre lo Consciente y lo inerte), y también como vínculo, alma, cuerpo sutil, ego, samsara, mente, etc.
  25. Nacido de formas, enraizado en formas, alimentándose de formas, siempre cambiando sus formas, él mismo carente de forma, la indagación llega hasta las raíces de este fantasma del ego.
  26. Al ascender el ego todo asciende, al ponerse todo se pone. El ego, por lo tanto, es todo. Seguir su senda es, pues, el modo de vencer sobre cualquier cosa.
  27. El yo no asciende en el estado real. La búsqueda de la fuente del yo lo disuelve. ¿De qué otro modo puede uno alcanzar el supremo estado de su propio Ser?
  28. Descubrid la fuente real del ego, explorando en el interior, con intelecto agudo, regulando la respiración, el lenguaje y la mente. Igual que se haría para recuperar algo que ha caído en un pozo profundo.
  29. Solo inquirir, silenciosa y profundamente, sobre la fuente de la mente, del yo, es auto-indagación. Ideas como "soy eso" o "no soy eso" son simplemente ayudas.
  30. Si uno indaga "¿quién soy yo?" dentro de la mente, el yo individual se derrumba tan pronto como uno llega al Corazón e inmediatamente la Realidad se manifiesta a sí misma espontáneamente como yo-yo. Aunque se manifiesta a sí misma como yo, no se trata del ego, sino del Ser Perfecto, del Ser Absoluto.
  31. ¿Quién puede entender el estado de uno que ha disuelto su ego y reside siempre en el Ser? Para él, sólo el Ser es. ¿Qué le queda por hacer?
  32. Aunque las escrituras proclaman "Tú eres Eso", meditar sobre "Yo soy aquello, no esto" no es más que debilidad mental, ya que eres eternamente Eso. Lo que hay que hacer es investigar lo que uno realmente es y morar en ello.
  33. Afirmaciones como "no he realizado al Ser" o "he realizado al Ser" son motivos de risa. ¿Acaso hay dos seres, el que ve y lo visto? La experiencia de todos es que el Ser es Uno.
  34. En lugar de morar firmemente en el Corazón en nuestro propio y verdadero estado, disputar acerca de "real o irreal", "con forma o sin forma", "muchos o uno" es estar cegados por la ilusión.
  35. Solo morar en el Ser es un milagro. Los otros milagros son como sueños que duran hasta el despertar. Quienes están firmemente arraigados en lo Real ¿pueden recaer en la ilusión?
  36. Mientras tengamos la idea de que el cuerpo es el Ser, el pensamiento de que somos el Ser resultará útil para ser Eso. Pero cuando somos Eso, resulta tan fútil como que un hombre repita: "Soy un hombre", "Soy un hombre".
  37. Las teorías tales como la dualidad en el sadhana y el advaita sobre la realización no son verdad. El décimo hombre estuvo presente no sólo cuando se le encontró, sino también durante la búsqueda con amorosa preocupación. (1)
  38. Si uno cree ser el que hace, debe cosechar los frutos de su acción. Si uno inquiere "¿quién es el que hace?", y entra en el Corazón, la idea del hacedor terminará; el triple karma es destruido. Esto es en verdad liberación.
  39. Los pensamientos de liberación sólo duran mientras uno cree estar esclavizado. El yo eternamente liberado se alcanza por medio de la indagación, "¿para quién es la esclavitud?". De ahí en adelante, ¿cómo pueden surgir pensamientos de esclavitud y libertad?
  40. Algunos eruditos dicen que tras la liberación la forma permanece. Otros dicen que las formas no perduran. Sin embargo, otros dicen que a veces las formas permanecen y otras veces se pierden. Sólo la pérdida del ego, que examina estos tres conceptos, es la verdadera Liberación.

Epílogo

Ramana Maharshi ha compuesto esta obra pura, Sat Darsham, en tamil. Esta escritura sagrada y elevadora ha sido llevada al sánscrito por Vasista Ganapi Muni.

Las palabras de Muni brillan, reflejando como un muro la suave y divina voz de Ramana, que da la esencia de la verdad fácilmente, y es un deleite para los buscadores de la liberación.

Notas:
  1. Este verso hace referencia a una historia tradicional de un grupo de diez tontos (en otras traducciones monjes iluminados) que viajavan juntos. Tuvieron que cruzar un río y tras llegar a la otra orilla, empezaron a contar para asegurarse de que habían cruzado todos. Sin embargo, cada uno de ellos contó erróneamente, ya que omitió contarse a sí mismo. Consecuentemente, cada vez que contaban, su número era sólo nueve. Pensando que uno de ellos se había ahogado, comenzaron a lamentarse. Uno que pasaba por allí rápidamente se dio cuenta de la verdad contando apropiadamente, y reveló que nunca hubo ninguno perdido.
Fuente del texto: Sat-Darshanam - Cuarenta versos sobre la Realidad (Sirio, 2013)