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Extractos - Swami Vivekananda

La unidad de la vida

Por Swami Vivekananda
Swami Vivekananda

"Él, el único, en Él todo existe". Él está cerca y Él está lejos. Él está dentro de todo. Él está fuera de todo, penetrándolo todo. Quien ve el único Espíritu Infinito en todos los seres, y quien ve todo en ese único Espíritu Infinito, nunca se aparta de esa Unidad. Los que ven toda la vida y el universo entero en Dios ya no tienen más ilusiones. ¿Dónde está la miseria para los que ven esta Unidad en todas partes?

Ésta es la gran cuestión del vedanta, esta Unidad de vida, esta Unidad de todo. Vamos a ver cómo se demuestra que toda nuestra miseria proviene de la ignorancia, y esta ignorancia es el concepto de multiplicidad, esta separación ilusoria entre un ser humano y otro, entre una nación y otra. El vedanta dice que esta separación no existe, que no es real. Es una mera ilusión, en la superficie. La Unidad está en el núcleo de las cosas. Si atraviesas la superficie, descubrirás esta Unidad entre todos los seres humanos y todas las razas, superiores e inferiores, ricas y pobres. Si profundizas lo suficiente, verás que todo son sólo variaciones del Uno.

Los que han logrado llegar a este concepto de Unidad conocen la realidad de todo, el secreto de todo. Han seguido la huella de la realidad de todas las cosas hasta el Señor, que es el Centro, la Unidad de todas las cosas, y que es Existencia Eterna, Conocimiento Eterno y Bienaventuranza Eterna.

Los que veneran el mundo material caminan a tientas por la oscuridad, por el mundo que resulta de la ignorancia. Y los que se pasan la vida en este mundo sin llegar a descubrir nada mejor o superior, caminan a tientas en una oscuridad aún mayor. Pero los que conocen el secreto de la naturaleza, los que ven la Unidad que está más allá de la naturaleza en todas las partes de la misma, son los únicos que disfrutan de la Dicha Eterna.

Tú y yo somos uno con Brahman

Según la teoría del vedanta advaita, todo lo que vemos a nuestro alrededor (el universo entero, de hecho) es la manifestación del Uno Absoluto. En sánscrito esto recibe el nombre de Brahman. Una parte del Absoluto se ha convertido en la totalidad de la naturaleza. Pero aquí surge una dificultad. ¿Cómo es posible que el Absoluto cambie? ¿Qué provocó el cambio del Absoluto? Por su propia definición, Brahman es invariable. El cambio de lo invariable representaría una contradicción. Quienes creen en un Dios personal se encuentran con esta misma dificultad. ¿Cómo puede surgir la creación de la nada? Lo que salga de la nada, nunca podrá ser algo.

La respuesta es que el efecto debe ser la causa con otra forma. El árbol grande sale de la semilla. La ciencia moderna ha demostrado con evidencias que la causa es el efecto con otra forma. La causa varía y se convierte en el efecto. Dios se ha convertido en el universo. Pero si suponemos que Dios se ha convertido en este universo, entonces Dios está aquí y ha cambiado. Y si el infinito se ha convertido en este universo finito, el infinito, por tanto, habrá desaparecido y Dios será Infinito menos el universo.

Para evitar una doctrina panteísta, en la que Dios no es ni más ni menos que toda la naturaleza, contamos con la teoría audaz del vedanta, que afirma que este universo no existe tal y como nosotros lo pensamos, y que lo invariable realmente no ha cambiado nada. El vedanta dice que el universo entero es una mera apariencia, que no es la realidad; y que la noción de partes, pequeños seres y diferenciaciones sólo es ilusoria, no es la verdadera naturaleza de cada cosa. Dios no ha cambiado en absoluto; Dios no se ha convertido en el universo. Vemos a Dios como el universo porque tenemos que mirar a través del tiempo, el espacio y la causa. El tiempo, el espacio y la causa originan esta aparente diferenciación.

La teoría del vedanta, por tanto, llega a esto: tú y yo y todo lo que hay en el universo es el Absoluto, no son partes de él, sino la totalidad. Todas las aparentes divisiones, todas las limitaciones, son ilusorias. El vedanta predica audazmente que tú y yo somos uno con Brahman, completos y perfectos. No estuviste limitado nunca. Si piensas que estás limitado, seguirás limitado; si sabes que eres libre, serás libre. Por consiguiente, la finalidad y el objetivo de esta filosofía es hacernos comprender que siempre hemos sido perfectos y libres, y que seguiremos siendo perfectos y libres por siempre.