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Extractos - John Wheeler

Full Stop! -- "... y punto!"

La Puerta de Entrada a la Perfección Presente

Por John Wheeler

Resonancia

Full Stop

Todos los indicadores convergen en un tema central. Esta es la simple verdad de lo que somos, la realidad esencial e ineludible que brilla detrás de la sensación indudable de estar presente y consciente. Nadie puede decir "yo no soy", ya que la misma afirmación presupone la existencia de alguien que intenta negar su propia existencia. Esta es la razón por la cual la propia existencia es la piedra de toque o el "patrón oro" por el cual se evalúan todas las otras verdades. Todos los indicadores nos animan a investigar el hecho fundamental de nuestro ser auto-existente, que no sólo es sino que conoce. Este es el meollo de la cuestión, el tema constante y final de todas las grandes tradiciones que han llegado hasta nosotros bajo la bandera de la "no-dualidad". La no-dualidad habla de la no separación entre el buscador y la realidad final buscada. Como todas las tradiciones nos dicen, cada una a su manera: tú eres eso.

En nuestros tiempos, la comunicación directa de esta verdad básica fue famosamente compartida por el muy conocido sabio de Mumbai (Bombay), Nisargadatta Maharaj. Tuve la suerte de conocer a uno de los estudiantes directos de Nisargadatta Maharaj, Sailor Bob Adamson, en Melbourne, Australia, hace unos años. Él compartió conmigo los consejos esenciales que había recibido de Nisargadatta Maharaj. Más importante aún, fue capaz de señalar la realidad de mi ser tan directamente que ya no podía ser evitada ni pasada por alto. Como me mencionó una vez, no son las palabras en sí mismas las que son importantes, sino que es la realidad viva detrás de las palabras lo que marca la diferencia. Esta realidad, cuando es reconocida por alguien que sabe, informa cualquier palabra que pueda utilizar como indicador. Esto provoca una resonancia en el ser interior del oyente receptivo de tal manera que la verdadera naturaleza del oyente es reconocida en toda su inmediatez y vivencia. Esta es la pura luz de la conciencia no-conceptual más allá del pensamiento. No es que la realidad sea difícil de percibir. En verdad, es tan simple que pasamos por alto lo evidente. Porque, ¿cuántos pensamientos, sentimientos o experiencias puedes tener sin estar presente y consciente de tenerlos? Sin embargo, un indicador que apunte directamente a esto por alguien que sabe es extremadamente útil, como muchos pueden atestiguar.

El reconocimiento de la naturaleza ineludible y siempre presente del yo real del oyente pone al descubierto la base falsa de la creencia de que uno es una persona separada, limitada y aislada aparte de la realidad. Como esta es la base de todos los conceptos e identificaciones que generan limitación en la vida, esta revelación efectivamente anula el sufrimiento psicológico innecesario. Este sufrimiento sólo se sostiene a través de una falsa creencia en ser algo que no somos. No sólo se descubre que la realidad brilla dentro de uno mismo como nuestro propio yo, sino que la búsqueda, el sufrimiento y la duda que puede haber sido acarreado por toda una vida se supera de golpe.

Al ver y experimentar estas verdades básicas por uno mismo, puede surgir naturalmente el deseo de "compartir las buenas nuevas" con otras personas que resuenen con los mismos indicadores. No hay un conjunto fijo de indicadores o manera de hablar de estas verdades fundamentales. Mientras que los puntos esenciales, al ser atemporales, permanecen constantes de año en año y de era en era, la manera en que se enmarcan y se comunican debe necesariamente variar, según las necesidades de los tiempos. Por otra parte, las preguntas y cuestiones planteadas por aquellos comprometidos en la verificación de las verdades en su propia experiencia están obligadas a cambiar. Es por eso que es útil tener nuevos indicadores y expresiones con palabras y discursos contemporáneos. Esto nos permite centrarnos en la esencia y nos libera de tener que digerir términos arcaicos y vestigios culturales anticuados.

Más allá de las palabras, brillando en tu corazón

Si estamos buscando respuestas a un nivel conceptual, los indicadores son sólo palabras. Claramente, las palabras no tienen vida real o sustancia, son imágenes muertas. Escuchar palabras es tan satisfactorio como tratar de beber agua de la pintura de un lago. En algún momento, puede surgir un interés que deje caer todos los conceptos, indicadores y palabras ― de hecho, dejar de mirar en la mente por completo. En esa pausa, deja que el mirar se vuelva directamente a esa existencia clara e indudable que brilla en tu corazón.

Si estás escuchando los indicadores, pero sin mirar hacia lo que están señalando, esto se parecerá como mucho a un parloteo vacío, ya que es todo lo que puede ser a nivel verbal. Pero toma la señal y mira directamente en tu propio corazón. Ve, conoce y sé lo que eres. Deja caer los conceptos y encuéntrate cara a cara con tu yo real, tu ser innegable.

Todos los indicadores tales como "amor", "unidad", "conciencia", "vida", "vivacidad", "incondicionado", "libre de sufrimiento", etc., sólo tratan de dar una idea de la naturaleza de lo que eres. Si se dejan como palabras, son sólo cáscaras vacías. Pero ¿es lo que brilla en tu corazón una imagen muerta sin vida? Si no, ¿qué es? Esto es lo que hay que ver, no conceptualmente, en la experiencia directa. Nada se gana o se alcanza, porque lo que eres ha estado aquí todo el tiempo.

Las palabras son sólo indicadores

Es un poco delicado citar las palabras de los "grandes" maestros para confirmar cualquier cosa, porque las palabras son sólo indicadores y conceptos que surgen en situaciones particulares. En otras palabras, en el momento en que se pronunciaron las palabras, eran indicadores espontáneos para animar a alguien en ese momento para que dejara caer algún concepto o perspectiva particular para darse cuenta de lo que está aquí antes de los conceptos. Más tarde, cuando leemos las palabras, estamos en realidad volviendo de nuevo a los conceptos y alejándonos de lo que es claro y presente. Ver esto puede liberar mucho espacio. Es por eso que leer acerca de la no-dualidad es un poco engañoso ya menudo complica su simplicidad.

Para cada pasaje que uno cita, puedes encontrar docenas más que aseveran la opinión opuesta. Es útil ver por qué esto debe ser así. No hay una "enseñanza" fija en absoluto. Hay una corriente de puntos espontáneos que surgen para exponer cualesquiera nociones dualistas que el "buscador" pueda haber mantenido como verdaderas. Es más una cuestión de amor en expresión que alguna verborrea espiritual que uno debe tamizar a través de años o siglos después. La gente piensa que uno llega al corazón de esto estudiando filosofía, aprendiendo sánscrito, o profundizando en las palabras grabadas de Shankara, de Buda o quienquiera que sea. Esto es totalmente erróneo y está completamente fuera de lugar. Sólo engorda el stock de conceptos y mantiene la atención encerrada en la mente. Se está pasando por alto tu estado natural siempre presente.

Detén los conceptos, cualesquiera que sean, y observa lo que está presente, lo que realmente está aquí y ahora. Eso ya es evidente y está disponible en toda su inmediatez. Ningún maestro, gurú, escritura, satsang o despertares son necesarios. No puedo dejar de insistir suficientemente en esto. Así que vuelve a lo básico y mira por ti mismo.

En lugar de hablar de conceptos, tíralos todos por la borda y habla desde lo que realmente está presente en tu experiencia. Los libros sobre no-dualidad, las citas, la jerga espiritual y los hipotéticos "qué pasa si" son completamente incapaces de revelar el reconocimiento directo de la inmediata libertad y felicidad. Eso está presente como la pura luz del simple conocer y está brillando en el núcleo de tu mente o en el centro de tu corazón. En esa luz, el universo y todos los cuerpos y mentes surgen y pasan como motas de polvo en el calor de un vasto cielo sin nubes, que es el cielo de tu ser. Esa conciencia no conceptual o presencia de vida más allá de la mente se derrama a través de tus sentidos y baña cada pensamiento, sentimiento y experiencia en un claro conocimiento intemporal e ineludible. Llámalo como quieras ― ser, conciencia, amor, presencia, lo que es, conocer, luz, vida, inteligencia, espíritu, etc. Sea lo que sea, es innegable e ineludible. Es ser que no se puede dudar ni contradecir; una conciencia incesante no nacida y eterna; vida sin límite; una paz y alegría sin causa que abarca a todas las apariencias, todas las posibilidades, todos los opuestos. Nada puede estar fuera de eso; nada se distingue de eso; no hay nada más que eso. Y tú eres eso.

La Conciencia y los Objetos

La resolución de la aparente dualidad de la conciencia y los objetos radica en ver que la supuesta diferencia no está realmente presente. En otras palabras, hay una suposición de que hay conciencia y objetos. Entonces la mente se enreda en la forma en que se supone que se entrelazan. Esto es como la persona que pregunta, "¿Cómo me despierto?" Y luego se enreda en ese concepto. Él o ella pasa por alto que la conciencia ya está despierta y que la supuesta entidad "yo" no está realmente presente, excepto como suposición. En la clara visión de esto, el dilema se colapsa.

La cuestión es similar con la conciencia y los objetos. Ningún objeto o experiencia puede estar fuera o aparte de la conciencia de ello. Esto resuelve el problema directamente. Los objetos y la conciencia no están separados, ni siquiera ahora. Entonces, ¿por qué hablar de cómo juntarlos o cómo verlos como uno? Para empezar, ¿están separados? No. Por lo tanto, el concepto y el problema desaparecen.

La mayoría de la gente asume naturalmente que solamente hay objetos y no tienen un sentido real de la conciencia en sí. Así que el indicador se utiliza para distinguir los objetos y la conciencia sólo con el fin de poner de relieve la presencia de la conciencia, no para crear una división absoluta entre ellos (porque no hay ninguna). Una vez que la conciencia y tu identidad como tal están claras, puedes volver a mirar los objetos aparentes y ver que no tienen sustancia real o naturaleza independiente aparte de la conciencia de ellos. Esto es algo así como las figuras esculpidas en el mármol que no están separadas del mármol en sí. El falso dilema es evidente en la pregunta: "¿Cómo se ven las figuras esculpidas y el mármol como uno?" La verdadera pregunta es: "¿Alguna vez has visto separadas las figuras del mármol?" La conclusión es que no hay experiencia fuera de la conciencia. Por lo tanto, hablar de conciencia y de objetos como si fueran independientes no es posible basándose en la experiencia directa.

Es muy importante mencionar un punto sutil que muchos se pierden en esta coyuntura. Los objetos no son en sí mismos lo mismo que la conciencia, o la realidad permanente. Los objetos son apariencias, pero tu ser real permanece independiente de la presencia o ausencia de los objetos. En la experiencia práctica, puedes ver que los objetos están cambiando constantemente, pero tu propio ser permanece sin interrupción. Una ola no es más que agua; pero el agua como tal no es una ola como tal. Por lo tanto, no es una equivalencia de uno a uno. Es por eso que cuando la gente dice "todas las apariencias son la unidad", no es una declaración clara y precisa.

Las imágenes y los pensamientos no son yo

Pregunta: Tu encuentro de ayer por la noche fue muy útil para mí. Ahora veo que la mente y sus conceptos son sólo eso ― mente y conceptos. Reconocí la verdad desde la primera vez que me lo explicaste hace unos años, pero durante los últimos años he estado confundido en lo que respecta al pensar y los pensamientos. Como Alicia Silverstone en la película "Clueless" (Fuera de Onda), sólo tienes que decir a los pensamientos: "¡Lo que sea!".
¡He estado invirtiendo en los pensamientos y proyectando identidad en ellos, que es un rasgo típico de Géminis! La noche pasada me ayudó a ver el simple punto de que el ser o la conciencia es lo que yo soy, y no necesito (¡ni puedo!) dejar mi eseidad. Los pensamientos no son el problema. Puedo ver mucho más claramente ahora que es sólo la ignorancia (ignorando la obviedad y la sencillez de quién soy realmente) lo que me indujo a identificarme a menudo con los pensamientos y a perderme en mi mente.

John: La cuestión básica en este contexto tiene que ver con "retornar" a la mente con cierto sentido de que lo que la mente dice acerca de ti (el "yo" conceptual o la noción de persona) es una definición adecuada, real o verdadera de quién eres. Pero esas imágenes y conceptos en la mente son siempre en referencia a nuestra propia identidad según esa imagen o entidad, que en sí misma es una apariencia en la mente. Nuestro propio ser o naturaleza de la consciencia no es una imagen, un pensamiento o una apariencia en la mente, ya que siempre precede y sobrevive a tales pensamientos. La visión directa y clara de esto evita cualquier tendencia a buscar nuestra realidad, identidad o felicidad en esa red de pensamientos. ¿Por qué el cielo se buscaría a sí mismo en una masa de nubes pasajeras? Nunca se imaginaría ser una nube entre todas las que están pasando, diciendo, "esa nube particular soy yo". El cielo está abierto y bien como está, siempre intacto e inafectado. ¿Qué puede hacer una nube para obstruir el cielo? Lo mismo ocurre con los pensamientos; son imágenes que soplan a través de la claridad y la naturaleza espaciosa del ser-conciencia no-conceptual, que es tu yo innato. El ver claro muestra que las imágenes y los pensamientos no son yo. No me definen. Existo en un "nivel" o "lugar" completamente diferente (como el espacio en el que aparecen los pensamientos). Mirar de esta manera hace que sea difícil aferrarse a un pensamiento particular con un sentido de que "esto es lo que yo soy". No es un obstáculo el pensamiento o el uso significativo de la mente en la apariencia de las cosas. Sin embargo, hay un reconocimiento claro y enfático de que ningún pensamiento define o limita tu ser innato y permanente.