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Extractos - Sailor Bob Adamson

No existe una entidad separada

Por Sailor Bob Adamson
Bob Adamson

Pregunta: Entonces Bob, después de haber encontrado esa consciencia ¿Cómo se puede afrontar el hecho de estar rodeado por gente que vierte sobre uno todas sus historias egocéntricas? ¿Cómo afrontar el propio ego, los asuntos propios, las propias relaciones, salud, dinero, etcétera? ¡Muchas de estas cosas te empujan fuera de la consciencia!

Bob Adamson: Comprende que nada puede empujarte fuera de la consciencia.

Cuando preguntas: "Cómo", implicas sutilmente la existencia de una entidad que necesita hacer algo o que puede hacer algo, para separarse de lo que está sucediendo. Vuelve a la causa de todos tus problemas: la creencia en la idea de una entidad. Mira quién necesita conocer ese cómo. Aunque te des cuenta de que no hay nada ahí, no cesará el vivir, sino que continuará adelante, exactamente igual que el crecer desde que eras un niño.

No hay una receta para funcionar. No hay una respuesta al cómo y al porqué. Vuelve siempre a la simplicidad de ello, a lo no dual, Uno sin segundo. No hay ninguna entidad separada. No hay ningún individuo con poder alguno o naturaleza independiente. No hay persona como tal, aunque la apariencia de persona continúe. De la misma manera que "eso" está haciéndote respirar ahora mismo, haciendo latir tu corazón, haciéndote vivir, asimismo será el germen de todas actividades que vayan a tener lugar, no importa las que sean. Te trae aquí, te lleva allí, escoges un libro u oyes una frase; "ello" es lo que está haciendo todo por ti.

Cualquier situación que surja, cualquier actividad que tenga lugar, sea fruto del odio o del amor, sea una conmoción o cualquier otra cosa, no hubiera podido suceder de otra manera, incluso cuando hayas pensado: " Podría haberlo hecho mejor" y te hayas fustigado a ti mismo por no haberlo conseguido. Ese fustigarse a uno mismo también se pasa y te das cuenta de que tampoco podía ser de otra manera.

Esto es lo que llamo "vivir sin esfuerzo", porque no hay ninguna entidad que se atribuya nada o haga ningún esfuerzo y, sin embargo, ves que el cuerpo toma parte activamente en todo.

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...No hay ninguna entidad que tenga un poder propio para hacer nada por sí misma, o una naturaleza independiente.

Solemos indicarlo de esta manera: vosotros estáis viendo y oyendo pero el ojo no os dice: "veo", ni el oído os dice: "oigo". El pensamiento surge y traduce el ver y el oír como: "veo" y "oigo". Mirando con atención, os dais cuenta de que el pensamiento: "veo" no puede ver, ni el pensamiento "oigo" puede oír. El pensamiento "estoy consciente" no es vuestra consciencia. El pensamiento: "necesito hacer algo para llegar a tal lugar" no es el hacedor. El pensamiento es sólo una traducción de lo que sucede, es un movimiento de la energía que acontece en forma de palabras y etiquetas, pero llegamos a creer que el pensamiento o el hecho de pensar tiene un poder propio y una naturaleza independiente.

Antes de que el esperma y el óvulo se juntaran ¿hicisteis algo en el proceso de vuestro nacimiento o de vuestro propio crecimiento? Antes de que se formara el cerebro, antes de que apareciera ningún pensamiento, el corazoncito ya latía y la sangre circulaba ya por el pequeño feto. Cuando este nació, no había en él capacidad de raciocinio y, sin embargo, sí que poseía el saber necesario para agarrarse al pezón y tomar el alimento de la madre; e, incluso antes de esto, el saber necesario para realizar la primera respiración. A partir de ahí siguió creciendo. Nada fue hecho por entidad alguna.

La idea de una entidad, no llegó a vosotros hasta que tuvisteis aproximadamente dos años y medio y surgió el razonamiento. A esa edad surgió en nosotros esa capacidad o poder de razonar que ahora poseemos. Debido a que la energía del razonar oscila por su propia naturaleza entre opuestos, da la sensación de que divide. Empezamos dividiéndonos a nosotros mismos con las palabras: "Yo" y "No-yo". Y a esto le sigue una sensación de separación, la sensación de ser una entidad separada (un individuo) y con esto llega también nuestro condicionamiento y nuestro sufrimiento. Y mientras permanezca ahí esa creencia en la separación y en la individualidad, el sufrimiento continuará. Si ves la mente, simplemente, como una traductora sin naturaleza independiente o sustancia propia, entonces ya no es posible que creas nunca más en la idea de separación. Sabes que eres amor viviente, inteligencia-energía en acción.

Al conocer esto, todo acontece sin esfuerzo. Si no lo conoces, surge una aparente oposición, se presenta un aparente conflicto. El individuo hace un esfuerzo ilusorio, y esto es lo que ocasiona todos nuestros problemas.

Fuente: Sailor Bob Adamson. Una Sola Esencia (Vía Directa Ediciones, Enero 2010)